Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Me quedare una noche con el pervertido de mi tutor. por Mishogu

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Daniel nos contara de primera mano, su noche con el que sera su seme, y les demstrara que del odio al amor solo hay un paso.

Notas del capitulo:

 Es la primera historia que escribo desde hace mucho tiempo y que me atrevo a publicar, espero que lo disfrutes, y si tienes algunas ideas, recomendaciones, preguntas o cualquier cosa que decir, pues no te quedes callado, házmelo saber. 

Me quedare una noche con el pervertido de mi tutor.

Mis padres tienen que ir a fuerza a una convención de buenos padres, ¿Irónico cierto?, y como  yo ni muerto pondré un pie en ese lugar me dejaran en la casa de mi atractivo tutor cabeza hueca con sesos de madera, bueno en fin, mi único problema es que…….soy virgen, y al el le encantan los estrenos, aun me pregunto como van a ir a esa estúpida convención dejándome a mi, su único hijo varón, con un tipo al cual se le nota a kilómetros lo pervertido que es, estoy aterrado mientras ellos conducen de lo más contentos hacia su casa, si mi hermana estuviera aquí de seguro no me dejaría ir, HERMANA EN DONDE ESTAS????!!!!

El auto se estaciono justo enfrente de su casa, ya puedo notar como le brillan los ojos desde la ventana de la sala de estar, hace mucho que me espera, estoy horrorizado, que hago? Me hago el muerto o finjo que me duele algo? No lo se, lo único que llena mi cabeza es cuando lo conocí:

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_

 La puerta se abrió y entro el, sonriente, encantador y hasta cierto punto atrayente, su mirada de fuego azul me provoco escalofríos cuando recorrió mi cuerpo, con la ropa sudada completamente pegada a mi piel, pues acababa de volver de mi entrenamiento de boxeo, mis padres sentados en el sofá, me llamaron para presentármelo, ni siguiera me dieron tiempo para cambiarme y lucir presentable y no tan….apetecible, sentándome al lado de la ventana puse cara de que poco me interesaría, escuche a mi madre decir mientras yo jugaba con los guantes:

-¡Mira cariño, el es tu nuevo tutor, su nombre es Veltan!-Su expresión fue de lo más exasperante, a ella siempre le gustaron los tipos con apariencia vampírica y el no era tan diferente a una de esas criaturas chupa sangre, lucia un elegante traje negro, con unos cuantos adornos de metal en el cuello y brazos, con un estilo gótico, sin mencionar que sus bonitos ojos los ocultaban unos lentes sutiles y su piel era algo pálida, sonrió mostrando su blanca dentadura, no tenia colmillos cosa que me pareció extraña, como es que se alimentaba?

-Espero que te portes bien, escuchaste?-Sentencio severamente mi padre.

A ninguno de los dos les caía en gracia que yo, despachara a cada uno de los tutores que me ponían, o eran odiosos y tediosos al máximo o completos idiotas que ni ellos mismos entendía lo que intentaban enseñarme y yo terminaba enseñándoles a ellos, suspire cansado cuando el se levanto hacia mi tendiéndome la mano, no tuve otra opción más que tomarla, las tenia sucias por cierto, imagine que no me tocaría estando así, horrible desengaño cuando sentí su cálido tacto en la palma, sorprendido abrí los ojos al ver que el besaba el dorso lleno de tierra, mis padres sonrieron con encanto al ver como me trataba:

-Es chico por cierto.-Comento dulcemente mi madre.

-Lo se, pero ello no significa que los niños de belleza absoluta no puedan recibir halagos. -Respondió con naturalidad, como si estuviera acostumbrado a decir cosas tan estúpidas que producían un efecto muy extraño en los adultos

Aquello me hizo reír, levantándome de mi asiento subí las escaleras, belleza absoluta? Acaso era un poeta empedernido, de pronto sentí como me daban un jalón del brazo que me hizo voltear, era el, aprovechando mí desconcierto me subió a su hombro llevándome hacia el salón de estudios y me sentó en la silla, sentándose delante de mí con las piernas sobre los brazos de la silla impidiéndome el escapa, lo mire fijo:

-¿Qué intentas?-Soné muy frio y calculador.

-Quiero que aprendas a respetar a tus mayores.-Retiro los pies de mi silla y claro su trasero de la mesa para después colocarme delante un libro realmente grueso.

