Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Susurros del más allá por Higary

[Reviews - 215]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! Les doy la bienvenida a mi nuevo fic XD De nueva cuenta será en un universo alterno, tendrá algunas partes tristes, pero también contará con comedia. Al momento de escribir esto ya tengo escritos nueve capis de un total de doce, así que espero tener tiempo para terminarlo y seguir actualizándolo cada quince días, jejeje (Kyuu: Lo que deberías hacer es buscar trabajo ¬¬). También cuenta con una nueva sección al final llamada "Historia de una frase", que será una serie de drabbles inspirados en una frase célebre que me guste. Aparte ando muy feliz porque este viernes será la ceremonia de despedida en mi facultad, así que mejor les dejo para que analicen con sus propios ojos este nuevo proyecto: ¡¡a leer!!

 

Disclaimer: Los personajes aquí utilizados son propiedad de Kishimoto-sensei. A lo mejor tiene algunos detallitos de las películas Ghost, Sexto sentido y la serie Ghost wishpers, pero en sí la idea es producto de mi mente maquiavélica.

CAPÍTULO 1: ASÍ NOS ENCONTRAMOS

 

-El señor Uchiha Madara ha sido nombrado como Presidente provisional de Uchiha Company luego de que la semana pasada el joven y brillante empresario Uchiha Itachi falleciera en un trágico accidente automovilístico. El señor Uchiha, visiblemente afligido por la lamentable  pérdida de su sobrino, ha declarado que no permitirá que sus esfuerzos hayan sido en vano. Pasando a otras noticias...

 

Un joven rubio apagó la televisión, no tenía ánimos de seguir escuchando el noticiero. Tenía el cabello rubio desordenado, piel bronceada, unas marcas en las mejillas que asemejaban bigotes y un par de brillantes ojos azules. Uzumaki Naruto, de diecisiete años y estudiante de tercer año de preparatoria. Miró el reloj que tenía en la pared: marcaba las nueve de la noche.

-Creo que me iré a dormir.

Escuchó el timbre sonar y fue a abrir la puerta.

-¿Sí?

-Buenas noches, Naruto-kun -saludó un alto hombre de cabello negro y piel blanca

-Ah, buenas noches, Sai-san.

-Te traje un poco de sopa que hizo Gaara, debes comer cosas nutritivas para recuperar fuerzas. ¿Cómo sigues de ese resfriado?

-Ya estoy mejor, incluso mañana volveré a la escuela.

-Me da gusto oírlo -le dio el tazón con sopa-. Tengo que volver, asegúrate de comerla toda y abrigarte bien, ¿entendido?

-Sí, gracias.

 

Una vez su vecino se marchó el chico ingresó a su casa y colocó el tazón en la mesa. Sai y su novio Gaara vivían en la casa de enfrente, habían sido muy amables con él desde que su mudó a aquél vecindario. Los apreciaba mucho, eran de las pocas personas a las que se les acercaba por iniciativa.

-Voy a cenar, papá, mamá.

Miró una fotografía que estaba en la pared. En ella se apreciaba a un hombre rubio idéntico a él y a una hermosa pelirroja que cargaba a un bebito: Namikaze Minato y Uzumaki Kushina, sus queridos padres que fallecieron cuando él era un niño. Tomó una cuchara y probó la sopa.

-Deliciosa -sonrió, pero luego su semblante se tornó serio-. Me pregunto si él ya irá a la escuela. Espero que se encuentre bien.

 

Un nuevo día comenzaba. En una enorme mansión un joven azabache de piel blanca y ojos negros se ponía el uniforme de la escuela que consistía en pantalón y saco negro, camisa blanca y corbata. Tomó su mochila y justo antes de salir de su habitación contempló sobre su escritorio un portarretrato donde estaba la foto de él mismo en compañía de un chico unos años mayor, de largo cabello negro y unas pronunciadas ojeras.

-Idiota -murmuró-. ¿Por qué te fuiste?

-Sasuke-sama -llamó una sirvienta-, su almuerzo ya está listo. ¿Quiere que le diga al chofer para que lo lleve?

-No, me apetece irme caminando.

-Pero...

-Tenten -interrumpió mirándola con seriedad-, necesito despejarme la mente antes de llegar a clases.

-Entendido. Ah, sí, Kisame-san vendrá a verlo por la tarde.

-Bien, regresaré temprano entonces.

