POV Hangeng
Tomé una de sus manos y la coloqué sobre mi pecho. Noté como su palpitar aumentaba a un ritmo increíble y vi bajo la luz de la luna como sus mejillas se tornaban de un tono rojizo prácticamente inconfundible a la vista de cualquiera.
— ¿Sentirte bien tú? —le pregunté sin mirarlo mientras lo apretaba más contra mi.
Era como volver el tiempo atrás: ya no podía pensar en coreano y las palabras me salían cada vez más deformes... Y ni hablar de la pronunciación.
Espere su respuesta mientras retenía su mano en mi coracán el cual palpitaba apaciblemente dentro de mi pecho; lo había olvidado todo, desde el odio y miedo que le tenía hasta lo que había sucedido esa tarde con ReoYii.
— ¿Quieres que te cante? —le pregunté al sentir como sus pulsaciones no bajaban en cambio, se hacían más y más fuertes.
Sin embargo, el sonido de vida que emitía el cuerpo contrario era tan tranquilizador... Aunque fuese rápido y fuerte, me traía muchísima paz. Era una melodía que podía cambiar de ritmo en cualquier momento y sin aviso.
Allí se sentía bonito estar: olvidando todo a excepción de tu nombre.
POV RyeoWook
El contacto de mi mano a su pecho... ¿era electricidad o...?
Creo que me estaba comenzando a volver loco. Cuando Hangeng debería ser el que estuviera con sentiemientos confundidos luego de beber.
— S-si. Canta —le pedí entre susurros. Quitando mi mano de su pecho.
¿Era el palpitar de su corazón lo que sentía?
Seguro estaba demasiado tomado para darse cuenta de la cosas, de lo que está haciendo al tenerme cerca, porque si estuviera consciente nada de esto estaría ocurriendo.
Comenzó a cantar, una canción en otro idioma. Quizás chino, su idioma natal. Sus cuerdas vocales, era perfecto. Cerré mis ojos escuchando cada palabra, aunque no entendía nada de lo que significada un sentimiento me transmitía al escucharla. De repente se calló.
— Blue Tomorrow —me dijo susurrando, para luego bostezar— ¿A ti gustar?
No estaba hablando bien ya. Su poco coreano apenas era entendible, asentí viendo como poco a poco cerraba sus ojos para caer en un sueño profundo.
— Sueño —pronuncié acariciando su cabello— Cuando despiertes mañana, olvidarás todo esto.
Posé mis labios sobre su frente, regándole un pequeño roce. Unas buenas noches, duerme bien y sobre todo como una despida de aquella noche especial que había tenido con él.
Cerré mis ojos, mi respiración seguía agitada y mi rostro aún ardía, como si fuera en llamas.
— Debería dormir yo también —aferré su mano a la mía— Y también olvidar.
Y eso haría. Cuando el sol saliese no sabrías que habría pasado y yo no estaría a tu lado. Porque así tienen que ser las cosas.
POV HanGeng
Me desperté -o mejor dicho despertaron- cuando algo me saltó encima y comenzó a lamer toda mi cara.
— Xia Lei... Es temprano... —le dije a la bola de pelos mientras me removía en el... ¿Sillón?
Me senté de un tirón -mala idea- todo comenzó a dar vueltas a mi alrededor y me vi obligado a volver a recostarme. Cinco minutos pasaron antes de que pude posicionar todo en su lugar correcto; entonces me levanté despacio y volví a mirar todo a mí alrededor: sucio como un criadero de cerdos.
Suspiré y sentí mi cuerpo más pesado de lo normal, sin embargo eso no me detuvo para comenzar a ordenar las cosas. Botellas vacías por un lado, a medio llenar por otro. Bolsas vacías al tacho, a medio llenar, guardadas.
Veinte minutos y medio me había llevado ordenar todo y luego venía la parte pesada: la limpieza.
