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Footstep's por Kiiyomi

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Notas del capitulo:

Sé que muchos seguro no le han entendido al fic, así que aquí traigo el primer capi... el dilema estará comenzando en el 2do o 2ero, pero esto en sí es importante por que es la verdadera causa de todo. Espero les gusta ^-^

 

Se escuchaban unos ligeros, pero no muy lejanos, pasos acercarse al pasillo de los casilleros, rápido y horrorizado por la idea de ser descubierto metió la hoja en la pequeña ralladura.

— Listo —caminó apresurado hacia el pasillo que daba con el patio, sabia que la persona que venia hacia ahí entraría por la puerta principal.

 

Salón 302, 2:125 PM

— Changmin —necesitaba saber como le había ido a su mejor amigo, tirándole pequeños pedazos de papel llamo su atención.

— Ya párale Junsu —susurró despacio, no quería ser encontrado mientras moderaba a su compañero.

— Cuéntame — insistió pasándole una pequeña bola de papel, hizo unos ademanes con sus manos tratando de que le entendiera.

El castaño no lograba entender nada de lo que desea con señas, el era demasiado malo tratándose de esas cosas. No le entendía, hasta que el pelirrojo se cansó tomando su lápiz y un pedazo de papel, lo vió escribir rápido para luego levantar en sus manos.

“Lee la nota. Tonto.”

Leyó despacio, cuando terminó le miró y con una sonrisa sacó su lengua sacándole una

pequeña risita que no tardó en ser callado por el profesor.

“¿Como te fue con el mensaje secreto para Micky?”

Su estomago fue invadido por diminutos mariposeos cuando leyó el ultimo nombre, hace unos años se había enamorado del príncipe basquetbolista, no se había dado cuenta de su dirección sexual hasta que el apareció en su vida.

Tomó su lápiz y comenzó a responder la pregunta que le habían hecho, el rubor en sus mejillas lo hacían parecer un niño enamoradizo de secundaria.

“En el casillero que me dijiste se encuentra el mensaje. Gracias por advertirme que iban para allá. Te debo una Junsu.”

“No hay de que Changmin. Claro que me la debes, cuando se me ocurra como me la pagas, te aviso. Eso sí, me cuentas como te va en la cita, ¿entendiste?”

Una sonrisa se escapó de sus labios al ver que su amigo le ordenaba a contarle todo lo que podría ocurrir en ese día tan especial y esperado para él.

“Se escuchó mas como orden que petición. Pero si, te la contaré discretamente.”

“¿Discretamente? Quiero saber todo con lujo de detalles y es una orden Max Changmin.”

Odio que me llame así. Se quejó mentalmente el pequeño, aquellos momentos que su hyung lo molestaba de esa manera era lo que mas apreciaba, había encontrado un gran amigo, un confidente. Lo apreciaba demasiado, igual que su amiga de la infancia con la cual compartió momentos especiales, felices y tristes.

Estaba perdido en sus pensamientos cuando una segunda bola de papel llegó a él. No otra vez, se quejó. La miró y esta era diferente, color rosa y al tomarla entre sus manos el dulce aroma a uva se percibió.

— Riri —pronunció mirando a su izquierda para encontrarse con un pelirrojo concentrado en lo que el profesor, aparentemente explicaba.

“Changmin concéntrate. Tranquilo, el día de hoy saldrá perfecto... por que simplemente es tu día. No este nervioso. Riri.”

Un pequeño corazón acompañaba a la firma, típico de su rubia amiga. Aún recordaba como había llegado a la ciudad, aquellos momentos le fueron difíciles, no era bueno para socializarse con los demás, solo y con miedo al no caber en un nuevo hogar encontró a Junsu.

En esos tiempos era un joven castaño, pero había cambiado su estilo para estar a la moda según lo que le decía el delfín, no le había creído, sin embargo lo dejo pasar para no incomodarlo.

HyeRi, quien se había mudado más antes que él, aún no había entrado al ámbito social hasta que ambos se re-encontraron en los pasillos de la gran escuela. Suerte la suya de tener dos grandes amigos que lo apoyaran en todo, aún cuando dudaba de ser heterosexual.

— Pase a resolver el ejercicio joven Shim Changmin —lo invitó un hombre gordo de edad avanzada, el profesor.

La voz de su maestro lo saco de sus recuerdos primaverales, se levantó de la silla y dudoso agarró el pequeño pedazo de tiza que le ofrecían, tacaños pensó al ver el diminuto pedazo, una escuela de prestigios pero muy antigua en sus enseñanzas.

Miró el ejercicio para encontrarse con algo simple ante sus ojos. Sumó, restó y multiplico aplicando luego la formula que les habían enseñado en la semana. Un “Excelente, puede sentarse” se escuchó decir para segundos después sonar la campana que anunciaba el fin del día.

\

— Te envidio. Aun estando distraído siempre sabes como resolver los ejercicios y salvarte de tareas extras —dijo con tristeza Junsu. Pero impulsado por su optimismo, pronto alegró su gesto al proponer— Pero, se que Changmin-ah podrá ayudarme con mi problema, ¿cierto?.

— Me niego.

