-¡Naruto!, ¡Ya me voy! - Gritaba un hombre de unos 40 años de edad, su pelo era de un rubio brillante, su piel era de un tono claro, tenía unos ojos como el cielo, media 1.87, vestía un traje azul marino y estaba sacando las maletas de la casa para meterlas en su camioneta Jeep Wrangler color Negro brillante.
Por las escaleras iba bajando un hermoso chico de unos 17 años de edad, con sonrisa deslumbrante, cabello rubio igual que su padre, piel canela y unos ojos azules un poco más brillantes que los de su padre, los cuales demostraban su pureza, media 1.65 y vestía unos jeens desgastados y una polera azul, y un hermoso dige colando de su cuello.
-Aquí estoy ya - decía llegando el chico hasta donde su padre- que te vaya bien, me portare bien este año solo-tenia una sonrisa que demostraba que ni el se lo creía.
-Mas te vale, por cierto Naruto, ¿recuerdas a Sasuke, el hijo de mi jefe?-
-Claro, como olvidarlo- comentaba sarcástico- ¿Porqué?
-Hoy llega de Estados Unidos, y dijo que vendría a visitarte. Que ansía verte.
-¿que?, debes estar bromeando- no podía ser cierto. ¿Sasuke?, ¿Uchiha Sasuke?, ¿de nuevo en Japón?. No sabia porque, pero esto no le daba buena espina.
-No bromeo y ya me voy que ya es muy tarde Naruto, mi vuelo sale al mediodía, debo irme. Nos vemos luego, Le dije a Sasuke que llegara como a las 2 de la tarde. Adiós, nos vemos en un año, Estaremos en contacto. Recuerda mandarme mails, cualquier cosa regresaré volando.
No podía respirar bien, sentía que hiperventilaba.
¿Sasuke de regreso? No jodas
Estaba pensando en que hacer para cuando llegara Sasuke, que no presto atención a lo último que le decía su papá, tan solo asentía con la cabeza. Escucho un "adiós, nos vemos" y sintió como su padre lo apretaba muy fuerte en un abrazo. Para luego subirse a su camioneta e ir a toda velocidad al Aeropuerto de Tokio.
De pronto se encontraba solo.
y comenzó a recordar aquello que paso hace mucho tiempo...
Se encontraba él de unos 10 años junto a su padre, este lo estaba llevando consigo a una reunión de trabajo, pues iba a durar mucho, y su padre no le quiso dejar solo en casa y le pareció buena idea presentárselo a su jefe y mejor amigo, y de paso a su hijo que por lo general también acompañaba a su jefe para aprender sobre el trabajo, pues decía que en un futuro quería ser como su padre.
De pronto llegaron hasta la sala de la empresa, un lugar donde los trabajadores dejaban a sus hijos que los acompañaban al trabajo, porque no tenían donde dejarlos.
Fuera de esta se encontraban el jefe de la empresa y un chico con cara de amargado a su lado.
-Buenos días Uchiha- saludaba su padre a un señor un poco más alto que Minato de cabellos azulados y largo casi hasta los hombros, peinado con gel hacia atrás, de porte elegante.
-Buenos días, Namikaze- respondía al saludo el señor Uchiha-Oh, este debe ser Naruto, tu hijo, en verdad se parece mucho a ti- decía dirigiendo una mirada al pequeño, el cual le dedico una sonrisa.
-Así es. Naruto-decía dirigiéndose ahora a su hijo- El es mi jefe y mejor amigo Fugaku Uchiha, y este de enseguida es su hijo, Uchiha Sasuke.- el mencionado le observaba de una manera que no supo identificar, un extraño brillo se asomaba en sus ojos acompañados una sonrisa prepotente.
-Mucho gusto-fue lo único dijo
-Igualmente- Una sonrisa de su parte, un tanto fingida. Había algo en ese muchacho de cabello y ojos azabaches que no le había agradado para nada.
-Bien Naruto, Sasuke- Hablaba el señor Uchiha- Nosotros nos iremos a la junta, pueden quedarse en la sala en lo que volvemos.
-Está bien, gracias- dijo Naruto
-Naruto no rompas nada, ya vuelvo- fue el comentario que hizo su padre para luego retirarse e ir detrás de su jefe que ya se había adelantado.
Un silencio que duro unos 5 minutos se hizo presente. No parecían tener mucho de qué hablar y le incomodaba la forma en que el Uchiha lo miraba, como examinándolo.
-¿Quieres entrar a la sala?-aun no entraban a la sala, pues solo se habían quedado observando el uno al otro.
