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Juguemos a hacer yuri con la Otaku por Kouya Natzuki

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Notas del capitulo:

Espero les guste y dejen reviews~~ :3 !

Cada mañana como siempre era la misma de lunes a viernes. Me arreglaba para la escuela, desayunaba e iba; estaban comenzando las clases y no tenía intención de socializar con nadie, cada persona que parecía que se iba a acercar la ahuyentaba con mi semblante serio y mirada fría o si lograba hablarme era lo suficientemente cortante como para que después de tres palabras se fuera.

Chicos que se acercan embobados a “conquistarme”, sólo soy una persona más, una chica más. ¿Qué tengo que la rubia de pechos grandes de la otra esquina no tenga? Mejor dicho, ¿qué no tengo yo para que vengan?

-Bah, se supone que deben estar babosos por la rubia bien formada, que por mí- pensaba en mi asiento mientras observaba que aquella chica ya estaba rodeada de chicos, tal vez yo era la “segunda opción” –que molesto- el hecho de que me hayan elegido a mí como segunda, no el serlo si no, el tener que lidiar con cada que se acerca.

Todos los días eran iguales, solitaria en mi asiento pensando en mis cosas o en ocasiones estudiando, mayormente pensando.

Mi vida no era lo que pudiera llamar emocionante, ni rutinaria por más que lo quise.

Hasta que a mi hermana se le ocurrió ir a un evento de anime y manga que era mañana. ¿Cuál es el problema? Que no la dejan salir si no es con mi compañía.

 

-¿Por qué tengo que ir yo? No me gustan esas cosas…- le replicaba a mi madre.

-Sabes lo distraída que es, ve-

-¡¡Mamá!!- gruño mi hermana, suspire y por más que me quejara sabia que terminaría yendo sólo para complacer a mi hermana, después de todo sólo eran dos veces cada año. Esta era la primera de esas dos. En el camino condicione a mi hermana, cajas de pocky’s, a pesar de mi actitud me gusta el chocolate, más el amargo de esos palitos, la segunda condición fue que si alguna cosita me gustaba, que lo comprara por mi al momento, no quería parecer interesada en eso para que alguno se me acercara con esa excusa, obviamente ella acepto como siempre.

 

-¿Entraras esta vez o vendrás luego por mi?- en ocasiones solo la dejaba y me iba a otro lugar, esta vez me tocaba entrar.

-Entrare, sé que la pequeña Erika me extrañará si me voy-

-En realidad gasto más contigo- no le importó, ya que nuestra familia era reconocida e importante en el mundo de los negocios, el simple hecho de tener el apellido “Dimrost” nos hacía por así decirlo “importantes” aunque sólo seamos sus hijas, ni yo y mucho menos mi hermana estamos interesadas en los negocios, tal vez yo más adelante sea la que siga la compañía, por ahora quiero vivir mi vida normal.

Entramos y únicamente veía el lugar plagado de adolecentes y uno que otro adulto, algunos con disfraces o como le dicen ellos, cosplay, no faltan los típicos chicos tomándose fotos y aprovechando para tocar a la chica que lleve uno corto o sexy, me enferman esos tipos.

-Vamos por cajas de pocky y podrás vagar a gusto- en ese recorrido vería los stands para ver con que regresar. Sólo eligió un collar en forma de espada, la del Final Fantasy 8, llaveros de distintos personajes, muñecas y unas orejas de gato que su hermana le puso, solo se las dejó por su hermana, podría ser fría y antipática pero le gustaba ver feliz a su hermana en especial cuando iba a un evento de aquellos.

-Bien, iré por allá, alguna cosa…llama- fui a la zona de karaoke, me senté en un rincón a ver que tipo de cosa hacían, me divertía ver todo lo que hacían en el escenario. Estaba con la mochila llena de cajas de pockys de diferentes sabores, más de chocolate amargo y las cosas que compre, aun tenia las orejas de gato, no me había dado cuenta hasta que…

 

-Hola-

-¿Umm?- voltee a ver quien me hablaba.

-Se te ven lindas las orejas de gato, ¿haces cosplay?- muy confiada la chica que se me acerco se sentó a mi lado, que valiente es.

