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Sentimientos por pasion oscura

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Notas del fanfic:

Este es mi primer fanfic, espero que les guste. 

D.N Angel es un manga de Yukiru Sugisaki.

(Vista de Hiwatari)

Otra tarde perfecta arruinada por los edificios, pensó con cierta tristeza. Pese a que estaba en el segundo piso de su casa, los otros edificios que había a su alrededor solo le permitían ver el cielo teñido de rosa, rojo y naranja, la aureola de la unión entre el sol y la tierra. Sin embargo, aunque el paisaje no era el que él deseaba, lo pintaría de igual manera simplemente por el hecho de que tenía ganas de pintar, de crear.

Con el pincel en su mano derecha y la paleta de colores en la izquierda, empezó a trazar leves y finas líneas en la tela que se supondrían que más adelante fueran los contornos de los edificios, oscurecidos por la escasez de luz.

Los minutos pasaban y poco a poco el paisaje que tenía ante sus ojos pasaba a la tela. Pero algo no estaba bien. Algo no cuadraba entre el paisaje y la pintura ¿Qué era lo que faltaba? ¿O era que sobraba algo? No lo sabía. ¿Los colores podrían estar mal, que no fueran del tono exacto? Imposible, él sabía mezclar los colores a la perfección ¿Entonces qué? ¿Qué era lo que no estaba bien? No lo podría expresar con palabras, pero sabía que algo no estaba bien, se lo decía su ascendencia Hikari.

-Tal vez estés perdiendo el toque, Satoshi- sonó una voz dentro de su cabeza, burlona y un tanto malvada- ¿O es que necesitas un recordatorio de que eres un Hikari?

-Cállate, Krad.

-Qué egoísta que eres, Satoshi. Yo que me preocupo por tanto por ti y lo único que recibo a cambio son órdenes frías y directas.

-Exacto, Krad, son órdenes directas de tu domador y como tales debes obedecer. Ahora, cállate.

-Juju, hoy sí que estamos de malas... ¿O será por lo de esta media mañana?

El pincel cayó al suelo, produciendo un sonido agudo y que lleno toda la habitación. Aquella media mañana, el almuerzo... simplemente lo odiaba y no sabía la razón.

-¿Por qué te mientes de esa manera, Satoshi? ¿Por qué no puedes aceptar que te dolió ver como Niwa besaba a la Harada mayor, Riku? ¿Qué la odias por habértelo robado?

Los nudillos estaban blancos de tanto apretar sus uñas en sus palmas de la mano, por donde corrían finos hilillos de sangre. Tenía razón; Krad tenía razón sobre todo lo que respectaba a él, y lo odiaba profundamente por ello.    

-Cállate, Krad, que no tienes ni la más mínima idea de lo que siento- la rabia y el odio, mezclados con el miedo y la desesperación que le producía que el rubio supiera cuando estaba mintiendo resurgieron.

-Estas mintiendo- reprochó en cánticos la voz en su cabeza- Este mediodía, cuándo descubriste a Niwa y Harada tan placenteramente melosos detrás de un cerezo, besándose hasta donde se animaba ese cabeza de chorlito, por poco y te rompes los nudillos cuando le diste a la pared.

-No lo llames cabeza de chorlito.

Había saltado sin pensarlo dos veces el oír como llamaban al pelirrojo y ahora tendría que pagar las consecuencias de caer en la trampa del demonio de alas blancas.

-Juju, pero mira cómo has caído. Me decepcionas, Satoshi, esperaba que inventarás una excusa, por más mala que fuera, a que cayeras de esa modo tan patético ¿De verdad te haces llamar Hikari?

-No me hago llamar Hikari, tú eres el único que me llama por mi apellido. Incluso Dark me llama Hiwatari...

-¡¡No menciones ese nombre cuándo estoy presente!!- rugió indignado Krad. Satoshi sonrió para sí; a su "yo" interior le molestaba sobremanera que pronunciara en voz alta aquel nombre.

