Eran las doce de la tarde y el príncipe Naruto estaba tomando sus clases diarias con Kakashi-sensei. Pero como era de costumbre Naruto no estaba poniendo atención y no se esforzaba.
-Naruto-sama...quisiera prestar aunque fuera UN POCO DE ATENCIÓN POR FAVOR! Como quiere aprender a usar jutsus asi?-
-No quiero...la verdad no me interesa. Como quiera yo soy el único sucesor a la corona, así que no hace falta estudiar...puedes retirarte.-
-Pon atención!- *__* El reloj marcó las 12:30
-Ja! las clases acabaron ..me voy!- Naruto salió corriendo de la habitación.
-Demonios... si sigue así no va a llegar lejos.-
Naruto fue corriendo hasta la oficina de su padre Minato donde él se encontraba revisando unos documentos.
-Padre vámos a salir a montar a caballo un rato!!-
-Lo siento Naruto, tengo mucho trabajo.- ^^''
-Pero quiero salir contigo ahorita.-
-En verdad no puedo.-
Naruto se fue muy enojado, le digustaba cuando no se hacía lo que él quería. Se dirigio hasta la cocina en donde estaba la sirvienta Ino.
-Como esta Naruto-sama?- n_n
-Aburrido. Tráeme algo de comer.- Ordenó.
-Enseguida.- A Ino no le molestaba su actitud, sabía que así era su comportamiento porque desde pequeño lo habían mimado mucho. Le preparó un sandwich.
-Aqui está.- Pudo el plato enfrente de él.
-No le quitaste las orillas.-
-Ah.. discúlpeme ahorita mismo se las quito.-
-Gracias.-
Naruto siempre se aburría, en el palacio nunca había nada que hacer y no tenía ningun amigo por su actitud. Siempre se creía superior a los demás y trataba a todos como subordinados. A sus catorce años aun no sabía mucho del mundo exterior porque nunca había estado fuera de las tierras de su reino. Después de pasar toda la tarde sin hacer nada ya era hora de dormir. A las dos de la mañana escuchó un ruido que venían de la biblioteca. Se paroó a investigar que era.
-Quien anda ahí?- Preguntó un poco nervioso. Encendió una vela y vió a un chico de cabello negro, alto y de piel blanca parado en medio de la habitación.
-UN LADR...!!- Antes de que pudiera terminar la frase el chico de cabello negro ya le había tapado la boca.
-Shhh..- Susurro al oído de Naruto. -No querras que me descubran verdad?- Naruto estaba muy asustado, no sabía que hacer. Mordió la mano que le tapaba la boca para que lo soltara y poder pedir ayuda.
-AUXILIO!!...AYU..- Le volvió a tapar la boca.
-Maldito niño, te dije que te callaras.- Se escuchaban pasos que se dirigían hasta esa habitación. -Rayos, ya me descubrieron.- Agarró una bolsa con varios objetos robados. -Tú vendras conmigo, ya que me podrías meter en problemas si abres la boca.- Lo cargó con mucha facilidad.
-Qué crees que haces!? Bájame!..Ayuda!!-
-Tch! eres muy molesto.- Lo noqueó para que se callara y escapo por una ventana.
Eran las doce de la tarde y el príncipe Naruto estaba tomando sus clases diarias con Kakashi-sensei. Pero como era de costumbre Naruto no estaba poniendo atención y no se esforzaba.
-Naruto-sama...quisiera prestar aunque fuera UN POCO DE ATENCIÓN POR FAVOR!-
-No quiero...la verdad no me interesa. Como quiera yo soy el único sucesor a la corona, así que no hace falta estudiar...puedes retirarte.-
-Pon atención!- *__* El reloj marcó las 12:30
-Ja! las clases acabaron ..me voy!- Naruto salió corriendo de la habitación.
-Demonios... si sigue así no va a llegar lejos.-
Naruto fue corriendo hasta la oficina de su padre Minato donde él se encontraba revisando unos documentos.
-Padre vamos a salir a montar a caballo un rato!!-
-Lo siento Naruto, tengo mucho trabajo.- ^^''
-Pero quiero salir contigo ahorita.-
-En verdad no puedo.-
Naruto se fue muy enojado, le disgustaba cuando no se hacía lo que él quería. Se dirigió hasta la cocina en donde estaba la sirvienta Ino.
-Cómo esta Naruto-sama?- n_n
-Aburrido. Traime algo de comer.- Ordenó.
-Enseguida.- A Ino no le molestaba su actitud, sabía que así era su comportamiento porque desde pequeño lo habían mimado mucho. Le preparó un sandwich.
-Aquí está.- Pudo el plato enfrente de él.