-No- una respuesta corta y precisa, seguí comiendo pocky’s, esperando que al ver mi actitud se fuera pero no fue así.

-Creo que te quedaría bien hacer cosplay- insiste en lo mismo y con el mismo entusiasmo.

-No me gustaría que pervertidos me toquen con la excusa de una foto- no la veía a la cara, solamente tenía mi vista al suelo metiéndome un pocky tras otro.

-Si lo condicionas no lo harán-

-¿Quieres que haga cosplay?- voltee a verla y me percate que todo este tiempo estuvo con una sonrisa, a pesar de estar hablando con alguien como yo.

-Sí-

-Que directa…lo siento, no me gusta ni siquiera el anime o manga- tuve que ser algo amable ya que había aguantado mi comportamiento tan entusiastamente

-¿Cómo es que estas aquí y con la mochila llena de cosas?-

-…no tengo idea de que personajes sean…sólo me atrajeron y los compre-

-Debe haber algún anime que te guste- se me acerca más.

-En verdad, sólo vine por mi hermana, no me gusta esto, a lo mucho los dulces- digo dando una mordida al palito que tenía en frente, ya estaba platicando “bien” así que le ofrecí una caja del sabor que le gustara, escogió la de fresa. Platicamos sobre que no podía ser posible que no me gustara ningún anime, manga o novela de anime.  Comenzó a preguntarme que me gustaba y todo eso, no me parecía una chica como las demás por estos lugares, me estaba entreteniendo con ella así que respondí lo mínimo a sus preguntas.

Finalmente me pidió que fuéramos a un lugar con menos gente, eso fue en el piso de abajo, habían mesas y muebles donde estar, fuimos a la más alejada, aun con compañía me gusta estar alejada de los demás.

-¿Qué muñeco de los que has comprado te gusta más?- parece que piensa que si me gusta el personaje me gustara la serie

-Estas- saque dos muñecas, una tenía el cabello rubio algo ondulado, piel blanca y ojos azules, la otra tenía el cabello corto y lacio, piel blanca y ojos color violeta; la chica al ver por alguna razón se sonrojo y preguntó si no habían otras, a  lo que saque otras dos, una de cabello largo y color naranja de ojos verdes y piel blanca, la otra de cabello azul con un peinado no muy usual, piel blanca y ojos color miel, de nuevo se ruborizo, ¿le daba pena ver muñecas, o qué?, tenía que saber qué pasaba.

-¿Qué ocurre?-

-Esas muñecas…la de cabello corto es Mai Sawaguchi y la rubia Reo Kawamura de una novela visual y de ellas hay un ova… Sono Hanabira Ni Kuchizuke Wo-

-… ¿y las otras?- haría mi demás preguntas después de saber quiénes eran las muñecas que tanto me gustaron.

-La de cabello largo Shinobu Honda y la del peinado Momoko Naitou de Shojo Sect…- respondió aun ruborizada.

-Bien… ¿por qué te apenas al verlas?-

-Es que casualmente solo te han atraído las de animes yuri-

-¿Yuri, qué es eso?- se me hacia familiar pero nunca le pregunte a mi hermana que era.

-Yuri es…relación chica con chica-

-Ya veo…- “con que eso ve mi hermanita, ya verá cuando la escuche hablar de yuri” pensaba.

-Si quieres verlas…las tengo, me…gusta mucho el yuri, parece que a ti también te gustará-

-No soy ese tipo de chica- pareciera que si me gusta eso, a ella también, pensaría que me gustan las mujeres, no me gustan los hombres pero tampoco las mujeres, en realidad nada, quiero vivir mi vida sola sin ser la amante de nadie. Con ella me estoy entreteniendo, me pareció curioso que se sonrojara sólo por ver a las muñecas y le pedí un momento para hacer una llamada, le di las muñecas para que viera.

