En la terraza del que fue un acogedor departamento, yacía el cuerpo de un chico de unos veinte años; cabellos recientemente rubios, mirada perdida de un hermoso color chocolate, de altura y contextura media.
"Lost in thought, when the sky crying…"
Hola cariño, ¿cuánto tiempo ha pasado?
Mírame, amor mío, mírame apoyado en la fina baranda del simple balcón de nuestro acogedor departamento. Bañando mi mente de recuerdos, mírame aqui, viendo la lluvia caer…
Pero… ¿esta lluvia es la que cae de los cielos, o la que emana de mis ojos?
Amor mío… adivina que recuerdos invoca de forma inmediata mi mente, adivina que hago… adivinalo todo mi eterno amor.
Evoco tus recuerdos, nuestro perfectos instantes felices en este lugar… en mi mente y corazón solo hay especio para ti. Hoy después de dos años… aun sigo pensando sólo en ti, en tu perfecto recuerdo; tus ojos los más lindos además de significativos que he visto y tus labios lo más adictivo que he probado.
Si en ti cariño, en ti… mi delirio, mi droga, mi locura, mi total perdición y al mismo tiempo la cura a todos mis pesares…
Taka-chan te amo tanto, pero… y ¿ahora?
Ya no estas a mi lado
Tú ida aún destroza mi ya de por si marchito corazón…
Sé que te fuiste por tu bien, tú ida fue por cumplir tú querido y anhelado sueño… sé que lo entendí en su momento, pero ya no sé cómo demonios seguir. No sé cómo vivir si no estás a mi lado.
Analizo una y otra vez los hechos… cuando me rogaste seguirte y yo no pude… ¡¡¡NO PUDE!!! Que imbécil fui… ¡maldito orgullo, maldito una y mil veces!
Aunque creo, firmemente, que no fue el único factor que detono mi decisión de no seguirte, yo solo sería un estorbo para ti… tu sueño era irte a Tokio y probar suerte, probar suerte cantando donde fuese, para en el momento indicado convertirte en el mejor cantante “Visualero…” mi pequeño, te extraño y amo tanto…
Watching the crying sky, my soul screams, waiting the moment to see those beautiful eyes again…
Remember now the break, the day when all end.
(-FB-)
Again the melancholy caught me... First of February 1996
Tú habías decidido irte y yo lo había entendido…
Eras tan orgulloso… pero aun así me suplicaste de rodillas que fuera contigo. Aunque sabias, probablemente, que la respuesta sería un “no puedo perdóname” que a ambos nos partía el corazón.
Te fui a dejar al tren y tus ojos, silenciosos, me imploraban cambiar mi decisión y seguirte, pero mi inmadurez y mi orgullo no me lo permitían, ocasionando que te perdiera al final…
Tenías que subir y sin darme cuenta comencé a llorar y tus ojos, tan hermosos como siempre, no soportaron más, menos así tus emociones; te abalanzaste sobre mí y me abrazaste con todas tus fuerzas. Enseguida correspondí tu abrazo lleno de la necesidad por ti. Te abrase fuertemente, sin embargo no deje que la delicadeza del contacto se perdiera, tenía miedo a dañarte más, tenia terror de que fueras capaz de quebrarte aún más, porque para mí era visible todo el dolor y miedo interno que sentías aunque quisieras ocultarlo… mi chibi siempre tan tierno, mi vida te necesito más que nunca…
En nuestro abrazo, tu escondías tu rostro en mi pecho, abrazándome fuertemente por la cintura, era como si quisieras fusionarte a mí. Temblabas levemente, recordándome la imagen de un pequeño niño… recordándome cuando nos conocimos…
Sin saberlo nos miramos en el mismo instante fijamente a los ojos y pronunciaste un “Te amo Aki” que rompió todas mis barreras y desato miles de lágrimas.
Esta vez, fui yo quien busco acercarte más a mí, abrazándote por la cintura y apoyando mi frente en tu hombro, llore desconsoladamente… no quería que te fueras. Tú solo imitaste mi acción y con tus últimos esfuerzos, volviste hablar…
- Te amo, te amo Akira, no sabes lo feliz que he sido a tu lado, nunca nos olvidemos –tú voz se rompió y tú cuerpo tembló con fuerzas, al pronunciar lo último- prométeme que nunca nos vamos a olvidar…
No pude hacer más que estrecharte entre mis brazos, buscando transmitirte todo el amor que sentía y por ti, susurrando un vago “te lo prometo”.
