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Circus por Deluxe

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Notas del fanfic:

Fanfic hecha por. Deluxe K. Midou

Por favor, si desean poner este fic en internet o en cualquier otro lado, preguntarme primero.

Notas del capitulo:

Lo hice por ocio nomás hahaha, asique no degan nada de la dramatica~

*Pilin: Asi le dicen los niños pequeños a los penes, es una forma infantil para decirlo

1829~ El calido sol brilla como nunca, iluminando todo el pueblo. En eso, se ve a un pequeño entregando boletines sobre el nuevo circo que se instaló en el pueblo, a lo profundo del bosque. Mucha gente ya sentía que necesitaba un poco de entretenimiento. Como era de costumbre llevar vestidos y ropa de gala por la calle, la gente se compraba ropa más elegante para ir a ver el maravilloso e interesante circo.

 

Unos chicos ven montones de personas leyendo los volantes. Como eran solamente tres, decidieron en voz baja quien iba a pedir un volante al niño con ropa colorida pero a la vez rara. Hasta que al final lo decidieron jugando piedra, papel o tijera. El menor de los tres perdió y fue a pedirle tímidamente al repartido uno de esos papeles, el joven que parecía tener 15 años se lo dio con gusto y le advirtió que se iba a divertir como nunca lo ha hecho en su vida. El menor le agradeció y volvió con sus amigos que apenas son mayores por un par de meses.

 

 

 

 

 

Al llegar la noche, los tres jóvenes van al bosque, pero al mirar como la gente hacia fila para entrar, decidieron que iban a hacer lo mismo hasta que se enteraron que había que pagar para entrar, astutamente decidieron hacer un plan. Se meten dentro de los arbustos y escondidos se van a la parte trasera del circo. Al llegar ven un montón de jaulas, llega de animales. Sorprendidos, salen de su escondite y exploran el lugar. El menor de los tres dice que no es buena idea, pero los mayores no le hacen caso y siguen explorando. En eso, una de las jaulas estaba cubierta por una manta. Los chicos decidieron ver que hay adentro, asíque se acercan curiosamente.

 

-          En serio, hay que irnos… mira si los del circo nos atrapan – dice con miedo

-          Cállate, Taylor – agarra la manta

-          Si, solo vamos a ver que hay adentro y después nos vamos – le sonríe burlonamente

-          Pero…

-          Ay, que niña eres – ambos chicos se ríen, el joven levanta la manta y se acerca para ver que contiene la jaula

-          ¿Y? ¿Se ve algo? – pregunta emocionadamente el otro joven mayor

-          No veo nada, esta muy oscuro

-          … - se queda quieto, mirando con miedo – Por favor, vámonos

-          No, no nos iremos hasta que--- ¡Ahhhhhhhhh! – el chico es agarrado por un ser que estaba adentro de la jaula, los dos chicos se asustan, pero uno de ellos corre para salvar a su amigo pero es agarrado también por el mismo ser

-          Ah… - quieto en el lugar, tiembla pero no podía irse a su casa solo, apenas tenia unos 10 añitos, asíque se acerca para que vuelvan – Chi-chi-chicos… p-por favor, s-salgan si es… una broma… - no recibe respuesta, así que entra a la jaula

 

Ya estando adentro, siente que el piso esta mojado con algo. Mira por todas partes pero no ve nada debido a que todo esta oscuro. Enseguida, escucha un crujido. Inmovilizado sigue escuchando ese crujido.

 

-          ¿H-hola? – dice con la voz temblorosa

-          ...

