Fye estaba triste después de perder su ojo, no poder morir como deseaba y haber sido convertido en vampiro.Estaba tambien enojado con Kurogane pues no tenía derecho.
Estaban en una casa hostal descansando después de buscar por horas la pluma y de que pasara lo de que el tratara de autosacrificarse pero eso tambien lo impidio el de rojos ojos.
Estaba tan furioso con el por salvarlo de nuevo y con el mismo porque dentro de todo el quería al fin descansar, desaparecer y pagar sus deudas dejando todo atrás que no oyo la voz que tras la puerta de su habitación lo llamo.
Kurogane se preocupo pues el rubio no respondía y ya conocia su carácter depresivo.Temiendo que algo malo le hubiera pasado entro y allí sentado en la cama con la cara escondida tras las manos y se acercó.
Agarro entre sus manos las del mago que al sentir el repentino contacto lo miro alarmado.
-¿Qué haces tu aquí?-pregunto confuso y asustado.
-Me preocupe cuando no contestaste cuando llame y se dice de nada.Ya me acostumbre a tus ideas raras-dijo el moreno mirandolo tan fijo que el otro se amedrento porque sabía que hablaba de esas ocasiones en que dejo en claro su deseo de morir.
-No se de que estas hablando-dijo el rubio tratando de zafarse de las manos del otro pero este no lo dejo.
-Puedes fingir todo lo que quieras pero yo te conozco y no me pasas desapercibido para nada.¿Lo entiendes?-le dijo el de ojos de rubi mirando al zafiro del rubio con tal intensidad que el otro se amedrento un segundo pero recuperandose del efecto causado empujo al otro.
-Dejame en paz-le dijo.-Todo esto es tu culpa-añadió.-Si no te hubieras entrometido esa vez-agrego mirando hacia otro lado.
-Hubieras muerto posiblemente-le señalo el otro furioso con el rubio por desearlo.-¿Por qué rayos te comportas así?Ya te he dicho quye tu pasado no importa.Ni lo mal que te sientas.Todos te necesitamos aquí.Si no fuera por ti los chicos-añadió pero el rubio se alejo y le dio la espalda.Al voltear sonreía.
-Gracias Kuro_tan aprecio todo tu apoyo….-dijo este pero el otro intervino furioso.
-No hagas eso.Todo eso de portarte como niño alegre es falso-dijo el moreno.
-No se que quieres decir con….-dijo aparentemente distraído el otro.Pero se freno cuando la pared a su lado fue impactada por un puñetazo y pasmado miro la cara del otro que ahora estaba enfrente suyo.
Sus rostros estaban tan cerca y Fey descubrio que esos ojos entrecerrados frente a el le mostraban algo así como compasión.
-No quiero tu compasión-dijo quedamente el rubio.
-Que idiota eres-dijo el moreno y el otro abrio los ojos ante el inesperado insulto.-No te compadezco.Solo no aguanto que pienses así y que actues como un hipocrita-dijo el moreno.
-¡No soy un hipócrita!-dijo el rubio en defensa y luego añadió-¿Y que prefieres?¿Que me comporte como soy para que los niños sufran?-
-No, quiero que dejes de sufrir-le dijo el moreno y Fye miro a su lado desviando su mirada de la cara del otro.
-Lo hubiera hecho pero tu….-dijo Fye y el otro agarrandolo por el cuello lo obligo a mirarlo.
Mirandose a los ojos sintieron algo especial surgir con fuerza por el interior de ambos.
-Sueltame Kurogane san recuerda que te convertiste en mi presa-dijo el rubio pálido mientras el otro acercaba su boca a la de Fey.El de ojos azules levanto las manos para empujarlo pero al contacto de los labios del otro todo intento de separarse desapareció.
De la nada los brazos del moreno rodearon la sutil cintura del rubio pegando sus cuerpos y los labios de este se separaron de los del otro para ir a su cuello dejando0 el suyo expuesto en una invitacion tan excitante como peligrosa y Fye escucho decir-Se lo que realmente necesitas-.
La cabeza del rubio mago daba vueltas por el placer que le envolvía.
-¿Qué….es?-preguntó falto de respiración.
-Calor humano-le respondió el otro mientras el abrigo del rubio resbalaba de sus hombros jalado por las manos del Ninja.
-¿Por qué?-pronunció confuso el mago mientras era depositado en la cama.
-Es obvio.Por que te deseo-dijo el otro mientras una de sus piernas se colaba entre las del rubio con un sutil movimiento ascendente que culmino en la entrepierna para disgusto del otro que rozo con sus dientes la yugular provocando inexplicables sensaciones en el otro que gimió pasito.
Por favor ale…jate-le pidio el mago pero no pudo terminar de decir la frase porque su mente se torno confusa.
Su camisa fue abierta y su pecho lamido de arriba abajo con deleite mientras las manos del otro viajaban desde sus costados a sus axilas y así le fue quitando la prenda hasta que la camisa quedo por la mitad de su torso.
-Ya para Kurogane o esto puede quedar mal-dijo el rubio ya desesperado por como el otro lo tocaba y entonces Kurogane se acerco a su cuello para lamerlo entonces fue inútil evitar la tentacion y su ojo se torno amarillo con una pupila vertical para luego morder el cuello del otro y empezar a succionar su sangre de un modo delicioso e incitante.
Kurogane se detuvo al sentir como su cuello era mordido y su rostro demostro en algo el dolor que sentía.
Mientras era despojado de su ropa por las zarpas del rubio que desgarraron su vestimenta por la espalda dejando su torso desnudo.
Luego las manos del vampiro se volvieron normales y acariciaron el pecho del otro que se dio a la tarea de elevar sus caderas y sacar su pantalón hasta la rodilla para luego con un dedo entrar en el y el rubio se detuvo un momento al sentir su intruición.
-No lo hagas-pidio sin ser escuchado pues el otro estaba mas alla de las palabras y cuando lo hubo preparado lo suficiente se detuvo un momento y dirigiendo su virilidad a la dulce entrada miro al rubio separandose un momento de su torso para que el otro se preparara y el otro se sostuvo de sus hombros y cuando sintio la invasión apreto con fuerza estos para aguantar.
Un momento permanecieron así hasta que el mago abrio la boca solo un poco y entonces el moreno no solo comenzo con las embestidas sino que volvio a sus labios con singular fuerza para probar mas y mas de ese nectar delicioso.
Lo abrazó mientras lo hacia suyo con un vaiven tan sensual que el otro hubiera jurado que era embestido por las olas del mar.
-Te deseo tanto-le dijo a un milimetro de su boca el moreno para luego volver a besarlo mientras el rubio no conseguia mantener la razón.
Debido a su deseo turgente se vino entre ambos vientres.
Calor humano.
Deseo.
Pasión.
Esas palabras le vinieron a la mente.Kurogane termino dentro de el y luego se lo quedo mirando un momento el ojo azul del cansado cuerpo que permanecía bajo el.