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Una buena navidad por Saya_Misaki

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Notas del fanfic:

 

Es un pequeño One-shot con el cual hago mi regreso, espero y puedan disfrutarlo y puedan apreciarlo tanto como yo.

 

Notas del capitulo:

Lo único que pido es que lean atentamente esta pequeña historia, ya que dará paso al inicio de un nuevo fic que tengo en mente, pongan atención en el Flash Back ya que los hechos narrados ahí, serán narrados a detalle en mi siguiente obra... y créanme les sorprenderá.

 

Esto solo será un pequeño tentempié, espero y lo disfruten y sobre todo no lloren...

No se crean lloren, y rían o como gusten... solo dejen comentarios por favor ....

Nos vemos en Promesa eterna en unos días... 

 

Una buena navidad

 

La villa de Konoha a simple vista parecía un paraíso blanco, ese año la nieve había caído con abundancia en todo el bosque y la aldea, haciendo que el frio se intensificara más ese año, pero sobre todo en una pequeña cabaña que se encontraba a las orillas de la aldea, era una casita modestamente construida, en un terreno amplio con un prado rodeado de arboles sin hojas, y un sendero que guiaba directo al lecho congelado del rio, junto a la pequeña casita se apreciaba el campo de cultivo que en estos momentos solo era tierra seca cubierta de nieve completamente.

 

La casita era modesta, el único piso con el que contaba tenía todo lo necesario, una cocina pequeña con una mesa en medio, la cocina contaba con lo suficiente para poder utilizarla, seguida de ella se encontraba una salita pequeña con dos sillones y una mesita ambos viejos por los años, a pesar de no tener mucho tiempo en esa casa, y una ventana que daba vista al prado.

 

Junto a la ventana de la esquinita, se encontraba un pequeño árbol de navidad, era el único arreglo navideño que tenía la humilde morada; el pequeño arbolito estaba adornado con tiras de palomitas unidas por hilo simulando escarcha, y uno que otro adorno medio remendado, así como Kunais semejando esferas.

 

En la casita había 3 puertas que indicaban un espacio... La primera era la habitación de un hermoso querubin de cabellito rubio que dormia placidamente y calientito en su camita, junto a el se encontraba una mesita con una vela como lampara, en la pared izquierda había un viejo armario y una ventana que tenia un santa claus cosido a mano -se notaba lo mal hecho- y en el suelo un baul donde se apresiaban juguetes viejos que el niño claramente atesoraba. La segunda habitacion era un baño.

 

Mientras la tercera habitación, era un poco más grande, y en medio de ella había una cama matrimonial, con dos cuerpos dormidos en ella, abrazados para menguar el frio pues solo los cubria una frasada, las personas en ella era la pareja más feliz que podía existir, a pesar de vivir pobremente y sin lujos, el amor reinaba en el ambiente y eso se mostraba en el calor de hogar que reinaba una vez todos despiertos.

 

La pareja era la que más sorprendería a todos, el ninja rubio más famoso en sorprender a todos y el ex-vengador pelinegro que había causado un gran revuelo en todo el mundo ninja.

 

.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-. Conozcamos un poco la historia .-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.

 

La guerra ninja había terminado, con todos los Akatsuki muertos -recordemos que habian vuelto a la vida-, Kabuto fue capturado vivo y torturado hasta que revelo la verdad y todos los planes oscuros de Uchiha Madara y Orochimaru, meses después fue encontrado muerto en su celda al aprecer en un arranque de locura se habia ahorcado con su propia ropa. El no poder revivir al Sannin de las serpientes lo dejo mal.

 

Así mismo en esa guerra el rubio revoltoso -Naruto- habia unido fuerzas con un Sasuke furioso por caer en mentiras -pues  Madara solo lo utilizo como un muñeco-, ya que asesino a su hermano y se quedo con sus ojos, planeo venganza contra una aldea que lo único que hizo fue gastar recursos para traerlo de vuelta a su hogar, todo por la iniciativa y tozudes de un rubio por demás escandaloso.

 

Madara había muerto de una manera impactante y dolorosa gracias a ambos chicos. Al haber unido fuerzas, utilizaron todo su poder hasta casi terminar con sus propios Chakras, pero al final valió mucho la pena; Sasuke utilizo un Raiquiri tan poderoso que la tormenta eléctrica que creo duro 3 días, mientras que Naruto en su forma de ermitaño utilizo un gigantesco shuriken rasengan que junto al Raiquiri de Sasuke creó una combinación que dejo un cráter gigantesco en los límites de todas las naciones Ninjas -es decir las frontera donde todas se unen- mientras la combinación destruía célula tras célula de Madara, Sasuke utilizo el Amaterasu -fuego negro- y Naruto el poder del fuego rojo del zorro para igualmente combinarlos y destruir hasta el último átomo del bastard y desaparecerlo de una vez por todas para siempre, haciendole pagar todo el daño hecho, mandandolo directo al inferno, donde seguro sufriría peor que en vida.

 

Todo esto visto por todas las legiones ninjas de las aldeas, que se habían unido con un fin, pelear contra Madara y restaurar la paz de la vida shinobi, la aldea de Konoha era  la más sorprendida por dicha combinación y también la más orgullosa pues ambos ninjas eran miembros de ella uno activo y el otro rengado -pero miembro de esta- sin duda a las demas aldeas no les quedo de otra más que admitir que Konoha era y seria una aldea sumamente poderosa, por los ninjas que en ella vivían y que día a día se formaban. Ademas de aquellos dos que  después de lo esto infundieron respeto y hasta llegaron a ser una leyenda.

 

Pero lo que más sorprendió a todos fue el gran final, mientras las llamas ardían tras ellos, fue el beso de la pareja formada por ambos chicos, el rubio zorrito y el azabache vengador, lograron revelar sus sentimientos, aquellos que estuvieron escondidos por años -desde ese beso en la Academia- utilizando sus últimas fuerzas se habían declarado, abrazado y besado con pasión, para luego el chico rubio desmayarse sobre el azabache que le abrazo protectoramente antes de caer al suelo desmayado con un rubio sobre él, ambos con una sonrisa sincera en sus rostros.

 

Claro esta que todos pensaron que esto habia sido un sueño, más que nada por que jamás aceptarían una relación así, menos por dos personas del mismo sexo -malditos cerrados de mentes- por ello todos pensaron que lo que habían visto solo era una ilusion crada por el cansancio y no una realidad, esperando así que ambos despertaran para saber que habia pasado realmente.

 

Un mes para que ambos despertaran, un mes donde los rumores crecieron y donde secretos y mentiras salieron a la luz. Un mes donde se habían descubierto conspiraciones, y donde la Hokage había vuelto a su puesto, pues Kakashi no quería encerrarse en una oficina a hacer papeleo.

 

En ese mes se había descubierto que Naruto Uzumaki el ninja rubio y revoltoso, era nada más y nada menos que Naruto Namikaze, hijo único y heredero universal de los bienes de Minato Namikaze -fallecido Cuarto Hokage- conocido como el Rayo amarillo de Konoha, y de Kushina Uzumaki, la Habanero sangriento, la mejor Kunoichi de la historia.

 

Así mismo se había descubierto toda la verdad sobre la matanza del Clan Uchiha, y los culpables -el consejo y más burócratas- habían sido encarcelados y condenados por sus actos de traición y conspiración contra el Hokage y el Señor Feudal.

 

Terminado esto y en recuperación y reconstrucción del pueblo, la pareja problemática había despertado, un Naruto sobresaltado por que todo fuera un sueño y un Azabache dispuesto a recibir su castigo, pues podía morir tranquilo, había besado y confesado sus sentimientos al chico rubio que noche tras noche le robaba el sueño y por el cual había recapacitado, aquel chico que amo desde sus tiernos 7 años.

 

Naruto cuando despertó, pidió ver al azabache, quien había despertado 3 días antes que él, pero tardo una semana para poder verlo, pues la Hokage no quera dejarle ver, menos después de que el chico azabache confesara la verdad de lo que sabía de los planes de Madara y confesara que amaba realmente al Rubio zorrito. Ya que ella no aprobaba este tipo de relaciones, había prohibido las visitas entre ellos, más la insistencia y sobre todo los gritos del rubio haciendo sus rabietas le hicieron cambiar de opinión. Más lo que el rubio nunca imagino fue ver a su azabache tras los barrotes de una celda en la prisión de Konoha -estaba allí para pagar por las vidas que había tomado en sus manos- al verse ambos derramaron lagrimas y se dijeron cosas dulces y cursis que los enamorados juran, pero el gusto les duro poco pues les separaron antes de poder abrazarse aun con esos barrotes de por medio. Naruto lucho por un año para que el moreno fuera liberado.

 

Cabe decir que para entonces ya había tomado su herencia, así como cambiado su apellido y sobre todo repuesto del todo su Chakra pero aun así no lograba que sus sentimientos fueran aceptados y también poder ver al Uchiha le era imposible, solo podían escribirse, cosa que hicieron a diario, enamorándose aun más y manteniendo informado al azabache de todo lo que pasaba afuera en la "libertad" y de lo que el rubio hacia día con día.