 

Uchiha Sasuke salió de su mansión y comenzó la caminata. Llevaba una semana sin ir a clases, le dieron permiso de ausentarse ya que su hermano mayor, Itachi, había tenido un terrible accidente en su auto y lamentablemente murió con tan sólo veinticuatro años. Cuando niños habían perdido a sus padres y ahora también su único hermano se había marchado. Sólo le quedaban sus tíos Madara y Obito, los hermanos de su difunto padre, y Kisame, el mejor amigo de Itachi, pero aún así eso no lo consolaba.

 

Naruto dormía muy a gusto hasta que un rayo de sol le dio en la cara. Con pereza se sentó y talló los ojos, bostezando.

-Mmm... ¿Qué hora es?

Agarró su celular y miró la hora, abriendo los ojos con sorpresa.

-¡¿Las siete y media?! ¡¡Llegaré tardísimo!!

Se levantó a trompicones y comenzó a buscar su uniforme al tiempo que se desvestía.

-¡Iruka-sensei y Kakashi-sensei van a castigarme!

 

-Sai, date prisa -llamaba un pelirrojo de ojos verdes de pie junto a su auto

Él era Gaara, la pareja de Sai; un prometedor abogado muy inteligente, algo serio, pero siempre amable y atento. Naruto salió presuroso de la casa todavía acomodando su ropa y con un pan tostado en la boca.

-Buenos días, Naruto. ¿Quieres...?

-¡Hola, y lo siento, Gaara-san! ¡Voy tarde, pero luego nos vemos! -se fue corriendo a toda velocidad

Gaara intentó detenerlo, pero el rubio no le dio tiempo, así que sólo suspiró.

-Ya estoy listo -anunció Sai-. ¿Qué pasa, Gaara?

-Parece que a Naruto se le hizo tarde. Iba ofrecerle que lo lleváramos en el auto, pero no me dejó decirle.

-Sabes lo impaciente que es. Sólo espero que no vaya a caerse por ahí

-Tienes razón. En fin, vamos, te dejaré en la Escuela de Artes antes de ir a la oficina.

-Gracias, cariño -sonrió

-Vuelve a decirme así y te vas caminando.

 

Sasuke llegó a Konoha, una prestigiada escuela con alumnos tanto ricos como pobres, varios muy inteligentes o talentosos en alguna disciplina. En cuanto puso un pie dentro del recinto todos voltearon a verlo, algunos cuchicheaban, pero nadie se le acercaba. El moreno bufó con molestia, ya suponía una reacción así, por eso no quiso asistir durante una semana con la esperanza de que las cosas se calmaran. Ingresó a su salón y ocupó su lugar sin prestar atención a nadie. Sus compañeros lo miraban con pena, otros con incomodidad. El día anterior Hatake Kakashi, su profesor de Literatura, les prohibió comentarle a Sasuke cualquier cosa referente a su hermano, les dijo también que era mejor dejarlo tranquilo.

 

El timbre sonó y todos ocuparon sus respectivos asientos. De reojo Sasuke se percató de que la esquina junto a la ventana estaba vacía. Le pareció raro, pero prefirió intentar prestar atención a la clase de Historia impartida por Umino Iruka. Un rato después la puerta se abrió de golpe.

-¡Ya estoy aquí!

Naruto, agitado y desaliñado había hecho acto de presencia. Inmediatamente la mayoría comenzó a burlarse de su penoso aspecto.

-Qué idiota -murmuraron

-Tan típico de ése anormal.

-¡Naruto! -regañó el profesor- ¿Por qué llegas hasta esta hora?

-Lo lamento mucho, Iruka-sensei -dijo a la vez que hacía una reverencia-. Creo que el resfriado me debilitó más de lo que pensé y por eso se me hizo tarde.

Iruka lo recordó. El día anterior Naruto faltó a clases porque tenía un resfriado. Sabía que su alumno vivía solo y como no era del agrado del resto de sus compañeros ninguno se ofreció a ir a verlo ni llevarle los apuntes.

-Mmm... De acuerdo -le puso una mano en la frente-. ¿Ya te sientes mejor?

-Sí -contestó alejándose del contacto-. Prometo no volver a hacerlo.

Se dirigió a su asiento con incomodidad. No odiaba al moreno, al contrario, él lo había apoyado desde que entró a esa escuela, era sólo que no estaba acostumbrado a esos gestos provenientes de gente ajena. Y sus "adorados" compañeros tenían parte de la culpa de que fuera así.

-Esperemos que no nos contagie algún germen -murmuró una pelirosa

-Deberían haberle prohibido venir -añadió otra chica

El rubio decidió ignorarlas como siempre. Al sentarse notó una cabellera azabache que tenía días sin ver.

