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Redescubriendo por Valsed

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Redescubriendo


 


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Advertencia: Yaoi QuatreXTrowa


 


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Quatre había viajado especialmente para encontrarlo, no sabia lo que le esperaba pero ya había tomado una decisión.


 


Se encontraba en el área de carromatos, en el área dispuesta a las jaulas de los animales, un lugar poco transitada pues la función aun no terminaba y todos los actores estaban moviendo las cosas que se necesitaban, lo conocían pues había ido varias veces, así que lo dejaron estar ahí.


 


Esperaba a alguien.


 


Escucho el estruendo de los aplausos, y pronto el nerviosismo se apodero de él. No tuvo que esperar mucho, para verlo llegar.


 


-Hola Quatre, por que no viste el espectáculo?- pregunto un ojiverde


 


-lo vi apenas ayer- dijo esquivando la mirada


 


Trowa estaba desconcertado -ayer?, por que no me saludaste entonces?-


 


-mm, te vi ocupado-, realmente había preferido no verlo para poder juntar el valor que necesitaba ahora.


 


-es bueno que uses tantos días en venir a verme?- pregunto intrigado, sabia que Quatre ahora se hacia cargo de los negocios de familia.


 


Trowa camino hacia su remolque, seguido por el rubio. -me gusta venir es la única forma que tengo para relajarme, pero...-


 


-si Quatre- insistió al verlo dudar.


 


Ambos se encontraban frente a frente, Trowa noto que tenia la mirada baja y se encontraba nervioso.


 


-estas bien?, ha pasado algo malo?-


 


-no, nada de eso- se apresuro a corregir, al escuchar su tono de voz preocupado -es que... bueno- alzo su vista viendo fijamente en las hermosas esmeraldas de quien tenia enfrente -te amo Trowa-


 


El moreno no supo que decir en ese momento -Quatre yo... te aprecio mucho, pero... solo te quiero como amigo-, no supo como dijo esas palabras, pero agradeció que el árabe volteara a ver a otro lado cuando comenzó ha hablar.


 


-oh bueno, creo que hice una tontería- se sintió morir, pero no quería que Trowa lo viera caer.


 


-no Quatre-


 


-es mejor que me vaya, has de estar cansado- y se marcho sin mirar atrás, intentando que las lagrimas no salieran.


 


Trowa se quedo en su lugar, un fuerte sentimiento se sacudió en su ser, porque le dijo que lo quería como su amigo, si sabia que sentía algo mas que eso por él. pero entonces?, era porque no se sentía merecedor de su amor, no tenia pasado, ni un verdadero nombre, era solo un cirquero; como podía pensar si quiera en estar a su lado, si él era rico, con un gran futuro, una gran familia que lo quería. No podía competir contra eso.


 


Lo vio caminar con la vista baja, pero de la tristeza paso a la preocupación cuando noto que seguía con la vista baja y no se fijo que se aproximaba un auto.


 


Quatre tenia la vista nublada, el claxon de un auto le llamo la atención, vio que se dirigía peligrosamente ir hacia él, un grito y un golpe que lo llevo a caer contra el piso, el dolor de la caída lo llevo a cerrar los ojos. Escucho muchas voces acercarse, se escuchaban preocupadas.


 


Abrió los ojos y vio a Trowa tirado en el piso a media calle, su corazón latía aceleradamente, se levanto y se apuro a ir a su lado, angustiado.


 


-Trowa- lo llamo con preocupación, su rostro estaba manchado de sangre, sus ojos firmemente cerrados, no reaccionaba, se sentía frío. -TROWA-, lo llamo a gritos con desesperación.


 


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Abrió lentamente sus ojos, se sentía extraño, al mirar el lugar no pudo reconocerlo, estaba confundido.


 


-por fin has despertado- escucho la voz aliviada de una mujer


 


-Catherin- dijo al reconocerla


 


-Trowa me tenias muy preocupada-, se encontraba sentada a lado de la cama


 


-qué paso?- pregunto buscando aclarar su mente que le aturdía.