 

El azabache fue informado por el rubio la fianza que debía pagar para poder ser libre completamente, la cual era una fortuna, cosa que no podría pagar ni siendo esclavo, pero recordó que aun tenía una gran fortuna que no había gastado ni la octava parte, al ser solo él para utilizarla, además de que al ser el único Uchiha con vida todo ese dinero era solo para él, por ello cedió sus derechos de ella al rubio para que dispusiera de ella y le liberara lo más pronto posible para poder estar juntos al fin. El rubio así lo hizo, dispuso de ella en casi su totalidad, pero no solo eso, entrego toda la fortuna que su padre le había dejado, así como sus bienes propios, solo dejo la fortuna de su madre intacta con la cual compro un gran terreno, el cual dispondría a la larga y dejo algo por si las dudas.

 

Cuando Sasuke fue liberado el rubio le recibió con gran alegría, y se juraron amor eterno, casi nadie vio bien eso al contrario les tacharon y sobretodo les repudiaron por ello, aunque ello no les importo, los únicos que les apoyaron fueron Konohamaru, Gaara y Sai, incluso el ex Sensei y padre postizo del rubio Umino Iruka les había dado la espalda. No solo los repudiaron si no casi les corrieron del pueblo, y una vez más a ninguno de los dos les importo, las tierras que Naruto adquirió les sirvieron, construyeron una modesta casita la cual adornaron con los pocos muebles que les permitieron comprar y así mismo que les permitieron sacar del desierto barrio Uchiha, la casa fue acogedora en todos los sentidos, ese era y seria su hogar, además con dificultad aprendieron a cosechar, gracias a los libros que Sai les proporcionaba y así poco a poco salían adelante como la pareja que eran.

 

Gaara les caso aun con Tsunade en contra, pero para evitar guerras les dejo pasar, aun así la ceremonia solo fue de 5 personas, la pareja y sus tres amigos Gaara, Sai y el peque Konohamaru que estaba feliz por su gran amigo Naruto -pues para él, Naruto no solo era su amigo, también su hermano y maestro-; en el pueblo les trataban mal, haciendo que con el tiempo dejaran de frecuentarla, solo pisaban el pueblo si se requería, y solo para lo estrictamente necesario -Naruto y Sasuke dejaron de ser ninjas-. Un año después de su boda, un Naruto con malestares fue llevado por su esposo a otra aldea cercana a Konoha, donde usando el Oiroke no Jutsu les dieron la mejor noticia: ¡serian padres!, por fin lograrían ser una familia completa, con la llegada de ese bebe, el cielo y Kamisama les estaba reponiendo la familia que les quito o que nunca tuvieron, el destino por fin se apiadaba de ellos.

 

Con pesar y con carencias pasaron los 9 meses de espera, siendo un Sasuke  nervioso el que ayudo a su zorrito durante el parto, debido a que en el hospital de Konoha no le quisieron recibir, ni Tsunade se apiado del adolorido rubio cosa que enfureció al Uchiha el cual casi ataca a la vieja rubia pero por los alaridos de dolor de su rubio no hizo, solo le llevo a casa y realizo lo que había leído en un libro que Sai había llevado meses atrás -se prometió a sí mismo, levantar un altar a Sai, él y sus libros lo habían sacado en más de una ocasión de apuros...pero su orgullo no le dejo hacerlo-. Así con esfuerzo y dolor Naruto dio a luz a un bebito rubio que Sasuke encantado recibió llorando de alegría, un bebe rubio de ojitos negros se convirtió en la razón más importante para seguir adelante peleando por su amor, pero sobre todo para seguir en el camino que habían elegido llevar con la cabeza muy en alto. Y ese pequeño de ahora 5 años llevaba por nombre Neah Uchiha Namikaze. Siendo así el primer Uchiha en nacer luego de la gran matanza.

 

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Sí, esa es la historia detrás de la felicidad que se sentía por doquier en aquel cálido hogar. Es muy difícil para todos imaginar como después de todo ese sufrimiento y carencias no se habían dado por vencidos aun, pero cuando tu vida está llena de carencias desde que naces, o cuando la vida te ha dejado solo cuando aun eres un niño y cuando al fin encuentras un gran amor por el que vale la pena luchar aun en contra del mundo, entonces, no importa lo que pase alrededor, si no lo que pase con esa persona que es tu gran tu universo.

 

Pero bueno la alegría de ese hogar se debía principalmente a que aquellos tres que se amaban.

 

La mañana dio paso, el sol se coló por la ventana de la habitación principal dando de lleno contra la cara de cierto rubio el cual se levanto de inmediato, este era el aviso para iniciar su día.

 

-buenos días Teme-beso los labios de su esposo-preparare el desayuno, tu puedes bañarte o durar un rato más en cama.

-buenos días Dobe-sonrió de lado jamás se cansaría de iniciar su día así-me quedare un rato más en cama, si no te molesta-dijo acobijándose más.

-claro que no Sasuke-le beso de nuevo y se dirigió a la cocina.

 

Una vez en ella, tomo lo que necesitaba y comenzó a preparar el desayuno de todos, preparo unos huevos, partió algunas manzanas y duraznos y para mitigar el frio calentó un poco de leche y te. Vivian modestamente, pero lo que tenían, era gracias a su cosecha y a que Sai les llevaba semana a semana, incluso antes de irse a misiones algo largas les avisaba, y era Konohamaru el que les ayudaba en esa parte -ellos casi no iban a la aldea para  evitar el ser insultados y  tratados mal, no era que les importaran lo que decían solo no querían que su hijo viviera lo que ellos-.

 

Una vez terminado el desayuno se dirigió al cuarto de su hijo, el cual dormía plácidamente.

 

-Neah...-llamo a su niño-el desayuno está listo-beso su mejilla.

-Oto-chan-se levanto el pequeño sonriendo-buenos días-le abrazo.

-vamos Neah, ponte tus pantuflas y ve por Oto-san-le dijo Naruto a su niño el cual sonriente corrió por el moreno.

 

Naruto mientras fue a la cocina a preparar la mesa, en lo que sus dos amores llegaban a almorzar.

 

-¡Oto-san, Oto-san!-grito el rubio menor entrando al cuarto.

-¿Que sucede mi niño?-respondió Sasuke abrazando a su pequeño que había saltado sobre él.

-Oto-chan ya preparo el desayuno-le dijo feliz dejándose abrazar.

-vamos entonces-dijo alzándose de la cama con el pequeño aun en brazos.

 

Sasuke salió de la habitación con el niño en brazos, el niño iba feliz contándole a su padre su sueño y lo divertido que le pareció. Cuando un rico aroma les llego a sus narices.

 

-Sasuke, Neah siéntense a comer o se enfriara-dijo un rubio mayor sonriéndole a ambos.

-Naruto ¿qué haremos esta noche?-pregunto Sasuke a su marido.

-Neah, tomate la leche esta tibia-se sentó y miro a su esposo-no lo sé Sasuke, no quede nada con Konohamaru.

-¿Vendrá el tío Gaara este noche?-pregunto el niño feliz.

-no lo sabemos, recuerda que el casi no tiene tiempo de visitarnos.

-moo!-el peque hizo un puchero como Naruto-me gusta jugar con su arena, además de que tío Kankuro me presta su marioneta.

-sabes que no me gusta que juegues con esa cosa, es peligrosa-le dijo Sasuke.

-si Oto-san pero es divertido-dijo el niño.

-aun así es peligroso-dijo serio reafirmando su enojo.

-Sasuke no te enojes-dijo el rubio-mejor pensemos que hacer hoy de cenar...

-termine, puedo ir a jugar.

-claro pero no mucho rato-le dijo el rubio-abrígate bien y no te alejes de los limites.

-¡Si~!-grito el niño feliz corriendo a su habitación por algunos juguetes.

 

Naruto y Sasuke solo le vieron salir a la nieve todo abrigado y feliz con varios juguetes, sonrieron de lado, aunque carecieran de cosas su hijo se mostraba siempre feliz.

 

-¿Que podremos darle?-dijo el rubio todo triste.

-ya pensaremos en algo-vio a su rubio y tomo su mano-podemos ir al pueblo a comprarle algo.

-a Konoha-suspiro-no, mejor iré a la aldea del trébol-dijo pensando.

-podemos ir juntos...

-pero tendríamos que dejar a Neah solo-dijo el rubio temeroso.

-podemos enviar un mensaje a Sai para que lo cuide-dijo el azabache.

-tienes razón, le enviare una rana para que le dé el mensaje-dijo asiendo sellos, mientras que Sasuke escribía mensaje.

-ojala responda pronto, debemos partir antes del medio día para así poder estar aquí antes del atardecer-dijo Sasuke pasándole el mensaje.

-de hecho así es, al menos podre terminar la cena para antes de la noche buena...-sonrió y le dio el mensaje a la ranita-lleva esto a Sai ya le conoces, espera su respuesta por favor.

-claro Naruto-sama-dijo la rana desapareciendo.

-igual Konohamaru nos podría ayudar-dijo el azabache poniéndose algo abrigador.

-pues si pero aun no llega de su misión-dijo el rubio acomodándose una bufanda.

