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Junjou Christmas por Byakuran

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Notas del capitulo:

Bueeeeeno, aquí estoy resubiendo el fanfic desde una cuenta nueva.

No conseguía entrar en la otra por motivos que aun desconozco y tras mandar uno o dos mensajes a los administradores y de que me ignorasen, he optado por crearme una nueva.

Soy la misma Shib, sólo que aproveché para cambiarme el nombre y ponerme el mismo que tengo en fanfiction.

Dicho esto, voy a intentar resubirlo cuanto antes al completo y seguir con los capitulos.

Thnks! x333

 

Capitulo 1: ¿Navidad? ¡Bien! – Misaki

Con una sonrisa de oreja a oreja, un joven ojiverde sale de la tienda en la que escasos minutos antes había entrado, con las manos en los bolsillos de la chaqueta, satisfecho por la compra realizada.

La verdad es que no era nada del otro mundo, sus ahorros no eran como para tirar cohetes, pero…era feliz por haber conseguido al menos eso.

Ahora solo quedaba esperar… y procurar que no se le escapase nada a nadie, sobre todo a cierto escritor con mal genio y carácter infantil con el cual convivía.

Desde que le había dicho, bajo coacción del mayor, el por qué llegaba tan tarde después de clases, este había insistido en ayudarle y, ante la rotunda e inamovible negativa que recibió, había optado por la siguiente opción: andar de tras de él intento sonsacarle lo que fuera sobre los regalos. Y sólo gracias a la suerte, había conseguido callarlo, porque sus métodos eran bastante…

Sacude la cabeza de un lado a otro, sonrojado debido al recuerdo de semejantes cosas. Ese Usagi…

Todo eso hace que nuevos pensamientos comiencen a fluir, agolpándose en su mente uno tras otro.

Desde hacía ya bastante tiempo, notaba que su actitud con Usagi iba cambiando poco a poco.

Ya no se sentía incómodo o se ponía nervioso ante la cercanía de este; si le abrazaba de improviso, como era su costumbre, no empezaba a decir cosas sin sentido o forcejear para que le soltase; si le besaba…bueno, aun le costaba un poco acostumbrarse a eso, pero la cuestión es que ya no reaccionaba de manera tan exagerada como antes. La vergüenza era algo que no podía evitar sentir, pero disfrutaba de la compañía del mayor. Estúpido de él por no haberse dado cuenta antes.

Y, aunque a él se le hacía pequeño el cambio, en comparación con lo que podría ser, Usagi parecía cada vez más contento ante esto, además de que a veces, y el mismo se lo había dicho en más de una ocasión, lograba sorprenderlo con algunas de sus acciones.

Hundiendo la cabeza en la bufanda, con una sonrisa boba, recuerda uno de los tantos caprichos de Usagi, el cual insistía que quería algo a cambio de los dulces que le había traído y que, de hecho, eran sus favoritos. La cara de sorpresa de este cuando le besó, aún le hacía reír.

De repente, se ve sacado de sus pensamientos por un tirón desde la parte de atrás de la chaqueta. Ante esto, abre los ojos con sorpresa.

-Deberías andar prestar más atención cuando caminas…Misaki.

Aún confundido, se gira, chocando con la mirada grisácea de aquel que le había estado rondando los pensamientos todo ese tiempo.

-¿Usagi-san? ¿Qué haces aquí? ¡Ah! Ya me has vuelto a seguir, ¡¿verdad?!-repone rápidamente, señalándole con un dedito acusador.

Este suelta el agarre y se queda unos instantes mirándole, de brazos cruzados.

-Misaki...mira a tu alrededor.

Así lo hace el pequeño, con una ceja alzada. Ummm…esos edificios…

-Ah…-sin palabras, sorprendido, fijándose en un edificio que, al parecer, había pasado de largo sin darse cuenta.

-Cuando salía, te he visto pasar de largo-dice escuetamente Akihiko.

-¡Waa! No me di cuenta de que había llegado…

-Ya me di cuenta…Últimamente te veo algo pensativo, ¿ocurre algo?

-¿Eh? No…nada…-dice, volviendo sobre sus pasos, seguido de Usagi.

-Misaki…-le llama, a modo de aviso de que, o le decía que es lo que le pasaba, o se lo sacaría a la fuerza.

-Ya te dije que no es nada Usagi-san.-repone, mirándole con fingido enojo.-Es sólo que andaba más distraído de lo normal, solo eso.

