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Juego de Gemelos por NnoixSzayu

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Notas del capitulo:

Bueno es un poco largo, pero espero que les guste y espero verlos el siguiente capitulo

 

 

::mello::

 

-Soy el vecino de en frente – Dijo ese pequeño de anteojos que me enamoro de sus ojos, era todo flaquito, piel de un término medio muy suave, cabello corto y algo despeinado naturalmente y de un inusual pero muy tierno color rosado, lentes de marco flotante que con el reflejo de la luz de la habitación casi tapaban sus hermosos ojos naranjas con un reflejo dorado, su olor era al de un fruto dulce, y su voz era fina y estremecía mi piel.  - ¿Por casualidad no podrías prestarme una tacita de azúcar? – Pregunto suavemente - ¡Si claro!, espérame acá y te la traeré – Luego de esa pequeña charla, me dirigí a la cocina, donde, Kyoko, mi gato, me esperaba ya con una taza de azúcar, parece que ya escucho la conversación, ¡si nuestro gato está entrenado para ser y hacer cosas de humano!.                                                                             Ya con la taza me dirigí a la entrada y se la di con una sonrisa muy dulce, el me respondió con una simple, inocente y directa mirada a los ojos, justo cuando se estaba yendo bajo Nnoishiro, mi gemelo, que al darse vuelta el pequeño vecino, Nnoishiro puedo verle el trasero, ese perfecto, redondo, parado y enorme, trasero.

-¿Quién era esa hermosura? – Comento Nnoishiro, cuando el pequeño ya se había ido.

-El vecino de en frente, vino a pedir una taza de azúcar – Respondí con desprecio, no es que yo y Nnoishiro nos odiemos, si no que no nos llevamos bien siempre, como tenemos los mismos gustos siempre peleamos por lo mismo, que eso es muy frustrante.

- ¿No sabes cómo se llama? – Pregunto con una sonrisa muy pervertida .Lo raro de nosotros es que sabes el sentimiento del otro, en este caso los dos estamos enamorados de ese niño, nunca nos enamoramos, tal vez por eso la sonrisa de Nnoishiro, siempre es por algo de sexo, bueno tenemos 16, tenemos las hormonas al tope.                                           Ya es mucho que los dos nos queramos tirar al mismo niño, pero enamorarse del mismo niño ya es mucho. – No – Respondí fríamente.

A la noche mis papas volvieron del trabajo y toda la familia siendo muy cocinera, en especial mamá es fundadora y cocinera del restaurante más famoso de la Japón y está sacando una franquicia para todo el mundo y papá tiene más de 50 restaurantes de su línea de comida por todo el mundo, eso hace que nunca están en casa, pero Nnoishiro y yo lo entendemos y a pesar de eso somos una familia muy muy unida. Nos pusimos a cocinar…                                                   

-Papá, Mamá ¿Saben como se llaman los vecino de en frente? – Dijo Nnoishiro, lo que no me gusto mucho.

-Creo que se apellidan “Granz” – Respondió mamá.

- ¿Algún  día los podemos invitar a cenar? – Pregunto con una gran sonrisa Nnoishiro.

-¡Claro! – Aprobó como  siempre mamá.

Ya hecha la comida empezamos a comer.

-¿En tres meses empiezan la escuela no? – Pregunto papá.

-¡Si! ¡Pero no quiero ir! – Dije a los que todos rieron.

-Creo que irán con los hijos de unos amigos míos – Informo papá.

-¿Quiénes? – Pregunto curioso Nnoishiro.

- Si no me equivoco, con alguno de los 4 hijos de la familia “Cifer”, creo que con el menor de los “Granz” – Cuando dijo eso Nnoishiro y yo nos vimos y sonreímos, esperábamos que ese pequeño vecino nuestro sea el hermano menor  - Tal vez con dos de los “Jeaguerjaques” y creo que nadie más – Termino papá. Luego de esa charla y la comida yo y Nnoishiro quedamos felices y excitados.

Al otro día estábamos Nnoishiro y yo solos en casa, el día estaba horrible era un tormenta muy fuertísima.                                                                                                                                                                                      Entre relámpagos, truenos y rayos, escuchamos el sonido de que alguien tocaba la puerta.                      Fuimos rápido ya que obviamente esa persona se estaría mojando.                                                                       Al abrir la puerta vimos al pequeño vecino de en frente todo mojado con la ropa pegada al cuerpo, el pelo todo aplastadito y el agua corriendo toda por sus piernas desnudas, la ropa se le transparentaba y dejaba ver su piel. Lo hicimos pasar.

-¿Por qué has venido con esta lluvia?¿Acaso no sabes que te puedes enfermar?¡Y más si tienes un short y una remera puesta nada más! – Dije sorprendido y feliz de su acción de venir hasta acá.

-Quería devolverles su tasa – Dijo dulcemente mientras una gota recorría todo su dulce carita.

-Fuiste muy amable, pero ahora estas todo mojado y la lluvia está empeorando tanto que no creo que puedas ir ni a tu casa – Dijo Nnoishiro feliz de ese hecho.

-Perdón por las molestias ¿Pero no me podría bañar acá? – Dijo avergonzado.

- Claro – Respondí – Te tendremos que prestar ropa – Pensé.