 


-no recuerdas?-


 


-recuerdo que estaba platicando con...- interrumpió sus propias palabras. EN ese momento le llegaron los recuerdos, el pequeño rubio había ido a confesarle su amor, y él lo había rechazado.


 


-con Quatre, él te trajo al hospital- termino de decir la chica.


 


-cómo esta Quatre?- pregunto preocupado al recordar que se había lanzado para evitar que Quatre terminara lastimado, y no sabia si lo había logrado


 


-él esta bien, cálmate, no ha de tardar en llegar- Trowa se relajo ante las palabras de su hermana -Quatre ha estado muy preocupado por ti, logramos que se fuera a descansar, no se quería separa de tu lado, es un niño muy lindo- agrego Catherin, animándolo.


 


El moreno no decía nada, había preocupado a Quatre, y todo por que?, porque se había negado a amarlo.


 


-ya te sientes mejor?- Trowa asintió -quieres que te traiga algo?, quieres que llame a alguien?, te acomodo tu almohada?- Trowa negó a las preguntas, pero le extraño que estuviera excesivamente atenta -seguro que no quiere algo?-, siempre le demostraba cariño, pero esto era algo mas que eso.


 


-así estoy bien, gracias hermana-


 


-deberas?-


 


-si, pero...-


 


-si?-


 


-me siento extraño, cuando me darán de alta?-


 


Catherin bajo la mirada, rehusando verlo -el doctor vendrá mas tarde ha hablar contigo- intento no sonar triste


 


-Hermana, que pasa?-


 


-el doctor hablara contigo- se levanto huyendo al interrogatorio -le hablare a Quatre, para que venga a verte, se alegrara de ver que estas despierto- Trowa asintió y la chica de inmediato salió de la habitación.


 


Al castaño le pareció extraño el comportamiento de su hermana, sabia que le ocultaba algo, quería saber que era lo que le preocupaba pero prefirió no presionarla, sabiendo que se lo terminaría diciendo.


 


La puerta no tardo en volverse a abrir -Trowa amigo, creímos que dormirías para siempre- comento un alegre Duo


 


-Hola chicos-


 


-cómo te cayo la siestecita?- pregunto Wufei sarcástico


 


-por su tono me hace creer que estuve inconsciente varios días-


 


-dos para ser precisos- dijo Duo


 


-y como te sientes?- pregunto Heero, recargándose en la pared frente al ojiverde.


 


-bien- contesto rápidamente, intento incorporarse, pero fue detenido rápidamente por el ojivioleta


 


-espera, apenas despertaste, descansa otro rato- Trowa comprendió que ellos también sabían algo que no le querían decir.


 


-qué es lo que me ocultan?-


 


-... nosotros nada-


 


-alguien me dirá lo que pasa?-


 


-el doctor no tardara en venir-, el ojiverde comenzó a preocuparse, todo esas evasivas y misterios le intrigaban.


 


Sus pensamientos, viajaron rápidamente hacia alguien en especial -Quatre tardara en llegar?-


 


Duo y Wufei pusieron rostros de desconcierto -si- contesto Heero evitando tensar mas el ambiente.


 


-pero, esta bien?-


 


-si-


 


-ha estado muy preocupado por ti- comento Duo -pero mira, se encargo de traerte al mejor hospital y acomodarte en un elegante cuarto-, Trowa entonces se dio cuenta, que realmente la habitación parecía mas un cuarto de hotel a uno de hospital, a excepción del blanco en todas partes y la excesiva pulcritud. Con tele, sofá, espejo, algunas sillas, una pequeña mesa, un buró, la puerta de entrada de madera y otras dos, una parecía ser un pequeño armario y otra tal vez el baño, y unas elegantes cortinas en la ventana.


 


-y tampoco se detuvo hasta conseguirte a los mejores doctores para que te atendieran- comento Wufei caminando hacia la ventana para ver a través de ella.


 


El sonido de la puerta al abrirse llamo la atención de todos.


