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Ámame como lo amas a... él... por Kiiyomi

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Notas del fanfic:

Titulo: Ámame como lo amas a él
Genero: Angst
Clasificiacion: Apto para todo publico.
Nota: Este fanfic es con el que gané el 2do concurso de Wookie. Realmente dudaba q ganara, pero... wau si pude hacerlo. La historia no debía haber sido así, pero el lindo de Ryeo tomó posición de mis deditos y escribió todo esto.

Ámame como lo amas a él


Recostado en una de las columnas del corredor, sin sentir los calientes rayos del sol sobre su cuerpo, pensaba en el retorno a Corea y la apretada agenda que les esperaba a él y a los demás. Aunque no lo admitiera preferiría estar ocupado y presionado, en vez de estar siempre con el mismo pensamiento. Aquel que le atormentaba y con solo verlo le proporcionaba placer ver esa hermosa sonrisa en el rostro que tanto amaba.

— ¿De nuevo pensando en él? —le preguntó su compañero menor que él, sentándose a su lado. Le estaba tremendamente agradecido, en sus últimos días de vacaciones –y agonía– había encontrado paz apoyándose en él. Con solo escuchar sus más sinceros y ocultos pensamientos le calmaba el alma.

En silencio asintió. Él. Siempre el se apoderaba de sus pensamientos, ¿Por qué no se fijo en alguien que le comprendiera y pudiera amarlo? ¿Por qué justo él y no otra persona? Contempló al compañero de a lado, ¿Por qué fue él y no tú, Kyuhyun?

— Ya no se como aconsejarte —escuchó que le decía sin quitar la vista del hermoso panorama que miraban ante sus ojos— ¿Tanto le amas?

Nuevamente asintió en silencio, agachando su rostro mientras apoyaba sus manos en sus rodillas. Le dolía –demasiado– ver como la persona que él amaba no se fijaba en él. Y más aún observando detenidamente como coqueteaba, a su parecer, con su mejor amigo.

— No puedes seguir así RyeoWook —le aconsejó mirándolo, el solo ver la tristeza de su hyung le partía el alma. Su dolor, se había convertido en el suyo propio; pero este multiplicado. ¿Por qué? No le correspondía, y le dolía saber que la persona que él más amaba no era él, sino uno de sus compañeros.

— Kyuhyun —sin levantar su rostro y con la voz entrecortada le habló— Duele, duele demasiado.

Y pequeñas gotas saladas salían de sus pequeños ojitos cerrados para resbalarse por su suave piel y mejilla. Quería contener las lágrimas, pero estas podían más que él. Durante los últimos días había derramado bastantes gotas, como para llenar el más grande mar con ellas.

Sus sollozos se callaron al escuchar las risitas y pasos de personas acercarse al lugar. Sin dudar levantó su rostro y rápidamente limpió sus lágrimas con sus manos.

— Oh, con que aquí se encontraban —y era él. Precisamente la persona que le había robado el corazón y por el que ahora derramaba lágrimas se encontraba ahí, frente a él.

— Wookie, ¿estas llorando? —preguntó EunHyuk acercándose para mirarlo a los ojos. El menor le giró el rostro velozmente— Ryeo, ¿Qué sucede?

— ¿Estas enfermo? —preocupado posó una de sus manos sobre su piel morena, en su frente— ¿tienes fiebre?

Puff.

El fuerte sonido al golpearle la mano se escuchó. El aire se tenso, sus compañeros mayores se sorprendieron ante el acto. El mayor se sobaba la mano, le había dolido. Normalmente el pequeño sonreía y era amable con la gente, pero su carácter había cambiado hace unos días.

— ¿Te duele? —preguntó tomándole la mano para observarla, su compañero negó mientras aún se sobaba. Estaba roja— ¿Qué te sucede RyeoWook? ¿Por qué golpeaste a Hae?

— Eun...

— Ni te atrevas a defenderlo —cuando se trataba de protegerlo, el lindo mono cambiaba su actitud y su voz se ponía más gruesa— ¡Dime! ¿¡Por que le golpeaste!?