-Claro-la pregunta lo sorprendió un poco, pues estaba muy metido en sus pensamientos.
Ambos entraron sin decir nada,La sala era amplia, tenía 3 sillones de diferente tamaño con una mesa pequeña de cristal en el centro, habia tmb un refrigerador pequeño, un baño y una television empotrada en una de las esquinas superiores de la sala, la cual estaba prendida, pero no le prestaron atención.
Naruto se sentó en un sillón que había en la sala, y Sasuke le siguió y se sentó a un lado.
-Cuántos años tienes Naruto?- preguntaba Sasuke mientras se acercaba un poco mas deslizándose en el sillón.
-amm, 10 y tú?- preguntaba retrocediendo por la cercanía del moreno.
-14-respondió-¿Quieres jugar conmigo?
-jugar?- tal ves no era tan aburrido como pensaba, creía que iba a hablar sobre el negocio de sus padres o tal vez de nada.-Claro a que quieres jugar?
Un brillo parecido al que vio cuando recién lo conoció apareció de nuevo en la mirada del Uchiha.
-y bien? A que quieres jugar?- pregunto de nuevo pues el chico no había respondido, tan solo se le había quedado viendo.
-A los doctores- una sonrisa amplia apareció en su rostro- Yo seré el médico y tu el paciente. ¿De acuerdo?
-Supongo que está bien, pero que se supone que vamos a hacer, no tenemos herramientas, además no me siento mal- una cara inocente de parte del rubio y la sonrisa del Uchiha se ensancho tanto que asustaba.
-"esto sera divertido"- pensó el moreno- No necesitamos nada, usa tu imaginación.
-aam, esta bien pero.. aah!- un gemido había salido de los labios del rubio, pues el Azabache se había acercado lo suficiente a él, y había presionado con una de sus manos una de las tetillas del menor.
-que erótico- dijo Sasuke mientras seguía frotando la ahora endurecida tetilla.
-¿Qué rayos haces?!- preguntaba exaltado el rubio ahora parado a un metro del chico, eso se había sentido extraño.
-¿Que crees qe hago?, juego contigo al doctor- se había levantado y ahora se dirigía hasta el-
-Eso no es lo que hacen los doctores- retrocedía cada vez que el mayor se acercaba.
-¿Tu como sabes que es lo que hacen?, ¿Acaso eres doctor?- preguntaba sarcástico
-Pues noo.. pero..
Ya no pudo retroceder mas, pues el muro detrás de el se lo impedía. El mayor tomó sus manos y las sostuvo sobre su cabeza pegadas a la pared con la mano izquierda, con la otra empezaba a tocar al chico menor descaradamente por todo el pecho, levantando su polera naranja que tenia dibujado un espiral color negro en la espalda.
-aah, detente!- pedía el rubio mientras intentaba en vano, zafarse del agarre del mayor.
-¿porqe?, ¿no dijiste que querías jugar?- el azabache había acercado peligrosamente su cara al cuello del rubio el cual empezó a lamer y dar pequeños mordiscos, que hacían que el menor se retorciera en espasmos cortados, como si quisiera darle un ataque.
-pe..ro.. esto no.. es..aaah- lagrimas empezaron a salir de su rostro cuando el mayor le sacó la polera y lamia uno de sus rosados botoncitos.- por fa..vor...detente.
-¿que, porqué? No te sientes bien... cuando chupo tus botones? , justo ahora parecías excitado- tomo con dos de sus dedos una tetilla del menor y empezó a pellizcarla, el otr por su parte empezó a gritar que lo dejara, cosa que no hizo.
El peli azul se aprovecho que el pequeño tenía la boca abierta, pues no podía cerrarla debido a que no podía retener los gemidos, para meter su lengua en la cavidad de este. Estaba disfrutando del beso, pero lo que no se esperaba era que el rubio demonio mordiera su lengua con todas sus fuerzas y la hiciera sangrar.
-Dejhsgraciado!- tenia su mano cubriendo su boca, de la cual estaba saliendo mucha sangre.
Naruto por su parte pudo zafarse del agarre y había empezado a correr, no llegó muy lejos pues el uchiha lo había alcanzado.
-Suéltame!- revoloteaba intentando soltarse del agarre el más pequeño
-Ijiota, pagarash por lo que hishiste!- su voz sonaba graciosa, pero para él no era nada divertido.