-<<Debe sentirse mejor>> -pensó más animado

 

La hora de descanso llegó. Sasuke se levantó e inmediatamente fue asediado por sus compañeras Haruno Sakura y Yamanaka Ino, las mismas que habían dicho aquellas cosas de Naruto.

-Sasuke-kun -dijo la pelirosa con timidez-, ¿te gustaría almorzar con nosotras?

-No me interesa -contestó

-Será divertido -intervino Ino-. Estarán también Kiba, Shikamaru...

-Dije que no me interesa -interrumpió y después de eso salió del salón

 

-Pudo haber sido peor -suspiraba Naruto caminando por un pasillo

Los maestros le habían dejado tareas extra para que se pusiera al corriente luego de que Iruka intercediera por él, como siempre.

-Y para el colmo muero de hambre. Creo que iré a comprar algo de comida.

Iba tan distraído y desganado que no se dio cuenta de una presencia que dio vuelta en la misma esquina y chocó con él.

-Ay -se oyeron dos quejidos

-Lo siento, no me fijé -dijo el rubio

-¡Ten más...! Ten más cuidado.

Sasuke iba a reclamar muy molesto, pero cambió su tono de voz al ver con quién chocó.

-Ahh, Uchiha. Oye... Lamento mucho lo de tu hermano.

Como no asistió el día anterior, Naruto no tenía idea de la advertencia de Kakashi. Sin embargo Sasuke no se molestó para nada por sus palabras.

-Gracias -contestó simplemente

-Cualquier cosa en que pueda ayudarte sólo dilo, ¿sí?

Sasuke asintió. Sabía que Naruto tampoco tenía padres, además se corrían muchos rumores sobre él como que atraía a los espíritus malignos y la mala suerte, razón por la que los demás lo detestaban o no se le acercaban. Pero eso no le importaba al rubio, él seguía con su tenacidad y perseverancia, además siempre era amable y sincero, por eso el Uchiha confiaba en que esas palabras se las decía de corazón. Ambos se observaron unos minutos hasta que se escuchó el rugir de un estómago y Naruto se sonrojó levemente.

-Pareces hambriento, Uzumaki.

-Eh... Jejeje -se rascó la cabeza con pena-, es que se me hizo tarde y sólo desayuné un pan tostado.

El azabache apretó la caja de almuerzo que llevaba en un brazo; Tenten siempre le ponía mucha comida.

-¿Quieres...? -comenzó a decir, pero fue interrumpido

-¡Fenómeno Uzumaki! -gritó una chica castaña- ¿Qué le haces a Sasuke-kun?

-Uzumaki, aléjate de él -ordenó otro chico

-Sí, no lo molestes.

Naruto endureció la mirada de sus ojos azules, aunque no contestó nada. Se limitó a dar media vuelta y hacer de oídos sordos.

-Nos vemos, Uchiha -se despidió como si nada

El azabache lo vio alejarse sin haberle permitido que le ofreciera de su almuerzo. No lo culpaba, seguramente los comentarios le habían lastimado.

-¿Estás bien, Sasuke-kun?

-Ustedes son los que me molestan -les espetó-. Son del tipo de gente que no soporto.

 

Naruto estaba en el jardín comiendo un ramen instantáneo con aire enfurruñado. Ya estaba habituado a los insultos de los demás, pero le molestaba cuando lo hacían delante de Sasuke debido a que el ojinegro nunca lo había tratado de esa manera. Si bien era muy serio y hasta frío, siempre lo saludaba y trataba de forma normal.

 

Las clases terminaron y todos comenzaron a irse. El Uchiha quería hablar con Naruto sobre lo sucedido en el descanso, pero recibió un mensaje en su celular de su tío Obito diciendo que había ido a recogerlo.

 

El ojiazul fue a la biblioteca y sacó prestados algunos libros, le gustaba mucho leer. Iba caminando de manera distraída por la calle hasta que se topó con un alto hombre.

-Con permiso.

El aludido volteó a verlo. Tenía un largo cabello negro igual que sus ojos los cuales abrió de sobremanera y lo señaló con el dedo.

-¡Puedes verme!

-¿Ah?

Naruto lo miró con extrañeza, luego reparó en un detalle muy importante: ése adulto parecía un poco transparente y no tenía sombra.

-... Ahh, qué tarde es -el rubio esquivó sus ojos para ignorarlo-. Todavía me queda mucha tarea -comenzó a caminar a paso rápido

-Un momento -llamó el pelinegro-, puedes verme, ¿cierto?

-Me pregunto qué debería hacer hoy de comer -seguía hablando Naruto en voz alta-. Se me antoja algo de carne.

