Derechos reservados: Los personajes de Naruto© son exclusivos de Kishimoto-sama, yo solo los uso con fines de diversión.
Advertencias: Mención de Mpreg, Occ, UA.
Género: Comedia, Drama, Romance.
Pareja Principal: SasuNaru.
Amor robado.
Ser el Rey era lo que tanto anhelaba Naruto,
sin embargo, no esperaba que con convertirse
en Rey tuviera que sacrificar su felicidad.
Sasuke tenía una misión y en sus planes
no estaba enamorarse de alguien tan dobe.
¿Cómo escapar del teme?
¿Cómo controlar a ese dobe?
SasuNaru
Prólogo.
Los reinos antiguos son los más fuertes y respetados, los que dominan la mayor porción de tierra en las cinco naciones. La nación del Fuego está gobernada por los Namikase, la Nación del Viento reinada por los Sabaku No, la nación del Sonido dominada por los Uchiha, mientras que en las otras dos naciones sus reyes se mantienen en el anonimato para proteger sus tierras de los Uchiha. Porque a pesar de tener un grandioso reinado, los Uchiha han iniciado la guerra con tal de obtener más poder.
La guerra había empezado pero todavía no explotaba.
Los Uchiha habían comenzado a avanzar lentamente por la tierra de los Namikase liderando tropas a las manos de los hijos menores de Fugaku Uchiha, el actual líder de la Nación del Sonido. Éstos estaban haciendo todo con cautela, porque sospechaban que los de Nación del Fuego no estaban preparados para una guerra.
— ¡¡Están atacando a gente inocente, Kushina!! — gritaba Minato Namikase.
— ¡¡Lo sé!! — gritó exasperada la mujer de cabellera roja —, pero debe de haber otra solución — soltó siendo un pequeño susurró.
Los dos reyes de la Nación del Fuego discutían en una de las torres del castillo, donde originalmente era su habitación, pero ahora era un despacho de guerra. Hace algunos minutos algunos militares poderosos habían dicho que las tropas estaban devastadas por la anterior guerra que habían tenido con el descendiente de la Familia Sabaku No. La guerra anterior se había ganado gracias a su hijo menor, pero ésta era meramente lo contrario de toda ella.
El hijo menor de los Sabaku No era Gaara y había mantenido una larga batalla de espadas contra su primogénito en el encuentro final, donde todos los demás pararon para mirar quien era el ganador. Cuando parecía que la lucha estaba ganada por el país del Viento, Naruto logró derrotar a Gaara. Pero para sorpresa de todos, él no lo mató, le perdono la vida, haciendo que las dos naciones formaran una alianza, que ahora ellos aprovecharían.
— ¡¡Naruto no merece algo así!! — Kushina se negaba a aceptar la solución que su conyugue le daba.
— Es lo único que podemos hacer ¡¡Entiéndelo!! — Minato tampoco lo quería pero él era el Rey y debía tomar las mejores decisiones para el Reino —. No quiero que nadie más muera — susurró.
La mujer de cabellera roja se quedó callada lamentando la suerte de su único hijo.
— ¡¡Vamos Kakashi-sensei!! — le exigía Naruto a su maestro —. Dime de que hablaron ttebayo — interrogaba curioso cerrándole el paso al peli-plateado para que no escapara.
— Es confidencial — dijo Kakashi un poco aburrido, pasando olímpicamente a su alumno.
Kakashi era uno de los militares más poderosos, estratégicos y famosos del Reino de los Namikase. Era un hombre de temprana edad de cabellera plateada, muy inteligente, hasta misterioso ya que nadie conocía su verdadero rostro porque extrañamente siempre lo llevaba cubierto con una pequeña mascara.
— Pero yo soy el futuro rey — decía mientras sonreía y desenvainaba su espada.
Kakashi ni siquiera pudo contestar cuando escucharon a alguien gritar.
— ¡¡Naruto!! — le gritaron desde atrás.
— ¿Obaa-chan?
— Ven acá, niñato — le ordenó la rubia de pechos grandes que caminaba a grandes pasos hacía él.
— Fue Kiba ´ttebayo — se excusó para salir corriendo del lugar, tirando su espada en el trayecto.
Tsunade había corrido hacía él tratando de atraparlo pero el pequeño rubio se había aventado desde la ventana para salir. Naruto sabía que no debería de haber hecho lo que hizo, pero todo había sido un accidente. Él no era alguien cobarde pero conocía el carácter aterrador de su abuela y es por que huía, nadie en sus cinco sentidos se quedaría a recibir los golpes de su abuela.
