nuevamente me besas con desesperación, pero como de costumbre no ago nada para evitarlo, me conduces hasta la sala de recepción de la escuela mientras nos besamos, no tengo miedo de que alguien nos vea, ya paso mas de media hora desde el toque.
Llegamos hasta aquel salón donde perdí mi virginidad, con el hombre que ahora me tira sobre el sofá y se coloca sobre mi cuerpo, como de costumbre… incluso en estos momentos quiere ser el quien domine… y yo se lo permito.
En menos tiempo que lo habitual ya me encuentro desnudo por completo mientras el no deja de tocar mi cuerpo, el cual ya conoce de memoria…. Sus manos no dejan de viajar de un lado a otro sobre mi piel como si de nómadas se tratase…
-ahhh- lo a echo de nuevo, a introducido uno de sus dedos sin lubricar por mi estrecha entrada, no importa cuantas veces ágamos esto, siempre me seguirá doliendo, y el no es muy delicado que digamos es un maldito sádico y maniático prefecto…. Y yo no ago nada para vitarlo…- hi-hibari… espera- como de costumbre me respondes introduciendo un segundo dedo en mi interior asiendo caso omiso de mis suplicas y las lagrimas que ya comienzan a salir de mi rostro por la violencia usada en las caricias dadas ¿que acaso no te das cuenta que me duele? ¡me lastimas Hibari!
Siento tus manos recorrer mis piernas mientras tus labios muerden mi cuello y como intentas introducir un tercer dedo en mi interior, trato de tranquilizarme, se que lo que viene se sentirá peor, siempre es así, de alguna manera siempre te dejas llevar por la pasión y lujuria olvidándote de mi, preocupándote solo de satisfacer tus necesidades olvidándote del daño que puedes llegar a causarme, la ultima ves no fui capaz de ponerme de pie durante !3 días!, tres días en los que estuve en este mismo sofá sin poder pararme siquiera, dependiendo de ti y de que se te diera la gana de venir a verme.
Los besos se han convertido en mordidas, dejando marcas en mi cuerpo por los lugares en que tu boca pasa, las caricias se han vuelto mas violentas dejándome marcas en la piel, con desesperación internas un tercer dedo en mi, siento como los mueves en mi interior y me penetras con ellos, me duele, no me acostumbro a esta sensación de ser invadido de esta forma, me sigue pareciendo extraña y dolorosa.
Tus manos no hacen nada para distraerme del dolor que en estos momentos siento en mi intimidad, no haces absolutamente nada para que yo trate de calmarme o relajarme… nuevamente solo te preocupas por el placer propio olvidándote de mi… como siempre, como cada ves que hacemos “el amor” si es que a esto que hacemos se le puede llamar a mor y no sexo salvaje como algunos lo llaman, por que siempre en estas situación, en estos momentos, tu cordura desaparece, y te conviertes en un completo animal en celo, en un depredador que solo busca satisfacer sus necesidades en los mas débiles, en mi….
-¡ahh! ¡Espera!- grito al sentir como introducías tu miembro de golpe en mi interior, trato de quitarte de en sima mío pero sujetas ambos brazos míos sobre mi cabeza con uno solo de los tuyos, después de todo eres mas fuerte que yo.
Te comienzas a mover en mi interior, de inmediato lagrimas brotan de mis ojos surcando mi rostro y a la ves que siento como desgarras mi interior y mi entrada haciéndola sangrar, también siento como la sangre recorre mis piernas hasta caer en el sofá, me estas lastimando, no cabe duda que eres un sádico, comienzo a gritar de dolor y desesperación sin importarme que mis ojos estén inundados en llanto o de parecer débil ante tus ojos en estos momentos. – ¡detente Hibari! ¡me lastimas!- Trato de decirte que pares pero me ignoras, comienzas a entrar y salir de mi cuerpo con mas fuerza y rapidez, cada ves llegando a lugares mas profundos de mi ser, de una manera mas salvaje y violenta que en veces anteriores, por lo cual no comprendo la razón, no entiendo la razón, te encuentras molesto, lo se por la manera en que me penetras, pero ¿Por qué te desquitas conmigo?¿por que te desquitas en mi cuerpo si según tu me amas? ¿Por qué me haces tanto daño Hibari?