-          ¿Eh? – escucha que una voz habla en una lengua rara que no conoce – ¿Hola? – sigue con la misma voz temblorosa

-          Vaya, tenemos a otra delicia en esta jaula – el chico de pelo castaño cierra los ojos – Oh, no temas no te hare daño, ya comí – sonríe - ¿Quieres que encienda la luz? – le agarra el mentón con una mano

-          … - afirma moviendo la cabeza de arriba y abajo

-          Ok – agarra una cuerda y la tira para abajo suavemente, se enciende la luz y el joven abre los ojos – Mmh, eres más hermoso de lo que pensaba

-          Ah… - mira al hombre que aparentaba tener 21 años, sus ojos grises como la luna, su cabello blancuzco y siempre sonriendo, su cuerpo corpulento y suave, en resumen un hombre muy bello - ¿D-donde están… mis amigos, señor?

-          ¿Tus amigos? ¿Esos? – señala con un dedo hacia una esquina, se veía la piel, uno que otro pedazo de carne humana y los huesos, el niño gritó horrorizado pero la mano del hombre la tapó con su mano – Shh, si se enteran, aparece en el periódico y no quiero eso

-          … - le sale varias lagrimas, mira asustado al hombre con una vestimenta de campesino pero llena de sangre

-          Sacó mi mano si guardas silencio ¿de acuerdo? – el niño afirma moviendo de nuevo la cabeza, el hombre saca su mano y sigue sonriendo – En realidad, no me molestaría que se lo contaras a los demás, mientras hables de mí – acerca su cara a la del niño

-          ¿Q-qué le hizo a mis amigos? – tiembla

-          Nada, solo me los comí – se relame los labios

-          ¿Por qué? – se sienta aún mirándolo

-          Porque… - acerca su boca con el oído del niño -… son pecadores, asesinos de animales, malvados niños que molestan a todos

-          Pero eran mis amigos… - comienza a llorar

-          Eran tus amigos, ahora son solo mierda que no sirve

-          Basta… - llorando se agarra las piernas y esconde su cara en ellas

-          Oh, no llores, que eso me excita más

-          ¿Eh? – levanta la mirada

-          Es que… a mí me encanta el sufrimiento de los demás, pero ahora solo siento ganas de darte un poco de placer, mi virgen – mira al niño con los ojos enfrente de él – Pero necesito de tu permiso para darte mi amor ¿Me das tu permiso?

-          Ah… - no entiende a lo que quería decir con darle su amor, pero aún así dijo… - S-si…

-          Excelente… - lo besa en los labios, el niño se sorprende e intenta apartárselo, pero es sujetado por las manos del hombre – Vamos a darnos placer, esta noche, mi niño puro

 

El hombre lo sigue besando, de repente introduce su lengua. El niño se sonroja, su corazón comienza a latir con rapidez, nunca sintió algo así. Levanta al niño con facilidad ya que es liviano, lo apoya contra la pared y obliga al niño a que se sujete de la cadera de él con las piernas. Contentó porque ahora los dos están a la misma altura de la cara, se besan apasionadamente. El niño aprieta con fuera sus manos agarrando la camisa del hombre. En eso, el ojigris hace un movimiento de penetración para que el joven se acostumbre. Taylor se separa de él y saca un pequeño gemido.

 

-          ¿Qué… esta haciendo… señor? – se sonroja más y ve como es movido con un movimiento corto de arriba y abajo

-          Quiero que te acostumbres, para cuando más adelante te agarre y te haga el amor – con su mano le acaricia la mejilla – No lo hare ahora, porque te destrozaría, lo haremos de a poquito

-          E-esta bien… - siente la mano del ojigris va hacia la parte privada del castaño – Ah…

-          Oh, ya esta durito esto – le arranca el pantalón, dejándolo roto en el piso – Este estorbo – le quita los calzoncillos también rompiéndolos, dejando en libertad el miembro del nene – Paradito, como me gusta – levanta más al castaño hacia arriba para poder lamerlo, haciéndolo gemir

-          Ah… ahh... s-señor… - se agarra de la cabeza del adulto y gime aún más debido a que siente succión – Ahhhh… ahhh…

 

 

Al llegar la medianoche, el espectáculo termina y la gente sale del lugar dejando comentarios positivos. Atrás, en donde la luz no llega, sale Taylor de la jaula, llevando como vestimenta una camisa del hombre que le llega hasta las rodillas, sus manos son tapadas por las mangas por ser muy grandes y largas. Mira al señor con sonrojes y sonríe tiernamente.

