¿¡¡¡Escuela!!!?
Como cualquier otro día, los Get Backers están en el Honky Tonk comiendo tranquilamente a excepción de Ban. Ginji juega con la cuchara mientras mira a su compañero sacando las cuentas en la calculadora. Después de su última misión que era recuperar un documento de un secretario que entregó accidentalmente a una empresa y que al final la paga no fue muy buena, el dúo comenzaba a tener problemas con pagar las cuentas. El rubio gira la cabeza hacia el ventanal grande que hay al lado de la puerta. Observa una dulce pareja adulta caminando mientras ven a sus dos hijos jugar, esa si es una familia feliz y normal. Con verlos se preguntó como sería la vida de ellos dos si no tuvieran poderes y vivieran con unos padres así de cariñosos. De seguro sería mejor que estar vagando por la calle con hambre y durmiendo en un auto. Le encantaría probar por lo menos unos días la vida de un adolescente normal, un adolescente que va a la escuela, se reúne con sus amigos y rompe las reglas.
Paul le comenta al castaño que deben pagarlo antes de tal fecha o sino no volverían a comer en el local. Al escucharlo, se enojó pero era lo más justo. En eso, se percata que Ginji no habló desde que llegaron al bar. Observa como su compañero está pensativo, se pregunta para si mismo que será lo que le molesta.
- Gin ¿estás bien? – pregunta mientras sigue trabajando con los números
- Si… - le sonríe como de costumbre
- ¿Seguro?
- Ajá… - con la cuchara hace círculos en el té
- Mmh… [p e n s a n d o: ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan cortante?]
- Chicos, ¿podrían hacerme el favor de recogerme los delantales que están en la lavandería? – los mira mientras lava los platos – Natsumi está de franco hoy, así que podrían hacerme ese favor
- Olvídalo, no hacemos favores a nadie a menos que nos paguen – comenta el castaño
- De acuerdo, sólo quería darles la opción de aplazar más la fecha de pago…
- … Bastardo…
Ambos caminan para recoger la ropa que de seguro ya está limpia. Mientras charlan sobre los trabajos peligrosos que le dan y reciben poca paga, ven a un padre con sus dos hijas que llevan uniforme. Ginji mira atentamente como pasan con una sonrisa en los labios y riendo, su deseo casi imposible revivió nuevamente. Ban se fijó en la conducta del chico.
- ¿Qué sucede?
- ¿Eh? – lo mira con los ojos bien abiertos
- Cuando ellos pasaron, tu cara mostró tristeza
- Ah, no es nada… - agacha la cabeza y da una leve sonrisa
- Cuéntame, no debe ser de otro mundo tu problema – mira hacia delante, pensando en lo poco que falta para llegar a la lavandería
- Estuve pensando… acerca de cómo seríamos si tuviésemos padres normales, tal vez sería todo más feliz – sigue con la cabeza agachada
- Yo no lo creo, diría que seguiríamos igual de felices…
- Si pero… - un silencio llegó al ambiente
- … - sus ojos se clavan en el rubio – Yo me siento cómodo estando contigo, mi familia son Natsumi, Paul, Hevn y vos, tal vez nuestras vidas serían más protectoras y con el tiempo se volverían aburridas si tuviéramos padres normales y fuéramos a la escuela…
- … - mira al castaño, concentrado a lo que dice
- A mi también me gustaría tener un padre y una madre que me digan que me quieren y estén casi todo el tiempo conmigo en una casa hermosa pero de seguro no te hubiera conocido, entonces ahora sé que mi vida sería más aburrida – le da una sonrisa tan bella que el rubio le empieza a latir rápido el corazón
- … - sonríe – Gracias, Ban
- No te deprimas, siempre habrá personas que tendrán una vida mejor que la de otro, agradece que ahora estás lejos de ese infierno – ambos cruzan la calle hasta llegar al lugar ya mencionado
- Si, tienes razón… - se ríe un poco
De regreso al Honky Tonk, le dan a Paul la bolsa de ropa limpia. En eso, él comenta que tienen un cliente que los espera en las mesas de al fondo, ellos miran y ven que hay un señor sentado junto con Hevn. Caminan hasta llegar y se sientan enfrente de las dos personas. Saludan cordialmente, mencionan su nombre y su lema, el señor sonríe agradablemente. La mujer bien dotada comienza a hablar sobre el trabajo, uno que a tomará mucho tiempo. Ban duda en hacer un trabajo tan largo pero al escuchar de lo que se trata, mira a Ginji y le pregunta si quiere hacerlo. Este lo mira con los ojos iluminados y con una sonrisa tan dulce dice que si.
