Todos estaban disfrutando del cumple del peque mas pequeño de los hermano Kaiba.Mokuba Kaiba y el rubio intentaba enseñarle pasos de Hip-Hop para asombro de los asistentes cuando Kaiba se le puso enfrente y le pregunto-¿Qué estas intentando hacer perro sarnoso?-
-Algo que contigo no podría lograr gato engreído.Enseñarle a bailar a tu hermano¿Por?-le pregunto el rubio con aire combativo y sonrisa en el rostro.
Seto iba a decir algo cuando de pronto nubes negras tiñeron el cielo y la tormenta se desato en un santiamén y todos corrieron en alboroto para adentro.
Joey se tomo un momento para mirar la tormenta y desde la puerta lo llamaron.-Joey ¿Qué haces ahí?Te calaras hasta los huesos-le dijo Tea y el respondió diciendo-Ya voy-y corrio hacia ellos.
Desde dentro vio la lluvia caer y se despreocupó un Taifu era muy comun.
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Afuera algo salio de un charco formado por la lluvia.
-La cuarta llave-dijo una desdentada vieja cubierta por una capucha que empuñaba un bastón.
Desde una fuente cercana salían tres personas que intentaban detener a la vieja antes de que cometiera un horrible acto.
Las puertas de la mansion de Kaiba eran grandes y pesadas pero aun así se abrieron de par en par ante el impacto de laq fuerza del poder de la vieja que entro seguida por sus espectros vestidos de negro que en vez de cara tenían un enorme ojo violeta.
Estaban divirtiendose pero todo se detuvo cuando los espectros y la vieja se abrieron paso en el enorme salón.
-T%e encontre-dijo hablandole a uno de los asistentes.
-No me lo puedo creer.Seto Kaiba ¿Cómo pudiste dejar a una novia así?-pregunto el rubio burlandose claramente el rubio del castaño al que no le hizo gracia el chiste.
-Si contrataste a estos para arruinar la fiesta de Moku8ba yo te….-decía el castaño con su ceño a punto de convertirse en un agujero negro y el rubio que se ponía entre el y el grupo mientras la vieja observaba sus movimientos y de pronto descubrio la decoración sobre la estufa-No lo dejen llegar a la espada-ordeno a sus ciclopes.
-Rayos vieja-dijo el rubio que ensombrecio su mirada y empezo a correr hacia la estufa sobre la que reposaba una de esas antiguas espadas de España hecha con acero de Toledo.Toda de labrada artesanía y con una hermosa joya en medio de su acerada empuñadura.
-¿Y que piensas hacer con eso perro?-pregunto espantado el castaño de verlo con ella armado.
-No se.Mientras lo pienso ¿Querrán hacerme el favor de correr?-preguntó el rubio victima de una casi inexplicable ansiedad.
-Yo no me voy porque tu lo digas-le dijo Kaiba.
-Has lo que quieras-dijo el otro asestándole con la espada un terrible reves a uno de los ojos con patas que se esfumo en el aire mientras Kaiba le asestaba una patada de Karate a otro que volo por el aire pero dos fueron por Joey mientras una extraña luz violeta empezaba a desprenderse de la mano de la vieja.Joey la vio y después de decir-Oh no-salió corriendo y se tiro directo al ventanal atravesando sus vidrios directamente.Cayo en el césped mientras sobre el pasaba una r4afaga de agua buscando chiocar bruscamente con su cuerpo sin encontrarlo.La ráfaga se convirtió en una serpiente hecha de agua que lo busco con la mirada y al encontrarlo lo siguió.Joey corrio en dirección contraria pero sabía que no podría escapar a tiempo.
Tropezo y caía cuando unos brazos rdearon su cintura y una fuerza exterior lo atrajo para atrás de un muro.
-Gracias Yozaku¿Esta bien?-pregunto una voz familiar para el joven que levanto los ojos para encontrarse con la cara preocupada de su padre que le miro con alivio.
-No creas que olvidare que no vinieron para mi cumpleaños por esto-dijo el rubio y sonrió.
-Capitán permiso para dejarlo de nuevo con los malos-dijo el pelirrojo.
-Tio Yozaku creo que hay cosas importantes de las que ocuparse-dijo el de ojos melados y los demas asintieron.
-Seraphine debe ser detenida-dijo Weeler mientras lo miraban expectantes su hijo y su hijo y su mejor amigo que no dudaron en seguirlo cuando salió al encuentro de los que venían por ellos.
Los de la casa intentaban salir a hurtadillas algunos y los amigos de Joey se aprestaban para una larga carrera en busca de su amigo cuando este y otros dos tambien armados de espadas saltaban desde los arbustos y se dirigian hacia lo monstruos.
Esto ya parece un parque temático.
Detenganse-les dijo Kaiba a los insubordinados no invitados y al que hubiera sido mejor no invitar.
Uno de los ciclopes se aprestaba a golpearlo y el ya tenía el contragolpe preparado cuando un castaño de ojos mieles vestido de uniforme salto entre ellos y con un giro de su espada hizo desaparecer al agresor.
El grupo de Yugi y Mokuba ser habia acercado a Seto por seguridad y habian sido cercados por los demas cuando de pronto el charco bajo sus pies se los comenzo a tragar.
Seto empezó a luchar por no hundirse cuando una gran ola se formo sobre su cabeza que estaba seguro le aplastaría el cráneo cuando una mano lo tomo por el hombro miro la mano y siguió su brazo con la vista para ver la cara del dueño.
El perro.
Trato de quitarse su mano de encima y el otro fruncio con enfado su ceño para ejercer presión sobre el consiguiendo hundirlo.Lo ultimo que vio al hundirse es como el castaño de antes jalaba al rubio bajo el agua.
Abrio los ojos.
¿Cómo habia llegado a la fuente de un palacio europeo?
-Levantate Kaiba.Ya tendras tiempo para siestas-dijo el rubio malhumorado.-Ahora es mejor que salgamos de aquí a menos que quieras que se aparecca la amable ancianita de hace un rato.Oye tal vez te ofresca una manzana y nos libremos de ti un rato.
-Joseph comportate-dijo la peliverde a un lado de la fuente y el otro se tenso de un modo ono antes descrito y saludando como soldado dijo-Si señora-luego musito-Ahora entiendo porque no se ha casado aunque pensandolo bien solo tendría que ordenarlo y el pobre tipo solo podría responder si señora-.
El castaño frente suyo sonrió y Yozaku solto la carcajada.
-Y ustedes¿De que se rien?-dijo la peliverde y todos se aguantaron.-Ayudenlos a salir.Despues de todo ustedes los trajeron-dijo la de pelo verde y ojos de igual color.
-No fue por gusto-dijo Joey levantando al castaño.
-Ayudelos inmediatamente-ordeno la “sargento”.
-Si, Gisela sama-dijo el rubio como hipnotizado soldado y fue tanto el susto por la orden que dejo caer nuevamente al ojiazul en la fuente causando una que otra risa.
-Mucho gusto.Yo soy Gisela sama-les dijo a los recien llegados la autonombrada anfitriona.-Y ustedes estan en Shin Makoku-añadió.