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Gaze of Love por Kiiyomi

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Notas del capitulo:

Wouuu... vencimos las 1500 leídas del fic *-*

Estoy tan emocionada :3

Es un gran record para mi *la patean por ser exagerada*

Ok, ok... a lo que venía. Aquí esta la continuación del capi, espero les guste ^-^

POV HanGeng

— No tengo hambre —dijo mientras dejaba la cuchara y agarraba su teléfono.

— Tienes que comer —agarre el aparato y volví a darle la cuchara— Eres un tonto por haber hecho eso, si mis padres se enteran...

— No lo sabrán —se levantó haciendo mucho esfuerzo y me sacó el celular de mi mano— Lo que menos quiero es tu pena. Hola, ¿DongHae?

¿Mi pena? Nadie tenía mi pena, absolutamente nadie más que yo. Si lo había ayudado no era por culpa ni lastima, mucho menos por pena; al menos, no hacia su persona. Lo había ayudado porque era -aunque no quisiese reconocerlo- parte de la familia.
Cundo lo vi caer fui prácticamente corriendo para agarrarlo y ayudarlo a ponerse de pie. Si el había decidido ir a dormir a lo de DongHae, entonces el lo aceptaría y lo dejaría ir.  

Vi como la mucama lo llevaba a una habitación de huéspedes quedándome solo en el cuarto -bueno, no completamente solo, Xia Lei estaba a mi lado-. Sin el, la habitación se sentía realmente grande y vacía.

— No me malentiendas Xia Lei, no es por ti —le dije al gato mientras iba al armario y buscaba las cosas del Intruso.
Un pijama, dos remeras, dos pantalones, ropa interior limpia, medias, zapatillas, cepillo de dientes... Ya estaba todo ¿Verdad?

Me dirigí caminando lentamente a la habitación donde supuse que iba a estar el Enano y le dejé la mochila justo al lado de la puerta del lado de adentro.

— Tus cosas —le dije antes de darme vuelta y volver a mi habitación. Vi la bandeja repleta de cereal, pero no pude comer nada.

Me quedé allí hasta la tarde, incluso escuché cuando DongHae toco el timbre y como partió su auto hacia su casa, llevándose a mi Intruso. Sí. A Mi Intruso.
Miré el reloj y la fecha y de repente recordé un acontecimiento sumamente importante. Agarré mi celular y marqué su número.

¿Hola? —me dijo su voz completamente melodiosa. Instantáneamente me olvidé de todo.

— ¡Felices dos años! —le dije muy alegremente

— ¿¡Ya?! ¡¿Tan rápido?! Felices dos años para ti también amor -—me respondió ella, su voz estaba rara, pero supuse que no era más que la sorpresa.

— ¿Te parece bien si te paso a buscar en una hora y vamos a patinar? —le propuse.

— ¡Si! —me respondió entusiasmada, colgando.

—Chau, nos vemos —le dije al teléfono riendo.

Me bañé y me cambié en menos de lo que canta un gallo y salí dispuesto a buscarla a su casa.

POV RyeoWook


— Me dirás finalmente lo que pasa Wookie —DongHae insistia mientras manejaba hacia su casa. Había venido a recogerme él personalmente cosa me extraño.

— Siento incomodarte. Yo no sabía a quien más acudir —apoyé mi codo en la ventanilla del auto abierta, recibiendo aquel aire puro para mis pulmones.

— Wookie —su tono fue sospechoso. Ahí venía— ¿Qué pasó en tu muñeca? —con una mano siguió agarrando el volante y con la otra tomó mi muñeca.

— Nada. Solo me lastime —me solté de su agarre y su mirada me decía que no estaba convencido— No preguntes nada en el camino, por favor.

De repente el auto se detuvo bruscamente. En medio de la avenida. Miré al conductor viendo como apoyaba su cabeza en el volante y luego me miraba. Bocinas comenzaban a sonar, querían que avanzáramos.

— Wookie, ¿confías en mí? —apoyó su cabeza en el asiento y suspiró— No confías en mí como para decirme que te pasó.

— No. No es eso DongHae —me defendí mirándole. Jamás lo había visto tan serio.

— Aunque llevamos unos días de amigos, te aprecio mucho y confío en ti. Eres mi mejor amigo Wookie, algo dentro de mí me dice que tu no me traicionarás —aquello me hizo recuerdo a lo que me contó una tarde. La inesperada traición de su amigo— Es más, hasta te considero como un hermano menor. Me encariñé contigo y por eso te llamo Wookie.

— Dong... Hae...

— Hasta me llamas por mi nombre —colocó su mano en las llaves y encendió el motor del vehículo— Esta bien, no te haré más preguntas. Vámonos.

— Dong… dongiie —pronuncié mirándole. Mis mejillas se sonrojaron, aquella palabra sonaba tan tierna y linda para mí— Confío en ti. Cuando lleguemos a tu casa te lo contaré.