Naruto desapareció el resto del día escondiéndose con varios de sus amigos. Lo más extraño es que lo buscaron por todas partes y demasiado soldados, era como si estuvieran persiguiendo a un ladrón, Pero Naruto era demasiado hábil y pudo esconderse durante todo el día, hasta que el mismo Kakashi dio con él.
— Tus padres te llaman, no es bueno desobedecerlos — le decía el peli-plateado impidiéndole el paso para que ahora él no escapara.
— No puedo creer que Obaa-chan exagerara tanto las cosas ´ttebayo — se quejaba el menor—, con un poco de jabón se le quitaba la pintura a Ton-ton.
Kakashi suspiró resignado. El rubio era demasiado ingenuo en ocasiones.
Naruto y su sensei llegaron al castillo después de varios intentos en vano de escapar por parte del rubio. El chico sabía que le esperaba una buena regañada, sin embargo, cuando llegó delante de sus padres supo que no estaba ahí por lo de Tsunade si no por algo más grave << Se habrán enterado lo que le hice a Ero-sennin >>.
— Gracias Kakashi — dijo su padre—. Te puedes retirar.
— Permiso — decía mientras se retiraba de la torre.
— ¿Qué pasa ´ttebayo? — preguntó inmediatamente el nervioso rubio al oír la puerta cerrarse.
— Tenemos que hablar de algo muy importante, hijo — habló Kushina.
— Si se trata de lo de Ero-sennin yo…
— Naruto estamos en guerra.
Un silencio invadió el lugar. Naruto a sus 16 años había conocido lo que era la guerra y no le había gustado nada. Hubo mucha sangre de inocentes derramada. Supo lo que era el dolor ajeno de perderlo todo y quedarte solo sin ningún tipo de cariño en el mundo. Logró sentir el dolor que los habitantes de su reino sufrían al ver partir a la mayoría de hombres para saber que ellos morirían en la guerra, luchando para que los enemigos no llegarán a su casa.
— Pero Gaara…
— Estaba vez no son ellos — aclaró el Rey —, si no la Nación del Sonido. Saben que estamos devastados por la anterior batalla y se están aprovechando de eso.
— Eso es de cobardes ´ttebayo.
— Es saber aprovechar la situación, Naruto — le contestó su madre.
— ¡¡Pero es inhumano!! — gritó furioso el menor.
Odiaba que alguien abusara así del poder y de la debilidad de los demás. No podía creer que hubiera personas así de ruines que solo buscaban poder. Aborrecía tener que entrar en batalla de nuevo, no quería ver correr sangre de inocentes de nuevo por sus manos.
— No estamos preparados para una guerra. La anterior con Gaara-san nos dejó secos de recursos — hablaba su papá —. La guerra al igual que la derrota es inevitable.
— ¡¡No dejaré que gente tan ruin gobierne a mi gente!!
— Hay una solución — soltó su madre —. Aprovechar la alianza que hay con la Nación del Viento.
— Es decir, que te cases con Sabaku No Gaara — dio la noticia, esperando ver la reacción de su hijo.
— ¡¡¿QUÉ?!!
— Naruto escúchame es la única solución — trataba de explicar su madre.
— ¡¡¿Me piden que me case con alguien a quien no amo?!! — gritó preguntado enojado.
— ¡¡No!! — levantó la voz Minato —. Te pedimos que te cases por el bien de la Nación del Fuego — aclaró el mayor.
— ¡¿De qué servirá?! ¡¡Los soldados de los Uchiha no se detendrán porque me case con Gaara!! — exclamaba furioso.
— ¡¡Dos naciones se unirían junto con dos ejércitos que derrotarían a los Uchiha!! — Esta vez gritó su madre — ¡¡Evitando que miles de inocentes mueran de nuevo ´tteba!! — Ella tampoco quería que su hijo se casara sin amor, pero como Reina debía de afrontar la realidad y evitar que su pueblo muriera.
— Es injusto… — susurró el menor.
— Naruto — lo llamó Kushina —, sé que es injusto pero es por el bien de la Nación. De la gente que cree en nosotros… — le decía mientras se acercaba a él y le acariciaba una mejilla con sus suaves manos.
Pero Naruto rechazó el contacto, agachando la mirada.
No se hacía a la idea de vivir así. De tener que sacrificar su felicidad por el pueblo. El siempre había querido ser el Rey por sobre todas las cosas esperando que cuando eso sucediera se casara con la persona que más amara en el mundo, no con alguien que simplemente quería como un amigo. Ahora pensaba que hubiera sido mejor haber nacido entre los plebeyos que como hijo del Rey… Porque ahora sabía los actos de sacrificio que eso conllevaba.
Continuará…