Comenzó a desabrocharle el pantalón y se lo quitó de un tirón. El rubio abrió sus ojos desmesuradamente al sentir esto de sus ojos salieron lágrimas. Podría tener 10 años, pero sabía exactamente lo que el mayor quería hacerle, y no estaba dispuesto a dejarse.
Ambos cayeron al piso en medio del forcejeo, tirando consigo unas cosas que estaban en una mesa. De ahí cayó un jarrón el cual se rompió cuando hizo contacto con el piso.
Naruto sentía como era tocado en esas parte que el consideraba personales y sentía cierta repulsión y placer que no podía controlar. Estaba llorando, y solo pensaba en irse de ahí.
Tomó sin pensar una pieza del jarrón roto y lo incrusto en el hombro del moreno, el cual soltó un grito desgarrador que se escucho por toda la sala.
Comenzaba a salir mucha sangre de la herida, Naruto se asustó pues había hecho eso en un momento de arranque.
-Pagaras maldit..
La puerta se había abierto dejando ver a un chico de unos 11 años parado en el umbral de la puerta, atónito al ver la escena en la que se encontraban ambos chicos:
Un pequeño rubio casi desnudo tirado en el piso llorando, siendo sometido por un moreno mas grande el cual sangraba y tenía un objeto punzante en su mano derecha dispuesto a encajársela al chico que tenia debajo de él.
No lo pensó mucho y fui a quitar al mayor de encima del rubio. Este por su parte se levantó rápido al sentirse libre del peso que lo presionaba y no lo dejaba moverse.
¿Qué rayos paso?- preguntaba el chico recién llegado, que portaba un playera azul con unos jeens negros entubados, un tatuaje en japonés que decía "amor" en su frente y un cabello rojo como el fuego.
-Ese idiota trato de.. de violarme!- Se escuchaba la voz del menor el cual estaba detrás del que lo había salvado buscando protección.
Por otra parte el Uchiha tan solo los miraba con recelo.
-Escucha-se dirigía al moreno- será mejor que te trates esas heridas, y haremos como si esto no hubiera pasado, a menos que quieran darle problemas a sus padres. Y a la Empresa que empieza a progresar con sus ventas.- aclaraba el del tatuaje.- y no te vuelvas acercar al chico rubio, y tu- ahora se dirigía al rubio, su tono de voz había cambiado de uno estricto raro en un niño de 11 años, a uno de consuelo.- te acompaño, te comprare unos dulces para que te relajes.
Después de eso ambos salieron de la sala y fueron a la tienda a comprar dulces, y platicaron como si nada hubiera pasado. El chico que le salvo se llamaba Gaara, y su padre también trabajaba en la compañía, Cuando sus padres se enteraron de las heridas de Sasuke, se asustaron, pero les dijeron que lo del brazo solo había sido un accidente, cuando jugaban a "las traes". Y la lengua se la había mordido sin querer al caer.
Naruto había sufrido un "ligero" trauma causado por el azabache, Naruto ya no confiaba en nadie, y su vida a causa de esto se había hecho difícil, pues cuando alguien en la escuela se quería acercar a el y le preguntaba que "si quería jugar", le comenzaba a gritar cosas sin sentido esto provocó que sus compañeros se alejaran de él.
Los años pasaron y Gaara se convirtió en el mejor amigo de Naruto, el cual le ayudo a superar su problema de desconfianza.
Gaara no tenia muchos amigos, y parecía no saber mucho de relaciones pero no era porqué no pudiera o fuera antisocial, simplemente no quería.
sabia como tratar a las demás personas y así pudo arreglar el estado de Naruto. Cosa que no fue nada fácil.
Era un niño de 10 años al cual casi había violado un perfecto desconocido.
Estaba muy afectado.
A pesar de los malos ratos, en la preparatoria pudo desenvolverse mejor con sus compañeros de clases, y ahora era considerado uno de los chicos "populares" de la escuela. Pues habia hecho muchos amigos, se llevaba bien con todos, ya no le costaba relacionarse con las demas personas, era un joven muy carismático.
Además de que era bien parecido.
Desde lo pasado en la sala de juntas de la empresa de su padre Naruto solo había visto a Sasuke 2 veces luego de lo sucedido. Una, cuando lo visitó con su padre a su casa, estaba vendado y no podía mover su brazo y lo mantenía en reposo. Le habían llevado un ramo de flores y chocolates. Para que se mejorara. Claro que le daba igual si se mejoraba o no. Aunque en esa ocasion, el uchiha no lo vio, pues cuando fue a visitarlo se encontraba dormido.
Y La última vez que lo vio, fue hace 4 años, cuando tenía 12.
