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Historia de un perro perdido por SadakoLydon

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Notas del fanfic:

Esta historia será contada en su mayoría por Renji a menos de que surga un imprevisto y Byakuya lo sustituya.

P.D. Dedicado a Mrs. Holmes y mi Waffle favorito -gracias por ser mi amigo-

Notas del capitulo:

Espero sea de su agrado....si no he actualizado el otro fan es...por falta de inspiración-ni que estuviera tan bueno pero ya que- si a alguien se le acurre como podría mejorarlo se los agradecería bastante.

Desperté muy temprano, enredado entre las sábanas, acostado al lado de una persona que desprendía un olor diferente al mío: Byakuya Kuchiki.

 

Tenía que levantarme, lo sabía muy bien, no quería hacerlo enojar de nuevo…pero el sueño es traicionero y antes de poner  un pie fuera de la cama caí de nuevo dormido.

 

 

 

Sonó el despertador a las 7 una vez, ni un minuto más ni uno menos cuando abrí los ojos, él ya estaba vestido, tan presentable como siempre

 

-¿Qué haces aquí?-pregunto-Tienes que irte

 

-Ahora no puedo marcharme-¿cómo podía explicarle todo por más que el pareciese estar ocupado?, ya era demasiado tarde para salir de ese lugar

 

-Por favor vete-dijo y levantaba impaciente una mano

 

-Déjame-dije-Vete y no te preocupes por mí; los otros tampoco se preocupan

 

-Te lo pido por lo que más quieras

 

-Puedes pedirme lo que se te dé la gana; por más que quisiese no podría andar

 

-Nada de eso-contesto sonriendo, o eso me hacía creer-puedes andar precisamente porque pareces estar débil te pido que ahora te vayas lentamente si no lo haces, tendrás que salir corriendo después

 

-Eso déjalo por mi cuenta

 

-También a mi me incumbe-dijo, comenzando a dar muestras de que me dejaría solo, otra vez-después de todo es mi reputación la que está en juego

 

-¡¡¡Lárgate!!!-grite un tanto fuerte-¡¡¡Ahora!!!- si iba a venir con que su reputación era algo del otro mundo, nunca debió de venir conmigo al hotel-

 

-Si, te dejo-dijo vistiéndose lentamente-Eres maravilloso ¿Acaso no te gusto?-agregó con cierta malicia-

 

-Me gustarías si te fueras y me dejaras en paz-respondí vorazmente pero ya no estaba tan seguro de tener tanta fuerza de voluntad como me lo hacía  suponer-

 

Hubo un silencio incómodo, hasta que decidió tomar la palabra:

 

-No-dijo él-aquí no hay nada que entender; se trata de cosas que se sobreentienden.

 

-De ninguna manera-respondí-Lamentas tener que echarme y sin embargo lo haces

 

-Así es-replicó

 

-Eso no es una respuesta que valga-repetí enojado-¿Qué te resulta más fácil? ¿Renunciar a mi presencia o tener que echarme?

 

-Renunciar a tu presencia-respondió sin titubear

 

No pude menos que callarme

 

-¿Y entonces?-dijo, rompiendo el incómodo silencio-Tú…querido perrito ¿Es que en realidad no entiendes que yo tengo un nivel completamente diferente al tuyo?

 

No contesté nada porque noté por casi imperceptibles detalles, detalles que quizá excepto yo podría haber notado, que parecía estar mintiendo.

 

Todo esto lo confieso abiertamente hasta con cierto placer, ya que la razón más profunda de mi ineptitud para saber qué es lo que quiero, me parece un instinto, un instinto nada malo por cierto.

 

“Llegarás tarde a clases” Estaba seguro que diría eso para que me saliera del hotel antes que él.

 

-Llegarás tarde a clases

 

No necesité decir más pues en menos de diez minutos ya estaba saliendo, como siempre de la habitación 69, rumbo a la escuela.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esperó que el chico de larga cabellera roja saliera antes que él para poder partir en paz.

 

Byakuya Kuchiki llegó a su área de trabajo, sin percance alguno hasta que Juushirou Ukitake, llegó como siempre, de metiche, para ver que encontraba de interesante por esos lugares.

 

 

 

-¿Por qué esa cara?-No perdía el tiempo dando rodeos, quería saber el por qué Byakuya tenía un aura tan sincera-

 

-Las mañanas son estresantes-el moreno no estaba de humor para contestar las preguntas de su supervisor Ukitake-

 

-No me refiero a eso…te ves relajado, tranquilo…

 

-Siempre he sido así-respondió mostrando evidencia de su enojo-

 

-Tienes una cara agradable y brillante… ¡tuviste sexo!

 

Rápidamente el Kuchiki se lleno de color…el mismo se había delatado:

 

-De nuevo con el chico tatuajitos ¿me equivoco?

 

-No te interesa

 

-¡Claro que sí! ¡Ese chico debe estar enamorado de ti para aguantarte cada noche! ¿Lo drogas? ¿Cuánto le pagas?

 

-No te entrometas-

 

-Es que me cuesta creer que alguien este contigo por gusto-No solo el supervisor; todos en la sección creían que después de la muerte de su esposa, Kuchiki Byakuya encontraría juntarse con alguien por libre albedrío y viceversa-

 

-Sólo es un niño, pronto se le pasará

 

-Ha! ¡Lo sabia! Es el pelirrojo de aquella ocasión en el bar ¿no? ¿Cómo puedes negar lo que haces con el si no es nada malo?

 

-Es un estudiante, yo ya tengo mi vida hecha el no sabe ni lo que pasara con su vida en el futuro

 

-Deja de usarlo, si no le quieres sinceramente, déjalo libre.

 

-Nunca he dicho que lo tenga encerrado… él ha decidido por si mismo

 

-El está sufriendo…por tu indiferencia.

 

-No debería de… pues no siento nada por él.

 

-El intruso ha de ser una muy buena persona…- Ukitake le miraba fijamente, quería saber más de aquel muchachillo, y que mejor si trataba de acorralarlo visualmente-Demasiado… ¿o no lo crees así?

 

-No, sólo es estúpida. Y volvió la mirada para evadir nuevas preguntas.

 

-Estás enamorado Byakuya.


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