-Siempre estás presente, Krad; estás dentro de mi cabeza- la ironía colmaba la voz del peli-azul. Oh, cómo le encantaba vengarse de aquel demonio de alas blancas.

-Sabes a qué me refiero...

-No, no sé a lo que te refieres- Ah, la cólera de Krad por la impotencia que tenía sobre él la mayor parte del tiempo era su regalo favorito.

Silencio.

-¿Krad?

Su voz ya no resonaba en su cabeza, había ganado... aunque fuera solamente por esa vez. Sonrió sínicamente y volvió a concentrarse en la pintura. Recogió el pincel del suelo, lo lavó cuidadosamente en el vaso con agua que se hallaba en una mesa a su lado, y lo volvió a untar en pintura.

Sus fríos y distantes ojos celestes refulgían con un particular brillo mientras observaba su trabajo. Sí, definitivamente algo no cuadraba, pero, ¡ay!, no sabía qué.

-Le falta sentimiento.

-¿Eh?-la reaparición de Krad lo había agarrado desprevenido, asustándolo. "Al parecer no se ha ido nada",  pensó deprimido.

-Pues claro que no, soy tu "otro yo" después de todo ¿adónde querías que me fuera? En fin, no he "vuelto" para sermonearte respecto a ese tema.

>Lo que le falta a tu pintura es sentimiento Todos los colores, las formas, las sombras y las texturas que le diste  están perfectas... pero falta sentimiento. Una buena pintura no solo se conforma con buenas técnicas, sino también de lo que la pintura en sí expresa: tristeza, felicidad, compañerismo, soledad... Esta simplemente es una puesta de sol y nada más.

-Pero siempre he pintado de esta forma.- como odiaba cuando él tenía razón, sin embargo no iba a ceder tan fácilmente.

-No seas así contigo mismo. Tus pinturas, todas y cada una de ellas, son verdaderas obras de arte. En ellas expresas sentimientos que nunca muestras en tus facciones, sentimientos tan profundos y puros que muchas veces me quedo mudo al verlas...

-G-g-gra-gracias- no podía creer lo que estaba oyendo ¿realmente Krad lo había felicitado? ¿Había hecho un cumplido a él, a un humano a quienes odiaba con toda su alma?

-Pues más vale que lo recuerdes ya que no lo pienso repetir- dijo entre enfadado y divertido antes de que volviera a reinar el silencio.

"¿Qué ha sido eso?"

(vista de Krad)

¡Qué bocazas había sido! ¡Decirle esas cosas sobre sus pinturas! ¡Felicitarlo! ¡Hablarle siquiera! ¡¿Por qué había sido tan descuidado?!

Sin embargo había sentido un leve calor en su pecho que luego había invadido cada fibra de su ser, provocándole un extraño temblor, cuando su domador le había dado las gracias. Era la primera vez que le daban las gracias desde su existencia compartida con los Hikari, y sinceramente se sentía bien por esa simple palabra, por ser de utilidad en vez de un estorbo. Desde el comienzo de su existencia como una entidad aparte de "alas negras", todos y cada uno de los Hikari lo había tratado con desprecio y temor, dejándolo solo y herido. La única manera en la que podía salir era persiguiendo a Dark, pero puesto que la herencia genética que el peli-morado tenía atrasaba sus escapes, razón por la cual, con el pasar de los años, luchaba con sus domadores por la posesión del cuerpo.

Pero allí estaba su nuevo domador, Satoshi, el primero en agradecerle.

Otra vez aquel temblor. ¿Qué era esa sensación que lo invadía? No tenía idea, pero sí sabía que esa sensación le gustaba, y mucho. Con ella se sentía... completo. Suspiro mientras veía como su pequeño domador seguía pintando. Empezaba a pensar que tal vez la existencia con Satoshi no iba a ser tan mala como con sus sucesores    

 

Notas finales:

Que les ha parecido este primer capitulo? Me gustaría saber sus opiniones así voy mejorando con la escritura. Muchas gracias. 


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