 


-buenos días- saludo el medico


 


-buenos días- contestaron al saludo


 


-joven Barton me da gusto verlo despierto-, Catherin venia tras de él, y ocupo nuevamente su silla a lado de la cama de Trowa


 


-gracias doctor-


 


-bien, los reportes nos aseguran que se encuentra recuperado, pero es necesario que sepa que el golpe que recibió en la columna de la provocado parálisis en sus extremidades inferiores causado...-


 


Trowa no siguió escuchando, "parálisis" se repitió en la mente, comprendía perfectamente lo que esas palabras significaban, inmovilización, inutilidad, que no podía hacer su vida como siempre, sujeto a permaneces sentado, no podía, no quería quedar inmovilizado, "es imposible".


 


Un toque en su mejilla lo trajo de nuevo al mundo exterior, vio a su hermana que lo miraba demostrándole su apoyo.


 


-...el tratamiento será largo y difícil, pero si le pone empeño estamos seguros que se recuperara- concluyo el doctor.


 


El latino comprendió entonces que había una oportunidad para recuperar su movilidad, de no convertirse en una carga, una esperanza nació en él.


 


-el hospital San Martín Abad, especializado en ortopedia ya tiene listo su ingreso, el joven Winner se hizo cargo de su acceso, su hermana ya firmo la autorización y mañana será trasladado para que empiece con su tratamiento- Trowa asintió aun asimilando lo que pasaba.


 


-vamos Trowa, estamos seguros que te recuperaras- animo el americano


 


-tendrás a enfermeras cuidándote y servicio de primera- comento el chino de igual forma


 


-Trowa, estas bien?- pregunto la chica.


 


Asintió ante la pregunta, que mas podía hacer, tenia que seguir el tratamiento, pero... fue un soldado, es un cirquero, sus piernas eran muy indispensables, sin ellas no podía trabajar; tendría que dejar su forma vida, y no sabia por cuanto tiempo, lo único es que seria por mucho; qué haría entonces?, y si no funcionaba el tratamiento?,... y si solo era una forma de animarlo y dicha recuperación no existía?.


 


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El día del traslado llego; en todo ese tiempo Quatre no se había presentado ante él, Trowa entendió que era porque lo había rechazado, como volver a verlo.


 


-listo Trowa?- pregunto su hermana


 


-si- contesto desganado, se encontraba en una silla de ruedas, ella guardaba algunas cosas en una maleta.


 


-qué tienes?- pregunto preocupada


 


-... no quiere verme- salieron las palabras sin pensarlo.


 


-quien?- pero en eso supo de quien hablaba -te refieres a Quatre?-


 


Trowa asintió


 


-Quatre ha estado ocupado, pero te aseguro que en cuanto pueda vendrá a verte- le dolió mentirle.


 


-si- la conocía bien, sabia que trataba de animarlo. -Catherin- la llamo, necesitaba decirle a alguien lo que sentía, y nadie mejor que ella.


 


-si?-


 


-ese día, Quatre... me fue a ver porque...-


 


-lo se, iba a saludarlo cuando lo vi tan nerviosos me detuve, escuche todo-


 


-hay algo mas-


 


-qué es?-


 


-cuando lo vi en peligro me di cuenta de algo- Catherin le sonrío sabiendo lo que diría -cuando creí perderlo descubrí que también lo amaba, pero...-


 


-pero?-


 


Coloco sus manos en sus piernas -ya no tiene caso-


 


-Trowa- tomo su barbilla en un gesto maternal -se nota que aun eres un niño-, Trowa se extraño ante esas palabras -vamonos, que nos esperan-. Empujo la silla hacia la salida, donde los otros chicos los esperaban.


 


Una vez que la habitación quedo vacía, un chico entro, camino hasta la cama y se recostó en ella, inhalo profundamente buscando el olor impregnado.


 


-Quatre- llamo una segunda persona que entro a la habitación.


 


-si Heero?-


 


El aludido camino, hasta quedar de frente a quien permanecía recostado. Lo miro fijamente, Quatre desvío la mirada. El rubio se levanto y se disponía a salir.


 


-cuándo dejaras de esconderte?-


 


-de que hablas?- pregunto dándole la espalda, no quería verlo.