 

Y 20 minutos apareció de nuevo la ranita dejando el mensaje y desapareciendo de nuevo.

 

-dice Sai que nos vallamos sin problemas que el vendrá en unos momentos-dijo el rubio acomodándose el gorrito.

-solo espero y no deje solo tanto tiempo a Neah-dijo Sasuke saliendo tras él.

 

Una vez afuera caminaron a donde el pequeño hacia su muñeco de nieve y reía feliz con una ardilla que le miraba curiosa.

 

-Neah-llamo el rubio.

-¡Oto-chan, Oto-san!-grito el niño feliz corriendo hacia ellos-¡Miren mi muñeco!

-te está quedando muy bien-dijo Sasuke.

-hijo Oto-san y yo debemos salir-dijo viendo a su hijo sonreír -tío Sai vendrá en un rato mas a cuidarte...

-no podemos llevarte por ello no te alejes mucho de aquí bien...

-no salgas de los limites si hijo-le abrazo el rubio y se incorporo.

-sí, esperare a tío Sai...-dijo el niño feliz y continuo con su muñeco.

 

Ambos padres se alejaron, algo preocupados ya que nunca dejaban solo a su hijo, pero ese día era especial, querían preparar un gran cena y darle algo especial a su hijo, el niño hacia meses les había pedido algo que había escuchado en las historias que le contaban de cuando ellos eran ninjas. Así que harían lo posible por conseguirlo.

 

El pequeño estaba muy entretenido terminando de construir el muñequito de nieve que no se percato que la ardilla se había sido espantada por un cachorrito que había tratado de jugar con ella.

 

-¿Are?... ¿Señora ardilla?-volteo a todos lados buscándola, pero solo vio un perrito que le miraba entre curioso y divertido.

-guau-el perrito corrió hacia él y lo empezó a lamer.

-jajajajaja.... Perrito no hagas eso-dijo el niño-¿De dónde eres?...-le pregunto curioso, el perrito se bajo y empezó a jalarlo-eres de esa aldea...-el perrito se soltó y corrió un poco hacia ese lado y ladro-no puedo ir haya perrito...

 

El perrito entonces agacho sus orejas todo tristón.

 

-estás perdido ¿Cierto?-afirmo el pequeño, luego miro a todos lados, pero no vio a su tío-bueno no creo que se enoje si te llevo y regreso rápido -sonrió como Naru lo haría antes de una travesura-vamos te llevare a casa-camino hasta el perrito y lo cargo-pero no me tardare bien...

 

El pequeño camino unos minutos y llego a los límites... Lo sabía porque había un letrero que decía Uchiha-Namikaze, una vez su padre le había dicho que mas allá de ese letrero estaba la aldea donde ellos habían crecido, pero habían dicho que cuando la gente empezó a juzgarlos por su amor, ellos prefirieron alejarse, al pequeño le habían explicado que la gente ve mal las relaciones de dos hombres, pero también le habían explicado que cuando el amor llega no importa si es hombre o mujer simplemente uno debe seguir su corazón. Y el pequeño había entendido muy bien aquello, después de todo el amor es el amor.

 

El niño camino por el sendero que había en ese bosque hasta que llego a lo que era un aldea, había gente por doquier, niños jugando y muchas tiendas y demás, el pequeño quedo maravillado pero aun así debía regresar a su casa, hacia mucho ruido y el estaba acostumbrado a lo calmado y medio silencioso por el canto de los pajaritos en verano.

 

El perrito se soltó de sus brazos y corrió por entre la gente.

 

-¡Perrito!-grito el niño siguiendo al cachorro-¡No te alejes que me perderé!-aunque eso era mentira el se había gravado los locales que había visto al entrar al pueblo, y así mismo el camino de vuelta.

 

A su corta edad ya era un genio, pero nunca lo mostraba, su padre le había dicho que cuando cumpliera 8 años le enseñaría todo lo esencial para ser un buen ninja, pero que por ahora solo debía dedicarse a jugar y disfrutar de su niñez como ellos no pudieron, el niño feliz acepto, pues aunque supiera que era un genio, el ser ninja no le llamaba mucho la atención, aunque el zorro amigo de su padre a veces le enseñaba cosas sin que su papa se diera cuenta.

 

El niño corrió por las calles esquivando a la gente hasta que sin poder evitarlo topo con un hombre y cayó al suelo.

 

-¡Lo lamento!-se disculpo el pequeño-no me fije por donde iba.

-eh... No te preocupes pequeño-le dijo el hombre, de piel morena y castaño con una cicatriz en su nariz.

-jeje...-El pequeño le sonrió cálidamente, recordándole al sensei a un chico muy parecido-¡Perrito! ¿Donde estas?-y en eso el perrito salió detrás del sensei y se le lanzo encima-jejeje no perrito no me lamas jejeje- reía el pequeño.

-¡oh! Kota-dijo el sensei.

-¿le conoce?-pregunto el niño quitándose al cachorro de encima.

-claro es el cachorro de Matsuri, el hijo de Hinata y Kiba-el niño sonrió.

-¿Los conoce?-pregunto curioso.

-claro todos los conocen... Ellos son del Clan Hyuuga e Inozuka-dijo el sensei todo mundo los conocía, habían participado en la guerra pasada y luego se habían casado.

-¿me puede decir donde viven? por favor-dijo el niño, por obvias razones el no les conocía-quisiera entregarles a su perrito, no es bueno que yo me lo quede...-sonrió con el perrito en brazos.

-ahora Hinata debe estar en la Torre Hokage y siempre lleva con ella a Matsuri, ya que también están los hijos de Sakura y e Ino.

-mmm... Me podría indicar el camino señor-pidió el niño.

-voy en esa dirección, si quieres te llevare...-el castaño le miro curioso-¿aun no me dices tu nombre? Yo soy Iruka.

-eh? A perdón mi falta de educación-hizo una reverencia educado-soy Neah Uch

-¡Iruka-sensei!-le llamo un peliplateado que llego junto ellos-¿Cómo has estado Iruka-sensei?

-Kakashi, hace mucho que no le veía -sonrió- mira te presentare a mi nuevo amiguito, el es Neah...-señalo al niño.

 

Kakashi le miro curioso ese niño tenía un aire conocido, ese cabello rubio y esos ojos negros, pero sobre todo esa sonrisa se parecía mucho a Naruto solo que el niño era de tés pálida. Y además, un hombre jamás podría tener un hijo.

 

-un gusto conocerte Neah, yo soy Kakashi-dijo este.

-je, un gusto-dijo el niño.

-¿ese perrito no es Kota?-dijo el plateado.

-a sí, parece que Neah lo encontró, y quiere entregárselo a Matsuri-dijo el castaño.

-o eso hara feliz a Matsuri, ayer estaba triste porque Kota se había perdido-sonrió bajo la máscara.

-bien vallamos entonces.

 

Ambos empezaron a caminar, directo a la Torre Hokage, platicaban cosas banales, y hacían reír a Neah, pero aun así el chico cada que reía les infundía mas curiosidad.

 

-¿Y dime pequeño eres de Konoha?-pregunto Kakashi.

-eh, si, nací en Konoha...-dijo sonriente.

-ya veo, pero nunca antes te había visto...-le dijo Iruka.

-jeje... nunca antes había venido aquí-dijo viendo a unos niños jugando.

-¿Nunca antes? ¿Pero por qué?-le pregunto Kakashi.

-a mi Oto-san no le gusta la aldea, prefiere la tranquilidad del campo-sonrió y miro con asombro a un hombre que cargaba varios regalos.

-¿Y quién es....

-¡Valla en navidad regalan muchas cosas!-dijo el pequeño.

-¿Eh?, si es la época en donde uno regala cosas a sus seres queridos-le contesto Kakashi.

-oh, entonces yo le debo regalar a mis padres...-dijo para sí, en voz alta-los quiero mucho y ellos me quieres mucho también.

-tus padres deben ser muy felices de tenerte como hijo-le dijo Iruka sonriendo, ese niño era muy adorable.

-Si lo están-se sonrojo-todo el tiempo me dicen que me aman mucho y que nadie más que yo soy importante para ellos-les sonrió feliz el niño.

 

Siguieron caminando y contándole al pequeño cosas banales hasta que vieron de lejos el edificio principal. Al llegar al edificio se adentraron en él, y se toparon con algunos Ninjas. Los cuales les saludaban amablemente.

 

-cuando podre ver a Matsuri-kun-dijo el pequeño-debo regresar a casa o tío se enfadara.

-o preguntemos a la Hokage donde está ahora Hinata... Ya que ella debió haber estado en la recepción cuando entramos-dijo Kakashi.

-si Neah no te preocupes le encontraremos pronto-le sonrió el Umino.

 

Caminaron un poco más y subieron las escaleras hasta el penúltimo piso que era donde estaba la Oficina de la Hokage.

 

-Shizune-san, ¿Esta la Hokage?-le pregunto el peliplata a la chica.

-hola Kakashi-san, Iruka-san y...-miro al pequeño junto a ellos que tenía un perrito en sus brazos.

-el es Neah-dijo Iruka-encontró al perrito de Matsuri.

