Gracias
La semana pasa volando, Navidad y Año Nuevo fue bastante agradable, además con los fuegos artificiales en la torre de Tokio daban un excelente comienzo de año; la mañana del domingo empezó con una fuerte lluvia. Ban dormía como un oso, sin escuchar como las gruesas gotas chocan con el techo del coche; por otra parte, Ginji mira como cae el agua por la ventanilla. Siente un poco de frío, así que estira la mano para subir la calefacción, se tapa bien con las sabanas y sigue mirando la lluvia caer. Voltea hacia el otro lado y mira al castaño dormir, sonríe tiernamente mientras recuerda lo gracioso que fue ese 25 de diciembre.
FLASH BACK…
- ¿Qué… qué es esto? – Ban mira su regalo con las cejas fruncidas pero una de ellas se movía para demostrar que pronto se venia el descontrol
- Cuando lo vi pensé que te sentaría bien un poco de practica – sonríe el hilandero con dulzura
- ¿¡Acaso tienes un pedo líquido en la cabeza!? ¡Nunca usare este libro de mierda! – le muestra al joven de cabellera larga el regalo pervertido, un libro llamado Kamasutra Gay
- Que cruel sos, Ban-chan; Kazuki se tomo la molestia de comprártelo
- ¡Cállate! ¡Vos lo defiendes porque te regalo el peluche que querías!
- Ah~ pero es tan lindo – lo abraza con fuerza
- Ginji tiene razón, hazle caso o sino la gente te verá como un desagradecido – deja su reloj de color verde llamativo hacia un lado
- Tsk… - derrotado y enojado mira a Kazuki – Gracias, hilandero
- De nada, Ban – sonriente se levanta de su asiento y camina hacia la puerta – Bueno, ya es tarde, tengo que entregar los demás regalos
- ¿Ya te vas? Kazuki, noooo – Ginji mira a su amigo con ojos tristes
- Lo siento, Señor Ginji pero tengo que irme, está noche le prometí a Jubei que íbamos a cenar juntos
- Ah – suspira con tristeza – Entonces, mándales saludos a Jubei de mi parte
- Se los daré, nos vemos mañana – se retira del negocio
- Ya van a ser las 11 de la noche, chicos – se levanta, agarra su reloj y su abrigo – Tengo que cerrar, así que agarren sus cosas y comiencen a irse
- ¡Que maldito que sos, Paul!
- Waa, Paul… - sus ojos brillan como si tuviera ganas de llorar
- No me vas a engañar tan fácilmente, Ginji – empuja a los dos hacia afuera
- ¡Espera…! ¡N-no empujes! – comenta el castaño pero ya era tarde, el dúo estaba sentado en la vereda - ¡Ese viejo!
- Bueno, no nos queda otra que ir a dormir en el auto, Ban-chan – se levanta y se limpia el pantalón
- Si… - copia a su compañero
Después de que pasará un par de horas, Ginji siente que lo despiertan. Abre los ojos lentamente y lo primero que ve es el techo del auto, mira hacia un costado, Ban lo observa con las cejas fruncidas. El castaño se acerca y le da un beso sin lengua, parecía que hace tiempo quería un beso del rubio.
- ¿Ba… Ban-chan? – se sorprende un poco - ¿Qué pasa?
- … - sonríe – Feliz Navidad, Gin – le entrega un muñequito, era un oso con pantalones azules – Era lo máximo que podía comprar
- Waaaa, que bonito – le toca la cabecita - Gracias, Ban-chan – le sonríe mostrando sus dientes
- Que bueno que te gusto – se sienta bien – No sabia que comprarte, pero cuando vi ese oso se veía tierno y… - se rasca un poco la mejilla - … me recordó a ti por lo tierno…
- Hehehe Ban-chan, te sonrojaste un poquito – lo señala
- ¡Claro que no! ¡Yo no me sonrojo! – le da un golpe en la cabeza – Como sea, espero que algún día pongamos en practica las poses del Kamasutra
- Por supuesto que si – le da una sonrisa enorme hasta que reflexiona la afirmación del castaño - ¡Ah, no! ¡Espera!
- Ya tengo varias poses que podemos hacer – se da medie vuelta
- ¡Fue un error! ¡Lo dije sin pensar!
- No, no, vos dijiste que si, atente a las consecuencias
- Mmh… - mira hacia otro lado lamentándose en haber dicho que si ¿Por qué no escucho antes de decir la respuesta? Pensó.
- Te prometo que intentare no lastimarte la primera vez – el rubio lo mira mientras este le da la espalda
- … - se queda sorprendido pero con valentía se acerca a su oído y con su voz más dulce dice – Gracias – le da un beso en la mejilla y vuelve a recostarse en su asiento dejando a Ban con un poco de sonrojes.
FIN DEL FLASH BACK
Bosteza al terminar su recuerdo, siente las ganas de dormir nuevamente. Mira en el celular la hora, se sorprende al ver lo temprano que es. Se acomoda bien en el asiento y cierra los ojos para poder conciliar el sueño; siente como la paz lo invade hasta que al final se queda dormido. Una imagen comienza aparecer en su mente, lo confunde un poco pero en seguida entiende en que situación está.