 

-          Gracias, señor – sus ojos son iluminados por la luna y se nota su inocencia a través de su cara calida y suave

-          No hay porque, esta noche se volvió interesante gracias a ti – lo mira, sin camisa y con esa sonrisa leve

-          Hehehe ¿estará aquí mañana? – dice intrigado

-          … - sonríe más y se acerca hacia las rejas, extiende su mano para agarrale el brazo y lo levanta un poco bruscamente – Por ti, estaré siempre – lo besa

-          … - el niño se sonroja contentó, su corazón vuelve a latir con fuerza

-          … - se separa del beso y lo suelta, para sentarse y mirarlo – Ahora vete, mi angelito

-          Esta bien… - sonríe y se da media vuelta para irse caminando a su casa – Mmh… - da a penas unos pocos pasos y voltea a verlo de nuevo – Buenas Noches, señor… ¿Cómo se llama?

-          … - sonríe – Arioc

-          Oh… - se sorprende al escuchar el nombre – Amm… me… encanta tu nombre – le saca la lengua y se va corriendo hacia su casa

-          Hehehe, mocoso – deja caer la manta, haciendo que tocara las rejas

 

 

Al llegar a su casa, entra cuidadosamente, para que sus padres no noten que haya vuelto. Al cerrar la puerta, se va caminando de puntitas hasta su cuarto. Entra, cierra con llave y se acuesta a su cama. Respira profundamente, agarra una almohada y gira por toda la cama. Cierra los ojos y duerme aún abrazo con la almohada. Se podría decir que se enamoró de alguien que no tendría que haberse enamorado.

 

 

 

 

 

A la mañana siguiente se despierta contentó, se saca la camisa y la guarda entre los colchones. Se baña, se acicala y sale rápidamente de la casa llevándose consigo una canastita. Nuevamente, va al circo a escondidas. Mira que no hay nadie y se acerca a la jaula donde encontró a su amante. Levanta la manta y lo llama por su nombre, pero nadie contestó. Intenta de entrar a la jaula pero estaba cerrada con un candado grande. No entiende porque no le hacia caso y le sigue hablando pero no recibe ninguna respuesta de parte del ojigris.

 

-          ¿Señor Arioc? – baja la mirada con tristeza – Tal vez… ya no me quiere – enseguida siente que lo levantan siendo abrazado - ¿Eh? – siente que le hablan del oído

-          ¿Cómo? ¿Dejar de quererte? ¿Estás loco? – le da un beso en el cuello

-          ¡Señor Arioc! – cierra los ojos y sonríe de oreja a oreja - ¿Por qué no esta adentro de su jaula?

-          Porque yo no vivó ahí, yo duermo en mi camarote – lo deja en el suelo y lo suelta – Ahora mismo, todos los del circo íbamos a desayunar, pero no tengo ganas de desayunar – mira la canasta – Pero veo que vos si

-          Ah, es que… lo traje para que comamos los dos juntos – el mayor le agarra el brazo

-          Entonces vayamos a comer en mi camarote ¿te parece?

-          ¡Si! – sonríe mostrando sus dientes

 

 

Al entrar al pequeño hogar del hombre, el niño se sorprende del lugar. Una mesa para dos personas, una cama individual en una esquina, un estante con varios libros viejos y una pequeña cocina. Le gustó y lo recorrió un poco. Deja la canasta arriba de la mesa y mira el cuarto en donde duerme el hombre.

