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San Valentín llegó un día después.
No he parado de llorar toda la noche. Y todo por el desgraciado de mi novio. El muy imbécil canceló nuestra cita para ayer porque tenía que terminar una poción. El muy maldito me abandonó cambiándome por esas malditas pociones. Siempre son ellas. Si que les tiene que bajar el fuego, que si ahora a media noche le tiene que poner unas gotitas de no se que. Estoy muy cansado de que siempre las elija a ellas en vez de elegirme a mi.
Ya no lo soporto más ayer fue la última gota que colmo el vaso, no quiero saber nada más. Yo me marcho de esta casa. Que se quede si quiere con sus pociones. Recojo todas mis pertenencias en un baúl y comienzo a escribir una carta donde le pondré todo lo que no puedo decirle a la cara.
(carta)
Mi Draco:
Espero que estés feliz, al final lo has conseguido, me he ido sin que tu tuvieras que echarme. Espero que seas feliz con tus pociones y que ellas te den lo que yo no he podido darte. Espero que no me busques porque no me vas a encontrar, me voy de tu lado, donde encontré el amor y el dolor del rechazo del ser que más he querido en este mundo.
Se despide siempre tuyo Harry Potter.
Tras dejar la carta encima de tu almohada, me dispongo a salir de la casa, hago que de reduzca el baúl y me lo meto al bolsillo. Bajo las escaleras, y me detengo al pie de estas, mirando hacia la derecha donde se que estas trabajando con tus pociones, tu amado lugar, tu laboratorio. Rozo con mis dedos la puerta, nunca me has dejado entrar en él. Decías que era peligroso pero yo creo que no querías que me inmiscuyera en lo que hacías. No querías tener recuerdos conmigo en aquel lugar.
Me dirijo fuera de esta casa, la que hasta hoy era nuestra casa. Suspiro, se que nunca podré olvidarme de ti, pero haré el intento. No se a dónde dirigirme, si voy con alguno de mis amigos se que me encontraras, porque será donde primero busques.
Mejor me voy a un hotel, lejos pero a un hotel. Ahí no tendré que preocuparme por nada. Me dirijo al centro de Londres, a los hoteles más lujosos, yo me lo puedo permitir. Me registro en uno al azar que me ha parecido, a primera vista, bueno. Me recuesto en la cama de matrimonio. Y sin darme cuenta me quedo dormido sobre el colchón.
No se que hora será, pero no recuerdo haberme tapado. Ni que hubiera un cuerpo a mi lado cuando me acosté. Abro mis ojos lentamente, y lo primero que veo es la tela de un pantalón negro de tela y corte italiana. Justo en ese momento me llega a mi nariz el olor de él. Tan masculino y sensual. Levanto lentamente la cara para verle a la cara.
Me lo encuentro observándome, me sonríe, lo miro confundido.
-¿No pensarás que después de la guerra y todo lo que hemos pasado, no te haya puesto nada para saber donde estas tu y tus cosas en cada momento verdad?
Sin poder evitarlo comienzo a llorar. No puede ser, porque están egoísta, por qué no me deja. Por qué, si no me quiere, me deja tranquilo. Si esta a mi lado me dolerá más.
-Harry no se el por qué te has ido así de la casa. No se porque te has puesto así. No quiero que llores si algo va mal dímelo. Si no me quieres dímelo. Por favor Harry deja de llorar.
-Draco... - nada salía de mi boca, me había hablado tan amorosamente que no se que pensar, estoy tan confundido. - yo te quiero, pero no se...
-Dímelo
-Siempre prefieres estar con las pociones en vez de conmigo, ayer fue San Valentin y nuestro aniversario de bodas, y no apareciste en todo el día, te encerraste el tu laboratorio y no saliste. Y eso es otra, porque no puedo estar contigo en ese lugar, porque no me dejas estar contigo.
Solté todo lo que tenía dentro, practicamente se lo grite en la cara, tampoco hizo el amago de detener mi pedorrata.
-Lo siento- me soltó eso, me quede parado no sabia que hacer.- lo siento, lo siento, lo siento por no darme cuenta, pero es que quería tener tu regalo antes de que llegara este día pero al final, el tiempo se me hecho encima, y tu regalo iba lento y no podía hacer nada más. Siento no haber estado ayer, pero todo aya dentro estaba muy rebuelto y no podia controlarlo, se me fue el tiempo, cuando quise darme cuenta te habías ido.
No sabía que decir, solo queria estar solo.
-Y si no quiero que estes dentro del laboratorio es porque es muy peligroso, cada dos por tres explotan calderos. Cariño, mi amor, yo no hago pociones que conozco yo descubro pociones, y eso es una ciencia inexacta. Puede pasar cualquier cosa.
-Volvamos a casa. - que más podía decir, la verdad que se que hace en ese sitio, pero no puedo dejar de sentirme triste a la hora de los dias importantes, porque siempre pasa algo para que el no este en ese dia.
-Antes quiero que me aceptes tu regalo de aniversario- lo miré. El se doblo para coger algo del suelo, levantó una caja,- siento que no sea lo que en un principio que quería que fuera, pero es lo que me has hecho hacer por irte de casa.
Cogí la caja que estaba en sus manos, y algo se movio dentro. Al abrirla me encontré con un pequeño zorrito que se retorcia sobre si mismo.
-Por estos detalles te amo tanto... Draco, volvamos a casa, con nuestra familia.
-Harry te prometo que pronto podrás tenerlo que quieres.
-Draco, no te hagas muchas ilusiones ya digeron los medicos que no podia concebir que el impacto del avada lo destruyo todo.