DongHae agarró una de sus manos para que le mirara, con sus ojos le suplicaba que no tratara al menor. Que seguro no fue apropósito, que no quería lastimarlo, que solo jugaba le explicaba. ¡Excusas y más excusas! Se decía aún mirándolo, RyeoWook se levantó del suelo para pasar a lado de él con el rostro agachado. Sin dar ninguna explicación.

— ¡Espera! —le detuvo poniéndose en frente de él, impidiéndole el paso— Aún nos debes una explicación.

Kyuhyun observaba todo, temiendo que un pequeño pleito se formaba entre ambos. Lo que no quería presenciar. Ambos hyungs se pelearían por el dulce pescado, y aquello le disgustaba. Aunque le doliera demasiado ver como la persona más valiosa para él, tuviera una discusión fuerte por culpa de DongHae lo defendería. Lo amaba demasiado como para ver como su hyung podría insultarlo, empujarlo por su enfado.

— Solo esta resfriado —mintió levantándose— Yo me ocuparé de él. No se preocupen, hyung discúlpalo. Esta demasiado sentimental por su...

— Entiendo —le cortó el mayor aceptando sus disculpas— EunHyuk, discúlpate.

— ¿Yo? ¿Por qué? —su enojo había desaparecido ante la explicación del más menor.

— Por desconsiderado —le dio un pequeño golpe en su cabeza, como siempre lo hacía.

La tensión había desaparecido. Y en segundos los gemelos bromistas jugaban entre empujones y abrazos demasiado pegados entre ellos. RyeoWook observaba silenciosamente, tomando la mano del menor para apretarla con fuerza.

— Sabes que con mis golpes muestro como te quiero —decía el lindo pescado mientras lo abrazaba por la cintura, de espaldas.

— Yo también. Te quiero, más de lo que crees Hae.

No quería seguir viendo la escena romántica que desprendía el dúo ante sus narices. Soltó la mano de su dongsaeng para salir corriendo del lugar. Quería huir, escapar de su dolor. Ignoró los gritos de sus hyungs y Kyuhyun llamándole a que regresara.

Corría, corría y corría. ¿El rumbo? Ni el mismo lo sabía, solo quería perderse en el lugar. Quince minutos después sus piernas ya no querían seguir, le gritaban por descansar los metros que había recorrido. Paró en
seco apoyando sus manos en sus rodillas mientras miraba el suelo. Gotas comenzaron a caer, lloraba. Y en instantes un fuerte relámpago truenó cerca de él, miró a la dirección del sonido para ver como el cielo desprendía una fuerte lluvia sobre el.

Como si el cielo entendiera sus sentimientos, las gotas aumentaban con más fuerza y más grande entreverándose entre las lagrimas que desprendían sus ojos. Apretando sus puños se agachó, tomando entre sus manos sus rodillas y apoyar su cabeza en él.

~*~


Estaba demasiado preocupado, la lluvia no cesaba y los minutos pasaban. RyeoWook no había regresado después de salir corriendo y aquello alarmó a los demás. Todos se encontraban en silencio, sentados. Kibum miraba a través de la ventana el cielo y los alrededores esperando que su compañero apareciera en segundos, pero no... los segundos seguían avanzando y aún no aparecía.

— Iré a buscarlo —informó tomando su saco y colocándose las botas dispuesto a salir. Un fuerte brazo lo detuvo desde atrás impidiendo que saliera, miró para ver de quien se trataba. Viendo el rostro preocupado de LeeTeuk.

— Nadie puede salir Kibum —dijo mirándolo serio, y con un tono preocupado.

— Pero hyung... RyeoWook aún no regresa.

— Lo sé y créeme que me preocupa como a todos los demás —apuntó al resto— Pero las órdenes del manager fueron claras. Nadie puede salir por la fuerte tormenta que se avecina, el personal ya está buscando a Ryeo.