Al terminar con la reunión, el señor le indica donde queda su casa y que lleguen este fin de semana. Hevn también se despide y sale del negocio, el castaño le dice a Paul si puede hablar en privado con su compañero en la habitación de arriba, este afirma. Los dos suben, el rubio no entiende que van a hablar pero siente tanta emoción para comenzar con la misión. Al llegar, Ban cierra la puerta y mira como Ginji salta de alegría.
- Ban ¿No te emociona? ¡Podemos ser chicos normales por varios días! – dirige su mirada hacia su compañero con una enorme sonrisa
- Jeh, si…
- Pensé que jamás podríamos ir a un colegio o vivir con un señor que vaya a hacer el papel de papá ¡Nuestro papá!
- Escucha, no te emociones demasiado…
- Pero… ¿porqué no? – para de saltar
- Ese señor quiere que su hija vuelva a su hogar, tenemos que hacer las cosas bien porque se nota que esa chica es caprichosa y malcriada – se acerca un poco – No quiero arruinarte la diversión pero es sólo un trabajo, recuerda que nuestro objetivo es esa chica ¿entiendes? Sólo vamos a pasarnos como estudiantes, eso es todo
- Ah… cierto – baja la cabeza
- … - se acerca más y le acaricia la cabeza – Te lo digo para que no pierdas la razón de esta misión
- Pero, Ban… al menos, disfrutemos un poco ser chicos normales, por favor – levanta la cabeza – Sé que aceptaste este trabajo por mí, porque sabias que era una oportunidad única para ser algo que nos da bastante curiosidad
- Mmh… - comienza a pensar
- Por favor, Ban, sólo serán unos días, comportémonos como adolescente normales, por favor – su mirada refleja tanta lindura al rogar que el castaño no se pudo resistir
- Ok, pero también hagamos el trabajo cuando tengamos la oportunidad – se rasca la cara
- ¡Gracias, Ban-chan! – se tira arriba de él y lo abraza con fuerza - ¡Gracias, gracias!
Esa misma noche, en el auto, ambos jóvenes están en las caricias. El castaño termina de besarlo y empieza a besarlo por el cuello, el rubio tiene su corazón latiendo con rapidez y acaricia la espalda de su sexy amigo. Ambos se besan nuevamente mientras Ginji desabrocha el pantalón de su compañero, este ayuda en sacarse la prenda y se sube arriba del rubio. Hace un pequeño movimiento con su trasero para excitar más al ojimarrón. En eso, siente como un bulto se hace grande.
- Mmh, ese bulto se siente rico – le da una sonrisa sensual
- Ba-ban… chan… - se sonroja y evita mirarlo
- Tengo tantas ganas de hacértelo – le habla en el oído - ¿Ni siquiera una frotada?
- … - lo mira con una cara inocente – Está… bien…
Los roles se cambian, ahora el que está sin pantalones es Ginji pero también sin remera. Completamente desnudo, se frota contra el miembro del joven Ban. Sacando un par de gemidos, los dos sienten como se les escapa un poco de líquido. Deciden pasar al asiento de atrás para hacer un 69. El rubio, que tiene poca resistencia, saca varios gemidos pero intentando de satisfacer a su amigo con la mano y la boca, mientras el castaño no para de masturbarlo con la boca, lamiendo la punta como si fuera algo exquisito.