El Uchiha le pasó por un lado, cuando caminaba por el centro de la ciudad comprando ingredientes para la cena de esa noche, el rubio había intentado hacerse el distraído, como si no lo hubiera visto. Pero el moreno sí que lo había mirado y le tomo del hombro para detenerlo, y acercoar su boca a su oído para susurrarle unas palabras.
Aun recordaba lo dicho por el Azabache:
"Me vengaré, Naruto-kun, por lo del brazo y la lengua, Además, por dejarme con una terrible erección que no podía bajar debido a la herida del brazo, Algún día lo haremos, quizás, cuando estés mas grande, o tal vez mañana, o en una semana, quien sabe - una risilla burlesca salió de los pálidos labios- nos veremos luego, cuando menos te lo esperes."- lamio el lóbulo de su oreja para luego seguir caminado.
Han pasado 5 años desde ese día, y creyó que no volvería a saber nada de él. Pues se entero que se fue a estudiar al extranjero(EU) junto con su hermano mayor Itachi, el cual vivía allá.
¿Aun querrá vengarse?. Joder, que el no quiso hacerle eso en su brazo y lengua ¡él se lo buscó! fue Él, el que comenzó todo. El debería ser el de la "venganza" fue él la victima de la casi violación.
Diablos.
Nunca quiso contarle lo sucedido a su padre, pues no quería que tuviera problemas con su jefe y amigo, padre del idiota. Además de que también podría haber problemas con su Trabajo.
Como sea, tenía que hacer algo.
Debía llamar a Gaara y saber donde estaba para que volviera pronto, antes de que el bastardo llegara. Gaara no vivía en Japón, hace 2 años se había mudado a España y durante el año que iba a estar solo lo había invitado a quedarse con él en su casa. Solo le veía en vacaciones pero mantenían el contacto por medio de sus celulares y el facebook (n/a: XD)
En este momento debía estar en el aeropuerto, eran las 12:20pm y le había dicho que llegaría a las 12:00, asi que lo llamó.
Se encontraba en el aeropuerto de Japón, el cual acababa de arribar, le dolía el cuello por su mala postura al viajar en el avión e iba murmurando cosas sin sentido como "estúpidos viajes largos, "estúpidos sillones que suponen ser cómodos", "joder con Naruto porque no me viene a recoger?","Mierda, quiero hacer pipi" haciendo que la gente se le quedara viendo.
Estaba tomando el taxi cuando sintió su celular vibrar, lo descolgó sin ver quién era, ya tenia una idea de quien podía ser.
-¿Si?
-Gaara?-se escuchaba por el aparato.
-Que pasa, ya voy para allá, estoy en el taxi- comentaba el mencionado.
-Tienes que apurarte, es urgente que llegues rápido, cuando llegues te cuento. Nos vemos-
-si, nos vemos-
Y colgó.
Que extraño. Su voz sonaba preocupada. Bueno, ya sabría que pasaba cuando llegara a su casa.
Estaba caminando de un lado para otro como un león enjaulado en el living de su casa.
¿porque se ponía en ese estado?, ¿Le preocupaba tanto que Sasuke le llegara a hacer algo?, Por dios que ya no era ningún niño, tenía sus notados 17 años y se había vuelto más fuerte.
Aunque es cierto que Sasuke ahora tendría 21, pero de todas maneras, ya no era un mocoso de 10 años al cual casi violaban.
Tembló al pensar en la palabra violación.
Enserio deseaba que Gaara llegara pronto.
Y como si Dios hubiera oído sus plegarias. El timbre sonaba, anunciando la llegada de alguien.
Presuroso, abrió la puerta sin preguntar antes quien era.
-Gaara, al fin lle...- Se quedo mudo, con una expresión boba en su cara, la boca la tenia caída y los ojos desmesuradamente abiertos, las piernas le comenzaron a temblar.
Al abrir la puerta, para su sorpresa o más bien desgracia, el chico parado afuera de su casa no era Gaara sino, Sasuke.
-Que pasa Naruto-kun, no te acuerdas de mi?- tenia una cara de sentido, y su voz había sonado como si le doliera que no le reconociera.
De pronto en su cara se mostro una sonrisa altamente prepotente y sínica.
Como la que vio el dia en que se conocieron.
Esto no estaba pasando.
Ese de enfrente no podía ser Sasuke, el idiota que lo había intentado violar de niño y había arruinado su secundaria.
No podía tener tan mala suerte.
Mierda, ¿Y ahora que?.
...Continuara...