 

-          Ten cuidado, tocas algo, se cae, se rompe y lo pagas cojiendote ahora mismo ¿entendido? – dice con un poco de seriedad mientras descarga lo que hay en la canasta

-          O-ok… - se impresiona un poco por lo que dijo el hombre, pero se sonroja levemente contento – Que lindo – sonríe tiernamente

-          ¿Qué cosa? – se va a su habitación para ver que hace el niño, ya siente que es una molestia, solo tenia ganas de descargarse anoche pero nada más

-          Esto – le muestra un oso pequeño de peluche

-          No toques eso – se lo saca de las manos y lo vuelve a dejar donde estaba – Que molestia – vuelve a la cocina

-          … - baja la mirada, comienza a pensar y levanta la cara desafiosamente

-          [Sabia que no tenia que haberle dado cariño a un mocoso, lo tenía que haber obligado y no darle cariño] – al terminar de sacar la comida, ve una nota en el fondo de la canasta, la agarra y la lee –… [1. Decirle que me voy a escapar, 2. Poner mis cosas en mi maleta, 3. Ir al circo, 4. Vivir con el Señor Arioc, 5. Mostrarle mis cosas al Señor Arioc y 6. Quererlo por siempre] – se queda asombrado – No… no voy a vivir con un mocoso, soy un mujeriego y asesino caníbal… no lo hare – dice en voz baja, se va rápidamente a su cuarto y entra – Che, Taylor… - mira que hay un bulto debajo de las sabanas – Deja de jugar, sal de ahí

-          No quiero… - dice con voz media temblorosa

-          Te digo que salgas de ahí – levanta la voz y le saca las sabanas – No puede ser… - siente un placer adentro suyo, con la boca semiabierta, sus ojos entreabiertos y su cuerpo débil

-          ¿C-cómo me veo? – acostado, lleva puesto una camisa de su amante abierta, en la parte de su panza lleva un poco de dulce de leche, sin nada más que esas dos vestimentas para cubrirle un poco la piel, sus dos manos tapan el miembro con reacción

-          No sé vos… pero yo tengo ganas de comerte entero – se acerca a él y le lame el dulce con rapidez

-          Ah… - se muerde una mano, mientras que la otra cubre lo que puede su parte pecadora, comienza a gemir sonroja

-          ¿Por qué haces esto? – lo mira

-          ¿Eh?

-          Digo, querer escaparte conmigo, soy muy viejo para estar contigo

-          No me importa – sonríe dulcemente

-          Si importa, no sé si los del circo aceptaran esto

-          ¿Qué lo acepten? No entiendo

-          O sea… - antes de terminar de hablar, ve como el niño abre un poco la boca con la cara más enrojecida - ¿Qué pasa?

-          Es que… tu… pilín…

-          ¿Ah? – mira hacia donde esta su miembro y ve que esta duro y rozando por la pierna del castaño – Oh, pequeño pervertido

-          Pero… se siente como esta en mi pierna

-          Lo sé ¿Quéres probar algo conmigo? – sonríe seductoramente

-          O-ok – el mayor le quita la mano de ahí abajo, sienta a Taylor arriba de sus piernas - ¿Qué…? – ambos sentados, Arioc agarra ambos pecados y los junta, haciendo que se frotaran apretadamente – Ahhh… noo – se apoya en el pecho de la persona más enferma del circo – E-esta caliente… ahhh – gime con los ojos cerrados

-          Si, lo sé… se siente muy rico – le habla en el oído – Además, se nota que vos estás apunto de correrte ¿no?

-          Ahhh... si… - sigue con sus gemidos

 

Después de un buen rato, ambos varones comen en la mesa. Taylor solamente lleva una camisa nueva del adulto que le llega hasta las rodillas. Arioc esta vestido como siempre, finge no mirar al chico. Se notaba que aún tenían un tema de que hablar.

 

-          ¿Y? ¿Qué vas a hacer?

-          ¿Sobre que? – dice intrigado

-          ¿Y de que más? De que te vas a escapar ¿qué le vas a decir a tus padres?