Kibum regresó su saco a su lugar y se quitó las botas para volver a su antigua posición. Observar la ventana esperanzado a que el moreno regresara y el lo viera. El líder tenía razón, oía como el viento sonaba y soplaba tras la ventana, como si hablara.

— Kyuhyun, ¿A dónde vas? —preguntó Hangeng viendo como el nombrado se había parado caminando alrededor.

— A buscar a RyeoWook —dijo sin más para correr rápidamente hacia la puerta.

— Bebe, detente —se interpuso el niño rosa con ambas manos expandidas tratando de impedir su paso.

— Hyung, quítate de mi camino.

— No —negó seguro, no quería que saliera y desapareciera por la puerta perdiéndose al intentar ayudar al moreno— No puedes salir a buscarlo. Te perderás ahí afuera.

— ¡SungMin, quítate! —le levantó la voz. Lo demás observaban en silencio la escena, jamás Kyuhyun había elevado su voz a uno de sus mayores y la sorpresa en sus rostros se presenció.

KangIn se levantó con una mueca, que más de molestia parecía de preocupación, tomando al menor entre sus manos. LeeTeuk se acercó a ellos observándolos para reprimirle y decirle que salir sin sus sentidos y agobiados por la angustia no ayudaría en nada a la situación.

El menor no se sentía intimidado ante la amenazante mirada de Youngwoon, en otros momentos si lo estaría, pero precisamente en ese instante no. SungMin regresó a su asiento viendo que la situación había sido contralada por el líder, o se creía.

— ¡RyeoWook! —gritó Kibum captando la atención de todos, corrieron hacia la ventana buscando al joven perdido para ver los alrededor de la cabaña sin un alma en vida.

La puerta al cerrarse resonó en el lugar. Kyuhyun había salido tras su compañero buscándolo, aprovechando el grito de ayuda de su hyung. Luego se lo agradecería y ambos serian reprendidos por el líder y el manager, pero en esos momentos era lo que menos le importaba. Tomó entre sus manos la cadena que tenia en su cuello apretándola con fuerza, rogando por encontrar rápido al mayor. Un fuerte presentimiento le decía que debía ir en su ayuda, pero ¡ya!

~*~


Se encontraba apoyado en el grueso tronco de un árbol. Sentado, mirando el cielo. Esperando que la lluvia cesara. La copa del árbol, que a su parecer era el más grande del campo, le ayudaba a refugiarse de pescar un resfriado. Esperaría a que el clima se calmara para poder regresar a la cabaña, donde se encontraban los demás.

Se detuvo a pensar el regaño que le esperaría al aparecer frente a ellos y lo preocupados que deben estar esperando su regreso.

— Soy un tonto —se dijo a si mismo en voz alta, pues nadie le culparía de loco si alguien lo escuchaba. Estaba solo.

Le parecía eterno estar solo en medio de la nada. Tal vez debía aprovechar el tiempo a solas consigo mismo para procesar sus sentimientos y dejar de llorar como una niña cada vez que veía al dúo cariñosos, melosos a su alrededor.

Sabía que DongHae quería y apreciaba mucho a EunHyuk. Le había costado admitir que estaba enamorado del mayor, ¿y quien no? Enamorarse de un amigo, y que este fuera hombre ¿era algo normal? No. Claro que no. Kibum había sido otro soporte muy importante para él, pues ambos tenían personalidades similares y con solo mirarse podrían entenderse. Aquel muchacho fue el primero en descubrir su secreto más oculto, con solo mirarlo detenidamente y analizarlo. Digno de un actor que evalúa a sus co-actores, pues él había actuado como si nada pasara, como si no hubiera sentimientos de por medio y los celos... los celos y envidia que sentía al verlos juntos. Había sido completamente invadido por sentimientos impuros.

“Hyung, deberías olvidarle “

Apretó sus piernas con sus brazos recordando las palabras que le decía el menor. Tenía razón, debía ser realista. DongHae era un ser inalcanzable para él, inalcanzable como el cielo que observaba y él era como las gotas que caían separándose de las nubes, siendo solo un amigo, un compañero, siendo solo RyeoWook.