Tenía miedo, estaba completamente aterrado. Ambos llorábamos con fuerza, tú seguías diciéndome que me amabas, mientras yo pensaba en que sucedería una vez que te marcharas. No me importaba si mi vida finalizaba o algo así, pero me aterraba la sola idea de pensar en que te podría suceder allá, nunca pero NUNCA me perdonaría si alguien te dañase.
(-)
La campana del tren comenzó a sonar recordando lo cerca que estaba nuestra despedida. Yo empecé a temblar con mayor intensidad, sentía tu cuerpo apunto de caer y cada vez trataba de acercarte más a mí, mientras me debatía nuevamente entre seguirte o quedarme en este “pueblito”. Odiaba esto, me odio a mí por acerté esto…
¿Por qué no pude decirte; “tranquilo, no llores, me iré contigo”? En Tokio podría haber encontrado otra banda, ya que yo era un reconocido bajista, o algún trabajo de mesero. ¿Por qué soy tan idiota, porque no pude decirte “vámonos juntos”? no lose, pero en estos momentos el dolor comenzaba a superarme, las fuerzas me dejaban y solo entonces, finalmente lo comprendí; tenías que irte y ya era tarde para arrepentirme en mi decisión de no seguirte.
Comenzamos a separarnos, ambos llorábamos como niños, sin embargo tome tu mano y te sonreí.
- Te amo; ayer, hoy y siempre.
Sonreíste en respuesta y estrechaste fuertemente mi mano, tus lágrimas seguían cayendo y tus ojos demostraban todo el dolor que sentías. Nunca en mi vida me había sentido tan destruido, ni siquiera cuando mi madre y abuela fallecieron. Cada lágrima tuya calaba profundo en mi alama, cada lágrima tuya era un puñal en mi pecho, cada lágrima tuya era mi destrucción y tu dolor peor que cualquier tortura. Recordé entonces todos los momentos que vivimos juntos, como te amo… como te amo.
Volviste a abrazarme, pero esta vez buscando juntar nuestros labios, cruzaste tus brazos por alrededor de mi cuello, colgándote prácticamente de mí, buscaste igualar la diferencia de alturas entre nosotros. Sonreí ante ello, eres tan tierno.
Besaste mi mejilla con autentico cariño, para luego separarte de mí y comenzar a hablar.
- Onegai nunca me olvides –dijiste entrecortadamente, bajando tu rostro, buscando esconder las nuevas lagrimas que emanaban de tus ojos
- Ru-chan…-y sin pensarlo dos veces, volví a abrazarle, demostrándole todo lo que sentía y sobre todo lo mucho que le amaba y lamentaba no haber sido capaz de seguirle.
- Aki-chan por favor, por favor-volvió a repetir mientras volvía a temblar entre mis brazos
- Ru-chan, amor… perdóname, por favor perdóname por no ser capaz de seguirte… por favor- y mi voz se quebró totalmente, comencé a llorar con fuerza mientras lo abrazaba con desesperación.
- No te preocupes yo entiendo- puso sus manos en mi pecho y comenzó a separarse de mi para posteriormente secar sus lágrimas, queriendo dar por terminado aquellos tristes momentos.
Siempre buscando ser el pilar de todos.
En un impulso de todo mi ser, me acerque a ti y quite tus manos de sus sonrosadas mejillas para comenzar yo a limpiar con extrema delicadeza sus lágrimas. Una vez terminada mi acción te tome por lo hombros y te abrase, luego posesione mi cabeza entre tu cuello y tu hombro. Una vez así pegue mis labios a su orejita con incontables aros y comencé a susurrarte;
Tú eres y serás siempre mi vida entera,
Daria todo por ser capaz de seguirte, aun así no soy capaz.
No sabes todo el odio que siento por mí en estos momentos.
Perdóname, perdóname amor mío.
Y prométeme que a pesar de todo no me olvidaras.
Júrame cumplir tu sueño, mi chibi hermoso.
Siempre pero siempre te amare y pensare en ti.