-Oye, no me ignores y respóndeme. Sé que puedes verme y oírme.

El rubio se detuvo de golpe. El moreno sonrió contento.

-Por fin. Comenzaba a creer que...

Pero sin previo aviso el chico se fue corriendo a todo lo que daban sus piernas dejando al otro perplejo.

-Parece... que me engañó...

 

En cuanto entró a su casa Naruto cerró puertas y ventanas. Se recargó en una pared respirando agitadamente luego de tremenda carrera.

-Estuvo cerca -se frotó la sien-. Qué torpe soy, andaba tan distraído que no me di cuenta que él era un fantasma -suspiró-. Por poco y me descubre; si lo hubiera hecho estaría en problemas.

Volteó hacia donde tenía el altar con las fotos de sus padres y su cara se ensombreció.

-Lo siento mucho, papá, pero... ya no quiero esto.

 

Desde la calle aquél pelinegro observaba la vivienda donde el chico había entrado. Le costó trabajo pero finalmente pudo darle alcance.

-Menos mal -sonrió con victoria-. Haré lo que sea para que me ayude.

 

¿Quién será el fantasma y por qué siguió a Naruto?, ¿qué será lo que el rubio ya no quiere?, ¿por qué no se llevará bien con sus compañeros salvo con Sasuke? Esto y más en el siguiente capítulo: "A oídos sordos... ¿serenata de anime?”

 

 

~~~~~~~~~~ HISTORIA DE UNA FRASE ~~~~~~~~~~

 

I

 

Naruto se encontraba en el Valle del Fin sentado en la cima de la estatua de Hashirama, el primer Hokage. Últimamente tenía esa costumbre, iba a aquél lugar para recordar la vez que peleó con su mejor amigo, aquella vez que no pudo proteger su lazo más importante.

-La melancolía hará que te enfermes.

-¿Cómo me encontraste, Sai?

-Fue fácil, te la pasas aquí casi diario. Naruto... ya deberías olvidarte de él.

Un par de intensos ojos azules lo miraron.

-Tus amigos de Konoha van a darle caza, los kages de las demás aldeas también. Esa promesa de traerlo de vuelta sólo te está lastimando tanto mental como físicamente.

-Lo sé, soy consciente de ello aunque no lo creas. Hay veces que me pregunto si ir tras él sigue valiendo la pena, se ha convertido en un traidor y renegado a pesar de saber lo que en verdad pasó con su familia y hermano. Con mis decisiones he lastimado a mucha gente que también me aprecia, incluso perdí a alguien muy importante -por su mente pasó fugazmente la sonrisa de Jiraiya-, si pensara más en ellos, y en mí mismo, hace tiempo que me hubiera rendido.

-Pero...

-Pero no puedo, porque es también una promesa que me hice. Mi padre, mi maestro, incluso Nagato, todos ellos me confiaron su sueño de crear un mundo Ninja donde no existan más guerras y todos podamos comprendernos -volteó a verlo y sonrió-. Y deseo con todas mis fuerzas que Sasuke sea parte de ello. Voy a luchar con todo para recuperar a mi amigo, mi hermano, para que podamos volver a ser felices, como antes. Ya lo verás, Sai, te aseguro que tú también podrás hacerte buen amigo de ése baka.

Riendo, volvió a mirar hacia la cascada. Sai podía ver el anhelo en aquellos ojos, pero también, escondido bajo una coraza, había otro tipo de sentimientos. El pintor sonrió y se sentó junto a su amigo, jurándose a sí mismo que cuando lograra traer de vuelta a Sasuke, él lo ayudaría a darse cuenta de lo que en el fondo sentía.

 

"Aunque las personas saben que les causará dolor, hay veces que no pueden detener sus sentimientos"

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

Ahí lo tienen, el inicio de esta nueva aventura. La primer frase pertenece a Seiichi-san de Love Mode *o* (Kyuu: Es que la historia de él dentro del manga es Fly me to the heaven y fue la favorita de Higa-chan de los 11 tomos -_-0). Espero que haya sido de su agrado, así que esperaré sus comentarios con quejas, sugerencias, felicitaciones, saludos, pedradas, consejos, bombas, jitomatazos, flores, cebollazos y demás n.n Recuerden que es el primer capítulo, todavía quedan muchas cosas por delante, de modo que quisiera contar con su apoyo también con esta idea loca, jajaja. Bueno, se me cuidan mucho y nos leemos la siguiente semana con Nuestro futuro, jeje. Bye byeee!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).