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Gaze of Love por Kiiyomi

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POV Hangeng

En la noche ningún sueño o pesadilla me despertó: era como si alguien hubiese depositado en la habitación un potente gas para dormir; porque no fue sino hasta la una de la tarde que no me levante.

— Rayos, me quedé dormido —dije mientras sentía como la toalla que había usado anoche resbalaba por mis caderas cayendo al suelo. Pude sentir que mi pelo no estaba totalmente seco y mi cuerpo estaba fresco como si recién me hubiese terminado de bañar.

Fui hasta mi armario y busqué ropa interior limpia, una remera, una camera, unos Jeans y mis zapatillas favoritas; me cambié lo más rápido que pude y bajé para encontrarme al enano en la sala, aún en pijamas.

— Buenas...tardes —dije pensándolo mientras le sonreía— Mejor vístete porque saldremos a almorzar y luego necesito que me acompañes a comprar ropa de invierno... —mentí— Para ambos.

Aquello era verdad.

— Mamá me dijo que no tenías un ropero muy extenso y está preocupada, no quiere que pesques un resfriado y con las estaciones frías que están casi sobre nosotros menos —aún no borré mi sonrisa, pero pude ver como en su rostro se dibujaba una muy bonita. Desconozco el motivo, pero su sonrisa no solo me traía paz, sino que también llenaba mi existencia... Él se levantó y se dirigió casi corriendo a su habitación.

"No será que la atención que capto, ¿fue la tuya?"

— Cállate Zhoumi —le dije en voz alta mientras me tiraba al sillón y comenzaba a acariciar a Xia Lei— Te he estado escuchando desde que lo dijiste... —bajé la mirada, y de repente me di cuenta de que la ausencia de el Enano llenaba el lugar de la misma forma que lo hacía su presencia, pero en este caso, me sentía solo.

— Y creo que estás en lo cierto.

Desde que había decidido darle una oportunidad (no muchos días atrás) en mi mente lo único que rondaba era su seguridad, si comía bien o no, si dormía o no y de dónde provenía. De repente, por lo único que me preocupaba aunque sea indirectamente, era de su felicidad. Como persona, como conocido, como mi amigo... Como mi primo y como mi hermano.

— ¡Apúrate o amanecerás en el hospital! —le grité con mucha afición y casi riendo después de ver que pasaban diez minutos — ¡Eres peor que una chica! —le dije cuando ya venía bajando por las escaleras.

Creo que me quedé boquiabierto al verlo: llevaba unos Jeans claros y una campera fina, rosa pálida con unos números en fucsia. Parecía ir muy perfecto a su personalidad, e incluso los colores le quedaban perfectos.

— Tú naciste para el rosa —le dije mientras me dirigía a la puerta de entrada tomando las llaves del auto y abriéndole la puerta para que saliera.

Sin embargo, no la cerré con llave cuando salí, sino que la dejé abierta para que Donghae (que se escondía unos metros más allá, entre los arbustos) entrara cuando me viese partir con mi auto.

— Es bastante modesto —le dije, abriéndole la puerta trasera— ¿O gustas de ir adelante conmigo? —le sonreí tiernamente.

POV Ryeowook

Me sonrojé al verle su linda sonrisa.

— S-si —articulé apenas.

Demasiado obvio. Me moría por ir adelante con él. Hangeng abrió la puerta y entré en el vehículo sintiendo como mi pulso se aceleraba. Sabía que solo una persona podría provocar aquello, nadie más lo lograría...

— Listos —cerró su puerta subiéndose al asiento del piloto.

... más que él.

Le sonreí mirando al frente. Tratando de no sentirme deslumbrado con su mirada. Hangeng se estaba realmente comportando amable conmigo, y aquello me aturdía... ¿Por qué?

— Hann.. —corté notando lo que decía.

Mis manos se posesionaron en mi boca, evitando llamarlo con aquel diminuto afectivo que solo aparecía en mis pensamientos.

— Digo, Hangeng... —le miré viendo su sonrisa, sentía que su vista estaba fija solo en mí. Raro, ¿verdad?— ¿Porque quieres ir conmigo? Si puedes ir solo...

Agaché mi rostro. Era verdad. Hangeng siempre hacía las cosas sin mí.

POV Hangeng

— Quiero ir contigo, señorito inteligente —dije con mi vista fija en el camino para no cometer ninguna estupidez ni desconcentrarme— Porque, aunque no lo creas, soy pésimo eligiendo mi ropa y, además, no podría elegir la tuya... sin ti —terminé mientras frenaba en un semáforo y me giraba para verlo— Tú también necesitarás cosas abrigadas este invierno; salvo claro que seas la antorcha humana y te prendas fuego cada vez que tienes frío —le saqué la lengua y volví a ponerme en marcha hacia el centro.

