POV HanGeng
Al final el Intruso había ganado el juego, algo que me alegró bastante puesto que no tenía ganas de levantarme. Inmediatamente DongHae agarró a ZhouMi y partieron hacia la tienda, dejándonos al Enano y a mi, solos en el banco. Yo eché mi cabeza para atrás y crucé mis brazos.
— ¿Te divertiste? —me preguntó de repente.
— Si —dije con los ojos entreabiertos mientras me removía un poco para estar más cómodo.
De repente el silencio se volvió a hacer presente en el lugar, por su puesto, a esepcion de los niños que iban de un lado a otro gritando emocionados, o los padres que gritaaban a sus hijos para que no se alejasen demasiado.
— Hyung —oí decir, realmente me había sorprendido esa vez, ¿No que teníamos la misma edad, por cuanto tiempo podría ser yo mayor que él? - Lo siento.
-¿Eh? -dije mientras volteaba a verlo; de todas las cosas que me habían sorprendido el día de hoy, esta se llevaba el premio.
— Yo se que te hice mucho daño con ReoYii. No sabes lo mucho que hubiera querido evitar eso, tu aún...
— No lo menciones —Le dije cortante mientras posaba mis ojos en cualquier cosa menos en el, para distraerme. Fue como volver a sentir como una estaca de hielo frío atravesaba mi corazón. Pero ya no importaba cuanto tiempo desperdiciase en olvidarla: había algo en mis sentimientos que no enganchaba por completo. Ya no sentía ira al pensar en eso, sino tristeza, muchísima tristeza. —Ya no importa - terminé por decir, mientras me encontraba con la mirada del Enano.
— Claro que si. Tú aún la amas — “Tú Aún la amas, Tú aún la amas, Tú aún la amas.” No era cierto, no podía ser cierto que aún la amase después de haberla visto hacer aquello. No iba a permitirse amarla, solo sentir lástima. — Prometo que hare...
Sentí como mis ojos se empañaban ligeramente y cerré mis ojos; al abrirlos no había ni rastro de lo que había estado allí antes, pero había aparecido un refresco de Uva que tomé casi de un sorbo.
— Bueno... En vista de que falta una hora para que se ponga el sol... Propongo ir a la montaña rusa de agua y luego a los toboganes —dijo ZhouMi señalando la dirección en donde era. Yo me paré instantáneamente y tome a RyeoWook de la mano para empezar a correr hacía allí.
— ¡El último que llega pierde~! —grité a unos pocos metros delante de ellos, quienes nos imitaron y los cuatro comenzamos a correr para llegar a la majestuosa montaña rusa de agua. No fue mucho lo que corrimos, sin embargo estaba cansado y el sentimiento de tristeza se había quedado en mi pecho, como si alguien lo hubiese clavado allí.
—Es la... primera vez que...te veo entusiasmado... por eso —me dijo el mayor.
Señalando la enorme montaña rusa que se encontraba delante de nosotros; era incluso más grande que la normal y, en vez de carritos, había botes que albergaba a las personas.
— ¿Vamos?— dijo a todos; el miedo me invadió, aún así me quería subir y eso hice. Tomé asiento al lado de RyeoWook
— Luego de esto volveremos a casa... Y el equipo perdedor cocinará para el ganador... —dijo el mayor antes de que el juego empezara — ¿Tienes algún problema en quedarte a dormir en la casa de Hannie ~? —Dirigiéndose a DongHae
— En lo absoluto —contestó sonriendo mientras el juego empezaba.
En la primera caída del juego estábamos todos mojados ya. Era un tanto más violenta que la normal, pero era muchísimo más divertida, incluso me atreví a soltarme del brazo del Intruso al llegar a una gran subida.
Unas cuantas subidas y bajadas más y el aparato se había detenido, esta vez definitivamente no había sido tan terrible, en lo absoluto.
— ¿Y ahora? —preguntó DongHae entusiasmadísimo por el próximo juego.
—Bueno, por desgracia ambos equipos están empatados asi que.... propongo una carrera en los toboganes de agua, ¿se apuntan? — todos asentimos y nos dirigimos a los toboganes de agua.
POV RyeoWook
Aunque el juego me resultaba de lo mas divertido no podía sonreír honestamente al sentir como se movía el aparato, mojándonos y provocando risas entre todos los que estábamos. Menos yo.
El juego terminó, nos bajamos todos notando que habíamos quedado empatados cosa que se disidiría con otra carrera al tobogán de agua. Realmente esta vez no quería ir. Asentí sin decir nada, presionando para tomar el último juego. Pero al llegar allí lo único que pude hacer fue quedarme para ahí.
— ¿No vienes? —ZhouMi preguntó mostrando su mejor sonrisa a HanGeng. Burlándose de que nuestro equipo perdiera.
— ¡Sube de una vez! —lo hubiera hecho realmente por escuchar su voz, sino fuera porque me siento lo bastante deprimido.
"Él aún la ama"
— Lo siento —les miré a todos— No quiero subir. Diviértanse ustedes yo los esperaré aquí —dispuesto a sentarme en una banca caminé.
— Claro que no —HanGeng salió del juego— Si tu te rehúsas tendré que cocinar la cena, cosa que no quiero.
— Pero realmente no quiero ir —agaché mi rostro pensando en que decir— Yo haré la cena para todos, no se preocupen por ello. Vayan.
— ¿Estás bien? —DongHae se dirigió hacia mí mirando mi rostro— ¿Te duele algo? ¿La cabeza? ¿El cuerpo? ¿Alguna parte de tu cuerpo?
— No.