Antes que nada abrí los ventanales del lugar y dejé que el nuevo aire se llevase el olor a alcohol y a snaks del lugar, dándole paso a un ambiente nuevo y lleno de frescura. Luego me dirigí al armario de limpieza y sacando todo lo que necesitaba comencé a limpiar el lugar.
Diez minutos y todo estaba en perfecto orden.
Una vez hube guardado las cosas en el armario correspondiente me dirigí a la cocina y entonces lo vi a él.
— Buenos días —me dijo su voz y en un abrir y cerrar de ojos mi mente se llenó de recuerdos borrosos y palabras no lo suficientemente claras.
— Dormir contigo... ¿Me ... jas~ ?
— Canta
— ....Tomorrow... ¿...Gustar?
— Sueño —Esas palabras llenaron mi mente, confundiéndome.
Y luego un tacto llegó a mi cabeza y un olor a mi nariz; latidos resonaban en mi oído ¿O era solo la sangre agazapada la que provocaba ese sonido, en lo absoluto molesto?
— RyeoWook —dije en un hilo de voz, algo confundido — ¿Volviste ayer a la noche? —le pregunté en el mismo tono de voz, mientras intentaba recordar algo más a la vez que sentía como mi mente se debilitaba y mis piernas me pedían que me sentase, por su puesto obedecí a la petición de mi cuerpo.
POV RyeoWook
El sol comenzó a salir. Los pequeños rayos comenzaban a amenazar llegando casi a mi rostro, bostecé abriendo los ojos y frunciendo el sueño.
Era temprano, no había voces por el lugar. Perfecto para salir de allí sin ser escuchado, despacio y con lentitud levanté la cobija que me tapaba encontrando con la mano de HanGeng aún unida a la mía.
— Buenos días —susurré soltando aquel agarre.
Seguidamente me levanté del sofá sin ser torpe y hacer ruido en la sala. Acomodé su mano en su pecho y delicadamente lo tapé. Decidí ir a cambiarme, si seguía con esa misma ropa seguro podría sospechar que me viene ayer. En el trayecto, pensé en levantar las cosas del suelo, bolsas, vasos, botellas, pero decidí que no lo haría después de todo podría traer más sospechas.
Subí hacia la habitación que compartíamos, saqué unos pantalones color cielo bebé. Mis favoritos, un ultimo regalo de mi madre, para mi cumpleaños. Una camisita suelta, y tomando una toalla de un cajón me adentré a la ducha. Necesitaba relajar mi cuerpo agotado.
~*~
Con mi cabello un poco húmedo bajé a la cocina, encontrando con la sala limpia. ¿Se habría despertado ya?
Miré el sofá viendo que estaba vacío. Si estaba despierto. Jugando con mi cabello y con algo más que apetito entré a la cocina encontrándomelo allí.
— Buenos días —saludé viendo como me miraba.
Quise ignorar su vista y me encaminé hacia la heladera. Buscando algo de beber, saqué un jugo de ella y me serví en un vaso. Alcé la vista, HanGeng aún seguí perdido.
— RyeoWook —me llamó. Me sorprendí al escuchar mi nombre salir de sus labios— ¿Volviste ayer en la anoche?
Casi escupo la bebida. ¿Es que había recordado algo de lo que pasó anoche?
Limpié mis labios, tratando de recuperar el aliento. Por poco podría haberme muerto ahogándome.
— No —negué mintiendo. Espero que me crea— Permiso.
Y salí de la habitación con un vaso en mano y un pequeño pedazo de torta que estaba en la mesa de la cocina. Tenía hambre. Mucho apetito, anoche tras el cuidado de HanGeng había olvidado cenar.
— RyeoWook —escuché decir, quité la cuchara mis labios saboreando el pastel— ¿Estás ignorándome?
— Perdón —me senté en el sofá de la sala y encendí la televisión— Estas imaginando cosas. Creo que es porque te molesté mucho antes, discúlpame no lo volveré hacer.
¿Por que me dolía el pecho al decir esas palabras? Podía sentir su profunda mirada sobre mi persona, observando mis actos y facciones. ¿Qué debería hacer?