-          Bueno, ellos no me hacen mucho caso a lo que hago pero me quieren mucho, aún así yo quiero estar con usted – le sonríe

-          No, no vas a estar conmigo, tu familia se va a preocupar

-          No me importa

-          ¿Cómo que no te va a importa? Se van a morir de angustia

-          Si, ya sé pero yo quiero estar con usted

-          Mira, será mejor que vuelvas a tu casa ahora, porque juró que te voy a dar una patada en el culo por no ser cociente de lo que decís – dice enojado

-          Pero si yo solo---

-          ¡No me vengas a contradecir! – golpea la mesa

-          … - se asusta y lo mira con el corazón en la boca

-          Te vas a quedar en tu casa sí o sí, no vuelvas a mencionar de que te vas a escapar porque no lo harás ¿Te quedó claro?

-          Si… si…- dice enseguida con miedo

-          Bien, ahora cámbiate y anda a tu casa – mira por la ventana el pequeño paisaje

-          … - mira por todas partes y después lo mira al ojigris – Te quiero mucho

-          Gracias… - sin importarle, sigue mirando la pantalla

-          … - se levanta y se va hacia la puerta

-          ¿Qué haces? Anda a cambiarte – lo mira con las cejar fruncidas

-          … - aprieta sus manos – No quiero…

-          ¿Qué? Repetímelo – se acerca a él

-          No… - cierra los ojos

-          Mira, si  a contradecirme, mocoso… te voy a--- - le agarra el brazo y le da vuelta para mirarlo a los ojos pero le duele el pecho al mirarlo

-          Por favor… no seas malo… - llora temblando, abre los ojos y los mira mordiéndose el labio inferior

-          Yo… - lo suelta y lo sigue mirando – [¿Qué me pasa?... ¿Le tengo compasión?]

-          No quiero que seas malo… conmigo – se limpia un poco los ojos pero el llanto aún seguía

-          Esta bien… - rápidamente lo abraza con fuerza y recibe la misma respuesta – Lo siento, no quería gritarte…

-          Bueno… - se tranquiliza un poco y las lagrimas paran – Te amo mucho…

-          Yo también te amo, mi vida – le da un beso en la cabeza – [¿Qué dije? No puede ser… es un engaño esto… ¡es solo un mocoso!]

 

Después de varios minutos, el chico termina de cambiarse. Y le dice al mayor que iba a recorrer el circo, pero este le dijo que iba con él por miedo a que le pase algo. Al caminar un poco, se encuentran con una mujer bellísima.

 

-          A ver, dime ¿Qué hace un nene acá? – dice mirándolo fijamente con una ceja arriba

-          Es que… lo adopte como un hermanito y---

-          No me vengas a mentir, yo soy antimentiras, Ari

-          Pero si no te estoy mintiendo

-          ¡Vamos! Eres un mujeriego con todas las letras

-          ¿Qué ser mujeriego?

-          Es cuando estuvo o esta con varias mujeres – le dice la mujer

-          Mmh… - le agarra la mano al hombre

-          … - no podía soportar ver como se ponía triste – Bueno, esta bien… mira, la situación es media complicadita

-          ¿Complicadita? Deja de mentir, vago – lo mira de reojo – Pero debo de admitir que eres un vago guapo

-          Ah… - mira como le coquetea un poco a su señor – Espera, él es mío – lo abraza con fuerza dejando a ambos atónitos

-          ¿Cómo?

-          Como lo ves, él es mío y yo soy suyo – sonríe burlonamente

-          Pero es un pendejito

-          Para vos, pero para mí es un amor esta cosita adorable – le acaricia la cabeza

-          Tsk, igual, no me sorprende que estés con un niño, son cosas extrañas que se pueden esperar de ti – se va caminando a otra parte

-          Nos vemos, celosa

-          Anda, pedófilo

-          Ella se llama Angélica, es una mujer bastante pesada para las discusiones – le da un beso en la frente – Nunca te metas con ella, apenas ganaste hoy

-          Bueno… - sonríe

 

 

Después de pasar tiempo caminando, la tarde comenzaba a llegar a su fin. El chico se despide de todos los que conoció en el circo. Arioc lo quiso acompañar porque no confiaba en la gente de la calle, asíque le dijo que lo iba a dejar hasta las esquina de la cuadra en donde vive.