Con mis piernas me sujeto fuertemente de tus caderas tratando de hacerte parar o bajar el ritmo de tus embestidas, pero no sirve de nada, sigues envistiéndome violentamente, no se si mi cuerpo pueda soportarlo, me duele demasiado y siento la sangre brotar de mi interior con cada penetración tuya así como una descarga de dolor insoportable ¿placer? En estos momentos no lo siento… no lo tengo…
No lo soporto mas, me duele demasiado, intento librarme de tu agarre pero aun me mantienes tu agarre en mis muñecas, amarras mis manos con la corbata que antes yo llevaba puesta, me tomas por los muslos y me levantas sin salir de mi interior en ningún momento, dejas de penetrarme por un momento, lo que me calma un poco, con mis manos atadas me abrazo a tu cuello para no ir a caer mientras tu me mantienes fuertemente sujeto de mis piernas, apoyo mi rostro en uno de tus hombros mientras trato de acostumbrarme a tenerte dentro mío, caminas por la salón hasta llegar al escritorio que es donde me sientas, no puedo evitar soltar un gemido de dolor e incomodidad al sentir la dura superficie donde ahora me encuentro, me recuestas por completo y en el proceso tu sobre mío debido al agarre que tengo en tus hombros y cuello.
Siento tu agitada respiración en mi cuello desnudo, y lo excitado que te encuentras en mi interior, veo tus ojos azules, dos mares en los cuales de alguna manera termino naufragando, perdiéndome en ellos sin una vía de escapatoria posible.
-tsk…. Hibari!- nuevamente comienzas a embestirme, el dolor me trae de vuelta de mi naufragio a la realidad, a esta triste y dolorosa realidad…
-¡Hibari! ¡Espera! ¡Me duele!- pero nuevamente me ignoras y continuas entrando y saliendo de mi saciando tu necesidad de sexo y destrozando mi entrada , lastimando mis caderas por el fuerte agarre que mantienes en ellas, casi puedo asegurar que para mañana tendré tus manos marcadas en mi cuerpo por la fuerza con la que ahora me sujetas.
Nuevamente trato de cerrar mis piernas para evitar que no me hagas mas daño que el que ahora me estas causando, pero al parecer tu no estas de acuerdo con migo, me tomas de mis piernas y las separas haciendo que las abra aun mas y de esta manera puedas tener un mayor y mejor acceso a mi entrada- ¡nooo hibari! – has abierto demasiado mis piernas hasta que cada una de ellas tocan la mesa, esta posición me resulta bastante incomoda y dolorosa, como si no me bastara ya con el dolor de tus penetraciones, no lo soporta mas, me duele demasiado, lagrimas salen de mis ojos y recorren mis ojos para al final caer sobre el escritorio.
Me penetras con tanta fuerza que el escritorio entero se mueve y el lapicero que sabe encontrarse en la esquina de este a caído al suelo, los lápices que contenía han quedado regados por todo el piso del lugar.
Parece que ni siquiera lo notaste, no has notado el deplorable aspecto que ahora tiene el salón, mi ropa regada por el lugar ya que yo soy el único desnudo, tu nunca te desnudas, solo te bajas el pantalón lo suficiente como para poder cogerme.
todo se encuentra fuera de su lugar, esto es un desastre, y no solo el salón si no también yo, esto aun no termina y ya tengo mas de una marca en mi cuerpo, me as mordido mas de una ves y si a eso le sumamos el estado en que dejaras mi entrada y mis caderas, se podría decir que en cuanto esto termine seré un completo desastre y tendré un aspecto mucho mas deplorable que en otras ocasiones.
A través de mis lagrimas puedo ver tus ojos, que se encuentras segados por la lujuria y la pasión, de los cuales yo soy el causante, por que no lo ases con nadie mas, no te excitas con nadie mas que conmigo, y a la vez, te sacias con mi cuerpo, pude que sea un tonto, pero me siento feliz y orgulloso de ser yo quien encienda los fuegos de la pasión en ti, de ser yo la única persona que te atrae, no cabe duda de que soy un tonto, un imbécil por permitirte hacer lo que tu quieras con mi cuerpo sin ponerte peros o pretextos, pero me gustaría que no me hicieras tanto daño cuando me “haces el amor” me gustaría yo también poder sentir un poco de placer en momentos como estos y no solo dolor, me gustaría también poder ver un poco de amor en tu mirada cuando me miras y no solo lujuria y pasión.
-¡kyaaa! ¡hibari!- grito nuevamente tu nombre al sentir como tu miembro llega a lugares mas profundos y escondidos de mi interior, a lugares que ni siquiera tu has llegado antes, lastimándome en el proceso mientras tu te ahogas en el placer, escucho los gemidos roncos que emanas de tus labios cada ves que me penetras mas y mas profundo.