Sonriendo lo revise, si podía mandar a volar a un sujeto que parecía militar el no era contrincante para mi, o al menos eso pensé. Aburrido inicie a leer, casi al medio día iba por la mitad cuando lo escuche entrar, no me moleste en levantar el rostro ni saludar fingí estar muy entretenido en mi lectura, su mano cerro el libro con delicadeza.

-¿Qué ya terminamos?-Pregunte burlón.

-No, esto recién inicia.

Con rudeza me levanto haciéndome chocar con la librera, los libros se me vinieron encima, reaccionando me quite rodando hacia la salida como todo un experto en escapes, pero el ya se encontraba en la puerta.

-Eres veloz y muy ágil, tus padres tenían razón al advertirme sobre ello, no seria muy fácil poder esquivarte en un ataque de frente.

Yo sonríe empuñando las manos por si al el se le ocurría algo más. Rodeándome reviso mi cuerpo como inspeccionando sobre la calidad de un caballo.

-Por lo que vi practicas boxeo, eso quiere decir que tienes poder destructivo y fuerza, no creo que un debilucho regrese a casa sudando con la ropa empapada.-No pude esquivar el ataque el es rápido, me tumbo bocabajo, sometiéndome con facilidad.

-¡Suéltame!-Le grite, ante mis gritos mis padres acudieron, pero no hicieron nada.-¡Mama, papa hagan algo!

-Lo siento Daniel, pero el es el único que puede controlarte por lo que hemos visto, si nadie más puede hacer lo le dejaremos el trabajo al que si. –Dirigiéndose al sujeto sobre mi, mi padre agrego.-Saldremos un momento a pasear, se lo encargamos.

Acto seguido tomaron sus abrigos y salieron, fue en ese momento en que descubrí las sombrías intenciones de mi flamante tutor, tranquilo escuche como la puerta se cerraba.

-¿Y ahora que?-El aire me faltaba y no quise que se diera cuenta.

Sentí sus manos recorrer mi espalda internándose entre mis pantalones, saque fuerzas de flaqueza y me impulse hacia atrás cayéndole encima, de inmediato rodeo mi cintura, como si fuera un gato me volteé encarándolo, así como yo me voltee el me beso, mi primer reacción fue darle una bofetada limpiándome la boca, solo entonces pude salir corriendo de verdad hacia mi habitación y esconderme, le puse el seguro a la puerta y la atranque con una silla, abrumado me senté en la cama abrazando mis rodillas, escuche sus pasos y vi su sombra por debajo de la puerta.

-Sal ya.-Ordeno con tono autoritario sin alzar la vos ni un poco.

-¡No!-Grite acostándome y cubriéndome con los cobertores, intento abrir la puerta sin lograrlo ese era un punto a mi favor.

-Sabia que eras agresivo pero no tanto.-Comento, escuche el sonido de un cerrillo encenderse y poco después el olor a un cigarrillo.

-Fue tu culpa por………………………..-Dude si continuar con la oración, calle con el rostro ruborizado.

-¿Por besarte?-Completo el.

-¡Siiiiiiiiii!-Estaba muy enfadado con su atrevimiento.

Al final accedí a salir, el estaba apoyado en la pared fumando, sabia que era un adulto y yo un adolescente terminamos el día entre miradas de insinuación provenientes de el, claro esta, y miradas de repudio y hostilidad, cortesía de mi. Me alegro mucho observarle el moretón que le ocasione en el rostro y eso me hacia sonreír como un sádico sin escrúpulos.

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_

 Desde ese día mantuve distancia, si el se acercaba yo huía o colocaba un mueble entre los dos y que evitara que el pudiera aproximarse más de lo que ya estaba, obedecía a todo lo que me pedía incluso mis calificaciones mejoraron desde que el entro en mi vida, sin embargo no confiaba en el, si lo sentía acercarse a mi por la espalda volteaba dispuesto a escapar, lo mejor era que lo entendía, sabia de mi fuerza, la había probado y eso lo mantenía a raya, aunque esta noche no sabia si mis puños podía defenderme.

Mi padre me saco del auto a rastras como si fuera un crio que se niega rotundamente a asistir a la escuela, mi madre le daba algunas recomendaciones al idiota ese que sonreía de lo más contento y la secundaba en todo lo que ordenaba como una maldita niñera del infierno mezclada con un autómata.

-¡Déjame quedarme con uno de mis amigos!-Suplique a punto de rogar de rodillas.