— Esta bien. Espéranos aquí —ZhouMi habló estando sentado, la campana de que el juego iba a comenzar pronto sonó— Suban si van jugar. HanGeng, DongHae.
Ambos se dieron la vuelta, pero DongHae no sin antes de preguntarme si algo me sucedía cosa que negué rápidamente. Era suficiente de preocuparlo, me estaba aprovechando de su amabilidad y cariño. Caminé hacia una banca sentándome allí, viendo como el juego subía. HanGeng sonrió como todos los demás al estar arriba. El carro acuático bajó.
"No la dejará de amar. Duele saberlo"
Mis pensamientos solo podían concretarse en ello.
POV HanGeng
Me sorprendí de que el Enano no quisiese subir al juego, pero supuse que estaba cansado asique simplemente lo dejé pasar y me subí al tobogán: era horrorosamente alto, ¡¿Por qué todos los malditos juegos tenían que ser altos?!
— Listos... —dijo ZhouMi, detrás de el vi como DongHae abrazaba al mayor para no caerse— En sus marcas... listos —eran pequeñas láminas de goma para dos o más personas — ¡Ya!
Y los tres nos tiramos violentamente en bajada. Sentí como el agua salpicaba mi cara y volvía a empapar mis ropas. Ya era el último tramo y venía ganando cuando de repente choqué con una de las paredes y volé directamente a la pileta, no faltaba mucho para llegar allí, sin embargo en mi caída ZhouMi y DongHae se habían adelantado, lo cual anunciaba que mi equipo perdía.
— Tu compañero de equipo es un idiota —le dijo DongHae a RyeoWook mientras corría hacia el para abrazarlo.
— ¿Cual será la cena de hoy chefs? —preguntó ZhouMi mientras nos empujaba para ir a los vestuarios a cambiarnos, antes de que pudiésemos pescar un resfriado.
— Bueno... será arroz frito con cereales o... cereales con arroz frito —dije, era lo único que sabía cocinar— RyeoWook, ¿Tu sabes cocinar algo?
Le pregunté y en el momento en que vi su rostro realmente me comencé a preocupar, ¿Eran lágrimas o gotas de su cabello lo que tenía en las mejillas?, si eran lágrimas... ¿Por qué lloraba?
Respondió mi pregunta en el momento en que entrabamos al vestuario, pero realmente no le presté atención y tampoco le di mayor importancia que "palabras". La simple idea de verlo así me hacía preocuparme
Un segundo... ¡¿Me estaba preocupando?! Agité mi cabeza mientras entraba a uno de los cubículos para secarme y cambiarme la maya mojada; el ocaso había llegado, tiñendo de diferentes naranjas rojos e incluso algunos azules el cielo.
Salimos un rato después, cuando ya todos estaban cambiados y bastante secos, también, lo suficientemente abrigados para no enfermarse.
— Espero que estén listos para una pijamada —dijo mientras subía al auto, y nuevamente vi como la cara de DongHae se iluminaba.
Una vez hube apoyado mi trasero en el asiento del auto sentí como mis músculos se relajaban completamente y como todas las imágenes del lugar comenzaban a hacerse borrosas. El auto dió un giro y yo caí recostado sobre las piernas del que estaba a mi lado -RyeoWook, supuse yo- y sin preocuparme demasiado, me acomodé y comencé a dormitar en ese regazo tan cálido.
POV RyeoWook
No podía evitarlo, mirando el suelo comencé a derramar lágrimas. Las gotas saladas bajaban por mis mejillas y se perdían por mi mentón, realmente me sentía devastado y destrozado. El volver a llorar me recordaba las infinitas noches que amanecía en orfanato con tremendas ojeras y mis ojos hinchados. Hacía mucho que había dejado de llorar, por mis padres. Para que me vieran que puedo seguir adelante, desde sea que se encuentren.
Escuché como pasos se aproximaban a mí y rápidamente limpié mis ojos. Los comentarios de DongHae se escucharon preguntas y risas pero realmente no llegaba a extender las frases con exactitud. Estaba perdido en mi mundo, conmigo mismo.
— RyeoWook.. ¿tú sabes cocinar? —el que me nombrara por mi nombre me hizo volver a la realidad.
— Si. Sé hacer Kimbap, ramen.... —comencé a mencionar todos las platillos que había aprendido a cocinar solo.
Después de todo me vi en la necesidad de hacerlo cuando me escapé del orfanato y ilegalicé mi edad. Eso me recordaba que poder hacer esos trámites de papeles ilegales mintiendo sobre mi edad actual podría traerme severas consecuencias en el futuro. Hasta ahora ZhouMi fue el único que se había dado cuenta y quien me había guardado el secreto.
— Espero que estén listos para la pijamada —anunció ZhouMi entrando al vehículo siguiéndolos todos, incluido yo.
¿Pijamada?
Jamás había tenido una. Ni tampoco amigos hasta ahora, miré a mi alrededor viendo a DongHae emocionado. El presente que vivía era hermoso, con amigos y gente que comenzaba a apreciar. El auto giró bruscamente provocando que me apoyase con mis manos al vidrio cuando sentí en mis muslos un pequeño peso.
Era HanGeng.
Y se encontraba recostado en mis piernas. Basto para que se cayera allí y comenzase a dormirse. Verlo así provocó que quisiera tocarlo, mis manos se movieron casi hasta llegar a sus cabellos cuando un pequeño golpe en ellas me detuvo.
DongHae frente a mí giraba el rostro de un lado a otro.
Lo sé soy débil, el tener allí recostado en mis piernas hacía que me confundiese dándome falsas esperanzas.
Esperanzas que nunca podrán cumplirse.