-tsk…Hayato…- escucho mi nombre salir de tu boca y de inmediato siento como sueltas tu semilla en mi interior, clavo mis uñas en tu espalda y arqueo mi espalda hasta que mi rostro encuentra refugio en uno de tus hombros, lagrimas comienzan a mojar tu camisa al sentir aquel liquido blanquecino llenarme por completo y escurrir por mis heridas internas causando un ardor insoportable
-kyaaa!- por primera ves en lo que va del día suelto un gemido de placer al sentir como tu mano recorre mi miembro de arriba abajo- ¡Hibari!- logro decir con voz entre cortada debido a tus movimientos en mi hombría, no lo soporto, pronto terminare por correrme, pero… entonces tu mano se detiene, dejas de moverla…- Hibari…onegai..- aunque jamás le e pedido algo a alguien, en estos momentos te lo pido a ti, necesito correrme, quiero hacerlo, pero mantienes sujeto mi miembro fuertemente evitando que me corra
-no- me respondes a secas, no soy capas de decir nada por la inmensa necesidad que estos momentos tengo, mis pulmones me claman por oxigeno mientras que mi miembro me ruega que le permita correrse para por fin caer dormido presa del dolor y cansancio, pero tu no me lo permites, miro tus ojos con suplica, no se que es lo que te sucede, no se que es lo que tienes hoy, ¿Qué te ocurre?¿por que hoy actúas tan diferente y me haces sufrir mas que otras veces?- tu me perteneces- me has dicho con voz amenazante mientras tu mirada se clava en la mía, te regreso la mirada pero con miedo e ingenuidad, miedo a ti, a que me hagas mas daño e ingenuidad a que no se de que me hablas, no se por me dices esto, por que me dices algo que ya se - ¡no eres mas que una puta!- me gritas mientras aprietas mi miembro con mas fuerza provocando demasiado dolor, no solo físico si no emocional, es la primera ves que me insultas, nunca antes me habías llamado puta, y ahora que lo has hecho no puedo evitar sentir dolor…llanto… es lo que emana de mis ojos, no lloro por el daño físico, si no por tus palabras ¿Por qué me ofendes?¿por que me has llamado puta?
-¡no lo soy!... ¡de que hablas Hibari!- te grito entre el llanto y dolor de tus palabras, me miras con rabia, miedo, eso es lo que siento en estos momentos, nunca antes te había visto tan molesto por algo ¿pero por que lo estas? ¡que hice mal! Siempre hago lo que me pidas para que estés feliz conmigo.
- no te hagas el inocente, ¡bien sabes de lo que te estoy hablando!- la duda, dolor e ingenuidad se leen en mi rostro, no entiendo nada de lo que me dices, no entiendo por que me haces esto Hibari - ¡te vi besándote con el imbécil de Cavallone!
-….yo…- no soy capas de responderte, no creí que te fueras a enterar, ¿Cómo es que lo supiste?
-¡entonces lo admites! ¡no eres mas que una puta!- algo en mi interior se ha roto, has acecinado y acabado con algo en mi
-¡no lo soy!-
-vamos pero si yo te vi besándote con el-
-¡pero yo no lo bese! ¡el me beso a mi!-
-pero tu lo permitiste, no hiciste nada para evitarlo ¡tu solo me perteneces a mi!- me gritas con ira, unes nuestras bocas y me besas con violencia, has mordido mi labio durante el “beso”, lames la sangre que sale de uno de mis labios mientras te pones de nuevo duro en mi interior, en ningún momento saliste de mi, lagrimas continúan saliendo de mis ojos, estoy triste, destrozado, “puta” eso es lo que soy para ti…- nadie mas te puede tocar..- me dices entre besos que sin saber el motivo o la razón correspondo…¿por amor?…
-kyaa! Hi-hibari…- digo como puedo mientras mis pulmones buscan maneras de llenarse de oxigeno, la nariz ya no me basta para respirar, tus caricias me vuelven loco, tu cuerpo dentro del mío me enloquece, tu carácter posesivo sobre mi… me encanta… - ¡Hibari!- grito al sentir como me embistes de nuevo pero ahora das de lleno en aquel lugar que tu sabes tanto me gusta, provocándome placer, placer que se mezcla con el dolor de las heridas causadas anteriormente.
-¿te gusta?-me preguntas sobre mi oído mientras continuas moviendo tus caderas y yo las mías acomplejadas en un perfecto compas del cual ambos nos beneficiamos.
-si- te contesto mientras busco tus labios para besarte y sentirme amado
-no quiero que nadie mas te toque… tu solo me perteneces a mi…- me dices sensualmente sobre mi cuello mientras te mueves sin parar en mi interior- ¿lo sabes verdad?- me preguntas mientras sales de mi casi por completo y yo me aferro a tus cabellos completamente extasiado
-..si… lo se.. ahh- grito al momento en que te adentras toda tu extensión en mi de una sola estocada dando de lleno en aquel lugar que me ase viajar al cielo en un pasaje directo, sin un regreso próximo, es demasiado placer, no puedo mas, mi vista se a nublado y no soy capaz de pensar, me corro entre nuestros cuerpos mientras grito tu nombre, es tanto el placer y el éxtasis que sin saberlo o quererlo e aprisionado mas tu miembro dentro mío, obligándote a correrte por segunda vez en mi interior.