Y así el día que menos lo pienses, apareceré de nuevo solo para ti
Mi ninio de ojos lindos:
TE AMO Y TE AMARE POR SIEMPRE
Con cada palabra te refugiabas más entre mis brazos y temblabas con más fuerzas, sentía nuevamente correr las lágrimas por tus mejillas y el dolor de saber que te veré partir me carcomía por dentro.
La campana volvió a sonar
- Aki-chan te amo, nunca te olvidare ¿sí? –pregunto con su ternura característica- y quiero que sepas que siempre te esperare-me dijo con su mirada llena de dolor y amor, comenzando a separarse de mí.
Y así diste por terminado nuestro adiós, secaste sin contemplaciones tus lágrimas y suspiraste fuertemente. Diste media vuelta y emprendiste tu camino hacia el tren. Mi corazón se detuvo por unos instantes.
- Ru-chan –susurre con total desespero, sin embargo no me escuchaste.
- ¡¡¡Nori-chan!!!- grite provocando que te detuvieras automáticamente eran pocas personas las que le llamaban así, “más bien solo yo te podía llamar así”.
Te giraste lentamente y me miraste a los ojos, mostrándome aquella mirada que me regalaba los primeros días que nos conocimos, llena de frialdad. Eras tan fácil de interpretar para mí, cruzaste tus brazos a la altura de tu pecho y me dijiste, sin hablar, con molestia que no querías seguir llorando, “mi amor tan orgulloso como siempre”.
- Tell me–hablaste fuerte, con enfado fingido, ya que al gritarte varias personas se nos quedaron mirando.
Y en un nuevo impulso, en una necesidad de mi alma corrí hacia ti, tú entendiendo mi accionar volteaste rápidamente y comenzaste a correr hacia el tren. Pero las cosas no quedarían así, no lo permitiría. Aumente mi paso y logrando tomarte del brazo, volteándote con sutiliza, provocando así que nuestros rostros quedaran a solo centímetros, entonces tu mirada perdió todas las fuerzas y sin esperar más te robe el que sería nuestro último beso.
Solo buscaba demostraste todo el dolor que sentía por esta situación y todo el amor que sentía por ti, en tu confusión no supiste corresponder mi acción, creo yo. Siempre fui reacio a que la demás gente me viera así, nadie sabía que éramos pareja, por mi estúpido miedo a considerarme homosexual. Pero al carajo te amaba y una mierda los que pensaran los demás, “costo entenderlo ¿no?”
Comencé a separarme de ti, creyendo que realmente te avías enfado, pero entonces te lanzaste a mis labios sin siquiera pensarlo.
Nuestros últimos besos… que triste, nuestros labios danzaban a un tierno ritmo, pero la necesidad por parte de ambos del otro… aquella necesidad que tenía nuestro amor de este simple contacto para ponerle fin a este doloroso momento. Nos llevó a un nuevo baile, uno en que el ritmo era desenfrenado quizás, pero en donde el afecto era lo predominante. Una y otra vez buscamos la unión de nuestros labios, pero el aire comenzó a escasear, provocando que nos separáramos lentamente y tú bajaste el rostro con pena, mi ninio de ojos lindos...
“No habían palabras”.
Ibas a voltearte y emprender tu viaje, la campana volvió a sonar y yo solté tu brazo… era el fin. Sin embargo al dar un paso en dirección al tren, te frenaste y en milésima de segundos te giraste hacia mí. Lanzándote sin dudas a mis brazos.
Volviste a pasar tus brazos por mi cuello, y yo a posar mis manos alrededor de tu cintura, me miraste a los ojos y sin que ninguno de los dos lo notase, volvimos a unir nuestros labios. Un contacto delicado que pondría fin a todo, pero que en busca, nuevamente de la necesidad del otro se tornó fogoso. Abriste tu pequeña pero perfecta cavidad bucal, dándole paso a mi lengua para la posterior riña entre estas, riña en la cual tenías todas las de perder… “te amo tanto”.
El aire se hacía necesario entre ambos, este era el fin. Te separe de mí con delicadeza, mierda como dolía. Las lágrimas caían por nuestra mejillas, incesablemente, entonces la campana del tren volvió a sonar. Tome tu rostro entre mis manos y bese tu frente, desatando un nuevo mar de lágrimas, “no te quería dejar ir…”
- Te amo –dije con seguridad- nunca lo olvides
Procedí a sacar tus lágrimas con todo mi amor y luego bese su mejilla.
