Ahora que habían pasado los años y Mokuba ya de cierta edad podía manejar la empresa en su ausencia.El CEO podía salir de Japon a elucubrar negocios con países extranjeros sin necesidad de preocuparse.
Por eso estaba en la Costa Azul ese verano para hacer negocios con un nada sutil millonario llamado Darçy Lecroix .
Lecroix quedó impactado con esos ojos azules y le hizo propuestas indecentes en toda la reunión de negocios.Propuestas que por supuesto Kaiba rechazó porque no era de esos y no tenía necesidad ya que si el otro no aceptaba te3nía a 20 dispuestos a hacer negocios con el poderoso empresario japonés.
-Entonces para celebrar el trato te prompongo vayamos a un club que hay por aquí del cual me han contado mucho.Por favor.Si no vas no firmaré.Piensalo como una cláusula.Piensa que por unos minutos de tu tiempo tendrás el contrato firmado.Anda Kaiba.Pense que a los jóvenes nipones les atraían los clubes europeos-le dijo el pelinegro francés con las manitos juntas en señal de petición y el castaño sin saber como termino aceptando.
Se arrepentiría.De eso estaba seguro.A el no le gustaban esos lugares.Pero lo hacía para terminar la transacción de una vez.
En cierta parte de la noche el moreno de ojos marrones le dijo al empresario japonés como al pasar –Me han dicho que en estos lugares ofrecen compañías muy especiales y ya que tu no piensas rendirte a mis encantos pues voy a aprovechar-.
-Has como quieras-le dijo Seto con repulsión por el lugar al que ese tipo lo había llevado y miro en su derredor viendo a varias mujeres y hombres siendo “acariciados” por clientes “satisfechos”.
Lo que vio le repugno.El empresario a su lado le dijo-¡Guau!¿Quien es esa belleza?Parece definitivamente algo exótico pero tambien parece triste-.
Seto miro por la curiosidad natural.No por interés.Pero la sangre se le congeló al ver esa persona ahí.
*¿Qué hace el perro aquí?*se pregunto.*Bueno.El puede ir donde quiera*se dijo e iba a mirar a otro lado con su habitual desinteres cuando observó que el otro era sentado con total impunidad por otro sin resistencia por parte del rubio.Seto lo miro bien pues eso era inusual en el perro.¿Estaría drogado?Que idiota.Volverse un adicto después de haber alcanzado la fama entre los duelistas mediocres.
Al ver su interés por el de ojos mieles el francés le dijo-Es sabido que en estos lugares drogan a sus “trabajadores” para que sean mas sumisos-.
Kaiba entonces comprendio que si el perro estaba ahí no era por su voluntad.
Llamo levantando la mano a un camarero y le señalo al de ojos mieles para sorpresa de su acompañante francés.
-Hey.Yo lo vi primero-le dijo pero ante una mirada del castaño se batió en retirada.
El camarero le dijo-Lo siento pero el chico esta con alguien mas y no creo que acuda.Además solo habla japonés-.
Seto lo miro con sus punzantes alfileres y le dijo muy despacio-Digale a ese idiota que se ve a leguas que es japones que esta con el rubio que yo soy Seto Kaiba y que quiero a ese rubio en menos de diez minutos aquí y veras como me lo envía-.
Dos minutos después aparecía un muy contrito mesero con el rubio agarrado del brazo y lo sentó a su lado para luego decirle-El señor Amishi le manda sus saludos y buenos deseos-.
Seto solo fruncio el ceño.
-No tenía idea de que así era como te gustaban los hombres mon amour-le dijo el frances guiñandole un ojo.
-No me gustan idiota.Ahora que vine firmaráas no es cierto.Porque si me hiciste venir para nada….-advirtió el castaño.
El pelinegro le respondio-Firmaré.Firmare Kaiba.No te molestes.En cuanto a lo de venir para nada….-dijo mirando al rubio a un lado de Kaiba mientras el otro volteaba a ver al rubio que estaba totalmente ido.
Llamo de nuevo al camarero y le indico que quería ver al que estaba a cargo con quien tambien hablo en fraqncés.Lenguaje que también conocía.
-Quiero al chico-le dijo sin rodeos.
El hombre sonrió como una hiena.-Por supuesto.Puedo arreglar que se vean en un lugar mas privado si lo desea-le dijo mientras Lecroix pensaba divertido*¿No era que no le gustaban los chicos?*
-No me entiende.Lo quiero para mi.¿Cual es el precio?-preguntó Kaiba ante su asombrado publico y el hombre tardo un momento en digerir lo que se le decía.
-Verá.Me temo que se equivoque en torno a nosotros…..-empezo a explicar.
-Si es así me llevare al chico y no obtendrá nada a cambio pero si intenta detenerme la policía lo hara pedazos de eso me encargo yo.De otro modo si usted acepta lo que propongo ambos nos evitaremos problemas y lo sabe.Porque ambos estaremos en falta.¿Entiende,verdad?-le dijo Kaiba con su talante frío mientras el otro lo observaba con su mirada lobuna y decidio que ese era un tipo con el que valia la pena no tener inconvenientes.Se veía poderoso y era muy astuto y la solucion que presentaba a sus problemas con el chico se veía tentadora y limpia.No era un tipo con el que jugar y se veía a leguas.Moviendo los hilos justos podía deshacer su operación y eso no lo quería.Asintio en señal de consentimiento y fijo unh precio que Kaiba no parpadeó al aceptar.
*Como pensaba.Un tipo rico con malos hobbies-se dijo el regente del club e hicieron la transacción por vía Internet desde la oficina del susodicho.
Seto se llevo al rubio al apartamento que ahora ocupaba en Europa y lo sentó en un sillon.Por alguna extraña razón al ver al rubio tan pacífico y sumiso se le hacía hervir la sangre.Intento sentarlo en un sillon para poder hacer sus cosas pero el otro estaba tan drogado que tropezo llevandose al castaño consigo al sillón.Seto quedo frente al otro y por desgracia para el vio fijamente los ojos mieles sin vida.La tentación pudo mas y casi contra su voluntad probo sus prohibidos labios.
Pero no obtuvo reaccion alguna.El rubio lo dejo seguir como si nada y eso enfurecio su corazón.
No quería al perro así.
Lo quería como antes.Combativo y feroz.
Un momento.
¿Lo quería?