“Hyung, deberías decirle lo que sientes. Se sincero, no puedes seguir guardándotelo para ti solo. DongHae tiene que saber que lo quieres”

Las palabras de Kibum eran fuertes y de alguna manera siguió su consejo. Lo había convencido, y la mayoría de las veces siempre lo conseguía hacerlo.

— Y yo que practicaba frente al espejo —se auto regañó recordando aquel día, el momento que tanto esperaba con ansias... hasta que sucedió lo que temía.

— Vamos RyeoWook. Tú puedes hacerlo —se decía asi mismo animándose, frente al espejo— Kibum te convenció a que confesaras lo que sientes y se lo prometiste hacerlo. Asi que cumple con tu palabra.

Si sus compañeros llegaran a verlo hablar con el espejo, pensarían que estaría loco o enfermo. Bueno, casi todos no... por que seguro Kibum se reiría viéndolo ensayar y darse ánimos asi mismo. Sacudió su cabeza dejando que sus pensamientos sean apoderados por su objetivo: Declarársele al hyung que le quitaba el sueño, DongHae.

— Hyung —comenzó a decir, era como la decimoquinta vez que lo intentaba. Buscaba las palabras adecuadas, algo que no asustara al mayor— desde hace días he estado observándote, cada vez que te veo o me sonríes mi corazón palpita a prisa. Me gustas, no puedo evitar sonrojarme al tenerte cerca.

Mejor. Mucho mejor que las anteriores que había practicado, solo debía encontrar las palabras adecuadas para perfeccionarlo. Podría haber practicado más si la puerta de su habitación no se hubiera abierto.

— Wookie, la cena esta lista —prefecto. En el momento adecuado su hyung había aparecido frente a sus ojos.

Apoyado en la puerta se encontraba sonriéndole.

“Tu puedes. Hazlo. Solo di lo que practicaste hace segundos”
Eran algunos de sus pensamientos mientras se acercaba con su cuerpo temblando y ardiendo por dentro. La sensación de desmayarse en ese momento sintió, ¿cómo las chicas podrían declarársele a los chicos? ¿Realmente era tan complicado?

—Espera —lo detuvo al verlo darse la vuelta dispuesto a desaparecer por la puerta—Tengo... yo, quiero decirte algo.

DongHae lo miró sonriéndole y se detuvo dándose la vuelta. Notaba el nerviosismo del menor y al juzgarlo por su seriedad se trataba de algo importante. Asintió esperando que el menor hablara, los minutos pasaban y seguía esperando. RyeoWook tenía la cabeza gacha en el suelo, como si admirara algo magnifico en ello. Se estaba impacientando, si su dongsaeng no le diría nada prefería irse a comer, tenía un apetito inmenso.

— DongHae —se detuvo sin girarse—Tú me gustas. Desde hace tiempo dejé de verte como amigo, siento cosas por ti... y

— RyeoWook —le interrumpió aún de espaldas— Detente. Tú y yo solo somos amigos. Una familia. Ni tú ni yo somos gays. No confundas las cosas, date cuenta que solo me tienes un aprecio especial como yo le tengo a EunHyuk. Olvídame, olvídate de ese sentimiento. Sino ambos nos destruiremos. Para ambos no existe un nosotros como pareja, sino uno nosotros como hermanos y compañeros de trabajo. ¿Comprendes?

Sintió dolor, decepción. Estaba lastimado, tal vez sus palabras no fueron duras. Pero el acento especial que le puso al decir “gays” le lastimó, como si incrustaran una estaca en su cuerpo, en sus sentimientos. Agachó su rostro con sus mejillas sonrojadas, escuchó los pasos de su hyung salir por la puerta y lo vió desaparecer por la misma, sus lágrimas se derramaron por su fino rostro que no tardó en verse. Esa noche RyeoWook lloró en silencio y a mares.