La sala está oscura, a penas se ven los asientos que están al frente, mira a su lado y está Ban comiendo unas papas fritas, mira a su alrededor y ve que solamente hay una que otra persona, algunas son parejas. En eso, escucha unos gritos, se asusta y mira hacia al frente, ve en la pantalla grande unas personas gritando porque un bebe está en la calle. No entiende que sucede, solamente sabe que está en el cine con Ban pero no sabe que película están viendo. Le pregunta a su compañero y este le contesta sin despegar la vista de la pantalla grande. Abre grande los ojos al enterarse que se trata de Actividad Paranormal 2, intenta de no estar tan contento debido a que sería una molestia para su amigo. Siempre quiso ver está película en el cine, anhelaba verla; entretenido mira lo que sucede adentro de la casa mientras todos los protagonistas se preguntan que sucedió.
Toma gaseosa mientras sonríe con tanta dulzura, su corazón late con fuerza al sentir la tensión que hay en el film, en eso siente un mordisqueo en la oreja. Voltea exaltado donde está su compañero, este muestra una mirada de seducción y se acerca poco a poco para besarlo.
- Ban-chan… ¿Qué haces? – su voz tiembla al igual que su mano
- Shhh, si hablas nos escucharán – ataca primero al cuello, lamiéndolo, mordiéndolo, saboreándolo, estaba disfrutando de la entrada antes de que venga la comida principal
- Ah… mh… - no podía evitar sacar unos pocos gemidos, tira la gaseosa accidentalmente al suelo debido a que necesitaba aferrarse al castaño por la excitación
- Ginji… hoy estás muy sabroso, quiero comerte entero – le agarra la cabellera rubia y lo mira a los ojos
- Para, Ban-chan… quiero ver la película – mira hacia un costado con el rostro rojo como un tomate
- En toda película de terror hay sexo, así que hay que meterte sexo a esta película – le da un beso francés tan apasionado que el rubio siente que algo revive
- No… espera…
- Espere mucho tiempo para que lo hagamos, mi paciencia se fue a la basura – comenta enojado y bruscamente le arranca la remera para poder morder los pezones del dulce chico
- Ban-chan… - intenta de detenerlo pero se siente tan débil que a penas puede empujarlo, cierra con fuerza los ojos y escucha como una voz suave lo llama, los abre y mira a su compañero que está arriba suyo; ambos desnudos en el auto en medianoche - ¿Qué…?
- Vamos Ginji, abre más las piernas – con sus manos obliga al rubio abrirlas y comienza con la penetración, una dura penetración
- ¡Ah! ¡No, duele! – siente como las embestidas son duras desde el principio – [p e n s a n d o: ¿Cómo a Ban le puede gustar esto? Duele mucho]
El castaño se mueve más y más rápido dándole más dolor al joven rubio de 16 años. Ginji intenta de detenerlo gritándole y empujándole la cara para atrás pero fue inútil debido a que Ban le agarro las muñecas para que dejaran de molestar; sonriendo con maldad obliga al dulce chico que se voltee para penetrarlo mejor atrás, este dice que no con lagrimas en sus ojos pero ya era demasiado tarde. Ban penetra con más y más profundidad dejándole al rubio un sentimiento de violación. ¿Tan brusco es Ban-chan en la cama? ¿Por qué me obliga a hacer cosas en las que aún no estoy listo? ¿Por qué me hace esto? ¿Por qué? Se preguntaba una y otra vez.
Siente la voz de Ban llamándolo pero está vez era de urgencia. Abre los ojos con delicadeza y lo primero que ve es al castaño asustado como si algo malo paso mientras dormía. Se sienta bien y mira que es de día y la lluvia aún continua, entonces sólo tuvo un mal sueño.
- Ban-chan… ¿Qué hora es? – se refriega los ojos y siente que están mojados
- Las 10 de la mañana – le sale un suspiro por lo aliviado que está y se recuesta en el respaldo del asiento – Me asustaste por un momento, idiota
- ¿Eh?... – lo observa tranquilamente y en eso recuerda las preguntas que se hizo
- ¿Llorar mientras duermes? Ha, eso no se ve todos los días… - vuelve a verlo y queda medio sorprendido con sus cejas fruncidas, la cara de Ginji se veía tan tierna, sus ojos brillantes daban la sensación de que iba a romper a llorar - ¿Qué… qué pasa, Gin?
- Ban-chan – lo abraza con fuerza – Por favor, por favor, no seas brusco conmigo, no me trates mal, no quiero que me hagas hacer cosas que no me gustan, por favor – dice llorando y escondiendo su cara en el estómago de su compañero
- … - se queda impactado y a la vez preocupado ¿Qué hizo mal para que el rubio este de esa manera? Sin poder evitarlo, le acaricia la cabeza, su corazón siente calidez y le levanta la cara – No llores más, Gin… – le limpia las lagrimas con su pulgar, el rostro del rubio se veía tan conmovedor que necesitaba besarlo
- Mmh… - comienza a calmarse al sentir el calido y dulce beso de su amigo, al retirarse de aquel momento, se limpia bien los ojos y sonríe – Es… la primera vez… que me das un beso tan tierno
- ¿Eh? B-bueno, es que estabas triste así que… hahaha ya sabes, puedo darte besos tiernos cuando quiera hahaha – siente un poco de incomodidez
- Ban-chan…
- ¿Si? – lo mira con cara más relajada
- Gracias por ser tan bueno conmigo
- … - nuevamente le acaricia la cabellera – Pequeño idiota
Ambos quedaron en que lo sucedido en el auto se queda en el auto. No querían que saliera algo tan privado al mundo exterior, menos Ban que detestaba verse blando en algunos momentos, quería conservar ese aspecto de chico rudo e inteligente. Al final, los dos chicos se encaminaron hacia el Honky Tonk para comer sin pagar.
CONTINUARA---