- Cuídate, te amo –mencione de corazón.
Tu cerraste entonces fuertemente tus ojos, al abrirlos mi mundo se volvió a caer. Tu mirada había cambiado nuevamente, pero esta vez era una completamente decidida con una frialdad inalcanzable… “sentí que te mató por dentro y afirmaste aquella mascara que tanto me costó romper…”
- Adiós Akira Suzuki–dijo mirándome a los ojos y sonriendo preso de la melancolía.
Giraste su cuerpo y emprendió marcha hacia su destino, sin embargo sin a ver dado más de dos pasos te voltio y me dijiste:
- No olvides que te amo y siempre lo are –la decisión en sus ojos empezó a flaquear provocando que estos se tornaran acuosos- Nunca olvidare todo lo que he vivido contigo ni mucho menos todo lo que me has dado… Te amo ahora y siempre Rei-chan. RECUERDALO
La campana sonó por última vez, entonces te volviste y corriste hacia el tren, mientras yo temblaba. Esto era algo completamente irreal, nunca pensé que me tendría que me separar así de ti; “mi amado ninio”.
Las puertas comenzaron a cerrarse, tú te encontrabas de espaldas, la campana sonó, por última vez, marcando el próximo inicio del tren, ya con todos sus pasajeros dentro.
Entonces vi lo que termino de partir mi alma. Por la ventana me mirabas, con tus preciosos ojos inundados en lágrimas y me gritaste las palabras que jamás en mi vida olvidare.
Akira eres lo mejor que me pudo haber pasado en la vida.
Te amare por siempre y para siempre
I’m waiting for you, not important the time
I’m waiting for you, because you are my eternal love
Entonces mi amado cayó de rodillas, con las manos cubriendo su rostro.
Las puertas se cerraron y el tren partió.
(--)
Mis reacciones fueron ilógicas una vez que ya no pude distinguir el tren.
Simplemente me mantuve ahí, de pie… mirándote partir, lejos muy lejos de mí para cumplir tu sueño. No podía moverme era como si mi alma hubiese abandonado mi cuerpo.
- Te amo, solo espérame–susurre sin siquiera notarlo.
Mis pies se movieron automáticamente, comenzando a alejarme; de la parada, de los puestos para comprar los boletos, del terminal*, del barrio… de todo.
Caminaba sin sentido algún, mientras las lágrimas se deslizaban sin piedad por mi rostro, mi cuerpo ya no temblaba, no era consiente de nada, absolutamente nada. Y entonces sin notarlo me encontraba frente a una pequeña pradera… en donde nos conocimos.
El lugar siempre había sido hermoso, sin embargo hoy siquiera le encontré gracia, comprendiendo que no era el lugar el que siempre me resulto hermoso si no mi acompañante. Un terreno con abundante vegetación, muchos árboles, flores y una pequeña desembocadura de río, pues este prado era el final del bosque que resguardaba el pueblo. No era un simple prado, jamás lo seria, fue donde yo le vi por primera vez.
Camine monótonamente, como venía haciendo, hacia el costado del río y me senté apoyando mi espalda en el árbol que curiosamente se encontraba a metros de la desembocadura. Cerré los ojos, las lágrimas cesaron, dado que mi conciencia se sumió en un tranquilo pero tormentoso sueño; lleno de recuerdos.
Desperté y el recuerdo de su ida al ver el nuevo amanecer, me atormento sin pésames.
- Taka-chan –murmure
Quería llorar, quería emborracharme, olvidarme del mundo entero y desaparecer por completo. Ya no quería la vida, no si no te tenia a mi lado… fue entonces que recordé una de nuestras últimas conversaciones.
- Akira, te diré esto solo una vez así que escúchame bien –dijo voz juguetona, intentado ocultar cualquier rastro de dolor- Me voy a Tokio y como tu mismo decidiste tu no vendrás conmigo –dijiste, siendo yo solo capaz de asentir- quiero que me prometas algo.