Akihiko se le queda unos instantes más mirándole, intentando descifrar la mirada del ojiverde. Tras eso, suelta un suspiro, sacando un paquete de cigarrillos y se enciende uno, dándole una calada, ante lo que el menor hace una mueca de disgusto.

-Deberías dejar de fumar, Usagi-san.-le regaña, mientras saca las llaves de su bolsillo y abre la puerta de entrada al edificio.

-¿Um?-dirigiéndole una mirada entre divertida e interrogativa, instándole a darle una razón.

-No es bueno para la salud. Acabarás muriendo joven.

-Oh, ¿estás preocupado por mí, Misaki?-pregunta en tono algo burlón. Misaki, ante esto, se queda unos segundos fingiendo ignorarle, sabiendo de sobra que eso era lo que se esperaba el mayor...pero las cosas estaban cambiando.

-¿Eres tonto o qué? ¡Por supuesto que lo hago!

La mirada sorprendida de el peligris no se hace de esperar, haciendo que el castaño tenga que hacer el mayor de los esfuerzos para no reírse.

-Misaki.-murmura el mayor, ante lo cual le dirige una mirada confundida ante el tono empleado al pronunciar su nombre.

Pero antes de tener tiempo de responder, sus labios son cazados por los del otro, en un beso cargado de todos esos sentimientos que, tras mucho esfuerzo, había conseguido reconocer.

Esos brazos grandes rodeandole por la cintura de manera suave pero firme le reconfortaba, el calor que emanaba de su cuerpo lo tranquilizaba, su carácter lo traía de cabeza,…definitivamente, ahora sabía y se daba cuenta de lo que podría haber llegado a perder de no haber reaccionado a tiempo.

Con timidez, rodea con sus brazos el cuello del otro, respondiendo al beso con algo de torpeza al principio, pero poco a poco cogiendo esa confianza que recientemente había ido adquiriendo.

Cuando se separan, se quedan unos instantes mirándose a los ojos. Akihiko con una sonrisa de lado y Misaki con la respiración agitada y las mejillas suavemente coloreadas.

-Eres tan simple y a la vez tan complejo, Misaki.-susurra, sin cambiar su expresión, pero con ese brillo en la mirada que hacía al ojiverde estremecerse de pies a cabeza.-Cuando creo que ya te conozco del todo, me vuelves a sorprender con algo. Y últimamente, es con bastante frecuencia.-termina, hundiendo la cabeza en el cuello del menor.

-Eso debería decirlo yo, baka. Cada día sales con caprichos más raros. Eso sí que es sorprendente.-bromea, sonriendo.

-No sé qué haría sin ti, Misaki.-alzando el rostro y enfrentándose a la mirada verdosa del chico.

-Seguramente morirías de hambre o por culpa de un microondas asesino*.-repone rápidamente.

Se queda así unos instantes, haciendo que el menor comience a ponerse nervioso.

-Etto…mejor voy a ir preparando la cena-dice, apartándose de él, acercándose al sofá y dejando la cartera y bufanda en el respaldo de este.-¿Usagi-san, quieres algo en especial?

Al instante, los brazos del otro vuelven a rodearle la cintura desde detrás, pegándose a él y colocando la boca a la altura de su oído.

-A ti.-susurra, haciendo que se estremezca, con un sonrojo aun mayor.

Gran fallo el suyo. Una cosa era estar despistado y otra caer él solito en la trampa.

-¡U-Usagi-san! ¡Estoy hablando en serio!-replica, girando el rostro hacia Akihiko, apenado y levemente ruborizado.

-Yo también.-se limita a responder, tomándole suavemente del rostro para que ambos labios se unan.

El beso no tarda en subir de nivel, volviéndose más apasionado, sintiendo como las manos de Akihiko se colaban bajo su camisa, acariciándole la espalda, el pecho, el vientre,…todos los lugares de su cuerpo.

-Ah…-suspira, con los ojos entrecerrados-U-Usagi…san…para…la cena…

-Ya te lo dije Misaki: te quiero a ti.

No podía resistirse a él, no tenía fuerzas. Solo quería dejarse llevar por él, sin pensar en nada más.

Pero como si el mundo estuviese en contra de ellos en ese momento, sobre todo del peligris, el teléfono comienza a sonar.

-U-Usagi-san,…el teléfono…-dice, intentando separarse del otro.

-Olvídalo. Ya se cansarán.-dice escuetamente y como si quisiese darle la razón, se corta la llamada. Akihiko continúa a lo suyo, haciéndole soltar un par de suspiros más antes de que se escuche de nuevo el sonido del mismo aparato, acompañado por el portero.