-No, recuerda que estas castigado, por haber insultado a tu tutor y acusarlo de pervertido- Recordó mi madre volviendo al auto junto a mi padre, en verdad deseaba correr detrás de ellos, el estúpido castaño alboroto mi cabello despidiéndose con la mano, para después agacharse diciéndome:

-Nos vamos a divertir tanto.-Eso me sonó a amenaza, hacia demasiado frio y entre, la estancia era agradable y cálida muy bien adornada y bastante sofisticada, el se sentó en el sofá cruzando las piernas y leyendo un libro creo que era Fedor Dostoiewski - Noches Blancas, cosa que no me importo, me senté pesadamente a su lado frotándome los brazos para entrar en calor.

Rápido me abrazo, gruñí por no hacer nada su tacto era confortable, pero el era un idiota, no se como empezó a arrullarme hasta que caí medio dormido en su brazos, era difícil lograr resistirse a su vos que era muy melodiosa y encantadora…………………………………………………………………………………

! Como lo es la flauta para los ratones en ese cuento infantil ¡¡Toda una trampa! Apartándome recobre mi postura inicial con toda mi indignación por que ese idiota usara trucos tan infantiles con un adolescente de 15 años, y se lo hice saber:

-Si quieres hacer que cierre los ojos, tendrás que utilizar alguna estratagema, un poco más elevada.

-Como gustes. -Respondió, caminando hacia la cocina, escuche el ruido de los platos y tazas, al igual que los sartenes y ollas, que algo se hervía, y ya iniciaba a oler muy bien por cierto.

-Ven a comer.-Aviso asomando la cabeza desde el comedor.

Un poco desconfiado entre sin darle la espalda, el se rio por mi actitud que parecía más la de un cazador ante un tigre que esta a punto de saltarle encima.

-Tranquilo, estamos comiendo, no en plena batalla. –Sonrió para infundirme confianza, muy mal hecho.         

Entre y ocupe el lugar en donde se supone estaba más seguro, es decir al otro lado de la mesa, me sirvió la comida y se sentó también, desconfiadamente moje mis labios con el café, esperando alguna reacción sin que hubiera una, así que comí tranquilamente, en verdad es buen cocinero hasta me dieron ganas de repetir y el como una ama de casa perfecta me sirvió, de pronto observe que llevaba una botella de whisky, sentándose enfrente la abrió vertiendo el liquido en una copa que llevo a su perfecta boca, dándole un delicado sorbo me observo:

-¿Tu padre no bebe después de la cena?-Pregunto acercando la copa a sus labios de nuevo.

-Mi padre no es un vicioso, a diferencia de otros. –Respondí cortante.

-Tu lengua es un arma muy peligrosa.-Comento indiferente.-No es por vicio más bien es salir de la monotonía de las cenas vacías del resto de la semana, hoy es sábado.

No puede evitar clavar la mirada en la copa, en el líquido traslucido que llamaba tanto mi atención, entraba por su boca y bajaba por su garganta provocándole una sensación de ardor, lo intuí por sus gestos, en un momento una gota se escapo rodando por su garganta, mis pupilas se contrajeron, no pude evitar dirigirme hacia el, gateando sobre la mesa sin importarme la comida o los platos, aporto la copa viéndome con, no se creo que con…extrañeza: Mi mano sostenía con firmeza su quijada llevándola hacia atrás dejando al descubierto su cuello, detuve la gota fugitiva con la lengua volviendo a su boca y lamí sus labios, tarde fue al caer en cuenta que estaba haciendo algo completamente idiota y para el excitante, estaba a punto de corresponderme y para mi salvación, su móvil sonó, apartándose de mi rostro, contesto:

-Diga…-La persona al otro lado debió de preguntar como estas o algo similar.-Eres tu, si estoy bien…-Supongo que extendió una invitación.-No puedo, tengo en casa un invitado importante y no puedo dejarlo solo aunque es tentador, espera…-Alejo la copa y la botella de inmediato de mi, cubriendo al auricular del aparato-Puedes dormir en mi habitación es la que esta al fondo del corredor, y nada de acercarte a esta botella, eres muy joven para beber…-Volvió a su conversación ignorándome, se le notaba lo contento que estaba hablando con esa persona sonreía a menudo.

