Uzumaki Naruto, gennin de la aldea de la hoja y alumno de Kakashi del equipo 7, jamás imaginó las consecuencias que le llevaría el hecho de presentarse ante una llamada de la quinta hokage. Ese día se levantó de muy buen humor, aunque le costaba salir de los brazos de su novio donde estaba muy a gusto. Se dirigió al baño y se arregló. Aun era demasiado temprano, siempre la llamada de la abuela Tsunade lo tenía así de emocionado y por eso Sasuke se ponía bastante celoso.
Abandonó la vivienda de su pareja, no sin antes darle un tierno besito que se transformó en una pelea por respirar, y salió a toda prisa hacia donde se hallaba la rubia. Al fin todo estaba saliendo de maravilla, no tenía demasiadas complicaciones de no ser porque debía cuidar su relación con el joven de cabellera azabache.
Después de pasar por la entrada principal en la cual donde se hallaban los custodios, pasó por los pasillos hasta llegar a la oficina de la autoridad máxima de la villa.
-buenos días, Naruto- saludó sonriendo la mujer- perdona por llamarte tan temprano-
-no es nada, abuela Tsunade- sonrió también- para qué me necesitas?-
-bueno, verás- abrió uno de los cajones y sacó un pequeño pergamino con bordes de color verde- este es un jutsu que se desarrolló hace tiempo y quiero que tu lo sepas-
-abuela!!!!- gritó el chico emocionado mientras se abalanzaba sobre la mujer- genial, qué clase de técnica es…?-
-Lady Tsunade- irrumpió la pelinegra en la habitación llevando a Tontón en brazos- no me diga que piensa enseñarle esa técnica a Naruto?- se notaba preocupada.
-no te pongas tensa- dijo riendo tontamente- confío en él y se que si podrá usar esa técnica a la perfección-
-pero…-
-Un momento- interrumpió el rubio- qué pasa con la técnica?-
Ambas mujeres le explicaron al muchachito que la técnica había sido desarrollada hacía poco tiempo y por lo tanto no se sabía con certeza cual sería el resultado. La habían practicado ANBUS pero un gennin jamás la había tocado y el ojiazul había sido elegido debido a su potencial chakra.
-ya veo- dijo asintiendo constantemente con la cabeza- no hay problema. Nada puede derrotarme y mucho menos una técnica, de veras!-
-hay un pequeño problema- interrumpió Shizune- necesitas a un compañero para realizar el jutsu-
-y quién puede ser?- preguntó el rubio cruzándose de brazos.
-cualquiera, puede ser el primer tonto que se cruce en tu camino-
-disculpe, maestra hokage- interrumpió un jounin- ya llegaron los miembros del equipo 8 de la misión. Inuzuka trae el reporte-
-dile que pase- ordenó la mujer sonriendo maliciosamente- el cielo nos ha enviado un obsequio. Bienvenido, Kiba- saludó.
-traigo el reporte, maestra Hokage- dijo entregando el papel- hola Naruto- saludó al rubio- todavía no sales de misión-
-para que lo sepas, estoy a punto de aprender un jutsu y con él te hare pedazos, de veras!- dijo enfadado.
-oíste eso, Akamaru? Estamos en problemas- se burlo.
-Kiba!!- el chico estaba a punto de golpear al molesto de su amigo pero la hokage lo detuvo.
-Naruto, puedes utilizar el jutsu con Kiba y no contra el- señaló.
-está bien…- hizo un puchero.
-un jutsu combinado?-
-más o menos- dijo Shizune sonriendo nerviosa- pero para ejecutarlo hay que utilizar mucho chakra-
-no es problema- sacó a Akamaru de arriba de su cabeza y lo dejó junto a él- vamos a por el jutsu-
La rubia ordenó a Naruto que le hiciera una pequeña marca con sangre al interior del pergamino, luego de memorizar los signos de dentro del mismo, después debía colocarlo en su boca y realizarlos sin equivocación alguna. Kiba sólo debía mantenerse frente al rubio durante lo que durara el jutsu. En cuanto se realizó todo lo señalado por la mujer, el rollo se hizo humo y se esparció por la habitación. Ambos chicos cerraron los ojos y tosieron un poco.
-no pasó nada, abuela- se quejó el rubio.
-debiste hacerlo mal- el castaño se tallaba los ojos- esta cosa arde bastante-
-que raro…- la mujer leyó un pergamino- aquí dice que permite aprender las técnicas del enemigo desde la fuente y sirve como recurso espía- suspiró- me temo que no funciona para los gennin-
-entonces?- preguntó el ojiazul.
-nada- dijo Shizune- tal vez los efectos aparezcan después-
-si, puede ser- dijo la sannin- como sea, pueden marcharse-
-con permiso- el castaño se retiró.
-adiós, abuela- se despidió.
-espera, Naruto. Sasuke te está tratando bien?-
-s…si, no te preocupes. Mejor vuelvo antes de que se enfade- y salió corriendo.
-es un buen chico- dijo Shizune- ambos lo son- refiriéndose a Naruto y Sasuke.
-si, me pregunto qué pasó con el jutsu. Estaba segura de que funcionaría-
-no todo sale como lo planeamos, Lady Tsunade-
-si, así es- se levantó- qué tal un trago?- ya salió de la oficina mientras Shizune le reclamaba que fuese mas responsable.
Naruto llegó a la casa de Sasuke, el chico no estaba ,o al menos eso creyó hasta que lo abrazó por la espalda y le preguntó dónde había estado todo el tiempo. A pesar de sus explicaciones, el moreno no le hizo caso y lo primero que hizo fue llevárselo a la cama, donde arreglaron todas las dudas.
Kiba se desvió hacia el bosque, donde estaba Shino esperándolo sentado en un tronco caído de un viejo árbol. También pregunto el por qué de la tardanza y el castaño le respondió de mal humor que no era su madre para preguntarle eso. Pero el chico lo sujetó de un brazo y le dijo que no era su madre ni planeaba serlo. El Inuzuka sonrió de medio lado y le lamió los labios hasta que el otro correspondió a su provocación.
El día de ambos siguió normal, hicieron su rutina de siempre. Al caer la noche, Naruto la pasó en brazos de su amado azabache y Kiba sólo se dirigió a su casa para descansar también. Él y Shino pasaban muy pocas noches juntos.
El sueño los venció a ambos y se entregaron a Morfeo. Pero algo no estaba del todo bien, la respiración de ambos jóvenes se aceleró y sintieron su cuerpo más caliente de lo normal. Si bien su sueño fue incómodo no despertaron sinó hasta el día siguiente.