— Es lindo —giró hacia la izquierda, nos faltaba una cuadra para llegar a su casa. Me agarró mi mano, acariciándola— Dongiie suena tan lindo como Wookie.

Sonreí al escucharlo. Apretando su mano miré hacia el cielo. Estaba bendecido, un amigo me quería. Mis tíos me aceptaron en su familia. Mis padres deben estar felices por mí.

POV HanGeng


Ya me había subido al auto y habíamos andado unas cuadras cuando le dije al chofer que parara: Allí había una hermosa florería, y en frente, una joyería. Sería el regalo perfecto para estos dos años que llevábamos juntos.

— Buenas tardes —le dije a la florista mientras miraba con sumo detalle las flores — ¿Podría armarme un ramo? —le pregunté mientras ella asentía.

— ¿Con que flores? —preguntó con una sonrisa.

—Un poco de todas por favor... Mientras lo arma, iré enfrente, no me tardo -le dije mientras veía como volvía a asentir.
Crucé con cuidado pero emocionado la calle y entré al precioso lugar que parecía tener brillo propio a causa de los muchos diamantes y la luz.

— Buenas tardes joven... ¿Lo puedo ayudar en algo? —un hombre con traje me miro sonriente, era algo viejo y parecía tener bastante experiencia—Verá... Cumplo dos años con mi novia y...
Comencé a decirle tímidamente mientras un color rosa pálido se apoderaba de mis mejillas.

— No diga más, ¿Anillos? —parecía haber leído mi mente con exactitud.

— Anillos ——le afirme, y en seguida el salió de un cuartito con preciosos anillos ideales para el dedo fino de una mujer.
No pude ocultar mi expresión de sorpresa al verlos tan impecables. Hice una mueca de descontento... Entre tantos anillos... ¿Cuál sería el indicado para ella?

— ¿Lo ayudo Joven? —me preguntó con la misma sonrisa de antes.

— Es rubia... de... un metro sesenta y cinco… —suspiré — …curvas preciosas, bastante animada pero a la vez, algo tímida si se trata de demostrar cariño en frente de mayores... Esta siempre feliz y es una persona asombrosamente sociable…
Podría haber seguido así por horas y horas, pero el vendedor me detuvo y sacó un pequeño anillo de una de las esquinas.

—Una piedra muy rara —dijo mientras me lo ponía en la mano.
Era un hermoso anillo de plata con una canaleta en el centro de aquella piedra que el señor había mencionado de un color celeste bebé hipnotizante.
— Es una variación del zafiro,  los minerales en esa piedra están alterados y eso hace que del azul pase al celeste —me explicó. Parecía como si en vez de piedra fuese agua corriendo alrededor de la plata del anillo.

— ¿Joven? —me preguntó, viendo que no respondía.

— Llevo este —le dije completamente feliz y satisfecho.

— Buena elección —me dijo, acto seguido lo puso en una cajilla blanca y después de pagarlo me lo dió.

Me limité a guardarlo en el bolsillo e ir por las flores, que también las pague y acto seguido me metí al auto. Llegué cinco minutos anticipado, sin embargo ella ya me estaba esperando en la puerta y me derretí con su cara de asombro frente al ramo del flores con el cual bajé del auto.

— Felices dos años... —le susurré en el oído antes de besarla y ponerle el enorme ramo de flores en las manos. Ella simplemente me abrazó y entró a su casa a poner en agua las flores, acto seguido se subió al auto conmigo y fuimos a la hermosa pista de patinaje.

Una vez entramos allí ambos nos pusimos los patines. No puedo describir como se sintió estar allí con ella; aún así haré mi mejor esfuerzo.
La tarde se pasó rapidísimo frente a mis ojos mientras ambos caíamos y nos reíamos de todo y de todos. Era como si en la pista -aunque hubiese estado llena de gente- los únicos presentes fuéramos ella y yo. Y es que hacía me hacía sentir ella.
Desde que había llegado desde china hacía exactamente dos años y tres meses, la única que me había ayudado a entender el lenguaje había sido ella además claro esta, de haberme presentado a mis actuales mejores amigos.

Antes de que me hubiese podido dar cuenta, el sol comenzó a ponerse y no tuve mejor idea que llevarla a un café.

— ReoYii... —la llamé, mientras ella levantaba su vista de su taza, este era el momento: le iba a dar el anillo ahora.
No pude disimular mi sonrisa de idiota cuando la miraba: era perfecta en todos sus sentidos.
— Te amo... -le dije, mientras acariciaba su mano.

Pero algo pasó.  Ella apartó su mano y me miró con pena pero completamente seria. Todo se me vino abajo.

— HanGeng... Yo.... —¿Me había llamado por mi nombre? Sí, lo había hecho— Agradezco todo lo que me haz dado... pero... no puedo seguir.