Llevaban caminando unos minutos luego de sus últimas clases, su primer día había concluido sin nada raro ni cosas extrañas.

Riri los seguía a paso lento, distraída con su celular. Al parecer chateaba por el con alguien, ya que apretar los botones seguidos y a cada segundo la delataban.

— Egoísta —bufó molesto, pero no podía culparlo. Sus intentos por aprender no eran suficientes para atenderle a un profesor bastante serio e impaciente como Changmin.

— Parad ya, chicos —interrumpió, como era de esperarse, Riri— Tú, Junsu deberías prestar más atención y ponerle más empeño a las clases extras que tienes y al profesor—vió sonreír victoriosamente al moreno de su lado— y tú, Changmin sé mas paciente al enseñar, que para eso decidiste ser tutor.

Esta vez era el pelirrojo quien se ría al ver a su compañero con una mueca de molestia por que, una vez mas, la rubia tenía razón. Y Changmin odiaba aquello, de solo tener la idea de que los demás sabían como se comportaba y tenían la razón, le desagradaba.

— Solucionado —sacudió ambas manos como si se tratara de un crimen donde ella era la detective y sus compañeros los delincuentes del caso— Ahora si me disculpan, debo irme. Mi padre me debe estar esperando.

— ¡Es cierto!

Las consecuencias de estar en las nubes se habían presentado. Había olvidado pedir permiso en su trabajo parcial, donde ambos amigos trabajaban y el dueño era el padre de Riri, su jefe se enojaría concluyendo por despedirlo sin explicación. Además del gerente de la cafetería, que más parecía un demonio de las pesadillas, que se encargaba de hacerles la vida imposible a los empleados.

— Riri —con una mirada tierna y ambas manos entrelazadas, en vista de suplica se acercó a ella.

Ante aquella escena, que siempre sus amigos utilizaban para pedirle algún favor, simplemente no se podía negar. Con sus pucheros de niñatos pequeños conseguían convencerla de hacer o ayudarlos en sus travesuras, problemas y cualquier cosa que se les atravesara en el camino.

— Chicos —suspiro con resignación— ¿Cuándo madurarán? Estamos a unos dos años de terminar la secundaria y siguen con la mentalidad de un niño pequeño.

Los nombrados simplemente sonrieron ante el llamado de la madre, a ambos le gustaba disgustarla. La situación siempre era la misma, siendo la única mujer del grupo era la mas madura de ellos y aunque no lo mostrara la más tímida, poco comunicativa y sociable.

— Changmin...

— ¿Hmp? —el aludido lo miró.

— ¿No tenías que...?

Junsu colocó sus libros entre sus piernas apretándolos para que no se cayeran, se dio media vuelta y se abrazó así mismo produciendo ligeros sonidos de besos con sus labios y algunos susurros.

“Ah... Micky, no... Aún no es tiempo. Estamos comenzando a salir"

El rubor en sus mejillas se hizo presente al escuchar aquellas palabras, aunque estuviera acostumbrado a las bromas de su hyung esta era más que las otras, es decir más extrema.

Quería decir algo, agregar algún comentario, un reproche quizás pero al intentar abrir sus labios simplemente las palabras no le salían, las mariposas en su estomago y la alta temperatura en su cuerpo se hizo presente. Los miró a ambos, el delfín ya no se encontraba de espaldas y curveaba de lado a lado sus delgados labios en una sonrisa triunfante.

— Junsu...

Susurró agachando su cabeza para mirar el suelo, sus brazos estaban tensos y sus manos apretaban sus cuadernos con fuerza y rudeza.

— Deja de molestarlo

Intervino Riri dándole un pequeño golpe en el estomago del bromista, sacándole mas de una mueca de dolor y resignación por haber hecho aquello.

— Eso dolió. A veces olvido que golpeas como un chico.

Oh, oh. Pensó el apuñalado, se le había escapado el comentario. No quería levantar su mirada, sabia que su joven amiga estaba que echaba fuego por la boca si le mirase en ese momento.

— Me marcho.

La voz del pequeño se hizo escuchar solo en susurró pero lo suficiente para que llamara la atención de sus acompañantes.

Alzó su mirada con una sonrisa, que más parecía falsa ante todas las que antes regalaba cuando estaba feliz contemplando al joven que le quitaba el sueño. Tenía pensando despedirse, pero la mano de Riri lo jaló a unos pasos más lejos del pelirrojo.

— No le hagas caso Changmin. No sabe medir sus palabras cuando se trata de una broma.

Le escuchó decir viendo que le soltaba su mano para luego posar su brazo sobre sus hombros. Sabía que le esperaba un cálido abrazo dentro de unos segundos, cosa que no tardó en sentir.

— Te irá bien. Anda prepárate que se te hará tarde si sigues distrayéndote con el inmaduro de Junsu —soltó nombrando al ultimo en voz alta para que este lo escuchara.

 — ¡Escuché mi nombre ahí!

Gritó el pelirrojo a unos metros de ahí, sabía que sus bromas incomodaban a Changmin cuando se trataba de YooChun. Pero le encantaba hacerlo y no podía evitarlo, era algo que estaba en su naturaleza y salía por si solo cuando conversaban de citas, chicas, chicos y cualquier otra tema que tenga que ver con el amor.