-o que bien-le sonrió-esta mañana cuando le vi estaba desanimado-camino hasta la puerta del despacho-vamos pueden pasar, Tsunade-sama no está ocupada.

-vamos Neah-le sonrió Iruka animando al pequeño.

 

Las cuatro personas entraron al despacho, el niño iba tras ellos viendo todo con curiosidad, y el perrito en brazos, bueno al menos eso trataba por que el perrito se encontraba muy inquieto en sus brazos.

 

-Tsunade-sama, la buscan-dijo la chica desde la entrada.

-oh Kakashi, Iruka pasen-dijo la rubia, mientras Shizune iba por algo de té para el frio.

 

Neah paso tras ellos, viendo todo con curiosidad, era grande esa oficina, sonrió para sí, era el tamaño exacto de su cocina y sala juntas, así que no estaba tan asombrado.

 

-pequeño-le llamo Tsunade.

-¿Eh?-el niño miro al frente donde había un escritorio, tras este por lo alejado podia ver a una mujer rubia y ojos miel, que le miraba fijamente-disculpe-dijo-no debí ser curioso-sonrió.

-no te preocupes pequeño-le sonrió y miro a los adultos-el es...

-es Neah, encontró al perrito de Matsuri...-señalo al animal.

-ya veo, Hinata está en el hospital le tocaba ronda y se llevo a Matsuri con ella, debe estar con los demás niños jugando en la nieve-le sonrió al pequeño esperando que se fuera.

 

Pero como el niño no conocía la aldea, miro al sensei castaño fijamente esperando lo acompañara.

 

-yo te llevare en un momento-le dijo este sonriendo.

 

Tsunade pensó que al pequeño le daba miedo ir el solo por lo cual no pregunto nada más, además ese niño le inspiraba algo de nostalgia, por alguna razón además de que ese cabellito rubio y mirada curiosa le recordaba a alguien.

 

-Tsunade-sama aquí está el reporte de la misión-entrego Kakashi a la mujer.

-bien le dare un vistazo-tomo el pergamino-Iruka tienes listo los papeles que te di a revisar.

-claro...-dijo este y en sus ropas buscaba el pergamino donde había vaciado la información.

 

En eso entro Shizune con una bandeja con varias tazas de té para los que estaban en la oficina, camino hasta el escritorio y cuando iba a posar la charola en este, el perrito logro zafarse de los brazos del niño rubio y corrió hasta donde Shizune juguetón.

 

-¡¡Perrito!!-grito en niño cuando corrió tras él.

 

Todo paso en cámara lenta al menos para los presentes, el perrito brinco sobre las piernas del la morena tratando de jugar, mientras que el niño corrió tras él, el perrito tambaleo a Shizune haciendo que por el susto arrojo la bandeja, nadie esperaba eso, la bandeja con las tazas de te hirviendo iban directo al niño que se había quedado estático, pero lo que sucedió sorprendió más, de la nada el niño activo el Sharingan y un viento lo cubrió lanzando las tazas a otro lado lejos de todos.

 

Los presentes miraban al niño fijamente, más Tsunade, como era posible aquello, entonces a su memoria llego un día de verano hacia 6 años. Recordó como llego Sasuke con un Naruto y sus dolores de parto, recordó que no les ayudo, solo les hecho de hay ganándose el odio del Uchiha y la tristeza del rubio, ella no atendió el "parto" porque creyó que algo como eso no debía ser posible además de que por ayuda del zorro ese niño seria tal vez un peligro, entonces... viendo a ese dulce niño frente a ella, quería decir que...

 

-¿Pequeño, cómo te llamas?-el niño la miro curioso, acaso no recordaba su nombre esa mujer.

-Neah, Uchiha Namikaze Neah-le sonrió a la mujer mientras cargaba al perrito de nuevo.

-tus...tus padres...son...Naruto y

-Sasuke Uchiha-termino de decir Kakashi al ver que Iruka no podía.

-¡Sí! ¡Son Oto-chan y Oto-san!-dijo el niño con euforia, feliz de escuchar el nombre de sus padres.

-¿Entonces tu...-la mujer no termino.

-¡Neah!-dijo un chico pelinegro desde el ventanal-te he estado buscando jovencito, me tenias preocupado-entro por completo.

-¡Tío Sai!-el niño sonrió feliz y corrió hasta él, quien le abrazo fuerte y le cargo-perdón tío, pero quería devolver este perrito a...Matsuri...-dijo viendo al cachorrito en sus brazos.

-ya veo...-miro al animal y luego al niño y recordó el susto que le dio...

 

***FLASH BACK***

Sai llego un poco tarde a casa de la pareja Uchiha, esperaba que el niño su sobrino no se hubiera metido en líos, pero cuando reviso dentro de la casa y reviso los alrededores.

 

-oh maldición-dijo este recargándose en la entrada de la casita-este niño es como Naruto, le gusta sorprender a la gente...-la pensó un rato.

 

Miraba los alrededores y observo en la nieve las pisadas del niño, las analizo y luego de ver bien se fijo que había pisadas pequeñas como de un perro o un gato.

 

-hay no-dijo todo resignado, hizo sellos y despego en un ave gigante que dibujo y dio vida. Siguió las huellas desde lo alto y vio que iban al pueblo, lo busco por las alturas y le encontró con Kakashi e Iruka entrando en ella, por como lo trataban parecía que aun no sabían de quien era hijo.

 

Desapareció el ave, desaprecio por completo su chackra y solo dejo el suficiente para mantenerse prendido a la pared, y así escuchar lo que sucedía dentro, se asomo ligeramente y observo, todo a detalle, hasta el Sharingan que apareció tras el incidente, esperaba no intervenir y solo aparecer en un descuido de los mayores y llevarse al niño.

 

Sasuke y Naruto no querían que tuviera contacto con la gente que le dio la espalda por ello cuando Neah creciera un poco más le enviarían a Suna a entrenar para Ninja, pero con esto, ellos se enfadarían con él y no era nada bueno tener a esta pareja enfadados menos cuando eres testigo de lo que son capaces de hacer.

 

Sai suspiro era hora de entrar antes que le hicieran algo a Neah.

 

***END FLASH BACK***

 

-Neah, recuerdas el edificio que está al lado de este-le dijo sabiendo que diría que sí.

-claro el que es todo blanco-le sonrió mientras Sai le bajaba.

-si ese...-miro a los demás que le veían y luego al niño-sal de esta oficina, baja las escaleras y ve directo al edificio blanco, donde hay varios árboles veras a muchos niños jugando, un castañito de ojos perla es Matsuri-le acaricio la cabeza-le reconoces por que tiene el pelo largo sujeto en una coleta alta...

-voy solo-dijo inseguro.

-sí, yo te alcanzo en unos minutos Neah-le sonrió sincero cosa que les descoloco a todos ahí-prometo que iremos por dulces y chocolate caliente cuando vallamos a casa.

-está bien-sonrió y corrió a la puerta pero se detuvo y volteo a ver a todos-fue un placer conocerlos, me trataron muy bien son buenas personas... Je-sonrió travieso y abrió la puerta, salió y la cerro luego camino con calma para llegar donde los demás niños.

 

Todos guardaron silencio, ese niño era... pero sobre todo Sai.

 

-explica esto Sai-dijo seria Tsunade.

-Neah es el hijo de Naruto y Sasuke, que más puedo decir...-les miro serio-así, no deberían verlo mal, el no tiene la culpa de sus prejuicios.

-ese niño no debería existir...-dijo Tsunade.

-no, ustedes no deberían de existir, ese niño es hijo Naru y Sasuke y es mejor que no intenten nada, o le pasara a la aldea lo mismo que a Madara-dijo sonriendo.

-nos amenazas...

-no solo deberían estar al pendiente de sus actos...-suspiro-Neah no es ninguna amenaza-les miro-Sasuke y Naru le han enseñado que no es bueno jurar venganza, poco a poco lo han educado para ser un niño bueno y sobre todo para querer a los demás sin importar prejuicios...

-¿qué quieres decir?-pregunto el castaño.

-que ese niño sabe todo lo que la aldea les ha hecho a sus padres y aun así se aventuro a venir solo para entregar un pulgoso perro-suspiro de nuevo-el niño confió en ustedes a pesar de todo, les sonrió y le siguió aun sin conocerlos, Neah no tiene malicia, todo lo contrario, a él no le interesa ser un Ninja y sus padres lo saben y le apoyan. 

-aun así...

-Tsunade-sama, mejor piénselo... Yo debo ir por ese niño o cuando Sasuke y Naruto regresen se enfadaran por no vernos-hizo sellos y desapareció.

 

Pasaron unos minutos cuando Iruka al fin hablo.

 

-ese niño es el hijo de ambos chicos-dijo sintiéndose mal.

-así es... Es algo raro-dijo Kakashi-ese niño es muy parecido a Naruto...

-pero tiene mucho poder-dijo la mujer-además no creo este bien eso...

-pero el niño no tiene malicia-dijo Iruka-lo que más le gusta es jugar y ayudar a su padre con el campo en primavera.