-No creo que sus ropas me entre – Dijo en un tono sarcástico, a pesar de que tenía razón y lo completo con una sonrisa a la que Nnoishiro y yo respondimos con un sonrojo y claro una excitación pero él no iba a saber.

-Es un poco más petiso que mamá –Dijo Nnoishiro – Le podemos prestar uno de sus vestidos cortos – Agregue, a lo que Nnoishiro respondió con una sonrisa.

-¡Muchas gracias! – Respondió el pequeño – Iré a prepararle el baño dijo Nnoishiro  - Mientras yo iré por la ropa – Dije, el niño se quedo esperando hasta que le avisamos que subiera a bañarse.    Le indicamos donde estaba el baño y como usar la ducha, además le dejamos la ropa, luego lo dejamos solo y no fuimos.

-¡Hay que verlo desnudo! – Dijimos al unisonó.

-¿Pero cómo? – Cuestiono Nnoishiro.

-¿Abrimos un agujero en la pared? – Propuse dudoso.

-¡Papá y mamá nos mataran! – Respondió.

-Si lo hacemos en nuestra habitación no se darán cuenta – Dije entusiasmado.

Luego de que logramos hacer un agujero disimulado en la pared de nuestra habitación, pudimos tener una vista al baño y un buen ángulo de la bañera en donde el pequeño se bañaba.                 Tan solo ver ese cuerpo cualquier persona quedaría impactada por tanta perfección y hermosura, su cuerpo parecía porcelana, fino, delicado y muy contorneado, piernas largas, flacas y con una seducción atrapante, su cintura flaca y femenina y su trasero era el más hermoso que he visto en toda mi vida, redondo, grande y  muy muy bien trabajado. Todo su torso era flaquito y muy femenino, se le notaban la mayoría de las costillas, sus brazos era finos, ese cuerpo mojado, más su carita y su actitud era el UKE perfecto y el que preferíamos Nnoishiro y yo.                                  Cuando vimos que se termino de bañar fuimos abajo para recibirlo, una gran mayor parte de nuestras caras estaban rojas y creo que los botones de nuestros pantalones están a poco de salir disparados de lo excitados que estábamos.

Ya cuando bajamos esperamos hasta que salió, cuando salió Nnoishiro y yo presentíamos que íbamos a necesitar otros pantalones, elegí el vestido más corto de mamá y a él le quedaba más que hermoso. El vestido era blanco, con tul blanco recubriéndolo y dándole mucha más textura.  Es todo apompado en la parte el pecho y en la parte de abajo. El vestido le llegaba abajo justito del trasero, dejaba ver todas las piernas y lo mejor del vestido era que destacaba toda su sensualidad.

Con la boca abierta lo vimos bajar, se acerco a nosotros.

-¡Gracias por dejarme bañar y por prestarme la ropa! – Dijo dirigiéndose a la puerta.

-¡Espera! –Dijimos Nnoishiro y yo.

-¿Qué pasa? – Pregunto inocentemente.

-¿No te quieres quedar a cenar? – Preguntamos.

-¡No quiero molestar!¡Además mi hermano debe estar..- Entonces le sonó el celular –  Nii-san, ¿No vendrás a cenar? ¡Oh!¡Si estaré bien, no te preocupes!  - Contesto y colgó – Si no los molesto ¿Puedo quedarme a cenar?.

-¡¡¡¡¡Claro!!!!! – Respondimos eufórico.

Luego de saber esa increíble noticia, lo sentamos en el sillón más cómodo, le dimos el control de la televisión, le trajimos algo para beber.

-¿Quieres algún dulce o algo para comer? – Pregunto Nnoishiro.

-¿Tienen Malvaviscos? – Pregunto avergonzado.

-¿Malvaviscos? –Dijimos los dos.

-¡Son una adicción! – Dijo feliz.

-Claro –Dijimos.

-Ahora te traemos un montón – Dijo Nnoishiro.

Y  Nnoishiro no mentía, saco de la despensa, más de 50 bolsas de 5 kilos cada una, al ver eso el pequeño vecino y yo nos sorprendimos, pero luego de la sorpresa, hubo una gran sonrisa que pasaba su hermosa y delicada cara.

-¡Gracias! – Dijo muy feliz y se quedo abrazando y obvio comiendo malvaviscos.                                                       Eso nos pareció muy duuuulce, y más cuando toda su  carita se embarraba de malvavisco y saliva.

-¡ES PERFECTO Y TODO NUESTRO!-Dijo Nnoishiro muy feliz.

-¡SI TIENES RAZÓN!¡Oh hay que preguntarle su nombre. Y luego ideamos un plan para tener sexo con el – Dije muy feliz.

Fuimos con corriendo él y preguntamos.

-¿Cómo te llamas? – Preguntamos casi gritando.

-Szayel Aporro Granz – Dijo metiéndose como 20 malvaviscos en la boca al mismo tiempo.

Solo con escuchar ese precioso nombre saliendo de su dulce boquita, Nnoishiro y yo supimos que nos habíamos realmente enamorado de él.

Notas finales:

Los personajes Nnoitra Jiruga y Szayel Aporro Granz no me pertenecen, son de Tite Kubo, en cambio Nnoishiro es creacion mia.


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