CAPÍTULO 2
Están los dos sentados en un vagón que encontraron desocupados. La rubia lo mira con intensidad, esperando a que empiece. El castaño solo se dedica a buscar las palabras exactas, y cundo las encuentra, solo suspira.
— Fue en nuestro quinto año. Iba caminando… no, de hecho iba corriendo a un castigo que tenía con Snape cuando de repente choqué con él. Al ver su cara me sentí totalmente acorralado y sin oportunidad alguna, pero grande fue mi sorpresa cuando me dijo:
— Creo que es mejor que te apresures Longbottom, el profesor no ha llegado aún, así que no se dará cuenta de tu retraso — luego se siguió derecho sin cambiar su fría actitud.
— Efectivamente entré al salón y no había nadie allí, pero a los pocos segundos entró el profesor Snape y me puso a trabajar duramente. Los días siguieron pasando y ese año se terminó, por supuesto, después de lo sucedido en el ministerio las cosas empezaron a cambiar. Comencé a mejorar en las materias, pero aún seguía pociones. Ese año, ¿recuerdas que el profesor Snape fue cambiado por el profesor Slughorn? — la rubia asiente bastante concentrada en el relato, esa es una de las características que más le gustan de ella, aunque parezca despistada siempre está consciente de lo que ocurre a su alrededor — bien, pues el profesor decidió que era mejor que alguien me enseñara, y quien mejor que el más destacado estudiante en todos esos años. Aún recuerdo lo que me dijo:
— Joven Longbottom, sé que usted posee un enorme talento, pero que éste no está enfocado hacia las pociones. Por ese motivo he decidido que necesita usted ayuda personalizada. Ya he notado que la señorita Granger intenta colaborarle pero no lo ha logrado. Así que quiero que el mejor estudiante en pociones se encargue de sus estudios privados
—Al terminar juré que iba a decir el nombre de Malfoy o algún Ravenclaw, pero me equivoqué. En su lugar nombró a: Theodore Nott.
— Es un Slytherin bastante capacitado… de seguro tus habilidades mejoraran.
— Luego de ese día me empecé a ver con Nott en las tardes por dos días a la semana y, efectivamente, mis habilidades mejoraron. Aún así, las clases no eran más que hablar de pociones, pociones y pociones. Nunca supe nada de él, ni de su familia, amigos, gustos, o lo que fuera — suspira con pesadez y su amiga lo incita a que continúe — Pero en fin, al término de mi sexto año, bueno, tu sabes qué ocurrió. En medio de la pelea, un hechizo estuvo a punto de alcanzarme. De hecho hubiera conseguido herirme de muerte de no ser porque alguien me empujo alejándome de su camino. Creo que ya has de suponer quien fue – sonríe con nostalgia recordando el momento.
— Quieres decir que ¿Theodore Nott salvó tu vida? — le preguntó la rubia más para verificar que por otra cosa.
— Si — suspira — así parece. Cuando me levante a agradecerle lo vi frente a mí, mirándome con esos fríos ojos, luego salió corriendo tras algunos mortífagos. Creí que era uno de ellos, pero al parecer aquel hombre era su padre — hace una pausa mientras su amiga procesa todo – como sea; luego de eso comenzó la verdadera guerra y no lo volví a tener tan cerca como ese día, claro, hasta la pelea en Hogwarts.
— ¿Pasó algo en ésta? — la rubia no puede creer todo lo que su amigo le está revelando.
— Se puede decir que sí. Cuando estábamos ya en la batalla vi tantas caras conocidas y desconocidas que todo era muy confuso. Cuando Harry paso corriendo para desenmascarar a Malfoy intenté seguirlo, pero algo me detuvo, bueno, más bien alguien.
— No vayas por allá, es peligroso — era Theo el que estaba allí. Me tenía acorralado contra una pared mientras algunos hechizos pasaban rozándonos.
— Lo aparté de inmediato. Digo, él era Slytherin, y estaba de parte de los mortífagos, así que debía desconfiar por completo de él. Lo apunté con mi varita y el suspiro cansado.
— Hago parte de los buenos — me dijo y luego de eso me mostro su brazo, en el cual no se veía ningún rastro de la marca. Aturdido baje la varita y él adivino la pregunta que iba a hacerle – nunca fui parte de los mortífagos. Mi padre quería obligarme pero jamás se lo permití — noté tal sinceridad en sus ojos que solo asentí dándole a entender que le creía y…. Lo vi sonreírme. A mí. Por un momento olvidé que estábamos en una guerra y me paralicé, mi corazón comenzó a latir de manera desbocada, y sólo hasta que el chico me apartó bruscamente de un hechizo que venía directo hacia mí pude reaccionar.
— De acuerdo Neville, es momento de pelear — fue lo último que me dijo
— Luego la pelea siguió y, como sea, ya sabes que fue lo que pasó después. Pero a Theo… Nott, no lo volví a ver. Supe que había sido entrevistado junto con todos los demás Slytherin que ayudaron y que fue liberado. Luego de eso es que empecé a tener extraños sueños con él — la rubia lo mira con sorpresa, mientras él se sonroja — no de ese tipo, Luna — la chica se relaja visiblemente — simplemente sueño que estamos en un aula de pociones y que el promete que no me hará daño… Luna estoy muy confundido.
— Te comprendo león, créeme — contesta su amiga mientras abraza a Neville con fuerza — pero todo se irá resolviendo a lo largo de éste año ¡ten fe en eso!