La noche se asoma y las luces de las velas comienzan a aparecer. Mientras caminan tranquilamente, las personas miran con asombro al hombre por su rareza de ojos y pelo. Casi llegan a la casa del niño, Arioc le da un beso en la mano.

 

-          Espero que duermas bien, mi ángel

-          Vos también duerme bien, Señor Arioc

-          … - no tenia mucho que decir, solo le tocaba la mano – quería decirte,..

-          ¿Si?

-          Que si queres hacerte una escapadita, ven a mi casa y yo te alojare lo más que pueda

-          Yo voy a intentar de portarme bien – sonríe

-          Y si, porque sino tendré que castigarte

-          ¿Cómo castigarme?

-          Tendré que darte palmadas fuertes en tu culito precioso

-          Ahh, que malo

-          Obvio que soy malo, y cuanto te apuesto que te gustó la idea de que pegara la cola ¿no? – se relame los labios

-          Ahhh, mentira – se tapa los oídos y se va corriendo contento

-          Hahaha que mocoso… - mira como entra a su casa y se va aliviado a su hogar

 

Al volver al circo, se tira en el piso. El ojigris pensaba en como le podía decir tantas mentiras a un pobre niño. Igual es común mentirles a los niños pero sintió que estaba mal mentirle. Al entrar a su camarote, se acuesta en su cama, y nota que la camisa que utilizó en la mañana estaba tirada en un costado, la agarró y la abrazó. Sintió tanta calidez que durmió abrazándola.

 

 

 

Pasaron días, el chico iba y volvía del circo, mintiéndole a sus padres que iba a la escuela y que solo iba a estudiar porque se venían los exámenes. Sin previo aviso, llego el día en que el circo ya se tenía que ir. Arioc le dijo que viniera en la noche junto con sus maletas, que lo iba a esperar en la esquina de su casa.

 

La noche se hizo media larga. El chico terminó de escribir algo a sus padres, diciéndole que los amaba mucho pero que su corazón no estaba acá sino en el exterior. Salía cuidadosamente de su casa. Abre la puerta con cuidado y la cierra. Todo salía a la perfección. Su amante lo esperaba afuera, al encontrarse se abrazaron y se besaron. Arioc llevó la maleta del niño y juntos caminaron hacia el circo con las manos agarradas.

 

Al llegar, todas las personas esperaban a esa parejita que creían que eran hermanos por cariño. Al verlos le dijeron que rápidamente subieran al remolque y estos obedecieron. Comenzaron a irse del bosque y de ahí la ciudad. Taylor se sentía tan feliz, miraba quienes estaban en la calle y quienes tenían las luces encendidas adentro del edificio o de sus casas. Arioc lo sacó rápidamente de la ventana ya que no era seguro a estas horas. El niño se sienta en la cama con sueño, no pudo dormir toda la noche, tenía que estar despierto para salir de su casa.

 

-          Voy a dormir un rato, Señor Arioc – gatea sobre la cama para llegar en donde estaban las almohadas

-          Bueno, descansa – lo ve desde la mini cocina, en seguida nota que el chico se empieza a desnudar, prenda por prenda dejaba ver más piel suave del pequeño – Mmh… - el mujeriego no quiso mirar mucho pero aún seguía con esa intención de querer devorarlo sexualmente ahí abajo

-          Igualmente, Señor Arioc – agarra una camisa del hombre y se la pone, la única y bendita prenda que lo tapaba hasta las rodillas – Que sueño tengo… - se tapa con las sabanas y cierra los ojos para dormir, pero enseguida siente que algo le agarra las piernas y lo tira para abajo – Ahhh, ¿Q-qué pasa? - dice con el corazón en la boca

-          ¿Te parece bonito? ¿Mmh?