~*~


Caminaba en la plena tarde. El cielo aún seguía nublado, la lluvia no cesaba y las gotas caían más fuerte. Se encontraba empapado, el clima le ayudaba a ocultar su tristeza. ¿Cuánto tiempo más lloraría? Él ya no era un niño, el mismo lo sabía pero la decepción de ser rechazado realmente le dolía no pudiendo contener sus lágrimas.
Un fuerte relámpago cayó delante de él, dándole al gran árbol que se encontraba en frente. Se asustó y dio unos pasos cuando escuchó como el tronco sonaba partiéndose para empezar a caer.... hacia su dirección. Se quedó inmóvil, no sabía como reaccionar. Cerró los ojos y...

— ¡Cuidado!

Sintió como alguien lo empujó. El tronco del árbol cayó y un cuerpo encima del suyo fue lo que vió al abrir lentamente sus ojos. Kyuhyun le había salvado la vida.

— ¿Te encuentras bien Hyung? —le preguntó levantándose de encima.

— ¿Kyu, tú... que haces aquí? —con sus ojos abiertos le respondió con otra pregunta— ¿Cómo...? No debiste venir.

El nombrado no dijo nada ofreciéndole su mano para que se levantara. Ambos estrecharon sus manos y el frío invadió la suya. El menor tenía la mano helada y sus labios morados.

— Regresemos —comentó sin soltarle— Todos nos esperan, están preocupados por ti. ¿Por qué saliste huyendo?

En su mirada podía ver preocupación. Se sentía afortunado, uno de sus más preciados amigos cuidaba de él; cuando el debería ser el que lo hiciera como Hyung. Le debía tanto a ese muchacho, tanto que no sabía como agradecerle. Le sonrió y sus lágrimas comenzaron a salir nuevamente, esta vez no era de tristeza sino de felicidad.

— Hyung, no llores —no quería verlo llorar una vez más. No lo soportaba, ¿cómo podría hacerlo si veía que la persona que ama rompe en llanto ante el? Y se unió a su llanto, las lágrimas le salieron.

— ¿Por qué lloras Kyu? —con voz entrecortada le preguntó— ¿Te duele algo, caíste mal? Dime.

— Lloro por ti RyeoWook —contestó viendo la sorpresa del mayor. ¿Por él? No le entendía a que se refería.

La lluvia los acompañó en su silencioso llanto. Ninguno preguntó nada por unos segundos, querían que sus lágrimas cesaran para poder hacerlo. Cuestionarle, ¿a que se refería con eso?

— ¿Por mí? Discúlpame. Yo... no quiero que tú llores. Tú no. Por favor Kyu no llores —acercó su mano a su mejilla para limpiar una gota salada que se posaba atrevidamente en su mejilla.

— No sabes cuanto deseé esto —tomó la mano de su hyung y la entrelazó con la suya— Me duele que solo mires a DongHae, no lo soporto. Pero te amo demasiado como para preocuparte, como para que te alejes de mí diciendo que lo amas a el. Hyung, yo te amo. Hoy, ayer y desde que nos hicimos amigos te he amado —sin soltar su mano, agachó su rostro esperando lo peor. Un rechazo, un aléjate de mí o cualquier cosa, pero solo se oía la voz del viento soplar y la lluvia caer.

¿Había escuchado bien? ¿O el viento de la tormenta le jugaba una broma? ¡Era imposible! No podía creerlo, su más preciado apoyo, amigo le confesaba que le amaba y aún lo sigue haciendo. ¿Realmente era tan ciego para no verlo? ¿Era indiferente para no darse cuenta? ¡Estúpido! Se dijo, el menor se debería estar sintiendo como él, sin esperanzas de ser amado por el ser que ama.

Entreabrió la boca queriendo decir algo, pero no podía. De esta solo salía aire y no sabía como responderle. Su mano aún seguía entrelazada a la de su dongsaeng, sus mejillas ardieron mirándolas. Se encontraba avergonzado, pero a la vez relajado. ¿Por qué?