- Ah… Ban, ahí viene… - apretando un poco el duro miembro de Ban, termina corriéndose en su boca – Ah… mmh…
- Tsk… - hace un pequeño pero notable movimiento de excitación - … - retira el pene de su boca, traga el semen y se relame los labios, mientras ve como la cara de Ginji está empapada del dicho liquido
- Waa… tiraste mucho…
- Jeh, no importa… - se sienta al igual que el rubio – Aunque me diste mucho de tu leche, niño virgen – le guiña un ojo
- ¡Ah, calla! Que pervertido que sos, Ban-chan – agarra varios pañuelos y se comienza a limpiar
- ¿Quieres que haga una fiesta por eso? – comenta con sarcasmo mientras se limpia también
- Mejor me voy a ir a dormir – agarra su ropa pero en eso siente que le roban un beso - …
- … - le penetra la boca con su lengua, pasan varios segundo y termina el beso
- ¿Qué… fue eso? – se toca los labios con dos dedos de la mano derecha mientras está sonrojado
- Sinceramente, hace unos momentos, tu boca se veía tan deliciosa que quería comértela – da una mirada fija
- Waaa… - se sonroja más y se tapa la cara con su remera
- Es más… - le habla en el oído – Tengo tantas ganas de comerte que lo haría en el aire libre y a la luz de la luna
- Ban-chan, basta… - tiembla un poco - ¿Sabes? Yo… también tengo ganas de ser comido por ti – se sienta arriba de Ban – Cómeme – lo mira con una dulce mirada
- … - traga saliva – ¡No puede ser! – le sangra por la nariz mientras se la tapa con una mano y con la cabeza agachada
- Pobre diablo – sonríe triunfante y comienza a vestirse
La mañana se hizo presente, faltaba poco para poder comenzar con el trabajo. Siendo las 8 de la mañana, Ban se despierta primero, mira el celular para saber que hora es. Sabiendo que hay cerca una fuente para lavarse, decide ir sólo sin despertar a Ginji. Agarra una toalla, un cepillo de dientes y pasta dental. Sale del auto y se dirige hacia el lugar ya mencionado. Varios minutos después, el rubio amable despierta, abre sus ojos sintiéndolos pesados; observa que su compañero no está adentro del auto pero mucho no le importó así que volvió a dormir al ver que era muy temprano. Siente un poco de frío y se acurruca más, pasan varios minutos y escucha la puerta abrirse. Abre los ojos y ve que era el castaño; le pregunta que fue a hacer y este le contesta la verdad.
Después de que Ginji se levantara y se fuera a lavar, el ojiazul saca los carteles que evitan la entrada de la luz al coche. Mientras las guarda en el baúl, mira que el día será frío otra vez, debido a que en Japón están en invierno. Al terminar de lavarse, camina hacia el auto, pensando sobre el trabajo que empezará dentro de dos días. Ambos entran al Subaru 360, el castaño enciende el auto y comienza a conducir hacia el café. Ginji siente dolor de estómago y saca un comentario sobre eso, Ban sólo se limitó a escuchar debido a que cada mañana se levanta un poco de mal humor.
Al llegar al Honky Tonk, bajan del coche y entran saludando como siempre. Ginji con un saludo agradable y Ban con su saludo cortante. Se sientan en la barra y piden un café junto con unos tostados de jamón y queso. El jefe del lugar les entrega un paquete que dejó el cliente, emocionados con abrirlo… bueno, Ginji emocionado con abrirlo, lo lleva a donde están las mesas de al fondo, Ban sólo sigue sus pasos. Al abrirla, encuentran uniformes del colegio privado, unos libros y la dirección en donde tenían que ir a vivir los dos. Paul entrega dos mochilas y adentro de ellas hay cuadernos y útiles escolares. El rubio se emocionó al ver cuantas cosas se necesitan para empezar las clases.
- Que raro… ¿las clases no empiezan en abril? – pregunta Ban
- Si, pero este colegio es diferente. Empieza en Marzo, se dice que es Argentino el colegio – se rasca un poco la cabeza - ¿Por qué habría un instituto argentino en Tokio?
