POV Hangeng
No lo entendía en absoluto, por más que intentase concentrarme no había ninguna respuesta firme y coherente en el enorme nudo que representaban sus palabras.
— Solo dinos que sentiste —la voz de Zhoumi me despojó de toda concentración— No, no. Mejor dinos si te gusto, ¿no Hannie?
Dirigí mi vista al más bajito y nuestras miradas se encontraron. Estaba algo perdido, intentando entenderlo, pero aun así estaba lo suficientemente concentrado como para notar el sonrose de sus mejillas que, lentamente pero a paso constante, iba en aumento.
— Primer..... beso —dijo bajito, mirando a su alrededor, como si quisiese buscar un refugio a la pregunta que le había hecho el mayor de todos— No puedo decir que me gusto....— la sonrisa que hasta entonces llevaba Donghae se ensanchó, completamente satisfecho y victorioso — Pero tampoco puedo decir que me desagrado...
— ¿Cómo es eso? —pregunté curioso, hincando mis ojos en sus ojos, como si tratase que éstos me hablasen. Pero estaba tan concentrado en mirar al suelo que lo único que dejaba ver era su pelo.
— Mmm... Déjame ver si te entiendo —comenzó Zhoumi— Como fue tu primer beso y no conoces nada mejor, y déjame decirte que hay cosas mucho mejores que ellas. ¿No fue ni bueno ni malo?—finalizó. Pero yo estaba medio incrédulo.
En el momento en que el bajito comenzó a hablar de eso como su primer beso, a mi mente llegaron los recuerdos de aquella noche donde el cayó sobre mí y nuestros labios se rozaron levemente.
Me puse resentido. Yo besaba mucho mejor que ella.
— Giremos otra vez —dije una vez que todos se callaron, mi orgullo había sido levemente herido y eso no iba a quedarse así.
Para mi desgracia la botella me apuntó nuevamente a mí y, cuando la volví a girar, apunto al Enano.
— Eso es un cambio... — dije más para mí que para el resto mirando con incerteza la botella— Elijo verdad —nuevamente, no había dejado hacer la pregunta sobre que escoger que ya estaba eligiendo.
POV Ryeowook
No era lo que quería decir. Tampoco era lo que quería demostrar.
La conclusión de Zhoumi ante mi respuesta era errónea. ¿Dónde estaba Donghae para decir que se equivocaba?
Sin duda estaba perdido. Podría ser igual -o peor- que yo.
Analice en que me podría haber equivocado. Me preguntaron que sentí, ¿porque, y... que dije? Oh sí, que no me gusto ni me desagrado por ser el primero... un minuto. ¿El primero?
No, si lo pensaba bien ese no fue el primero. Sino cuando....
— Giremos otra vez —Hangeng me saco de mis pensamientos.
Observe como la botella se detuvo de nuevo en su persona. Le mire y pude recordar que el primer beso había sido con él. ¿O no?
No fue un beso exactamente solo un roce, ¿pero cuenta o no cuenta?
— Eso es un cambio —Donghae sonríe mirándome feliz. Mire el suelo— Elijo verdad.
Era mi turno de preguntar. Zhoumi y Donghae acercaron más sus rostros, era mi imaginación o ¿para ellos esto estaba siendo muy entretenido?
— Ettoo... —no sabía que peguntar exactamente— cuando llegue a esta mansión... —mis manos sudaban como nunca, y mi voz se quería perder— ¿tú me detestabas verdad? ¿Porque?
El palpitar de mi pecho aumento. Una duda que había comenzado desde que llegue a su familia podría ser revelada por un juego. Quería escucharla.
POV Hangeng
No puedo decir que la pregunta me tomaba por sorpresa, sin embargo mi interior se removió de un lado a otro como si su voz me hubiese mareado.
— Porque... —comencé.
No hacía sino hace un par de horas que había decidido cambiar mis sentimientos hacia él y, aunque me hubiese resultado algo fácil, había muchas inquietudes dentro de mí que todavía no lograba resolver por completo. Suspiré, tomando fuerzas para continuar.
— Porque... Robaste todo lo que nunca quise compartir —agaché mi cabeza, realmente avergonzado.
Todo este tiempo había sido un completo estúpido. Me atreví a mirar su rostro de reojo y noté que mi respuesta no solucionaba su duda.
— Cuando tu llegaste, cuando nos vimos por primera vez en la escuela... La primera atención que acaparaste fue la de Jiah a quien yo amaba como no te imaginas —hice una pausa, sintiendo todo el dolor y el odio que había sentido hacía un día atrás— Luego, llegaste a casa y mis padres volcaron toda su atención en ti. Ellos...Ellos siempre me enseñaron a compartir, galletitas, caramelos... tiempo... Pero nunca me enseñaron como compartir atención y entonces... — suspiré— y entonces comencé a tener miedo.
Donghae y el Enano me miraban con cara de incredulidad.
— ¿Qué? ¿No puedo tener miedo? —le dije al de cara de pescado frente a su mirada.
Realmente costaba decir todas esas cosas, nunca pensé que iba a tener que decirlas a alguien que no sea a Zhoumi, pero ahí estaba yo, hablando sobre todo lo que había sentido en mi último mes de vida.
— Miedo de dejar de existir para los que me importaban —continué, abrazándome más a la almohada— Me sentía pequeño, y la única forma que encontré para sentirme un poco mejor... fue detestándote, tratándote mal...
Apreté mi puño y aferré más la almohada a mi cuerpo.