— No tienes que responderme hyung —le escuchó decir. Seguía mirando el suelo y se sentía lo bastante nervioso como para verlo a los ojos— Se que solo me aprecias. Que soy tu amigo, tu solo lo amas a él. Sonará egoísta lo que te diré, pero desearía que amaras como a él. Desgraciadamente yo no soy aquella persona, yo no soy DongHae.

“Di algo RyeoWook, di algo”

Se decía mentalmente. Antes le habían roto el corazón y el no quería hacer lo mismo. No quería que Kyuhyun experimentara ese sentimiento tan desagradable, el dolor y sufrimiento.

— Kyu...

— Vamos —le interrumpió jalándole de la mano.

RyeoWook dió apenas un paso con su pie derecho y cayó. Le dolía. El menor se agachó hasta él, inspeccionando su tobillo. Lo tenía lesionado. La fuerte lluvia, estaba empapado, su amigo se le había confesado y ahora no podía caminar. Realmente el mundo le tenía muchas sorpresas para él en ese día, antes de que todos regresaran a Corea.

— Sube —escuchó viendo la espalda de Kyu. Invitándole a que subiera a ella.

Reprochó mucho negándose, no quería ser una carga para el menor. Pero este insistió tanto que no le quedo más que aceptar. Subió despacio a su espalda, sus mejillas se sonrojaron y su cuerpo ardió. Sentía llamas y mariposas en su estomago. ¿A que se debían? Tal vez era por lo empapado que estaba, estaba seguro que horas más tarde pescaría un resfriado.

~*~


No había noticias de los desaparecidos. Yesung cortó la ultima llamada del manager negando con su rostro cuando sus compañeros le preguntaron con la mirada sobre alguna noticia. La preocupación los estaba matando. SungMin observaba junto a Kibum la ventana y entonces en la blanca neblina vieron una sombra. ¿Sería RyeoWook o Kyuhyun?

— ¡Hay alguien afuera! —gritó el rosa mientras corría a la puerta para abrirla.

Todos corrieron con destino hacia la entrada dando paso a un cansado Kyu que dejaba a su hyung sentado en el sillón más cercano. ShinDong salió corriendo en segundos para traer entre sus manos toallas, HeeChul y SungMin se dirigieron a la cocina. Un café les calentaría el cuerpo.

Las preguntas no tardaron en llegar tras unos leves minutos. No quería responder a las preguntas de sus mayores. Guardó silencio bajando su mirada al suelo.

— Basta —escuchó a KangIn— Luego tendrán tiempo para preguntar, ahora debemos preocuparnos de calentarlos. Estan empapados y pueden agarrar un resfriado.

En el momento justo habló su hyung. Vió como HeeChul le ofrecía una taza de café y SungMin al menor que se encontraba parado. Tomó un sorbo.

¡Plaff!

La taza al caer al suelo se escuchó. Todos dirigieron su mirada hacia el lugar perteneciente al sonido, viendo a Kyuhyun en el suelo, desmayado. No tardó en reaccionar, sin importarle el estado de su tobillo se encaminó a él, soltando uno que otro quejido de dolor.

— Kyuhyun, Kyu. Despierta —lo movía estando cerca de él. Sus lágrimas comenzaron a salir. Todo era su culpa.

~*~


Sentía que la noche había pasado demasiado lenta. Los rayos del sol, tras desaparecer la tormenta, iluminaba el rostro del menor que yacía recostado en su cama con muchas sabanas hasta su cuello. Sus compañeros se encontraba en su respectiva habitación, descansado tras el susto del decimo tercer miembro. Y el no había podido conciliar el sueño en toda la noche, sentando en un banquito de madera se encontraba cerca de la cama.

— Me tenías preocupado —susurró quintado el pañuelo blanco con su mano que se encontraba en la frente de su compañero— Por mi culpa estas así. Soy un estúpido. No debiste salir en mi búsqueda, podrías haberte perdido. Kyuhyun eres demasiado valioso para mí...