-Puede ser…algo importante…-insiste, colocando la mano en su pecho y haciendo un poco de presión.

Con un gesto de enojo, suelta al ojiverde, el cual rápidamente va a contestar al teléfono y suspira con resignación al ver como el otro se sienta en el sofá, con los brazos cruzados.

-¿Moshi, moshi?-contesta, una vez recuperado en cierta medida.

“¡¿¡¿Usami-sensei, donde diablos se ha metido?!?! ¡¡¡Todo el mundo está esperándole!!!”

-¿Aikawa-san?

“¡¿Ah, Misaki?!”

-Hai. ¿Qué es lo que ocurre?

“¡¿Dónde está Usami-sensei?! ¡¿No está contigo?!”

-Eh, si, está aquí…-responde, lanzándole una mirada de soslayo al escritor, el cual se limita a mirarle fijamente.

“¡¿¡¿Eh?!?! ¡¡¡Dile que venga ahora mismo aquí!!!" grita, de los nervios.

-No te preocupes, Aikawa-san. Lo llevaré de las orejas si hace falta.

“¡¡Confío en ti Misaki!!”

-Hai. Hasta pronto.-cuelga, encaminándose hacia el porterillo, que no había dejado de sonar, pulsando el botón de contestar.

-…AHORA, ME ASEGURARÉ DE PONERTE EL TRIPLE DE ENTREVISTAS Y REUNIONES!!-exclama el agitado y cabreado representante del escritor.

-Usagi-san ya está saliendo hacia la reunión, Isaka-san.-responde rápidamente, y colgando.

-No voy a ir.-responde Akihiko, recordándole a los berrinches típicos de los niños pequeños. Ignorando su respuesta, se acerca hacia él, ambos mirando con el ceño fruncido por motivos diferentes.

-Usagi-san, es tu trabajo, asique levántate y ve.-dice, poniendo los brazos en jarras.

-No.

-Creo que de repente me están entrando unas ganas enormes de irme a pasar las navidades con nii-chan-replica rápidamente, cruzándose ahora de brazos.

Ante eso, se gana una mirada de soslayo por parte del otro.

-Eso es chantaje y lo sabes.

-Lo sé y me da igual.-dice, sonriendo con inocencia para seguidamente volver a tomar su abrigo de donde lo había dejado y poniéndoselo. Si la única manera era esa, lo haría.

-¿Vas a salir?-mirándole de manera penetrante y con una cada vez más creciente molestia.

-Sí, y tú también.-responde, colocándose la bufanda.

-¿Pretendes que vaya a una estúpida reunión mientras tú estás dando vueltas por ahí?

-No voy a estar dando vueltas por ahí.-suspira, acercándose a la puerta de salida y abriéndola-Voy a cierto hotel, donde cierto escritor va a tener una reunión, le esperaré y luego volveremos a casa, cenaremos y nos iremos a dormir.

Y de nuevo el rostro sorprendido del escritor hace que tenga que contenerse de no reírse ante lo gracioso de la situación, limitándose a salir rápidamente por la puerta y dirigirse hacia el ascensor.

Una vez frente a este, pulsa el botón y apoya la cabeza en el metal de la puerta, sintiendo el calor en sus mejillas. Lo había dicho, pero ahora era cuando se daba cuenta de lo mucho que había dicho con esas simples palabras. Las cuales habían brotado solas, al igual que el deseo de acompañarle.

Antes de que se abran las puertas del ascensor, escucha los pasos de Akihiko acercándose.

-Olvídate de lo de dormir.-dice al pasar al lado del ojiverde, haciéndole sonrojar fuertemente, quedándose inmóvil frente a un peligris con una sonrisa de lado y esperando a que suba al ascensor.

Si, las cosas estaban cambiando y aunque fuese de ese modo, era del modo que deseaba. Deseo que había contenido sin darse cuenta al negar todo lo que sentía, lo que recibía de otro. Pero ahora, todo parecía haberse aclarado y al igual que sale el sol después de la tormenta, ahora sus verdaderos sentimientos eran los que le iluminaban después de estar perdido durante todo ese tiempo en la confusión.

¿Qué hacer cuando un sentimiento tan intenso como ese, que había estado oculto en la más profunda de las oscuridades, llegaba de manera de imprevista?

La respuesta era fácil: sentirlo en su totalidad y dejarlo crecer libremente, alimentándolo día a día.

 

Notas finales:

Próximo capítulo: ~¿Navidad? Sólo junto a ti... - Nowaki~

¡Espero vuestros coments con ilusión! x3333


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