Avergonzado baje de la mesa, quitándome de las rodillas los restos de comida que se me pegaron, el brillo de esa botella, no dejaba que pensara en otra cosa, estaba seguro que el dijo eso de la prohibición solo para hacer que me la tragara entera a sabiendas de lo necios que era, en un descuido la tome ocultándola entre mi chaqueta, y salí en búsqueda de mi mochila para subir al lugar en donde dormiría, las escaleras eran cortas y facilitaban el arribo a la planta alta, la puerta que me indico estaba cerrada para colmo de males y yo ya tenía puesta la ropa para dormir que consistían en una pantaloneta que apenas cubría mis piernas de color azul combinado con una playera naranja que era acentuada por mi cabello negro y mirada gris como el hielo aunque no se derretían, sentándome en el diván que estaba junto a la ventana empecé a formular un plan para mantenerme entero en todo el sentido de la palabra, si el deseaba que bebiera para quedar inconsciente entonces lo haría, en el baño tire casi toda la botella en el retrete después di un buen sorbo y lo utilice como enjuague bucal que por cierto me dejo la lengua dormida, baje y me tire en el sofá bocarriba con la botella en la mano, escuche sus pasos y su expresión:

-¡¿Q-que hiciste?!-Grito arrebatándome la botella vacía, para después tomarme del cuello aspirando mi aliento.-¡Te la bebiste toda! ¡Eres un malcriado sin remedio!

Levantándome felinamente lo encare poniendo expresión adorable e infantil.

-Me siento mareado…muy mareado. ¿Me llevas a tu habitación?-Enrede los brazos en su cuello.

No respondió solo me levanto en brazos sonriendo, cayo en mi trampa tal y como lo planee, solo que no contaba con una cosa, soy un completo desconocido del alcohol, estaba medio mareado y mi fuerza aminorado considerablemente, me tuvo sobre la cama, para marcharse.

-¿A dónde vas?-Descubrí mi cuerpo demasiado febril, como para quedarme solo, no soy muy adepto a masturbarme.

-¿Y a donde crees tú?-Rodo sobre los talones mostrándose muy molesto.-Voy a la cocina a prepararte café cargado para que no sufras las inclemencias de tu desobediencia.

El tono de su vos me demostró lo enojado que se encontraba, así que no bromee más, pero un pensamiento perturbaba el correcto funcionamiento de mi razón, algo punzo en mi entrepierna, emití un sonoro jadeo con las manos allí queriendo ocultar lo que se alzaba por entre mis ropas.

-¿Qué te sucede?-Sentándose a mi lado, levanto mi rostro, perlado en sudor ruborizado y no solo por el alcohol sino también la vergüenza de que el pervertido termine siendo yo, no supe que decir mis manos no cubría esa zona, y el lo noto, a pesar de mis esfuerzos, suspiro cansado, o satisfecho?

-Vaya muchachito…¿Te ayudo a prefieres morirte de dolor?

Iba a contestarle feamente, mi cuerpo se movió solo, abrí las piernas y me baje la cremallera.

-Tomare eso como un si.

No podía creer que yo mismo me traicionara, acostándome permití que me quitara la ropa, observándome se despojo de sus vestiduras elegantes, tenia en el pecho un crucifijo que se quito colocándolo en la mesa de noche, su cuerpo más desarrollado que el mío me pareció hermoso, su abdomen tenia músculos marcados, cosa que yo no podía envidiarle, practicar box los forjo, su peso sobre mi evito que el aire llegara correctamente a mis pulmones, aunque tal vez no fue eso, su boca se adentro en la mía haciendo que cerrara los ojos escuchando campanas y juegos artificiales, como la primera vez sus manos recorrieron los costados de mi cuerpo hasta mis mulsos como si supiera de sobra lo que pretendía me adelante enredando mis piernas en su cintura, ambos nos levantamos besándonos como locos, como si necesitáramos desesperadamente el cuerpo del otro, su derecha se deslizo por mi espalda separándome las piernas invadiendo lo más hondo de mi ser, interrumpí el beso gimiendo por el dolor, el no cesaba de repartir besos en mi cuello y pecho engullendo poco después mi palpitante extinción, era doloroso sentir sus dedos moverse en un lugar muy estrecho, y me lo hizo saber:

-Como se te nota que eres virgen…me esta costando trabajo prepararte ¿Nunca antes te lo hiciste o que?-Comento sacándoselo de la boca.

Olvidándome un poco que mi posición, agregue:

-Y a ti se te nota que disfrutas lastimándome, yo nunca dejaría que…-Calle de golpe, resulta que nunca dejaría que alguien me hiciera lo que ya me estaba haciendo.

-¿Nunca dejarías que alguien entrara en ti?-Pregunto colocándose sobre mi haciendo que sostuviera mis piernas y las mantuviera separadas.