- No lo sé, pero lo único que me importa es recuperar a esa chica y punto – observa a su compañero que mira la mochila con interés – No te emociones tanto, son sólo objetos
- Waaaaa que linda cartuchera – ignorando por completo a Ban
- Hey, no me ignores – se le nota una venita
El fin de semana llegó tan rápido. Ya siendo viernes a la noche, se dirigen hacia la casa. Ban le repite al rubio cual es la misión y que no la olvide, este contesta que si mirando feliz el camino. El castaño sonríen levemente al ver a Ginji contentó, su corazón late con tanta fuerza, tenía que preguntarle algo pero era muy pronto aún. En eso, notan que llegan a la dirección, en realidad, no era una casa sino una mansión ¿Cómo una niña de 16 años no aprovecha tal vida? Escuchan que los portones se abren y el auto avanza hasta la puerta principal. Bajan y son recibidos por su cliente, los saluda y les dice que pasen, Ban le pregunta que pasara con su auto, el señor contesta que sus sirvientes lo van a guardar en garaje.
Al ver el enorme lugar de adentro se asombraron. Tantas decoraciones, tantas puertas, tantos sirvientes; se notaba que el hombre era de tener mucha plata. El cliente comenta que deben de tener hambre, estos afirman, el señor llama a una sirvienta para que los lleven al comedor. El hombre se despide y le agradece por aceptar el trabajo, ellos sólo se limitaron a decir ‘’De nada’’ junto con una sonrisa.
Al llegar al comedor, se sentaron, vieron como los sirvientes le ponen platos enfrente de ellos y les sirven tallarines con salsa. Ellos se quedaron atónitos al oler la comida, tenía un muy buen aspecto. Terminaron de comer y se dirigieron hacia sus cuartos, Ginji no quería estar separado de Ban pero no tenía que sacar sospechas sobre su relación como amigos sexuales.
Siendo las 2 de la mañana, Ginji dormía como un angelito rubio. La luz de la luna iluminaba su rostro. En eso, una persona entra y se acerca con cuidado a su cama; observa de pies a cabeza al muchacho, su piel parecía tan suave, su cabello tan sedoso y su rostro tan dulce. Acerca sus labios y los pega con los labios del rubio, este abre un poco los ojos y ve a alguien que lo besa, asustado salta de la cama.
- ¿Q-q-q-quién es? – tartamudea mientras se nota un poco de su sonrojes
- ¿Quién más va a ser? – se acerca a la luz
- ¿Ban? – piensa un poco – Eh… Waaa ¿¡Por qué me besaste mientras dormía y que haces en mi habitación!?
- Agh ¿Acaso no te puedo molestar un rato? – se sienta en la cama y se cruza de piernas
- ¡Claro que no! – se acerca a él y se sienta a su lado
- Bonito cuarto, te pega bien – observa con la poca luz que hay
- Hehehe si, me gusto mucho además me siento cómodo durmiendo acá – sonríe
- ¿Sin mí? – lo mira
- ¿Eh? – confundido voltea su cabeza hacia Ban
- Nada… - baja la mirada
- Mmh…Ban…
- Dime…
- … - agarra la cabeza del castaño y lo obliga a ver la luz, se para casi enfrente
- ¿Qué haces? – levanta una ceja
- Tus ojos...
- ¿Qué?
- Tus ojos se ven tan bellos cuando la luz de la luna lo iluminan – su mirada fija va directo a los ojos, como si estuviera encantado, atraído por él lo besa con lengua
- … - el castaño le sigue pero sin tocarlo, sintió como sus labios rozaban, su respiración era agitada y sus lenguas se peleaban por ver quien era la más juguetona, en eso el beso se corta suavemente
- Bueno… espero que te sirva para esta noche – sonríe calidamente
- Si… - se levanta y le da un beso en la frente – Descansa – camina hacia la puerta
- Igual… - ve como su persona más querida se retira de la habitación – Mmh… ese beso se sintió… - observa el piso
- … tan romántico… - se toca los labios con dos dedos mientras está apoyado en la puerta del rubio
Al final, los dos pensaron acerca de sus sentimientos. Como si esa noche solamente se permitía pensar.
FIN DE LA PRIMERA TEMPORADA~