- Lo que sea –te conteste sin dudar
- Si por alguna razón, motivo o circunstancia –tomo una pausa- no soportas el dolor por no haberme seguido, o mejor dicho en tu caso; la culpa –me miro sonriente, intentado ocultarme el dolor en su corazón- No mueras –dijo finalmente, conteniendo las lágrimas e impresionándome- Por favor, pase lo que pase no mueras, preocúpate exclusivamente de ti, yo estaré bien y busca tus sueños, consigue tus propias metas y cuando sea el momento… búscame, búscame no me importa si ya no me quieres como pareja, entonces búscame como amigo… -derramo sin quererlo una lagrima, que automáticamente retire, acercándome a él y abrazándole- prométeme que sin importar el que… saldrás adelante y cuando tú lo creas conveniente me buscaras –finalizo.
- Takanori Matsumoto –dije levantando su rostro- Yo, te lo juro –dije solemne.
Traviesas lágrimas volvieron a salir de mis ojos, ya era suficiente, no podía más al carajo el orgullo, al carajo todo, por primera confiaría en alguien y le contaría absolutamente todo. Una mierda lo demás, llamare a Yuu
- ¿Aloo? –contestó mi querido amigo con una voz de sueño increíble.
- Hola Aoi- trate de hablar lo mejor posible.
- Espero que sea importante, imbécil porque interrumpiste uno de mis hermosos sueños –se hizo una pausa- Tarado ¡¿Tienes idea de la hora que es?! -me dijo ahora si enojado, creo que realmente lo acaba de despertar
- No, pero tú sabes que odio molestarte y más si es para lo que tengo que pedir-dije tratando de usar un tono normal de voz
- Espera un momento son las 5:00 am, tu nunca despiertas los días sábados antes de las 12 pm y ahora que lo pienso tienes una voz más horrible de lo normal ¡¿Reita donde demonios estas?! -dijo uniendo todos los hechos, cosa que me causo risa, si no era tan torpe mi amigo…
- Para eso te llamo estúpido –conteste con algo de vida, este “individuo” siempre me hacía reír, no importaba lo mal que estuviese… por algo era mi mejor amigo ¿no?- estoy en el parado que esta al final del bosque… por donde estaba la casa de mi madre ¿recuerdas?
- Si, si algo, bueno supongo que quieres que te vaya a buscar
- Exacto
- ¿Por qué debería hacerlo? –replico con burla
- Porque se supone que eres mi amigo y tengo que admitir que estoy a punto de un suicidio –dije soltando una risa nerviosa.
- No serias tan idiota –dijo riéndose a carcajadas, pensando que realmente era una broma, pero ante mis nulas palabras se puso serio- dime el porqué ahora -exigió autoritariamente
- No puedo –dije y reprimiendo las lágrimas- solo te diré, que te sorprenderás –dije enfocando mi vista al cielo
- Voy para allá –y la comunicación se cortó, volviendose a cerrar mis ojos
Al entrar en el mundo de los sueños, un hermoso recuerdo me invadió por completo…
“Era un hermoso día de invierno, tal y como tú los amabas. Yo estaba recién llegando a casa, a sabiendas de que tu deberías de estar aquí aun… hoy sería un gran día.
Al entrar te encontré sentado en el sillón llorando, mientras te aferrabas con fuerza a tus piernas. Como me rompía el alma verte así, no entendía como alguien te podía haber dañado, porque a pesar del tiempo que llevábamos siendo amigos, nunca me mencionabas nada.
Me senté a tu lado y te abrase fuertemente, tu saltaste de la impresión, pero no te alejaste, al contrario te aferraste a mí. Te pregunte que ocurría como siempre espere que el silencio fuera mi respuesta. Sin embargo, me dijiste: “en unas horas más será un día muy importante”, inmediatamente supe a lo que te referías… "Nuestro primer encuentro". Lo abrace más fuerte y le pregunte una sola cosa mientras miraba la hora
23:58
- ¿Me quieres Nori-chan?
Levantaste tú delicado rostro y me miraste con tus hermosos ojos
- Mucho Aki-chan
23:59
Entonces te dije:
- Se a lo que te refieres mi ninio de ojos hermosos en solo minutos se cumplirá un año desde que según tú te salve de aquel horrible tormento, de aquella maldita soledad que apresaba tu corazón.
Nos miramos a los ojos
00:00
1 de Febrero
Feliz cumpleaños mi ninio de mirada perdida.