-No le quitaste las orillas.-
-Ah.. discúlpeme ahorita mismo se las quito.-
-Gracias.-
Naruto siempre se aburría, en el palacio nunca había nada que hacer y no tenía ningún amigo por su actitud. Siempre se creía superior a los demás y trataba a todos como subordinados. A sus catorce años aun no sabía mucho del mundo exterior porque nunca había estado fuera de las tierras de su reino. Después de pasar toda la tarde sin hacer nada ya era hora de dormir. A las dos de la mañana escuchó un ruido que venían de la biblioteca. Se paró a investigar que era.
-Quien anda ahí?- Preguntó un poco nervioso. Encendió una vela y vio a un chico de cabello negro, alto y de piel blanca parado en medio de la habitación.
-UN LADR...!!- Antes de que pudiera terminar la frase el chico de cabello negro ya le había tapado la boca.
-Shhh..- Susurro al oído de Naruto. -No querrás que me descubran verdad?- Naruto estaba muy asustado, no sabía que hacer. Mordió la mano que le tapaba la boca para que lo soltara y poder pedir ayuda.
-AUXILIO!!...AYU..- Le volvió a tapar la boca.
-Maldito niño, te dije que te callaras.- Se escuchaban pasos que se dirigían hasta esa habitación. -Rayos, ya me descubrieron.- Agarró una bolsa con varios objetos robados. -Tú vendrás conmigo, ya que me podrías meter en problemas si abres la boca.- Lo cargó con mucha facilidad.
-Qué crees que haces!? Bájame!..Ayuda!!-
-Tch! eres muy molesto.- Lo noqueó para que se callara y escapó por una ventana.
***
Unos rayos de luz que entraban por unos huecos de la pared de madera despertaron a Naruto. El cuarto estaba muy obscuro, casi no se veía nada. Era pequeño y de madera, solo había varias cajas y redes ahí. Rocordó lo que había sucedido y se sintió un poco asustado. Estaba seguro de que ya no estaba en el palacio. Le dolía un poco la cabeza. Se asomó por uno de los huecos y se sorprendió mucho que hasta lanzó un pequeño gritito. Estaba en el mar y lo único que se veía era el agua clara y una que otra ave. Escuchó varios ruidos que provenían del otro lado de aquella habitación. Con un poco de miedo decidió abrir la puerta para ver que era lo que le esperaba.
Tuvo que tomar unos segundos para enfocar la vista, pues había demasiada luz.
-Hey tú!..quién eres?- Era un chico de cabello negro despeinado con un perro blanco en la cabeza.
A Naruto le dio un poco de miedo, pero luego se acordó de que era el príncipe, no tenía que temer a nada ni a nadie.
-Tú presentate primero si es que tienes algo de educación.-El chico de cabello despeinado lo agarró de la camisa alzándolo de forma intimidante. El perro empezó a gruñir. -Qué crees que haces!? Te ordeno que me sueltes!-
-Tú quién te crees que eres para darme órdenes mocoso?-
-Soy el príncipe Naruto! y mi padre es el más poderoso de todos, puede usar todo tipo de jutsus. Ahora suéltame y te perdonaré la vida!-
-Yo no necesito el perdón de nadie y mucho menos de un estúpido príncipe.- Lo aventó al suelo con fuerza haciéndo que Naruto sintiera un gran dolor en la espalda. Estaba apunto de golpearlo con su puño pero alguien lo interrumpió.
-Ya es suficiente Kiba.- Un chico de pelo negro estaba parado junto a él deteniéndole el puño con el que estaba a punto de golpear a Naruto.
-Ah!! Tú eres el chico que me secuestró! Te exijo que me lleves devuelta a mi palacio!- Naruto se puso de pie sacudiéndose el polvo.
-Mocoso! Cómo te atréves a hablarle así al capitán Uchiha? Te voy a...-
-Kiba, deja que yo me encargue. Aparte tu tienes trabajo que hacer y necesito que todo este listo para antes de que toquemos tierra.-
-Sí capitán Uchiha.- Kiba se alejó rápidamente.
-Mi nombre es Uchiha Sasuke y tengo 19 años. Ahora tú dime tu nombre y edad.-
-Me llamo Uzumaki Naruto y tengo 14 años. Ahora llévame a mi palacio y les diré que te perdonen e incluso que te den dinero.- Sasuke lo agarró con fuerza el rostro de Naruto.