Las calles estaban llenas de gente y no había nada que me pusiese de peor humor que ello. Bueno... sí había algo que me pusiese peor que las calles repletas de gente: las bocinas de los autos, desesperadas para que los de adelante avancen más rápido, que no se distraigan y tampoco se detengan; eso era un infierno o incluso peor.

— Malditos imbéciles... —insulté en chino viendo cómo se me atravesaban para doblar— ¡Están todos locos! —dije en voz alta, esta vez en coreano, completamente enfurecido por los múltiples idiotas que se habían cruzado en mi camino, otra vez.

Una vez tuve la oportunidad pise el acelerador y salí del tumulto de autos que significaba el tráfico, para luego volver a la velocidad media con la que había estado conduciendo minutos atrás.

— Ryeowook —le llame, mientras mi sonrisa volvía a mis labios — ¿Cuál es tu color favorito? ¿Tu comida favorita? ¿Qué tal tu animal favorito?

No me gustaba el silencio que se había hecho en el auto y comencé a pensar que quizás, esa era una de las primeras oportunidades que tenía para conocer mejor al Enano, Intruso y, ahora, acompañante de compras.

POV Ryeowook

Estaba feliz de ello, por lo menos aquel pequeño comentario sobre mi existencia me había sonado... lindo. ¿Para qué mentir?

El que diga la frase "sin él" me dejo sonrojado y esperanzado.

Quedé más encantado aun cuando lo escuchaba quejarse del gran desastre que había en la avenida. Lo veía tierno molesto ante aquel cosa. Otra de las cosas que comenzaba a gustarme. Le miré fijamente viendo como gritaba en chino y luego comentaba en coreano. Sonreí al verle de esa manera, parecía un pequeño nene.

La calle por fin tuvo paso y el auto comenzó a moverse más rápido. El silencio me parecía agradable, para nada me molestaba.

— Ryeowook —escuché como me llamó. De sus labios mi nombre sonaba muy lindo— ¿Cuál es tu color favorito? ¿Tu comida favorita? ¿Qué tal tu animal favorito?

Intenté detener lo que escuchaba y asimilarlo. ¿Hangeng me estaba preguntando mis gustos personales?
Imposible... no exactamente, pero casi imposible.

— Pues... —le miré viendo su vista hacia la pista. Estaba concentrado en manejar— El color celeste zafiro, creo que le llamaban azul bebé —llevé mi mano a mi mentón pensando— Me gusta los dulces, no tengo una comida en especial. Amo a los gatos, les tengo miedo a los perros, ¿está bien? —giré mi rostro inflando mis mejillas.

Mi pasatiempo era hacer pucheros.
Algo raro.

— Cl-claro —lo vio girar su rostro y de repente se detuvo el coche— Llegamos.

— ¡Ah~! —quedé encantando al ver la linda tienda por la ventana.

La puerta del piloto se abrió y escuché como se cerró. Rápidamente abrí la puerta y bajé del auto. La tienda no solo tenía ropa, había peluches, pequeños bolsos.

— ¡Qué lindo! —grité emocionado viendo una bufanda rosa— Hangeng eso podría quedarte perfecto a ti.

Apunté hacia la vitrina viendo al mayor. ¿Podría gustarle algo así?

POV Hangeng

Pues... —aunque no lo estuviese viendo, sabía que me miraba, podía sentirlo— El color celeste zafiro, creo que le llamaban azul bebé —a muy pocas cuadras logré divisar la tienda a la cual nos dirigíamos. De todas era mi favorita, sobre todo por el buen servicio— Me gusta los dulces, no tengo una comida en especial. Amo a los gatos, les tengo miedo a los perros, ¿está bien? —lo miré unos instantes y no pude evitar reír al ver como inflaba sus mejillas en un tierno... ¿Puchero?

— Cl-claro —la voz me salió levemente entrecortada, producto de la risa— Llegamos.

El lugar era inmenso y extremadamente bonito (también era algo caro, pero nunca me gustó ser tacaño.) Solo compraríamos lo que necesitaríamos antes de que esté agotado en otras tiendas; la gente prácticamente salía corriendo cuando llegaba el invierno, esperando encontrar alguna rebaja o cosas así.

¡Ah~! —escuché su onomatopeya y me bajé del auto, esperando a que saliese para así poder entrar. — ¡Qué lindo! —gritó su voz emocionada mientras me señalaba en la vidriera una bufanda de color rosa— Hangeng eso podría quedarte perfecto a ti.