-Me abrazo con fuerza sin perder el contacto en nuestras miradas-
Hoy es un día muy importante mi Nori-chan, hoy se cumple un año desde nuestro primer encuentro y hoy cumples otro año de vida
Sabes hace mucho tiempo que deseo proponerte algo…
Últimamente me he dado cuenta de que eres mi razón de existir y desde que te encontré en aquel lugar que tengo una necesidad impresionante de protegerte de cualquier mal, si bien antes no entendía lo que me pasaba hoy lo sé y es que este sentimiento ya no me deja si quiera respirar sin tener la necesidad de tenerte a mi lado
00:01
Nee Takanori Matsumoto ¿Quieres ser mi novio?
Entonces volvía en mi nuevamente, mis mejillas bañadas en lágrimas, mi cuerpo bañado en sudor y temblando… hermoso recuerdo, si lo era, no importaba cuánto daño hiciese era un hermoso recuero.
- Akira –escuche a mi amigo gritar.
- Hola Aoi –le mire intentando sonreír.
- Estas hecho un asco –dijo sonriendo, intentado subirme el ánimo.
- ¿Enserio? –le cuestione con sarcasmo.
- Hey, sin alterarse –entonces se sentó a mi lado y me tomo de los hombros, abrazándome, dándome ese calor… ese calor fraternal que hace tanto años no sentía y sin poder evitarlo nuevas lagrimas comenzaban a caer- Soy todo oídos
- Aoi –intente empezar a hablar, estaba decidido le contaría todo- es complicado
- Tengo todo el tiempo del mundo –interrumpió
- Déjame hablar entonces –reí sin ganas- Ruki se fue –me sentí explotar al pronunciar su apodo
- ¿¿¿¡¡¡Que!!!??? –no se molestó en acallar su grito…. Este idiota…
- Se fue a cumplir su sueño a Tokio –seguí hablando
- Pero imbécil es lo mejor para él, como sabes si haya puede surgir, sé que era tu amigo, pero es lo mejor para él… además te quedas conmigo –decía mientras acariciaba mis cabellos, intentando calmarme y darme apoyo.
- Como si fuera tan fácil –note que me iba a volver a interrumpir- déjame hablar –le mire con rencor, ante lo cual sonrió- para mi Ruki no era solo un amigo, yo le amaba –confesé, mierda su expresión valía oro y no sabía qué demonios esperarme ahora
- No te diré que me sorprenda –dijo soltando un suspiro después de unos minutos- siempre pensé que su relación era especial –dijo mostrándome una sonrisa
- ¿No te molesta? –me atreví a preguntar
- No tranquilo –y entonces su mirada cambio como su hubiese entendido algo- espera un minuto, no será que te confesaste y el decidió largarse para no enfrentarte –pregunto con una mezcla de sentimientos, ante lo cual solo pude reír a carcajadas
- No idiota, Ruki es mi novio hacía dos años… -solté sin más.
Y así nos enfrascamos en una conversación de horas, hasta que llego la noche y el me dejo en mi departamento, sin saber que aquel lugar era donde yo vivía con mi pequeño amor, sin saber que apenas se largo, yo volví a sumirme en soledad, falleciendo…
Porque te amo más que a nada en este mundo
Porque si no estás a mi lado yo muero
Ni un día amor mío, ni un día ha pasado desde tu marcha
Y yo ya he muerto…
The memories were narrated...When he was lost in the rain.
(-EFB-)
In other site, the story was different
Un chico de baja estatura y contextura delgada, se encontraba sentado en la banca de un pequeño parque, luego de una noche de bar. Sus cabellos rojizos, se mecían en compañía del viento, sostenía en una de sus manos un cigarro que se consumía con lentitud y de forma dolorosa, eliminando todo lo que fue para convertirse en humo y desaparecer, exactamente como él. Vestía complemente de negro, enseñando como era su corazón hoy. Sus ojos eran azulinos, hermosos en realidad, pero carentes de vida. Estos estaban fijos en un solo punto; el cielo, las estrellas…
El tormento se hace insoportable, amado mío
Necesito tus dulces caricias nuevamente
Ansió sentirme nuevamente amado por ti
Ser observado por tus hermosos y puros ojos chocolate
Mi príncipe
Rescátame nuevamente
Te necesito y sigo esperando
Aki-kun