Voltee el rostro cuando intento besarme.

-Como gustes.-Se enterró en mi con saña, haciéndome gritar de dolor, sentía que iba partirme en dos, empujando con fuerza agarro feroz mi cabello provocando que lo observara a los ojos, estaba ya llorando, creí que mi primera vez seria digna de recordar, estaba por besarme cuando se arrepintió y me sujeto de los brazos moviéndose con frenesí, le suplique que se detuviera, que sintiese piedad de mi por que el dolor que me estaba ocasionando iba a matarme o hacer que perdiera el conocimiento en poco tiempo, solo se rio estocándome más fuerte, arquee las espala, de pronto el dolor desapareció, me sentí más tranquilo, el noto la baja en mis suplicas y sonrió malévolo besándome de nuevo con amor y placer, empecé a gemir de nuevo, ya no sentía el dolor odioso que me sacaba de quicio, soltó mis manos, aproveche ese error para hacerlo sufrir aunque sea un poco, lo abrase arañándolo como si fuera una fiera, su espalda sangro ante mi tacto, busque su boca y lo bese mordiéndole los labios y la lengua con fuerza medida para no lastimarlo pero mande al diablo la sutileza y como un perro con rabia lo mordí, sangrándolo, si yo lo hacia ¿Por que no el? Gemio frunciendo el ceño, cuando mis dedos se colaron en su entrada haciendo lo mismo que me hizo, sonreí igual de malévolo que el, estuvimos torturándonos con mucho amor con pasión y desenfreno, algo cálido lleno mis entrañas, era el que se corría dentro de mi, haciéndome gritar arqueando las espalda por el placer que me llenaba hasta lo más profundo, me soltó, volviendo a mi extensión, dándole besos a lo largo, lamiéndolo y succionando, mi cuerpo empezó a sufrir contracciones hasta que libere mi esencia.

Las sabanas estaba manchadas del semen de ambos al igual que sangre, nuestras respiraciones eran agitadas, creí que no se me acercaría estaba hecho un desastre, reincorporándose me observo con una mirada neutral, para después ordenarme:

-Levántate.

Obedecí dándole la espalda a punto de salir.

-¿A dónde vas?-Me detuvo del brazo.

-Me voy, conseguiste lo que querías, mi primera vez fue contigo, no soy más virgen, no soy más deseable para ti, tendrás que largarte de mi vida así como yo lo hare de la tuya.-Zafe el brazo con rudeza, sus manos quedaron marcadas en mi piel.

El intentaba balbucear algo, hacia ademanes exagerados con las manos para darme a entender lo que deseaba decir, finalmente señalo a la cama, con las  sabanas limpias.

-No…-Susurro, agachando la cabeza.

-¿No que?-Agregue yo cruzándome de brazos.

El se sentó en la  cama cubriéndose con la ropa que yo usaba antes.

-No…creí que, tuvieras ese concepto de mi…desde que te vi, me enamore locamente, me esforcé en no tratarte mal, fui duro, si, pero paciente, porque te amo.

Su relato me dejo congelado, ¿Me amaba? Todas esas insinuaciones eran reales, su trato hacia mi era sincero, una alegría indescriptible me embargo, de nuevo mi cuerpo me traiciono me lance a sus brazos dándole besos en el rostro, riendo como loco, entonces me di cuenta yo también lo amaba.

La noche joven al igual que nuestros cuerpos nos dio cobijo para iniciar a perdernos nuevamente en la pasión, con más benevolencia que antes, nos entregamos al amor desfrenadamente, que importaban los años que nos separaban, que importaba nuestra relación tutor-alumno, que importaban mis padres y sus amistades, solo me interesaba la noche que arropaba añoranzas de amor y deseo tan candentes que la sangre fluía como la lava en las venas de los volcanes, me tenia sin cuidado el amanecer, el sol era mi enemigo, de ahora en adelante amare las convenciones y los motivare a asistir, dormiré en sus brazos, en quietud cómplices del silencio que guardaremos para mantener a salvo nuestro amor, el que no crea en esto, no conoce de verdad que puede pasar del odio.-Un sentimiento vil.-al amor.-el éxtasis de sentir la vida en los brazos de otro.   

-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*-_-*

*F*I*N*

( ) ( )

(=’.’=)

,,,(“),,,(“),,,

 

 

 

Notas finales:

Me quedo un poco, bueno muy flojo en lemon, pero pronto escribire más maduramente, gracias por leer, manden Review, besos y saludos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).