INTRO
“Todo está oscuro. De repente, una lámpara se enciende iluminando lo que es el salón de pociones. Entra con mucho cuidado, notando como en los primeros puestos del aula, se encuentra un chico dándole la espalda. Si, de nuevo, es él.
Intenta devolverse pero tropieza con algo, atrayendo la atención de aquel chico. Y se pierde… se pierde en esa oscura mirada. Esos ojos que solo le permiten pensar en lo infinito de la noche. Se acerca a él con elegantes movimientos
— No te asustes, estaré a tu lado para protegerte… Jamás te haré daño.
Y el retrocede luego de esas palabras, consternado, bajo la mirada de desilusión del chico”
Se despierta sobresaltado. Son las 8 a.m. y son vacaciones. En un día volverá a Hogwarts para su último año luego de esa aterradora guerra. Hay días en los que despierta y no se cree que todo haya terminado, que Voldemort haya sido derrotado. Hay otros en los que amanece con este sueño, con ese chico… Se revuelve el cabello desesperado e intenta volver a dormir, aunque sabe que no lo logrará. Nunca lo logra.
— Neville, tienes que empezar a organizar tus cosas, recuerda que es tu último año — le avisa su abuela desde el otro lado de la puerta.
Él se levanta y comienza a arreglarse. No termina de comprender para qué va a hacer un año más en Hogwarts, pero fue una promesa que se hicieron todos al separarse luego de la batalla. Suspira derrotado, ese año sería extrañamente diferente. La profesora o mejor dicho Directora McGonagall, ha quedado a cargo de todo el colegio y lo reconstruyó rápidamente para que sus estudiantes pudieran volver cuanto antes. Prácticamente, todos los profesores van a ser nuevos, aunque seguramente Slughorn seguirá dando pociones.
Pociones…
Aquel sueño lo atormenta de nuevo, ¡se volverá loco si sigue así! Tiene que empezar a relajarse.
CAPÍTULO 1
Faltan varias horas para llegar al colegio. Ese día se despertó más cansado que nunca, pero fingió todo el camino de su casa a la estación para no preocupar a su abuela. Allí se encontró con todos sus amigos. Fue un momento bastante sentimental, claro que Neville notó a sus amigos algo cambiados.
Según sabía, Harry se fue a pasar un tiempo con los Weasley luego de que todo terminó. Neville pensaba que las cosas entre él y Ginny iban a mejorar; pero el ambiente que notó cuando llegó le decían todo lo contrario. Sucedía igual con Hermione y Ron. La única a la que notó igual fue a Luna, su gran amiga, su compañera inseparable.
Subieron juntos al vagón y Neville se arrepintió rápidamente por eso. La tensión podía ser cortada con unas tijeras.
— Saldré a caminar y a ver qué caras viejas encuentro — les informa, aunque es ignorado por casi todos. La única que parece escucharlo es la rubia.
— Te acompaño.
Salen juntos del vagón y comienzan a caminar. No hablan, no necesitan hacerlo y cuando sea el momento las palabras saldrán por si solas. Así que por ahora, solo se dedicaban a mirar a todos a su alrededor.
Y justo en ese momento lo ve allí, al final del pasillo, saliendo por la puerta que suele separar a los de Slytherin. Él se paraliza al igual que su corazón. Rápidamente, su sueño se comienza a reproducir en su mente “jamás te haré daño…” Siente que no puede respirar, mientras su rostro se cubre con un intenso color carmín que obviamente su amiga nota. Lo agarra de la mano y lo obliga a girarse en el momento exacto en que el otro chico se voltea a mirar en su dirección.
— Creo que me tienes que contar algo — le susurra su amiga mientras lo saca arrastrado de allí, siendo perseguidos por una intensa mirada color noche.