Era un hecho, y es que por su apariencia y actitud Haku era casi una chica, dejando a Sakura como un chico, ya que era más hermoso y femenino, cosa que a la pelirosada no le agradaba en absoluto, eso claro está le tenía sin cuidado, lo que ella pudiese decir o pensar le tenía sin cuidado, y cuando le decía que era increíble que le gustara un chico le recordaba ese detallito y ella contestaba que sin importar que tanto pareciera chica no lo era, y que dos hombres saliendo juntos era tan, desagradable, por fortuna no todos en la aldea pensaban igual, y había obtenido el apoyo sincero de varios, la hokage entre ellos, y es que es agradable saber que hay alguien apoyándote en especial cuando de una decisión tan importante como con quien compartir el resto de tu vida se trata, y aunque las opiniones negativas no le fueran a hacer desistir de su decisión, las positivas la reforzaban, o tal vez ese era sólo un pretexto, no importa, el caso es que ese par se amaba, Haku había vuelto a hallar en el hiperactivo rubio una razón para vivir, ese aliento que te impulsa, bocanada de aire fresco, tan indispensable, y Naruto había hallado en el tranquilo chico un oasis de paz, esa calma y relajación que todos ocupamos en algún momento, y sin importar que pudiesen decir l@s envidios@s acerca de ellos, era mágico, y ser dos hombres no importaba porque de todos modos Haku era casi una chica y así estaba bien, perfecto para ambos y no había poder en el mundo capaz de separarlos, se habían encontrado por accidente, y que hubiesen empezado casi como enemigos tampoco cambiaba nada del amor y devoción que sentían el uno por el otro, después de todo hay que dar segundas oportunidades, todos se las merecen, y en este caso esa chance que se habían otorgado les había llevado a vivir un amor, a sentir la vida y redescubrir varias cosas, lo tonto de los prejuicios, la importancia de ser querido, y el verdadero amor.
Nunca le importó realmente que le confundieran con mujer, usar un traje rosa ni nada de eso, pero cuando ese lindo niño dio obvias muestras de confundirlo, sintió la necesidad de corregirlo, por qué quien sabe, pero lo hizo, le dijo: "ah por cierto soy un chico", y sentir la sorpresa en él, le ocasionó una extraña satisfacción, jamás podría precisar en que momento comenzó todo, quizás en cuanto le vio por primera vez, y jamás imaginó que acabarían siendo, bueno, tan unidos, la única persona que le había aceptado había sido Zabuza, por él se había tragado su bondad y lastimado personas, sólo para sentirse aceptado, y era feliz pese a todo, pero ahora había alguien que le quería tal como era, no tenía que hacer nada para serle útil, sólo estar a su lado, con eso bastaba, y no se arrepentía de nada, después de todo, si no hubiese conocido a Zabuza tampoco habría podido conocer a este ser maravilloso que le había dado toda una nueva vida, y sí, seguía vistiendo de forma algo femenina, ese estilo le quedaba bien después de todo, y se había acostumbrado a eso, a ser femenino.
La vida no había podido ser mejor para el par, que con su simple amor eran más que felices, en realidad una gran recompensa por todos los sufrimientos que habían tenido que pasar, no podrían hallar en todo el ancho mundo algo mejor aun si desearan buscarlo, ni cariño más sincero, por eso era que ellos dos de habían vuelto de cierta forma inseparables le pesara a quien le pesara.