— Pero no importase cuanto lo intentaba, cuanto empeño pusiese en ello... Tú seguías siempre ahí, sonriendo, atendiéndome...
Miré a Zhoumi, intentando buscar algo de apoyo para seguir hablando, realmente me estaba costando. Hice una pausa, un tanto larga, es que los pensamientos no se acomodaban adecuadamente en mi cerebro.
— Y llegó el día en que no pude aguantarte más y te pedí que te suicidaras... Nunca... nunca fui bueno expresándome, realmente no quise que hicieses lo que hiciste. Yo simplemente quería... quería que me gritases.
Un impulso, que obviamente seguí, me hizo levantar el rostro para verlo a los ojos, mientras estos se me ponían levemente vidriosos al recordar lo mal que me había portado y lo idiota que había sido.
— Quería que me dijeses lo idiota que era; eras el único que sabía que te trataba mal pero nunca me dijiste nada al respecto. Siempre tuviste buenas intenciones conmigo... Lo siento.
Finalicé mientras volvía a fijar mi vista en el suelo, completamente concentrado en abrazar fuertemente la almohada, ahora con manos y pies.
Aún había un montón de cosas que debía decir, pero no quería seguir tocando el tema, no quería seguir decayendo cuando todo ese día había estado perfecto.
— ¿Podrías confiar en mi... ahora? —le pregunté avergonzadísimo mientras los dedos de mis pies jugueteaban entre ellos y Xia Lei.
POV Ryeowook
Podía sentir que sus palabras eran sinceras.
Y aunque estas no lo fueran completamente, o me estuviera mintiendo, aun seguiría creyéndole. Hangeng tenía ese poder de perdonarle y no querer odiarlo aun cuando me tratase bien o mal, como él quisiera. Más bien sentía que cada vez que se comportaba de esa manera conmigo, quería apegarme más a eso y nunca soltarlo.
— Siempre... —comencé a decir. Saber que tenía miedo por mi culpa ocasionaba que mis ojos se cristalizaran—... he confiado en ti, Hangeng.
— ¿En serio? —Donghae había sido la segunda persona que había conocido, si hubiera sido diferente...
Tal vez ahora estuviera enamorándome de él. Pero el destino.... quería que fuese Hangeng y nadie más. Solo él.
— Si —su mirada se levantó observándome.
— Mi turno.
Donghae interrumpió aquel momento. Hubiese querido que nos quedáramos congelados, mirándonos sin palabras que decir. Porque con solo ver sus pupilas y su rostro me sentía feliz. Estando cerca era lo único que me reconfortaba al saber que no podría ser... que él era solo un amigo. Un hombre... del cual me estaba enamorando.
— ¿Verdad o reto? —Zhoumi pregunto.
Fije mi vista hacia ellos, tocándome mis mejillas. ¿Porque nunca podía ocultar mis emociones, mis sonrojos y mis miradas perdidas al ver a Hangeng?
Eso me delataba.
— Reto.
Apenas escuche la palabra, Donghae estaba decidido a cumplir un reto ante lo que le mandaría el mayor. ¿Tan seguro estaba?
A veces quisiera ser como él. Seguro de sí mismo ante cualquier circunstancia.
POV Hangeng
Una vez más, el peso de mi corazón disminuyó al escuchar sus palabras sumamente tranquilizadoras.
"No será que la atención que captó... ¿Fue la tuya?"
Volvió a preguntarme el mayor dentro de mi mente e instantáneamente lo miré mientras el giraba la botella con énfasis y esta señalaba a Donghae
— Reto —dijo éste sin dudarlo ni un instante y vi a través de los ojos del mayor como las ideas se a galopaban, peleándose entre ellas, desafiándose a ver cuál era la más indicada para Donghae.
— ¡Ya se! —vi como el mayor se acercaba al menor y entre susurros le decía que debía hacer y este solo asentía algo... ¿Sorprendido?
De repente Zhoumi se levantó y fue al reproductor de música y puso algo movido, bien bailable y entonces mis ojos se abrieron de par en par para ver, con asombro, como de repente la cara de pez bailaba muy sensualmente mientras Zhoumi reía y reía.
Sin embargo algo dentro de mí comenzó a impulsar ira por todo mi cuerpo, pero era raro. No era de la ira y odio que sentía hacía Ryeowook ni nada por el estilo, era algo muchísimo más complejo que me hacía sentir rarísimo.
Era el mismo sentimiento que me invadió en el momento que Ryeowook comenzó a hablar de su primer beso: Celos. No me agradaba en lo absoluto lo que Donghae le estaba haciendo a Ryeowook, sobre todo porque en estos momentos amenazaba con sacarse la remera.
Zhoumi me miró con lágrimas de risa en los ojos y descifró de un momento a otro lo que cruzaba por mi mente. La sonrisa que había tenido hasta entonces desapareció muy lentamente y mis ojos se posaron en el reloj de pared que había en la habitación: dos de la madrugada.
— Ya, ya has cumplido... —dijo el mayor secándose las lágrimas mientras Donghae volvía a sentarse satisfecho a su lado.
— Yo creo que... —comencé a decir consiguiendo las miradas de todos— Me iré a dormir. Mañana es viernes y voy a tener que durar todo el día —me levanté de mi lugar mirando todos los colchones que se encontraban juntos, formando una gran cama.
— Descansa Hannie ~ Te quiero —me dijo el mayor de todos e instantáneamente mi sonrisa volvió a mi rostro.
— Yo también... ustedes también descansen —y sin más me tiré a los cómodos colchones esperando a que Morfeo apareciera rápidamente esta vez.
>>> Continuará!!!