— ¿P-p-porq-ue? —le pregunté y sentí como un extraño frío recorría de mi cabeza hasta mis pies, incluso sentí como el corazón se me partía en pedacitos.
— Porque... Porque... —pero no pudo decir más,  se levantó y salió corriendo, dejándome solo ahí en el café, completamente estático como si me hubiesen clavado a la silla.

Volví a mi casa caminando, sintiendo como el peso del anillo aumentaba a cada paso que daba. Una vez hube pisado mi casa me di cuenta de algo: como si la realidad hubiese golpeado mi cara. La llamé.

— Por el momento y como última petición... No le digas ni a RyeoWook y a DongHae —y colgué para tirarme en la cama de mis padres.
En esos momentos, me sentía completamente solo: las mucamas habían vuelto a irse luego de limpiar, el intruso estaba en la casa de DongHae. Pero no estaba de ánimos para hablar con mis amigos, asique simplemente me limité a mirar el techo, sin pensar, sin sentir... sin nada ni nadie.

POV RyeoWook

— Hyung… —solté viendo como DongHae —sentado en su cama, apretaba sus puños con fuerza.

— Es un maldito —se levantó rápidamente tirando al suelo un florero de margaritas. Sus cejas fruncidas mostraban su enojo.

Sabía que contarle lo que había pasado traería estas consecuencias. DongHae me estaba cuidando como su hermano menor.

— Debería darle una lección a ese cretino —dijo mientras caminaba hacia la puerta. Me levanté como pude cayendo al suelo, intentando detenerlo— Wookie...

DongHae rápidamente volvió atrás levantándome y llevándome hacia la cama. Tomó mi temperatura, me revisó.

— Estoy bien... solo estoy cansado —dije apenas. Caerme al suelo no me había hecho nada bien para mi cuerpo— Dongiie, no hagas nada contra HanGeng.

— Pero Wookie...

— Por favor —supliqué apretando con fuerza su camisa— No quiero que HanGeng tenga otra razón para odiarme. Por favor.

— Esta bien —suspiró mientras tomaba un pequeño botón en un control y lo apretaba. Rápidamente una mucama entró por la puerta— ¿Qué quieres cenar Wookie?

— Kimbap —tenía mucha hambre.

La Srta. se retiró pidiendo permiso para traer aquella comida que deseaba en ese momento.

— HanGeng es un cretino. Se merece tener una novia como ReoYii —rápidamente tomó mi atención.

— ¿Qué sucede con ella? —pregunté acostado en la cama. DongHae estaba a mi lado sentado— ¿Por qué me advertiste sobre ella? Dongiie no entiendo.

— Ahh… Wookie —suspiró tomándose unos mechones de cabellos para llevarlos tras su oreja— Su novia no es lo que parece. La conozco bien porque fuí un tiempo su mejor amigo, hasta que...

— ¿Hasta que qué Hyung?

— Antes de que llegara HanGeng a la ciudad yo la conocía. Éramos muy unidos, cuando llegó aquel chico que se hizo amigo mío, Eunhyuk...—escuchaba atentamente aquella historia. Tenía necesidad de saber lo ocurría—…todo se complicó. ReoYii lo seducía ante mis ojos cuando sabía que yo estaba enamorado de ella —abrí los ojos de la sorpresa. ¿Por eso HanGeng y DongHae no se querían?— Eunhyuk sabía mis sentimientos e hicimos un pacto de no intentarla conquistar. A él también le gustaba.

— ¿Entonces? —tomé la mano de mi Hyung. Sentía que quería llorar.

— Él rompió la promesa, ReoYii empezó a salir con él y pasada unas semanas lo dejó. Eunhyuk hecho a perder nuestra amistad por ella, en todo ese tiempo no me dirigió la palabra.

— Dongiie... —su voz comenzaba a sonar débilmente— ya no me cuentes más.

— Eunhyuk dejó el país sin ni siquiera decirme adiós. Si tan solo él me hubiera dicho que se equivocó estaríamos hoy juntos, seguiríamos siendo amigos. Pero ReoYii se metió en medio mintiéndole, seduciéndolo y enamorándolo —apretó mi mano fuerte buscando apoyo— para luego decirme que yo no era de su tipo. Que había sido mi amiga por lastima.

— ¿Y después de eso se atreve a hablarte? —mi tono de voz subió. Me dolía saber que mi Hyung sufrió por ella— Es una mentirosa. ¿Es que no tiene una decencia de mujer?

— Wookie —me llamó— Ella...

— Joven —la puerta se abrió dando paso a un mayordomo— Buscan al joven RyeoWook.

— ¿A mí? —abrí mis ojos, ¿quien podría ser?— ¿Quién?

— La Srta. ReoYii...

¿Ella? ¿Qué hacia aquí?


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