-¿Hermanita?-

-¿Sí, qué sucede? No sueles llamar-

-¿Recuerdas las muñecas que te pedí que compraras?-

-Sí, la gran mayoría, pediste muchas-

-Bueno, ¿conoces a Reo Kawamura y Mai Sawaguchi?- mi hermana solo se río al darse cuenta que ya me sabia los nombres de dos muñecas, para mi suerte dijo que las conocía y también a las otras dos cuando se las mencione, le pedí que me comprara otras y que no hiciera preguntas, así fue, colgué y volví con mi curiosa acompañante que veía maravillada lo que tenía en las manos.

Hablamos un rato más, anime, manga y al parecer yuri, me sentía descubriendo un mundo que no conocía, veo que hay algunas que valen la pena ver y otras que insisto en que no, seguía con mi actitud seria a pesar de todo hasta que recordé que no sabía su nombre.

-Disculpa, llevamos tiempo hablando y no se tu nombre-

-Aileen y ¿el tuyo es…?- de nuevo con sus sonrisitas…

-Katrien-

-Que nombre, nunca lo había escuchado, es muy bonito-

-Gracias pero el tuyo también lo es- la primera persona con la que me molesto en devolver un cumplido, siempre me los dan y nunca los devuelvo, opino que no hay nada que devolver a menos que en verdad lo piense y en esta ocasión en verdad lo pienso como para devolverlo. De nuevo la plática de anime, ya no podía soportar mucho, ni a mi hermana puedo escucharla hablarme de eso por más de treinta minutos, a esta persona la he escuchado más de una hora y media, no soporte y la convencí de ir a caminar, que mañana la compensaría acompañándola al segundo día de convención aparte que mi hermana también venia, aproveche.

El camino fue de “ve esto”, “ve aquello”, parece que le emocionan mucho los juguetes, ya que sólo de esas tiendas se emocionaba, a lo que no pude evitar preguntar su edad.

-Tengo quince, sé que no lo parece pero así es- a lo mucho pensaba que tenía diez y ocho pero por su comportamiento parecía de doce.

-Diez y siete…- respondí fríamente, detesto decir mi edad, se sorprendió, parece que pensaba que era menor, seguimos caminando hasta llegar a una residencia privada, esas donde las casas son diferentes y se aloja gente de mucho dinero. Entramos sin problemas, después de todo el guardia sabe quién soy, estaba algo sorprendida pero aun así la chica otaku siguió caminando a mi lado hasta que llegamos a mí casa o una de ellas, en esa nos quedamos mi hermana y yo cuando va a convenciones o eventos por ahí.

-¿Vives aquí?-

-Sólo en cuando hay eventos o hacemos fiestas, vivo en la ciudad- estábamos en una zona turística.

-Genial- dijo muy animada. Entramos y fuimos a sentarnos a la sala, los muebles eran bastante grandes así que me acosté en uno, ella solo se sentó en el de alado algo nerviosa.

-Con confianza-

-Es que nunca había estado en casa de alguien que apenas conozco tan repentinamente- pareciera que tanto yuri le hace pensar cosas.

-Calma, me agradas y créeme que eso es difícil, así que recuéstate si quieres- cuando le dije que era difícil que me agradara alguien, era cierto, pude haber platicado con ella todo el día y a fin de cuentas seguir desagradándome.

La plática siguió con gustos y efectivamente, le encantan los juguetes, le regale las muñecas que la hicieron sonrojar anteriormente, como un recuerdo de nuestro casual encuentro, ella me dio su mail y su número, yo hice lo mismo, era una chica muy curiosa, me interesa saber que llegare a hacer con ella… no por nada soy tan antipática, las personas a las que les encuentro algo curioso me da por “hacerles algo”, hacerlas una pieza más de mis juegos, no me decidía con qué jugar, con ella, sus gustos, sus sentimientos… suena cruel pero así soy yo.

 

Se fue ilusa, esperando verme nuevamente, si supiera que para mí ahora se está convirtiendo en un peón más de mi juego en el que sólo yo puedo hacer jaque.

-Creo que dado tus gustos, lo ideal serian sus sentimientos, vivirá un yuri pero sin final feliz, espero llore tan lindo como lo es ella- saque una caja de pocky’s y comencé a comérmelos pensando en cómo llegar a ella, después de todo solo me interesa jugar mientras que a ella le ha de interesar mi amor.


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