-          ¿De qué habla? – sin entender

-          ¿De qué hablo? Hablo de esto… - le toquetea todo el trasero y la espalda dándole escalofríos a su angelito – Intentas de provocarme poniéndote mi ropa y lo peor, que estas sumamente suave y delicioso esta noche

-          Ah… p-pero no es mi culpa – jadea un poco porque el hombre le comienza a masturbar – Ahh…

-          Quiero tu virginidad, pido, la deseo, la quiero – le da un beso en la boca

-          … - hubo un momento de silencio – Esta bien… - mira sonrojado a otra parte

-          Gracias – le sube un poco la camisa y comienza a masturbar al chico con la boca, este gime con boca semiabierta, su corazón latía rápido - ¿Te gusta? – le pregunta subiendo la cabeza

-          S-si… - contesta con dificultad por la excitación

 

Después de la respuesta a la pregunta, Arioc se mueve a un costado, sacando de un cajón vaselina, le pone un poco en el agujero del niño para que al introducirlo sea más fácil y menos doloroso. Taylor jadea y le dice al mayor que esta fría. Este le dice que es normal. En su otra mano, saca el condón para seguridad y se coloca rápidamente debido a la excitación. Agarra la cadera de su niño y comienza la penetración. De a poco, el chico saca varios gritos de dolor, eso si que no le gustaba, quería salir de ahí. Al terminar de penetrarlo completamente, el mayor se mueve.

 

-          Noooo, basta, me duele – dice llorando

-          Sé que te duele, pero es parte de esto – las embestidas eran lentas pero siente como se volvió más fácil moverse, así que empezó a moverse más rápido

-          Ahhhh, nooo… ahhh – en seguida siente por dentro que el placer esta llegando y en vez de sacar gritos, saca gemidos, dulces y tiernos gemidos

-          ¿Viste? Te comenzó a gustar… - habla con un poco de dificultad

-          Señor Arioc… más… más…

-          ¿Más? – se ríe un poco – Hagamos posiciones – lo levanta y hace que se siente arriba suyo

-          Ahh noooo, ahhhh… - es abrazado por Arioc y nuevamente besado, el movimiento es de arriba y abajo

-          … - ve la cara roja de su niño, lo abraza más fuerte, levantando el miembro del joven y frotarlo contra ambos cuerpos - ¿Y? ¿Cómo se siente? – dice con varias gotas de sudor y aún haciendo la embestida

-          Se siente… lindo… ahhh… ahhh – de repente, le llega el momento de correrse, saca más gemidos – Noooo, espera… ¡me voy a correr! – cierra los ojos con fuerza

-          Yo también… ahh… - da las ultimas embestidas con fuerza hasta que ambos gritan de placer, sus cuerpos sudorosos se llenan de liquido calido – Ahh… ah… - saca varios suspiros

-          Ahhhhh… mucho… mucho amor – cae rendido al pecho de su amado, exhausto y con el corazón en la boca

-          Mi pequeño ángel… - se acuesta bruscamente en la cama y le acaricia la cabeza al castaño – La verdad que… este fue el mejor sexo que tuve en mi vida

-          Gracias… Señor Arioc – sus ojos se cierran y comienza a dormir por el cansancio

-          La verdad es que… te quiero en mi vida – sonríe y duerme junto con su amante, su novio, su angelito a pesar de la edad

 

 

Esta es una historia con un final feliz pero enfermizo, además las situaciones son planeadas a la perfección y todo salió como los dos chicos planearon. Pero a pesar del amor raro que tienen ellos ¿Qué pueden esperar? En el circo, encontraras cosas tan raras como esta pareja o como nuestras vidas. Pero como dije, es solo una historia.

 

 

FIN

Notas finales:

Gracias por leer~

Espero que les haya gustado, por favor, dejar reviews~


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