Se detuvo, ¿realmente esas palabras salieron de su boca? Miró el rostro del menor y se sonrojó recordando cada palabra que le había dicho, su confesión y todos los momentos felices –y tristes– que ambos compartieron. Las palabras de aliento que le regalaba, su sonrisa que le animaba en sus momentos de llantos y los abrazos que le obsequiaba; pensó detenidamente mirándolo y ahí se dio cuenta.

— Kyuhyun, soy un estúpido. Todo esto es mi culpa —tomó la mano del menor— Soy mil veces idiota.

— Hyung, no eres estúpido —el menor despertó apretando su mano con la de él. Le agradaba sentirlo de esa manera— Ni mucho menos idiota.

Aliviado. Ver a su compañero despierto mirándolo dulcemente mientras le apretaba su mano le producía felicidad, una inmensa alegría, que ni al ser escogido por la SM se compraba con la que tenia ese día. Levantó su otra mano apoyándola sobre la frente del menor, viendo su sonrojo tras si. La fiebre le había bajado, sonrió tras saber que se encontraba mejor. Sintió un extraño deseo mientras ambos se contemplaban en silencio, siendo consciente se acercó al rostro de Kyuhyun.

— ¡Achuu!

El fuerte estornudo del enfermo se escuchó por la habitación, interrumpiendo el momento agradable que ambos ansiaban. El menor ser sonrojo fuertemente mientras tomaba un pañuelo de su mesita para limpiarse su fina nariz. RyeoWook lo observaba con sus mejillas rojas contemplándolo, se sentía el rey de los estúpidos al no darse cuenta de la gran belleza de su dongsaeng.

— ¿Te encuentras bien? —preguntó Kyuhyun. El mayor se sorprendió, ¿cómo podía preocuparse por él antes de su salud? Era algo realmente admirable— ¿Tu tobillo..?

Entonces, un pequeño roce sintió en sus labios. Un leve e inocente beso donde ambos unieron su aliento transmitiendo sus sentimientos. El menor se sorprendió tras dejar de sentir esos suaves labios sobre los suyos.

— Hyung —podría hacerse adicto a esos labios sin duda— No, no. Yo no quiero.... No, hyung. No esta bien que.... —fue interrumpido por otro roce, esta vez más largo y dulce que el primero— Te vas a enfermar.

— Es lo que quiero Kyu —se sacó sus zapatos dejándolos en el suelo y luego meterse en la cama, tomando la mano de su dongsaeng con la suya, entrelazándolas— Si me enfermo podre estar todo el día contigo en la cama.

— Hyung... —se sonrojó al máximo, sus mejillas rojas podrían ganarle la batalla al tomate más maduro sobre todo la tierra.

—No digas nada —con un dedo sobre sus labios le calló— Solo abrázame y dame una oportunidad para amarte.

— Hyung —soltó emocionado ante sus palabras— Ámame. Ámame como lo amas a él.

— No —negó mirándolo dulcemente y el rostro del menor se entristeció. Su mano restante tomó su barbilla, alzando su mirada para que lo mirara— Te amaré, pero no como a él. Kyuhyun, te amaré mucho más. Tanto como tu me amas a mí.

El menor simplemente asintió en silencio, entregándose a otro beso dulce y con sentimientos. Era el hombre más feliz del mundo, su más anhelado sueño se había convertido en realidad. Ese día ambos compartieron la cama, juntos, abrazos y sus manos entrelazadas con la otra. Sus compañeros no le molestaron el resto del día, DongHae se había encargado de ello llevándose a los demás al lago para que disfrutaran el último día de vacaciones antes de regresar a Corea. Ese día RyeoWook y Kyuhyun dieron un gran paso a su relación de amistad, ambos pasaron a tener una relación de pareja con sentimientos puros y correspondidos.

Fin~!

Notas finales:

Espero que les haya gustado este oneshot que escribí a principio de año y también fue el 1ro en ser yaoi de todos mis fics :3

Dejen coment's Pliss *-*


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