Reí ante tal disparate.

— No, no, Wookie, el rosa es para ti —le dije sin darme cuenta mientras entraba y reía— ¿Te quedas ahí? —me di vuelta y lo vi aún en la puerta, clavado y levemente sonrosado. Volví a reír mientras el Enano entraba, le puse la alarma al auto e inmediatamente una señora un tanto ancianita nos atendió.

— ¿Necesitan algo, jóvenes? —preguntó con su voz dulce y amable.

— Me gustaría ver la bufanda en vidriera, si no es mucha molestia —le dije mientras ella asentía y traía susodicha bufanda. Me la tendió y yo la enrosqué en el cuello del Enano— ¿Qué opina? —le pregunté a la señora mientras veía como el rosa de la bufanda contrastaba un poco con su sonrose haciendo que le quedara perfecto.

— Me gusta cómo le queda, joven —sonrió otra vez.

— ¿A ti te gusta? —le dije con una sonrisa mientras me dirigía a estante con remeras para comenzar a verlas esperando su respuesta.

POV Ryeowook

— M-me gus-sta ¡mucho!

Respondí tartamudeando, estaba avergonzado luego de darme cuenta que Hangeng había notado y prestado atención a lo que le había dicho. El rosa también me gustaba.

— Nos los llevamos —le dijo a la ancianita.

— ¿Algo más jóvenes? —dijo sonriendo, caminando hacia los colgaderos de abrigos— Estos son los últimos modelos que han llegado en el invierno....

Y todo lo que escuchó de allí fue "Bla, bla, bla~..."

~*

Miré las bolsas que estaban a lado de mis piernas. ¡Eran cuatro... y demasiado grandes! Abrigos, bufandas, pequeñas camisas de buen algodón habían sido elegidos por el mayor. Tenía un buen gusto, aunque a todo lo que me dijera mi Hyung repetía lo mismo, un "si, me gusta"

— Eso es todo... —Hangeng comenzó a meter su mano en su bolsillo— ¿Cuánto es?

— Son... —divisé mi vista hacia la zona de la boutique y peluches.

— ¡Que mono~! —grité viendo dos colgantes. Los tomé delicadamente, eran dos, unidos por ser partidos por la mitad de un corazón— ¡Mira esto, Hangeng!

— ¿Qué es? —El mayor se le acercó dejando a la ancianita atrás— ¿Adornos de celular?

— Si. Son lindos, mira, mira. Son dos corazones, quiero esto Hyung —con voz tierna y delicada le pedí acompañada de la mejor de mis miradas. La del cachorro.

POV Hangeng

La tarde había pasado volando y cuando me di cuenta ya eran las cuatro y media. Tres horas se habían pasado allí adentro, pero vaya que habían sido horas productivas. Ahora, ya tenía camperas, camisas, bufandas, pantalones y demás cosas para enfrentar el invierno: cuando su mamá se enterase iba a ser feliz, sabiendo más aún que había ido a comprar todo eso con el Enanito.

— Eso es todo... —dije frente al mostrador de la caja registradora y la ancianita mientras me disponía a sacar el dinero de mi bolsillo— ¿Cuánto es?

— Son...

¡Que mono~! —escuché su grito emocionado. Debía de ser el decimonoveno en esa tarde; sonreí ampliamente, parecía ni siquiera recordar que era su cumpleaños. Me llevé la mano a mi boca intentando ocultar mi sonrisa de complicidad — ¡Mira esto, Hangeng!

— ¿Qué es? —le pregunté mientras me acercaba a él, e intentaba ver mejor lo que tanto había llamado su atención— ¿Adornos de celular?

Si. Son lindos, mira, mira. Son dos corazones, quiero esto Hyung —Mi corazón dio un brinco, un vuelco y comenzó a latir a toda velocidad.

Escuchar su voz, tan dulce, tan delicada... tan tierna. Sumándole aquella mirada de cachorro bajo la lluvia... ¿Quién podría...? O mejor dicho... ¿Quién se atrevería a decir que no? Yo no soy capaz.

Su mirada me hipnotizó completamente y me costó bastante salir del trance, porque además, había escuchado su voz melosa que parecía pegarse a mis oídos, amenazando con quedarse allí. Ocupando el lugar de la voz de Zhoumi.

— Por supuesto —le dije sonriente y con un leve sonrose— Agregué esto más por favor —le dije a la ancianita que nos sonreía mientras el Enanito ponía en el mostrador los adornos y la ancianita los sumaba.

Luego de eso me dijo el precio y, restándole importancia a los números, pagué la cuenta y cargué las bolsas mientras nos dirigíamos al auto.