 — Nos vemos Riri —se despidió soltándose del abrazo— Junsu...

 — Changmin —dijo corriendo para abalanzarse sobre el menor abrazándole— Suerte.

 — Sabes que me gusta molestarte y hacerte enfadar, no te lo tomes muy en serio. ¿Me disculpas?

 — No se hace falta. Se como eres y como son tus bromas, solo trata de no hacerlas muy fuerte, ¿si? —se soltó del agarra para tomarle de los hombres.

— Mmm... lo intentaré pero no prometo nada.

¿Qué más podría esperar? Él siempre era y será de esa manera, como un hermano mayor que los educa molestándolos, ¿molestando? Que cursi sonó aquello, dijo en sus pensamientos.

— Hyung... —lo llamó— entonces yo no te contaré nada.

— ¿Qué?

Aquel grito invadió el lugar siendo observados por los alumnos que salían de sus aulas y otros que pasaban por allí, habrían pensando que son unos chicos raros quizás pero eso era lo menos que le preocupaba a Junsu.

 — Eso si que no. Tienes que contarme todo, es una orden Max Changmin.

 — Y aquí van de nuevo.

 A veces le parecían divertidas las escenas que veía casi a diario, otras demasiado aburridas y repetidas. Pero por lo menos los dos muchachos le habían dado un toque mágico a su viva que era un poco patética y para ella sin sentido.

 — Ya modérense los dos —intervino tomando al menor— Deberías irte ya, tienes que llegar rápido a tu casa y cambiarte. Junsu apresúrate en conseguir tutor, que debes llegar temprano al trabajo.

 — ¡Señora, si, señora! —al unísono respondieron llevándose la mano a su cabeza.

 — Esto no es un cuartel.

 — ¡Señora, si, señora!

 — Ya basta.

 A ambos los tomo de la oreja para que dejaran su bromita y se concentraran en las cosas pendientes que tenían para el día, que al parecer sería cansador.

 — Ahora si me marcho. Deséenme suerte.

 — Si. ¡Suerte, Changmin!

Lo vieron desaparecer por el pasillo corriendo mientras miraba su reloj, quizás en el camino tendría algún pequeño accidente si seguía con la vista en su muñeca. Se despidieron quedando verse, luego de sus asuntos, en la cafetería donde ambos trabajaban.

Junsu caminaba hacia la biblioteca, en busca de un nuevo tutor; Riri se fue en efecto a su trabajo a medio tiempo y Changmin en su trayectoria a su casa se cuestionaba, ahora con mucha más inquietud: ¿Qué conjunto debería ponerse? ¿Qué le diría al verlo? ¿Tendría que explicarle por que un hombre lo había invitado a una cita a ciegas? ¿Como reaccionaría al confesarle que le ama?

 

Casilleros escolares 3:40 PM

 “Durante varios días, semanas y meses no me he animado a hablarle, ni siquiera a cruzarme en su camino para que algún día me observara con cautela, tal y como yo lo admiro y observo YooChun.

 Pero finalmente, desde mis entrañas, he reunido el coraje que nunca pensé tener para por lo menos escribir mi admiración por usted a través de esta pequeña nota. Puede ser poco, tal vez cursi, sin embargo espero que describiéndole como me siento, como lo admiro pueda saber un poco de mi existencia.

 En estos momentos me tiemblan las manos, un poco pero el nerviosismo se ha apoderado de mí, se preguntará ¿por qué?

Por el simple hecho que llegó el momento de decirle la razón de esta nota: Lo estaré esperando en el cine Hikari Ka Oka, si es que le apetece ir le invitaré palomitas y su gaseosa favorita, Coca Cola.

 No se sienta obligado a ir YooChun, sólo tómelo como una invitación de alguien que lo espera ver aquí con el corazón latir a mil.

 Cine Hikari Ka Oka 4:00 Pm

Lo espero”.

 Levantó la mirada al terminar de leer, sus manos colocaron la nota en el la pequeña banquita del salón, para luego tener la vista fija y no olvidarse de llevar sus pertenencias adentro de su mochila

 Una vez más recibía notas anónimas de chiquillas que pertenecían al Fan Club Oficial de Micky. Río ante la idea de saber que las mujeres son capaces de llegar a esa altura por admirar algún chico, volviéndose locas por él. Locas por mí, se dijo.

 Ahora solo debía pensar y decidir si asistir a la cita a ciegas, al juzgar por la elegante y delicada letra se podría tratar de una chica de clase alta, femenina y plástica, que solo le importaba la apariencia. No iría, era lo mejor. Pensó siendo golpeado mentalmente por su lado sensible, seguro la muchacha había estado poniendo todo su empeño, sin dormir, para escribir aquella sencilla nota.

 Suspiró cansado, debía meditar y pensarlo bien para no llevarse un mal rato al descubrir que ella no fuera su tipo. Miró su reloj, debía apresurarse pues solo le faltaba quince minutos para que marcara las cuatro de la tarde.

Notas finales:

Hasta la proxima~! ^-^


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