Nos quedamos quietos y en un completo silencio que solo es irrumpido por nuestras respiración que tratan abastecer nuestro cuerpo del oxigeno necesario.
Me cargas, con mis piernas abiertas me aferro a tus caderas mientras que con mis brazos me sujeto de tu cuello y apoyo mi rostro en uno de tus hombros, recorres el camino por el cual antes pasamos y me depositas en el sofá.
no puedo evitar que en mi rostro se forme una mueca de dolor e incomodidad al momento en que por fin abandonas mi cuerpo y que me recuestas en el sofá, aunque sea una superficie suave y blanda, me encuentro con el trasero destrozado, ni siquiera soy capas de recorrerme en el sofá para hacerte un espacio, duele demasiado como para hacerlo, pero eso no parece importarte, te recuestas detrás de mi, aprisionas mi cintura con uno de tus brazos y me mueves pegándome al respaldo del sofá para que tu también te puedas acostar cómodamente en este.
mi respiración es agitada, mi cuerpo tiembla por el dolor, frio y el reciente orgasmo, parece que lo has notado, y has cubierto mi cuerpo con tu chaqueta, aquella pieza de tu uniforme que tanto adoro, me gusta usarla por que es tuya y por que huele a ti, cuando la traigo puesta me hace sentir importante para ti, por que tu no te alejas de ella por nada del mundo… y el simple hecho de cubrirme con ella después de una sesión de sexo me hace feliz, me hace sentir importante para ti.
Y en estos momentos que busco el sueño entre tus brazos y tu pecho, en los que apoyas tu rostro en mi cabeza y siento tu respiración agitar mis cabellos, pienso que todo esto de alguna manera vale la pena, el palpitar de tu corazón en perfecta sincronía con el mío me lo confirma y me dice que en verdad me amas… y en momentos como estos se que puedo continuar…
Tus brazos me mantienen atrapado en una prisión de la cual no quiero escapar, me acerco mas a ti y apoyo mi cabeza en tu pecho mientras que con uno de mis brazos te abrazo, te abrazo por que no quiero dejarte ir, por que soy un egoísta y te quiero solo para mi, por que soy un idiota al seguirte amando a pesar de todo el daño que me haces….
Te amo, aunque parezca tonto te amo, te quiero demasiado como para alegarme de ti… siento tu cálido aliento en mi cabeza y tus brazos alrededor de mi cuerpo, me siento seguro cerca tuyo…
El viento entra por la ventana del salón, agitando las cortinas y chocando con nuestros cuerpos provocando que inevitablemente me de frio, me acerco mas a tu cuerpo en busca de calor y protección, puede que momentos antes eras un maldito desconocido y desconsiderado, pero en estos momentos vuelves a ser tu de nuevo, dejas de abrazarme y te levantas del sofá vas a la ventana y la cierras…te observo…, nuevamente te recuestas en el sofá y me aprisionas entre tus brazos, besas mis cabellos, levanto mi rostro y me topo con tus ojos que me miran atentamente … me pierdo en tu mirada, es algo inevitable … ¿como no naufragar a través de tus ojos?...
-te amo…- te lo confieso, al igual que cada noche en las que caigo hipnotizado ante tu mirada… pero al igual que todas las veces anteriores que te lo digo tu no me respondes, solo continuas mirando sin expresión alguna en tu rostro… y antes de que pueda decirte algo nuevamente o hacerte alguna pregunta me callas con tus labios…correspondo el beso, tus labios recorren los míos, tu lengua me pide acceso a mi boca y se lo doy, siento tu lengua recorrer cada centímetro de mi cavidad vocal mientras que tímidamente comienzo a mover también la mía…
Como quisiera que siempre fueras así, que siempre fueras así con migo y no fueras tan sádico… que fueras tierno y no me hicieras daño… que solamente me amaras… acaso ¿es mucho pedir? Que no me hicieras daño… que solamente me amaras… como yo a ti…te amo, siempre supe que eras un sádico, pero pensé que quizás conmigo serias distinto, que podrías cambiar por mi…pero me equivoque… y ahora me pregunto….
¿en realidad me amas Hibari?
Yo a ti si demasiado, pero no se si puda seguir con esto sin tener una respuesta de tu parte, una razón para seguir a tu lado y no al de alguien mas… hoy dino-san me a besado, me propuso que sea su pareja… lo rechace, ¿Por qué hibari? ¿Por qué te amo demasiado?¿por que a pesar del daño que me haces no soy capaz de alejarme de ti?¿ por que no puedo ser feliz?
¿Por qué te amo tanto hibari?