-quien imaginaria que orillaríamos a ambos a...

-nada...-termino la frase la rubia-nos hemos equivocado con ellos.

-deberíamos pedir disculpas-dijo Iruka-ese niño nos ha mostrado que aun sabiendo la verdad, no nos guarda rencor, tal vez Naruto y Sasuke tampoco...

-si, así debe ser...

-bien iré a hablar con ellos más tarde-dijo la mujer-espero me reciban.

-puedo acompañarla Tsunade-sama, quisiera ver a Naruto.

-bien... Nos vemos más tarde entonces.

 

*.*.*.*.*.*.*.*

 

En el patio del hospital, Neah miraba con Matsuri y varios niños más jugaban en un jardín blanco por la nieve, jamás había tenido amigos, y la verdad no le importaba, sus únicos amigos eran sus padres y tíos, por eso ahora junto a los niños, se sentía extraño, seria acaso porque los niños le miraban raro.

 

Había 4 niños, uno era el tal Matsuri, los otros quien sabe, había un niño extrañamente pelirosa, ¿cómo rayos existía un niño con ese color de cabello?, pero bueno sus ojos eran verdes, no había tanto problema en eso; los otros dos niños, eran iguales, eso le sorprendió, nunca había visto algo así, solo a sus padres cuando realizaban sus técnicas ninjas, el "Kagebunsin no Jutsu" era el favorito de su Oto-chan, pero cuando él lo intento no le salió, según su Oto-san debía esperar aun para poder realizar esa técnica, por lo cual se resigno, pero ahora frente a él, había dos chicos, de ojos verdes y pelo negro que ligeramente le recordaban a alguien, pero no sabía de dónde.

 

-hola-se acerco el niño Matsuri.

-hola, ¿Eres Matsuri?-pregunto el rubito.

-eto, si...-le miro-¿Tu eres?...

-un gusto, soy Neah Uchiha-le sonrió- cerca de mi casa encontré a tu perrito  y te buscaba para entregártelo-dijo enseñando al cachorro, adormilado dentro de su chaqueta.

-¡¡Kota!! ¡Volviste!-grito el niño cargando al perrito y abrazándolo-¿Donde lo hayaste?-pregunto.

-afuera de mi casa te dije, en el bosque- respondió.

-¿Vives en el bosque?-pregunto el niño rosado.

-si, eto...

-perdón, soy Keytaro Lee, pero dime Key-dijo el rosado a la curiosidad de Neah-solo Oka-san me dice mi nombre completo.

-un placer Key...

-"nosotros somos Shikyo y Shikao Nara"-dijeron los gemelos.

-hola-contesto el rubito.

-¿entonces vives en el bosque?-dijo de nuevo Key.

-sí, vivo con Oto-san y Oto-chan.

-"¿tienes dos padres?"-preguntaron los gemelos.

-si... Oto-san Sasuke, y Oto-chan Naruto-contesto seguro, pero viendo el asombro de los niños.

-¿no te parece curioso?-dijo El castañito Matsuri.

-no, son mis papis, y los quiero, por eso no me parece raro-dijo seguro, no importaba si se burlaban-y es divertido, me consienten mucho.

-yo quisiera eso-dijo Key-Oka-san es insoportable...

-"y da miedo"-dijeron los gemelos.

-jajaja...-se rio Neah.

-¿de qué te ríes?-dijo Matsuri.

-jamás había hablado con mas niños-dijo el rubito-y me parece curioso que hablen al mismo tiempo.

-estamos acostumbrados a hacerlo-dijo un gemelo.

-y eres el primero que nos dice que sonamos curioso-contesto el otro.

-lo lamento no quise ofenderlos-dijo Neah.

-"no nos ofendes"-dijeron los gemelos-"al contrario, nos agrada que lo hayas dicho"

-déjalos...-le dijo Key-se ponen roñosos con la gente a veces.

-jajajajajaja es cierto-le dijo Matsuri-son muy raros.

-bueno, tal vez deba irme ya-dijo Nea sonriendo.

-aun no te vayas-le dijo Key-juega con nosotros.

-si quédate un rato más-le dijo Matsuri.

-no puedo... Etto debo volver a casa-les dijo nervioso, no es que no quisiera quedarse era solo que le regañarían sus padres por haber salido de casa.

-"vamos juega un poco con nosotros"-dijeron los gemelos.

-bueno yo...

-juega con ellos un rato Neah-le dijo un pelinegro tras él.

-Tío Sai...-miro tras el al ninja-pero Oto-san y Oto-chan se enfadaran...

-bah...por eso no te preocupes... no creo que se enojen si llegamos antes que ellos...-dijo muy confiado el pelinegro.

-está bien-dijo el niño feliz.

 

Y él junto a los demás niños corrieron juntos alejándose y jugando con el perrito, mientras reían y se aventaban nieve, todo esto siendo visto por Sai.

 

Pero tras el ANBU, estaba Kiba de la mano de Hinata, junto a otras dos parejas, Lee y Sakura que miraba todo con enfado, ese niño era como sus ex-amigos, y lo peor tenía un parecido enorme con ambos chicos, sonreía como Naruto y tenía la piel pálida como Sasuke, por Lee no existía problema alguno, el amor es así, llega a quien menos se lo esperan y a sus amigos les había pasado, pero aun no lograba asimilarlo del todo, tras ellos estaban Temari que miraba todo divertida, ella si había oído hablar de ese chico por boca de Gaara, pero nunca lo había conocido, no porque no lo quisiera, pero a su marido le parecía asquerosa la relación de ambos chicos, Shikamaru estaba de brazos cruzados, viendo como sus hijos jugaban con ese niño, no le agradaba eso, podía pegarles las mañas de sus padres a sus adorados gemelos, y eso sería deplorable.

 

-¡¿qué cree que hace ese niño con mi hijo?!-se escucho una voz chillona con enojo-ni siquiera debería estar en la aldea ese fenómeno-dijo con enfado acercándose a Sai que la miraba como si nada.

-no deberías hablar así de Neah, ese niño es mucho mejor que tu propio hijo-dijo Sai ignorándola y volteando a ver a Naeh que ahora miraba atento hacia él, junto a los otros niños.

-¡¿qué has dicho?!-le dijo la pelirosa enojada.

-amor cálmate-le dijo Lee, no era bueno hacer un espectáculo delante de toda la gente que se detenía a mirar.

-no Lee, Sakura tiene razón ese niño no debe estar en la aldea-se acerco Shikamaru dejando atrás a su esposa que miraba todo con reprobación-es un peligro para todos, además es el hijo de un monstruo y un traidor.

-Shikamaru tiene razón-se acerco Kiba junto a su esposa.

-Sai no es que discriminemos al niño-dijo Hinata calmada-solo vemos por el bienestar de la aldea y más de nuestros hijos.

-todos ustedes no son más que basuras-dijo Sai mostrando sentimientos, cosa que nunca había pasado-Neah no es un monstruo ni un fenómeno y no deberían hablar así de sus padres, ellos salvaron sus vidas, ellos restablecieron el orden de el mundo ninja cosa que ninguno de ustedes logro hacer-les dijo el pelinegro.

-eso no evita que sea un monstruo-dijo Shikamaru.

-deberías pensar mejor lo que dices-le dijo su mujer Temari acercándose a donde su marido.

-pensar que, el peligro que representa ese niño a mis hijos-dijo mirándola mal.

-deberías guardar tus palabras-dijo una voz ronca tras él, muy conocida por todos-o te arrancare la lengua y no volverás a usarla.

 

Las tres parejas y Sai, lo mismo que los cinco niños miraron la entrada al patio del hospital, ahí parados cruzados ambos de brazos y viéndoles fijamente se encontraba la pareja mas repudiada de todas, Uchiha Sasuke y Namikaze Naruto. El pelinegro traía el pelo como siempre solo que un poco más largo, tria unas orejeras para el frio una bufanda roja, una chaqueta negra de cuero bajo esta se notaba un suéter blanco y unos pantalones de mezclilla, ya no usaba las sandalias ninja ahora usaba unas botas negras tipo militar, mientras que el rubio tenía el pelo corto y alborotado como siempre, además de que traía una bufanda blanca, una chaqueta roja u bajo esta un suéter negro, traía pantalón negro y unas botas negras parecidas a las de Sasuke solo que estas tenían un estilo mas rockero.

 

-mi hijo te es una molestia Shikamaru-le dijo el rubio viéndole fijamente-los tuyos me son una molestia igual-le dijo el rubio-pueden pegarle sus malos modales a mi hijo, que es educado, a diferencia de los tuyos que son caprichosos según me ha contado Gaara -sonrió de lado.

-es cierto, Kiba, Sakura, sus hijos pueden pegarle enfermedades a mi hijo-dijo Sasuke sonriendo le lado-las pulgas por ejemplo en el caso de tu hijo Kiba o lo chillón en tu caso Sakura.

-¡¿que han dicho malditos?!-chillaron los padres de los niños.

-vamos cariño-Naruto apareció tras Neah que estaba cabizbajo-compre pastelillos para antes de la gran cena de Navidad-dijo cargando al pequeño que se dejo hacer por su padre.