— Ryeowook —volví a llamarlo, guardando las bolsas en el baúl, todavía faltaba mucho para las seis de la tarde.

¡Sabe Dios que estaría tramando aquel pez, y más aún, asociado con el koala!

— Se me antoja ir por helado y luego a los juegos... ¿Te parece bien? —un buen helado de dulce de leche y un lugar donde hamacarme eran la combinación perfecta, y más si se tenía una buena compañía como lo era el Enanito.

POV Ryeowook

— Claro —sonreí feliz teniendo entre mis manos la pequeña bolsita de los colgantes.

Quería darle uno a mi Hyung.

No fue más que salimos de la tienda y divisamos una pequeña heladería al frente de la calle. Nos miramos entre sí y rápidamente dejamos las bolsas en el auto. Se nos apetecía algo dulce.

~*

— ¿Cuantos más piensas comer? —Hangeng me preguntó apoyando su mentón en su brazo, y este en la mesa.

Era la cuarta copita de helado de fresa que comía, sin agregar los pastelillos y panes que había comido primero.

— Estoy lleno —dije finalmente.

Creo que exageré. Apoyé mi cabeza en la parte trasera de la silla metiendo mis manos en mis bolsillos. ¡Lo había olvidado!

— Hyung... —otra vez llamándolo cordialmente— Digo, Hangeng... quiero darte esto.

Abrí la bolsita, que ya había sacado de mi bolsillo, para entregarle el pequeño colgante de medio corazón celeste, detrás decía "Friendship" y el mío que era rosa, llevaba la frase "Love".

— Pero... —el mayor lo tomó entre sus manos rápidamente, cortando el poco contacto que le había dado—... se supone que yo debería regalarte algo a ti, no tú.

Y entonces algo hizo clic en mi cabeza. Oh, su cumpleaños. Ahora lo entendía, mi sonrisa casi se borró de mi rostro, estaba triste. Por eso me había invitado a salir de compras.

— No te preocupes, después de todo me aguantaste en toda la tarde porque mi tía te obligó a que me acompañarás —sonreí, apenas— Estoy bien... —agregué al ver cómo me observara. Como si me inspeccionara.

— No es así —prefería no seguir hablando del tema— La verdad no sé qué regalarte. Donghae me avisó que era tu cumpleaños.

Donghae, mi buen amigo. ¿Dónde se había metido?

— ¿Quieres algo? Pídeme lo que sea... prometo complacerte con lo que me pidas.

— Yoo... —no estaba seguro si decirlo.

Era algo realmente descabellado, se negaría, me observaría como loco, pero... si lo pedía indirectamente o al menos con algo pequeño de su parte me conformaría. Tenía esperanza de que pudiera cumplir aquel 'lo que sea'.
Realmente quería pedirlo como un regalo. Pero sería obligarlo. Aun así, quería que me lo diera, sería un pequeño consuelo por no ser correspondido por Hangeng.

— Lo que sea, trataré de darte un buen regalo. Lo que pidas, ¿te parece?

Hangeng lo decía seguro de sí mismo, sin negarse a nada... listo, tomaría el riesgo. Sentía mi garganta seca por mi ansiedad y nervios, para mí aquel momento era crucial... importante y quizás tendría lo que ansiaba en mis sueños, aunque eso me conllevara a terminar con el corazón roto.

— Tú me robaste mi primer beso —exhalé fuerte. El aire me faltaba, los colores subían a mi rostro por lo que miré el piso balbuceando palabras— O bueno, casi beso... en realidad no cuenta como uno realmente, si hablamos de besar quien me beso primero fue...

— Ryeowook, ¿a dónde quieres llevar esto...? Digo, ¿por qué de repente...? —elevé mi rostro, observando desconcierto en su semblante ante mis palabras.

— Yo quería que mi primer beso fuera con alguien que quisiera —corté sus palabras torpemente, formando puños en mis manos ante lo que diría— Contigo. Borraré ese recuerdo de mi mente —añadí refiriéndome ante aquel atroz evento— Sé que tú y yo nunca... por ello te pido que como regalo... —tragué duró, mordiendo mis labios con nervios, admitir su rechazo era doloroso—... un beso tuyo.

Ya estaba. Se lo había pedido, no había marcha atrás.

>>> Continuará!!!

Notas finales:

Hello everybody. Wow, finalmente llegamos a esta parte, debo decir que me costó editar los últimos parráfos pues... estaban algo feitos lo escribí haceee muchoo, así que me tomó mucho tiempo darle una buena forma (como más de cinco veces reescribirlo) y pues.. espero les gusté como salió la escena >w<

Gracias por leer! :3


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