Narra Bill.
Mi padre, el que decía que me quería, el que decía que quería el bien Mio, en fin, decía muchas cosas, ya veo que no le importo por haberme metido a un Internado, mejor dicho una cárcel.
Ese era un día de lluvia, el cielo estaba cubierto por esas nubes grises, corría al parecer un viento helado, el suelo estaba todo mojado, había comenzado a llover cinco minutos después de que me subí al auto, a que me fueran a dejar a el manicomio.
-Hijo, estarás bien, sólo es un año.-Miró mi madre hacía atrás, yo negué.
-Y si sólo es un año…perfectamente me pude haber quedado en mi colegio…con mis amigos.-Bajé la mirada, silencio.
Mi madre, Simone, era la única que bueno, me comprendía.
Ella siempre se preocupa por mi, cuando me sentía mal ella estaba a mi lado, no podía decirle que era mala conmigo.
En cambio mi padre, el podríamos decirlo así…’’Me odiaba’’.
-Hijo, no me digas que te da miedo, ¡Por favor!, sólo es un año-Decía mi padre mientras alzaba la voz, yo me quedé callado, si respondía, no me hacía responsable de lo que dijera.
-Bien, llegamos.
Entramos al estacionamiento, había una escalera ahí abajo, que nos llevaba a la entrada de ahí.
Saqué mis maletas, estaba vestido normal, con una chaqueta negra, una polera de Aerosmith y unos pantalones negros con zapatillas negras, con el pelo así como ‘’León’’, siempre me vestía así, desde que tengo uso de razón, y claro, a veces cambiaba los peinados, a los veinte o diecinueve años pretendía cambiarme de look.
Llegamos a la entrada, se parecía a ‘’Hogwarts’’, la verdad era un poco espeluznante, ya me dio igual, si me mataban ahí de seguro viviría en otro cuerpo y me haría una nueva vida…por Dios, que decía…?
Tocamos el timbre y salió una mujer con el pelo con una cola, vestida de secretaria, se veía amable por lo menos, eso creí hasta que habló.
-¿Así que este es el niño malcriado?
-Eh…?-Miré a mis padres.
-eh-eh…sí, ya vete Bill, te vendremos a ver de vez en cuando, adiós-Dijo mi padre mientras me empujaba a la puerta.
-adiós mi niño-Me alzó la mano despidiéndose.
La secretaria al parecer, cerró la puerta, miraba por todos lados, ese lugar era inmenso, tenía yo creo que tres pisos, había puertas por todos lados después en el segundo piso en adelante.
La mujer me llevó al parecer a mi habitación, habían dos chicos en ella, ¡Oh, genial, compartía la habitación con dos completos extraños!
-Ellos son Gustav y Georg, son tus compañeros de habitación, vengan chicos, saluden a Bill.
-Hola Bill, tranquilo, no mordemos..!-Dijo al parecer…¿Georg?
-Bueno, instálate acá, Georg hijo-¿Hijo?-cuídalo, me dijo su mamá.
-Jaja, ok.
De vista me parecieron simpáticos, mientras me instalaba me preguntaron donde vivía, varias cosas, nos hicimos muy amigos, Gustav me dijo que tocaba la Batería desde pequeño, y que Georg Tocaba el bajo.
-Y tu Bill, ¿Haces algo?-Preguntó Gustav mientras se daba vuelta a mirarme, yo me senté en mi cama y ellos se acercaron.
-No, soy inservible, bueno…canto un poco y se tocar más o menos la guitarra, ah, también el violín.
-oh…
Los G’s, me dejaron que les dijera así, me empezaron a enseñar todo, las salas de clases, el jardín, bueno, lo vimos desde el ventanal.
Fuimos a la que iba a ser nuestra sala de clases y ahí había un chico, al parecer era de esos populares a quien todos admiran, que quieren ser sus amigos o quieren ser como él, los G’s lo fueron a saludar, yo me quedé en la puerta, tenía mala experiencia con los populares, ellos siempre eran los que me molestaban.
-Oye Tom, mira, él es Bill, ¡Ya ven Bill, no tengas vergüenza!
Me acerqué a ellos, Al parecer ese tal ‘’Tom’’, me miraba de pies a cabeza, me dieron ganas de preguntarle algo como ¿Qué me ves tanto?, pero me arrepentí.
-Recién llegaste…?-Claro que sí, tonto.
-Sí, hace una hora más o menos.
-Tuviste suerte de haberte quedado en la habitación de los G’s
-eh…¿Por qué?
-Por que también estaba libre la de el matón de la escuela-Se sentó en una mesa que había ahí mientras me miraba, digamos que me puse un poco nervioso.-Si te hubiera tocado esa, de seguro ahora estarías muerto-Tragué saliva.
-Esto no puede ser peor…-Hable despacio.
-Bueno, pero no te preocupes, supongo que…¿Estás en nuestro grupo?, oh claro, si tú quieres.
-eh-eh…supongo que ¿Sí?
-Ok, entonces Bienvenido-Se paró de la mesa y se acercó a mi, me dio un apretón de manos y un abrazo, qué…¿Me había sonrojado por un abrazo…de él…?, ojala que no.
Narra Tom.
Estaba sentado hablando con unos compañeros, siempre hablaba con todos, no hacía ‘’desprecio’’ al alguno, a excepción de Frederick, el matón de el curso, y de la escuela.
Ví que llegaron los G’s, al parecer venían a contarme algo por sus caras, ya los conocía muy bien.
-¿Algo nuevo?-Dije dando una sonrisa.
-Sí, llegó un chico nuevo, se llama Bill.
-Ah sí…?
Mire para ver si estaba, no veía nada, me paré para ver y ahí estaba, al parecer Bill, era digamos…Perfecto.
Su cabello, su ropa, su maquillaje, todo de él me llamó la atención, le dirigí una de esas miradas ‘’sexys’’ que yo hago para conquistar a alguien, pero en fin, no se dio cuenta.
Le dí la bienvenida, de esos abrazos y apretones de mano que siempre doy cuando alguien me cae bien, pero me dí cuenta de algo, su olor, me mató.
Cuando lo abracé, sentí algo que no sentía con algún amigo, me puse un poco nervioso así que me separé de él, y vi que se había sonrojado, ¿Sentimos lo mismo?
-Bue-bueno…si quieres yo te termino de enseñar el Internado, vamos.-Le sonreí.
-Ok
En todo el rato en que le estuve enseñando el Internado, no pude evitar mirarlo de nuevo, el me miró y al parecer lo notó, yo sólo le sonreí con esas típicas sonrisas, como la que dije, esa de querer conquistar a alguien.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español