-además el Mapache rojizo vendrá a pasar la navidad con nosotros-dijo Sasuke, viendo como su esposo y su hijo se acercaban a él.

-no deberían tentar su suerte Naruto-dijo Kiba con enfado.

-no Kiba-dijo el rubio volteando y viéndole mientras le pasaba a Sasuke a Neah-tu eres quien no debería tentar tu suerte, ninguno debería tentar su suerte-sonrió dándoles la espalda.

-lo que le sucedió a Madara, no es ni la mitad de lo que ambos somos capaces de hacer-dijo Sasuke caminando junto a su esposo mientras abrazaba a su hijo-así que es mejor que no nos tienten o les pasara algo peor que eso.

 

Dicho eso desaparecieron en el acto.

 

-malditos-dijo Kiba conteniendo rabia.

-debieron haber muerto en esa guerra-dijo Shikamaru.

-lo único que le tiene es envidia-dijo Sai viéndoles con una sonrisa-ustedes no pudieron hacer nada en contra de Madara y todos esos bijuus... solo se quedaron igual que los demás observando como Naruto y Sasuke les salvaban la vida a todos ustedes y destruían a Madara.

-eso no es verdad-dijo Lee hablando por primera vez-yo no le tengo envidia a ninguno de ellos, es solo que aun no puedo asimilar que sean pareja, es algo antinatural.

-pero cuando hay amor de por medio no se puede hacer nada ¿o sí?-dijo Temari viendo mal a su marido y a los demás-a veces me pregunto ¿cómo puede enamorarme de ti?, siendo el perezoso que eres.

-yo no tengo nada en contra de ellos-dijo Hinata-es solo que... ¿no es algo raro verlos?-dijo la chica-además no me molesta que se junte con Matsuri.

-¡¿qué has dicho?!-le dijo Kiba enojado-a mi si me molesta que se junte MI hijo con ese fenómeno...

-ese niño es más educado que todos ustedes juntos-dijo Sai haciendo sellos-todos me dan lastima-y desapareció.

 

*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*

 

Los tres hombres caminaban por el pueblo, todos les miraban mal o simplemente no les miraban, pero a dos de ellos no les importaba, en cambio a un niño que traían en brazos obviamente si, el niño escondía su carita en el pecho de su padre que lo llevaba cargado como principito, el niño iba llorando, había escuchado todo lo que le habían dicho esas personas a sus padres, e igual había escuchado lo que sus padres les habían dicho a ellas, además de que sus padres jamás tenían esas miradas, tan serias, era algo que le había dado miedo, por lo general, siempre le veían felices, sonriéndole con amor, y abrazándolo cada que podía, por eso no se explicaba como podía cambiar de personalidades así de fácil.

 

-Neah-le llamo su padre rubio al ver que su hijo hipeaba en el pecho de su esposo-¿quieres que te cargue yo?-el rubio sabía lo que era ser despreciado y sobre todo que la gente te dijera cosas sin una razón coherente.

-no puedes cargarlo Naruto-le dijo su esposo pelinegro-tienes cuatro meses y no debes hacer mucho esfuerzo por el bebe-Sasuke sonrió-yo le llevare.

-pero Teme-le dijo haciendo un puchero-yo quiero cargar a Neah.

-ya dije que no Dobe-recuerda que te dijo el doctor hace un rato-dijo el azabache mirándole y sujetando mas fuerte a su hijo-que el embarazo es de alto riesgo por lo tanto no debes hacer muchos esfuerzos.

-aun así Teme no estoy paralitico-dijo cruzándose de brazos, y medio sonriendo por la preocupación de su esposo.

-jijijiji...-se escucho una risilla.

 

Ante eso la pareja sonrió, ya iban camino a casa no faltaba mucho para llegar solo unos pasos más.

 

-Oto-san tiene razón Oto-chan-dijo el niño separándose un poco de su padre y moviéndose para que este lo cargara mejor.

-¡Mooh! Neah... tu también conspiras contra mi-dijo Naru dramático-yo que quiero cargar a mi tesoro y darle muchos besos-se cruzo de brazos y volteo a otro lado fingiendo enojo.

-no es eso Oto-chan-dijo el niño-no quiero que te pase algo a ti o a mi hermanito-dijo sonriendo.

-vez Naruto hasta Neah se preocupa por ti-le dijo Sasuke a su esposo rubio y terco.

-tsk...nadie me quiere-dijo el rubio adelantándose unos pasos y sacando la llave para abrir la puerta.

 

Sasuke y su hijo en brazos sonrieron y se miraron cómplices, Sasuke bajo a su hijo y entraron siguiendo a su rubio padre y esposo. El rubio en cuanto entro se dirigió a su humilde cocina y puso a calentar un poco de agua para hacer té, además de meter el pavo al horno para que estuviera listo, lo demás lo aria después, al fin eran cosas sencillas y Gaara había prometido llevar el postre y alguna comida mas, Sasuke fue a prender la chimenea que tenían mientras Neah miraba a sus dos padres con muchas preguntas en la mente.

 

Naruto una vez termino de acomodar la cocina, y algunos detallitos mas, se acerco un poco a la chimenea y se quito la bufanda y la chaqueta así como el suéter, estando dentro de la casa, y con la chimenea no tenia tanto frio. Se quedo solo con una camisa roja de manga larga algo cernida a su cuerpo, donde se le notaba apenas una pancita. Sasuke al ver eso, se acerco a el por detrás y le abrazo acariciando su pancita y besando su cuello, Naruto solo rio un poco, Neah les miraba con una sonrisa, estaba sentado en el sillón tras ellos, ya no le importaban tanto los comentarios, el era muy feliz con sus padres y era lo único que le importaba, además sus padres se veían felices ignorando lo que la gente decía, y si ellos podían con todo eso, ¿él por qué no?, por algo era su hijo que no.

 

Sasuke retrocedió aun abrazando a su esposo, y se dejo caer al sillón tras el cuidando de no aplastar a su hijo y mal tratar a su esposo, no quería que nada le pasara a su bebe, ni mucho menos al rubio, habían encargado a ese bebe con tanto amor, lo mismo que con Neah, ¡oh, por Kami, estaban más que felices, por fin tendrían la familia que tanto añoraban!

 

Sasuke cayó al sillón con Naruto sobre él, riendo por aquello, y dejándose abrazar fuertemente.

 

-sabes que te amo ¿verdad?-le dijo su moreno.

-siempre lo he sabido Sasuke-le sonrió- además yo también te amo.

 

Ambos sonrieron, no podían pedir nada más, sí les importaba lo que la gente pensara, pero mientras se tuvieran mutuamente, el pueblo podía decir misa, se tenían a ellos mismos y a su hijo, eran más felices de lo que alguna vez seria toda la aldea junta.

 

-Oto-chan...-les llamo su hijo.

-¿Qué sucede Neah?-le dijo Naru viendo el rostro de su hijo, el mismo que el ponía cuando la gente le gritaba monstruo.

 

Esto le entristeció, no quería que Neah pasara por el mismo calvario que él sufrió de niño, extendió sus brazos y su hijo entendió, se acerco a su padre temeroso de lastimar a su hermanito, pero Naru le sujeto su manita y lo jalo hacia el abrazándolo como muchas otras veces el quiso que lo abrazaran, con amor, conciliadoramente y sobre todo transmitiéndole seguridad. Sasuke no dijo nada, el modo en que estaban no dañaba ni a Naru ni a su bebe, además el sabia que entre sus dos rubios se entendían. Por ello les abrazo a ambos, debía reconfortarlos porque eran lo que el más amaba, y estaba seguro que si alguien osaba herir -de cualquier modo posible- a sus adorados soles...esa estúpida persona conocería las venganzas que un Uchiha era capaz de realizar, el sufrimiento de Madara durante su muerte, era una caricia en comparación a lo que haría si dañaban a su familia.

 

-hijo, no debes preocuparte por lo que la gente diga-le dijo el rubio mayor-cuando niño yo sufrí mucho el rechazo de la gente-dijo apretando a su hijo más en su pecho sin recargarlo en su vientre-sé lo que sientes, y es duro-lagrimas salieron de sus ojos-más porque yo estaba solo, vivía solo sin un padre o una madre o algún familiar que al llegar a mi casa me abrazara y me reconfortara.

-tu Oto-chan tiene razón hijo-abrazo a sus amores el moreno-yo también estuve solo de niño y por ello cometí muchos errores de los que me arrepiento, pero siempre tuve alguien ahí esperándome... tu Oto-chan siempre me siguió hasta que me trajo de vuelta, él siempre confió en mi, por eso no dude un solo segundo del amor que surgió en ambos, por eso soy un hombre feliz, porque lo tengo a él y además porque me dio lo más sagrado que nadie podría siquiera darme...

-...-el niño se separo un poco de sus padres y los miro curioso-¿Qué es lo que te dio Oto-chan?

-a ti...-le respondió Naru-le regale lo que ambos más anhelábamos, una familia.

-me regalo un hijo al que amo, y otro que pronto nacerá, pero lo principal como Naru dijo me regalo una familia, la familia que ambos perdimos o que simplemente nunca tuvimos.