 


-voltea-


 


Quatre dudo, pero al voltear un golpe en el rostro lo llevo al piso.


 


-crees que es lo correcto?, ha estado muy preocupado por ti-


 


-lo se, pero es mejor así- se llevo su mano a la mejilla golpeada.


 


-para quien?-, Quatre iba a hablar -piénsalo bien antes de contestar-, salió de ahí.


 


El rubio seguía en el piso, le dolía su mejilla, un par de lagrimas se derramaron, no por el golpe, sino por la duda y la tristeza, por el sentimiento de culpa que cargaba desde que empezó todo eso.


 


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Trowa descansaba después de su primer día de tratamiento, Catherin acababa de irse, pues aun tenia su obligación en el circo; no encontraba nada que hacer, los libros que le habían traído no le entretenían, su mente aun lo llevaba a aquel día.


 


La puerta se escucho abrir, Trowa quien permanecía sentado en la cama, volteo a ver al recién llegado. Lo vio entrar lentamente, con la vista baja, se detuvo frente a él, pero aun sin verlo.


 


-buenas tardes Trowa- dijo tímidamente


 


-buenas tardes Quatre, tenia ganas de verte- dijo con seriedad, sin estar seguro que sentía.


 


Ante esas palabras Quatre alzo la vista buscando que realmente había sido Trowa quien lo dijera, después la bajo con nerviosismo.


 


-Trowa yo... bueno yo...- algunas lagrimas salieron sin permiso de sus ojos. -Trowa- se lanzo a abrazarlo, dejando ahora si que las lagrimas brotaran. -perdóname, si no hubiera sido tan torpe, no hubiera pasado esto-


 


Trowa lo dejo llorar, lo había abrazado en cuanto lo sintió, le era tan agradable tenerlo tan cerca; sentía como se agitaba por el llanto, siempre le causaba esa sensación de protegerlo; pero ahora... se dio cuenta que ya no podía ser posible, no podía caminar, como iba a moverse, ir de un lado a otro, hacer lo que siempre hacia, sentirse... libre de escoger a donde ir, sin desearlo una fugitiva lagrima recorrió su mejilla. Ya no iba a poder protegerlo.


 


-no tengo nada que perdonarte- fue todo lo que dijo, para consolarlo, como lo culparía, si después de todo si hubiese sido capaz de reconocer lo que sentía no hubiera provocado el dolor en su corazón, el dolor que causo que se distrajera, era un tormento tenerlo ahí a su lado y aun no ser capaz de confesarle la verdad, pero por que no?, ni el mismo lo sabia.


 


-me encargare que te atiendan los mejores especialistas y te recuperes lo mas pronto posible- no se había separado, deseaba tenerlo cerca, ya que en un impulso se había atrevido a ello, no sabia si después podría volver a hacerlo.


 


-no te preocupes, solo... solo no te alejes- Quatre sonrío, aunque Trowa no lo pudo ver, tenia la vista perdida sin comprender bien como es que habían salido esas palabras.


 


-no- contesto Quatre, el castaño se alegro ahora haber dicho eso. -te cuidare hasta que te recuperes-, Quatre alzo la vista y lo miro fijamente a los ojos.


 


Trowa sintió su corazón agitarse, al ver sus tiernos ojos y su dulce sonrisa, le parecía hermoso, pero también lejano, incapaz de sostener esa ilusión frente a él, desvío la mirada.


 


Sintió el suave cuerpo levantarse, no quería romper el abrazo pero no hizo nada para detenerlo. -bueno yo... tengo que irme, regresare mañana en la noche por que yo... bueno yo tengo que trabajar, el negocio de la familia ya sabes-


 


Trowa asintió.


 


-si necesitas cualquier cosa llámame, mi numero es este- le extendió una pequeña tarjeta, Trowa la tomo lentamente -te darás cuenta que tu habitación tiene teléfono, es para tu uso, puedes hacer las llamadas que quieras no te preocupes por pagarlo-, giro levemente para quedar de costado -nos vemos-


 


-si-


 


 


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Continuara


 


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