-Te crees muy valiente e importante solo porque eres un principito, verdad?- Naruto no respondió. Por alguna razón al ver los ojos negros de Sasuke se sintió intimidado y paralizado. -Sabes qué somos? Somos piratas. No nos importa nada, puedo matarte ahora mismo pero sé que me serás útil y necesito un esclavo.-
-Esclavo!?-
-Exacto, tendrás que seguir todas mis órdenes si quieres vivir. Yo manejo todo en este barco. Ahora necesito que te vayas a cambiar.-
-Cambiar? para qué?-
-En media hora vamos a llegar a tierra firme y no quiero levantar ninguna sospecha, ve a aquél cuarto y cámbiate, es una órden.- Naruto tenía ganas de saltarle encima y golpearlo con todas sus fuerzas, pero tenía un plan mejor, un plan para que pudiese escapar.
Llegaron a tierra firme y Naruto ya estaba listo con su nuevo atuendo. Era una camisa de botones blanca, un poco sucia, que le quedaba grande. Unas bermudas de color café obscuro y unos zapatos planos negros. También traía puesto una gorra gris fuerte.
-Qué tipo de atuendo es este? Parezco un mendigo! Aparte huele como a ustedes!-
-Oye no te pases de listo.- T.T -Aparte así se viste la gente del pueblo y tú llamas demasiado la atención con tu pelo dorado y tus ojos azules, por eso siempre debes de llevar la gorra puesta.-
Por fin llegaron a tierra. En el muelle había mucha gente con rostro cansado y también había niños quee jugaban felices. Sasuke se puso a platicar de algo que a Naruto no le interesaba. Supo que era hora de poner su plan en marcha, Sasuke estaba distraído, era la oportunidad perfecta.
Discretamente Naruto fue caminando hacia una multitud de gente y cuando se dio cuenta de que nadie lo había notado se puso a correr como loco esquivando a todas las personas y sin mirar atras.
En un callejón había mucha gente y mientras seguía corriendo chocó contra un hombre robusto, gordo y barbudo. Naruto cayó al suelo por el impacto contra la panza del hombre. Llevaba un jarron en brazos y por el golpe lo dejo caer y se rompió en pedazos.
-Niño estúpido, mira lo que hiciste! Ahora tienes que pagar.-
-P-pero no tengo dinero.-
-Entonces qué piensas hacer!?-
-Ayúdeme a regresar a mi palacio y le pagaré.-
-Palacio!!? JA! Acaso eres una clase de príncipe?-
-Exacto- Dijo Naruto sobervia, feliz de que alguien al fin lo reconociera.
-Me crees idiota!? Ven conmigo!- Lo agarró fuerte del brazo haciendo imposible la opción de huir.
-Ooow!! Suélteme! Alguien ayúdeme!- La gente que iba pasando lo ignoraba.
El hombre robusto se lo llevo a una tienda pequeña y ahí había tres hombres gordos más. Cada uno con uno con una mujer casi desnudas que estaban sentadas encima de ellos mientras los hombres las tocaban en sus partes íntimas haciéndolas emitir gémidos de placer. Naruto se puso rojo de vergüenza y cerro los ojos para no ver tal escena.
-Que pasa Yota? te dije que entregarás el jarrón al cliente.-
-Lo sé Kazuma-sama pero este niño lo rompió.-
-Qué dijiste!?- Empujó a la mujer para que se quitara y se levantó. Agarro a Naruto de la cara alzándola y provocando que su gorro se cayerá. -Hmm.. pero que tenemos aquí, una lindura al parecer.- Naruto sibtió un escalofrío recorrer su espalda. -Ya sé como puedes pagarnos.-
-N-n-no me t-toque...- Estaba temblando quería llorar pero se aguantó.
El hombre comenzo a tocar su pierna y su abdomen por debajo de la blusa.
-No!..Suélteme!! VIEJO CERDO!- Naruto lo golpeó entre las piernas y salió corriendo.
Otros hombres lo estaban siguiendo con pistolas en la manos. Naruto solo corría y comenzó a llorar, se escucharon dos balazos pero ninguno le dio. Seguía corriendo y chocó contra alguien, era Sasuke! Se sentía aliviado.
-Te dije que me obedecieras idiota.- Sasuke vió a los hombres que perseguían a Naruto y antes de que pudieran disparar hizo un jutsu para crear una barrera de fuego e impedirles el paso.
-GAAAHH!!-Al ver el fuego Naruto empezó a gritar y a llorar, se paralizó, le tenía miedo por un suceso de su pasado. Sasuke no entendía muy bien porque actuaba de esa forma como si fuera a él al que estaba quemando.
Le tapó los ojos para que no lo viera más. Sintió las lágrimas de Naruto en la palma de sus manos y lo cargó. Este se aferró mucho a él y no hablaron durante todo el camino hacia la posada en donde la tripulación Kitsune pasaría la noche.