-hijo no importa lo que la gente te diga, recuerda que mientras nos tengas nada te va a faltar, te daremos a ti y a tu hermanito el amor que no nos dieron a nosotros-le sonrió Naru.

-por eso, no te preocupes de los comentarios de la gente-Sasuke sonrió de lado-si te dicen algo más solo dime y veras como lo pagaran.

-jajajaja no Oto-san, aprenderé a defenderme-rio el niño-los amo a ambos-se abrazo de su rubio padre y le dio un beso a él y a su moreno padre también, tenía dos papas que lo amaban, que lo protegían a él y a su futuro hermanito o hermanita, ¿acaso podía pedirle más a la vida?...no, definitivamente era el niño más feliz sobre la tierra.

 

El niño se separo de ellos y corrió a su habitación, debía empezar a arreglarse quería estar presentable para cuando su tío Gaara llegara además de que era divertido ver como se peleaban él y su padre.

 

Naruto se movió un poco y volteo mirando a su esposo, al cual le dio un beso en los labios y se levanto a preparar la comida, mientras el moreno salía a cortar leña para la chimenea.

 

*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*

 

Tres personas con unos paquetes caminaban por el sendero a las tierras de la pareja, una rubia y dos hombres después de haberlo pensado, habían decidido ir cuanto antes, claro no sabían del incidente de hacia unas horas atrás. Tras ellos a pasos más alejados, los observaban un pelirrojo y un pelinegro, Gaara ya había sido informado por Sai lo que había sucedido, y estaba enojado con su perezoso cuñado no lo mataba nada más porque su hermana sufriría, pero si no ya estaría aplastado por la arena, por la ofensa a su amigo rubio y a su ahijado.

 

-¿Qué piensas Gaara?-le pregunto Sai.

-que debería de declarar la guerra a esta aldea...-dijo serio y apenas audible.

-Naruto se enfadaría, sabes cómo es-le dijo Sai sentándose en una roca viendo como se alejaban los otros-además es mejor dejarlo así por ahora, recuerda el estado de Naru.

-solo por eso, me detengo, que si no-dijo con enfado viendo al otro- que tanto me miras.

-que te vez lindo enojado-dijo este sonriendo y caminado lento-vamos ojala no pase nada malo.

 

Las tres personas caminaban sin saber que eran seguidas, pues los otros dos ocultaban su presencia muy bien además de que venían muy alejados de ellos, la rubia estaba nerviosa lo mismo que los otros dos, nunca creyeron que llegarían a este extremo, solo esperaban que el rubio tuviera buen corazón, como antes.

 

-¿creen que nos reciban?-dijo el castaño.

-han pasado muchos años-dijo la rubia-cometimos muchos errores con ellos.

-debí cuidar de Naruto, como si fuera mi hijo, el era hijo de mi sensei-dijo Kakashi-pero, en vez de eso lo observe de lejos viendo como la gente lo maltrataba.

-en cambio yo, solo observe como avanzaba a cumplir su meta, nunca vi que era Sasuke quien realmente le importo-el castaño dijo algo cabizbajo.

-esos chicos sufrieron mucho, y nadie hizo nada por ellos, solo los dejamos avanzar solos sin nuestra ayuda-dijo la rubia.

-pero ahora debemos remediarlo-dijo Kakashi.

-ojala no sea demasiado tarde-dijo el castaño temiendo lo peor.

 

Caminaron unos minutos mas y llegaron a el prado cubierto de nieve, donde no muy lejos se veía la casa, y afuera de ella, alguien partiendo leña como si nada. Se acercaron con cuidado no debían mostrarse hostiles o algo por el estilo, conocían el genio que tenía el azabache, y no querían problemas solo querían hablar. Sasuke al sentir presencias tras él, dejo lo que hacía para voltear a ver a sus visitantes, estaba empezando a enojarse, primero ofendían a su hijo y ahora, venían hasta sus dominios a buscar problemas. Lo bueno es que a Naru ya no le importaba si les mataba o no.

 

-¿Qué es lo que buscan aquí?-les dijo Sasuke volteando a verles-si buscan problemas los tendrán.

-Uchiha no buscamos problemas quisiéramos hablar con Naruto y contigo-dijo la rubia voluptuosa.

-con nosotros, ¿y que nos dirás? ¿Que nos vallamos de la aldea?-dijo calmado-les recuerdo que este es nuestro territorio, y no pueden hacer nada con ello.

-no deberías de hablarnos así Sasuke, además-hablo Iruka-no venimos de manera hostil...

-solo queremos hablar con ustedes, no es para que te exaltes-dijo Kakashi.

-no es que estemos exaltados-salió Naruto sin chaqueta alguna-es solo que ustedes solo piensan en el que dirán y no se dan cuenta de que eso ya no importa.

-Naruto hijo, por favor debemos hablar contigo-dijo la rubia adelantándose-no venimos a causar problemas o a ofenderlos o algo por el estilo, solo queremos pedir disculpas...

-disculpas... por que debemos disculparlos-hablo irónico Sasuke.

-a ya se, debemos disculparlos por las ofensas que nos hicieron-dijo Naru-veamos, ¿Cuáles eran?

-tacharnos como fenómenos-dijo Sasuke.

-no amor, no solo eso-dijo Naru-me deben disculpas a mí, por haber mancillado mi niñez, llamándome monstruo, apedrearme, patearme, despreciarme sin razón alguna, sin que me dijeran él porque me hacían aquello, por mirarme como basura cuando lo único que yo quería era ser amado por alguien, y por mis lagrimas derramadas día tras día, noche tras noche implorando al cielo que me recogiera o me diera una razón del porque de su maltrato, pero lo peor fue cuando me entere que yo solo era un arma, que encerraba a un demonio en mi interior y que me muchos me querían para matarme, pero el mayor odio que tengo es a mis padres, porque ellos lo permitieron, ellos mismos lo encerraron en mi, todo por salvar a Konoha.

-no solo eso-dijo Sasuke-las disculpas no son suficientes para que obtengan el perdón, ustedes mataron a mis padres, a mi clan, solo por ser más poderosos, obligaron a mi hermano a hacerlo, y lo culparon de ello convirtiéndolo en un ninja del libro bingo, y dejaron que yo le odiara, y desease matarlo, por ustedes me fui con Orochimaru para ser poderoso y matarle, dejaron que matara a mi única familia, y aun así ayude a Naruto a matar a Madara, a rescatar a las Naciones Ninja, por él, porque sabía que si le pasaba algo a ustedes o alguna aldea, Naruto sufriría, por el amor que le tiene esta Nación, a pesar de haberle usado como un arma.

-pero a pesar de eso, nunca pude odiarles, y cuando creí que nunca habría alguien que me amara y me sacara de mi soledad, llego Sasuke, la única persona que realmente me ha amado, y cuando quisimos estar juntos no solo nos juzgaron, si no también nos despreciaron.

-pero no los odiamos por eso, comprendimos que no siempre lo que para nosotros es bueno, para otros no lo es, por eso nunca los odiamos por ello, a pesar de que nos habían repudiado y discriminado.

-Naruto me convenció de no irnos de la aldea, si tal vez alejarnos un poco pero no alejarnos ya que este era y es nuestro hogar-dijo Sasuke acercándose a su esposo.

-pero cuando más los necesitamos, cuando mi hijo iba a nacer, nos corrieron de la aldea como perros-dijo Naru-solo quería ayuda para que naciera.

-por culpa de sus complejos nuestro hijo casi muere, y Naru con el-dijo Sasuke apretando la mandíbula al recordar cómo estaba desesperado tratando de que el bebe respirara cuando ya había nacido, recordando como Naru se desangraba por la lentitud de su recuperación.

-pero gracias a Kami-sama no sucedió, y nuestro hijo nos ha dado felicidad, ha llenado nuestro hogar con amor, y nos ha dado una familia, la familia que ustedes nos negaron-Naruto sonrió con nostalgia.

 

Los tres visitantes estaban callados escuchando como aquella joven pareja se desahogaba, recordándoles todos y cada uno de los desprecios, traiciones y desdenes que la aldea y sus líderes les causaron, no podían siquiera quejarse ni defenderse, ya que era verdad lo que decían. Solo podían agachar la cara con vergüenza pues todo era verdad, una cruel realidad que ellos solo observaron de lejos, sin imaginar el sufrimiento de aquellos pobres niños.

 

-nosotros no queríamos que todo eso pasara-dijo Iruka.

-si pudiéramos retroceder el tiempo-dijo Kakashi.

-sentimos todo aquello-dijo Tsunade-se que nos equivocamos pero podemos empezar de nuevo, solo necesitamos una oportunidad-pidió la Godaime-para demostrar lo arrepentidos que estamos.

-solo ustedes están arrepentidos, ¿y los demás? ¿y el resto de Konoha?-dijo una voz tras ellos.

 

Cierto pelirrojo había llegado junto a Sai que veía todo serio como siempre, en cambio el taheño tenía el ceño fruncido, estaba enojado por lo hipócritas que eran las personas, después de lo que Naruto y Sasuke habían hecho no solo por esa aldea sino por todo el mundo Shinobi, ¿y estos tres querían arreglar todos los desprecios y humillaciones, tanto en su infancia como en los últimos 5 años, con un simple "lo sentimos"?, vaya personas.

 

-es verdad, hace rato Kiba, Shikamaru y Sakura ofendieron a Neah, solo por estar jugando con sus hijos-dijo Sai recordando eso.

-solo ustedes están arrepentidos-dijo Gaara-¿pero y el pueblo entero?, ¿aceptaran a Naruto y Sasuke, incluso a Neah y al próximo bebe?.

 

Iruka volteo a ver a Naru que tenía las manos puestas en su levemente abultado estomago, Tsunade no podía creerlo y Kakashi menos, si no tuviera la máscara se vería como es que estaba más que asombrado por ello.

 

-no queremos que nuestros hijos sufran el desprecio que yo sufrí-dijo Naru con temor en la voz-yo solo quiero que crezcan felices.

-y en la aldea solo tendrán dolor-dijo Sasuke-por ello mejor váyanse a Naru no le hace bien que estén aquí-tomo a su esposo y lo guio a la puerta para que entrara a la casa.

-espera Naruto denos una oportunidad-dijo Iruka.

-es demasiado tarde para darle una-dijo Sasuke abriendo la puerta.

-haber visto como hoy todos nos miraban y como mis "amigos" hablaban de mi hijo me hizo entender que jamás les perdonare-Naruto entro a casa junto a Sasuke-por favor retírense de nuestras tierras-dijo cerrando la puerta.

 

Dentro de la casa, Neah miraba como su Oto-chan lloraba en brazos de su padre, había escuchado todo sin querer y por primera vez sintió enojo y tristeza de ver a sus padres así de afligidos.

 

-Oto-chan no llores-dijo su hijo-no me molesta que la gente me llame monstruo-dijo su hijo abrazándose a la pierna de su padre-porque yo sé que no lo soy, yo soy su hijo y por eso estoy orgulloso.

 

Sasuke se inclino y cargo a su hijo, Naruto les abrazo ambos y lo mismo hizo Neah con él, Sasuke se unió al abrazo y así duraron un rato más, sintiendo la calidez y amor que de ellos emanaba, solo eso necesitaban para ser felices, no necesitaban ni deseaban la "aceptación" de los demás.

 

Afuera Tsunade estaba cabizbaja lo mismo que los demás. Pensado en todo el daño que por años habían causado, y que jamás podrían enmendar, ese tipo de errores nunca se pueden pagar.

 

-es mejor que se vallan-dijo Gaara pasándoles de largo.

-yo les dije que no obtendrían nada viniendo aquí-dijo Sai pasando igual junto a ellos-lo que todos han hecho no tiene perdón, deberían darle gracias a Kami-sama que ambos tiene paciencia-dijo viéndoles-si no por lo ocurrido esta tarde hubieran perdido shinobis en vano.

 

Sai se adentro a la casa siguiendo a Gaara, observaron como Sasuke acomodaba los regalos en el árbol, Naruto partía unas manzanas y Neah embetunaba un pastel y se manchaba con el y reía feliz junto con Naruto.

 

-valla, valla pero que gran escena-dijo Gaara-nunca imagine llegar a verte con una sonrisa en el rostro Uchiha.

-jajaja bastardo te atrapo sonriendo-dijo Sai esquivando un cojín.

-cállate mapache y tu también copia barata-dijo un Sasuke enojado.

-jajajaja Tío Gaara como estas-dijo Neah corriendo hacia Gaara que lo cargo y abrazo como siempre-¿por qué no habías venido antes?.

-bueno Neah soy el líder de mi aldea no la puedo dejar sola mucho tiempo-dijo Gaara bajando al niño y dándole su regalo.

-¡gracias!-dijo corriendo a ponerlo bajo el árbol y seguir ayudando a su Oto-chan.

-hola Naruto-saludo Gaara a su amigo rubio y dejando unos platos en la mesa, así como una botella de vino.

-Gaara, amigo pasa-dijo Naru sonriéndole desde la cocina no iba a abrazarlo ya que tenía las manos ocupadas-creí que llegarías mas tarde.

-si Naru pero fui a casa de Temari y Shikamaru me corrió-dijo este acercándose a ayudar al rubio-según me dijo Sai tuviste un altercado con él.

-nada que no sea diferente a lo de antes-le resto importancia el rubio-vi a tu sobrinos son más parecidos a Temari que a Shika.

-eso es lo bueno-dijo tomando unas papas cocidas y pelándolas para poder hacer el puré.

-un día matare a Shikamaru-dijo Sasuke acomodando la mesa.

-me harías un favor Uchiha-suspiró Gaara sonriendo de lado.

-no comiencen los dos-les regaño Naru enfadado-nadie lastimara a nadie entendieron.

-si...-dijeron los dos al unisono.

 

Sai estaba jugando con Neah, bueno mejor dicho le enseñaba a dibujar alejado de todo eso, sabía que le regañarían por haber llevado al niño a la ciudad pero no era su culpa si no la del destino que le hizo retrasarse por buscar el regalo perfecto para el niño y sus amigos además de su próximo sobrinito.

 

Horas más tarde cuando ya la cena había terminado, habían platicado de todo, Gaara le había contado algunas aventuras que había tenido de niño, y Sai le había pedido disculpas a sus dos amigos, ellos habían entendido que había sido Neah quien se había alejado, por ellos no le fue tan mal, solo tenía que cumplir los antojos de Naru por un mes. Sasuke había decidido lavar los platos mientras Naru y su hijo con las "molestias" como les llamaba a Gaara y a Sai abrían los regalos.

 

-mira Neah, este es mío-dijo Sai sacando un regalo de un pergamino.

-¡fantástico! ¿Qué es?-dijo el niño feliz.

-ábrelo-le sonrió el pintor.

 

El niño desenvolvió el regalo y saco un maletín el cual abrió, estaba lleno de pinturas de un lado y en el otro había varias hojas blancas y dos libretas de dibujo, Sai deseaba despertar el instinto artístico de su sobrino, tenía la gran esperanza de que fuese un reconocido ANBU con la técnica de la pintura ninja, tal vez no como su arma principal...pero si como una gran opción en combate.

 

-gracias tío-dijo Nea feliz-me gusto mucho, al fin podre aprender a pintar tan bien como tú.

-ahora el mío -Gaara le paso su regalo el cual era grande.

 

Neah abrió el regalo encontrándose con un estuche Ninja muy completo, unos protectores para sus manitas y sandalias ninja, ya que el niño usaba zapatitos como las personas normales, debía empezar a inculcar la indumentaria shinobi, todo para fomentar el estilo de vida ninja, en ese futuro Jounin de Suna en el que se convertiría, sin duda alguna.

 

-¡oh! Muchas gracias tío Gaara-dijo el niño feliz, ya tenía un equipo Ninja, solo que estaba algo viejo, sus padres se lo habían dado hacia dos años, cuando tenía 3 años según su padre debía aprender a usarlas, pero solo a veces entrenaba.

-espera Neah, el más importante es el nuestro-dijo Sasuke mostrando una caja grande.

 

El niño corrió a abrirla feliz de que sus padres pudieran comprarle aquello tan grande, no le importaban tanto los regalos, de hecho casi no recibía, solo en navidad y su cumpleaños, pero aquellos gestos lo hacían feliz ya que esas épocas eran las más importantes para él. Abrió el regalo más que feliz, sacando una cajita llena de cositas, con arbolitos y casitas así como personas y demás accesorios, luego saco otra donde había unas vías de tren eran muchas y la ultima caja tenia los vagones del tren de colores negro rojo y azul.

 

-¡Oto-san Oto-chan muchas gracias!-grito feliz el rubito, y como no si él había pedido un tren a sus padres hacia un año, pero no habían podido comprárselo, más aun así nunca perdió la esperanza de que sus padres se lo compraran.

-se ve que ahorraron mucho para comprar todo el juego de la cuidad y el tren-dijo Gaara.

-aunque no lo creas no fue así, solo queríamos sorprenderlo cuando fuese un poco más grande-dijo Sasuke viendo como su hijo jugaba con el vagón del tren.

-además, así podremos pasar tiempo con el ayudándole a armarlo-dijo Naru feliz viendo a su hijo.

-después de todo lo ocurrido este día, y de todo lo que ha pasado estos años-Sai sonrió mostrando un dibujo donde se apreciaba al rubito abriendo un regalo junto a un Gaara serio viéndolo y sus padres felices sonriendo y tomados de la mano, claro que el igualmente se dibujo parado junto al pelirrojo-esta ha sido una buena navidad.

 

La felicidad, no viene envuelta, no emana del resto de la gente, la verdadera felicidad nace del corazón de aquellos que se aman, no necesita de lujos o regalos para crecer y no espera que los demás la acepten, la felicidad nace, se alimenta y crece del amor que existe entre dos seres, sin importar si son iguales o diferentes, si es entre hombres o mujeres, mientras sea amor todo es puro.

 

Notas finales:

 

Gracias por Leerlo ahora si no es molesta... ¿me dejarían un review?... si~

 


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