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El sueño por Destroy_Rei

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Notas del fanfic:

Ahá, listen girls~ My first MinKey~

LOL, es mi primer MinKey de la vida, horriblemente experimental, pero denle una oportunidad (Por favor ;^;!)

Ahí vá~

Notas del capitulo:

:D

 

Su boca suave; su vientre plano; su risa perfecta; sus ojos felinos; su belleza infinita; Sus mentiras blancas; Su sarcasmo venenoso; Sus pómulos marcados; Su fingida indiferencia; su responsabilidad; su cariño; sus lágrimas;  su orgullo; sus gemidos; sus dedos flacos; su piel cálida; Sus sonrisas tímidas; Sus gritos de rabia; sus pestañas escazas.

 

-          Lleva tu plato al fregadero.

 

Lo miré desaparecer hacia la cocina. El pedazo de mandarina cedió al instante entre mis muelas y llenó mi boca con un sabor ácido. Miré el plato sucio entre mis manos, las cascaras y los restos de salsa, y por un momento, este cuadro encajó casi perfecto con aquel sueño de mi niñez… o más bien con aquel sueño que mis padres fueron moldeando en mi cabeza apenas tuve conciencia de la vida y el aprendizaje.

 

‘Una casa grande y limpia, las cuentas pagadas, el perro afuera, un auto decente, los hijos sonrientes y una esposa guapísima’

 

Empujé una mandarina entera en mi boca, con los parpados casi cerrados, contemplando la silla vacía enfrente de mí. No era tampoco como si entrara perfectamente en los márgenes de ese sueño pero, dentro de una idea mal dibujada, se asemejaba, solo que,  yo no tenía ni perro, ni auto, ni hijos ni esposa, pero había elementos similares, o eso creí.

 

-          ¿Aún no terminas? – me preguntó, mirándose cuidadosamente las manos, regalándome una vista perfecta de su perfil y de su mirada abstraída, de hecho, esas palabras más  que ir dirigidas a mi parecían haberse creado para romper el silencio.

 

Negué, con las mejillas abultadas de mandarina, me miró, sonrió y retiró mi plato.

 

Cuando lo beso así, lamiendo el interior de su boca suave, chocando nuestros labios, jadeando entre cada separación, corriendo mis manos por su cintura pequeña, creo que él podría ayudarme a formar ese sueño perfecto, y es porque me intoxica con su todo.  Quiero creerlo, mientras lo llevo a mi cama, mientras lo desnudo entre caricias, quiero pensar que la persona que se sonroja y busca aire es la que me ayudará a formar ese sueño.

 

-          M-Minho – suelta entre suspiros, acariciando mis hombros, cerrando los ojos con fuerza

 

Pero en esto hay muy poco de real, porque no somos nada, es más como un acuerdo silencioso, donde nos buscamos desesperadamente, nos alejamos de la línea estricta que nos separa y olvidamos todo. Es como saltar el cerco de nuestras casas y reunirnos a media noche en un momento muy único, muy íntimo, muy delicioso y muy efímero. Pero nunca es media noche ni saltamos ningún cerco, solo nos ocultamos buscando la soledad para consumar esta locura.

 

Al principio solo fue un abrazo compartido en el sofá por quedarnos viendo una película muy cansados, luego fue una atracción extraña que me llevó a ensuciar la almohada con lamentos y las sabanas con sexo solitario y de ahí hasta las penetraciones profundas solo bastaron un par de noches. Probar ese lado de Kibum se hizo cada vez algo más adictivo, significó noches de desvelo, rabietas infantiles cuando nuestros compañeros no nos dejaban solos y sufrir de micro infartos cada vez que alguien estaba a punto de descubrirnos, me daba miedo que la gente descubriera que estaba follandome a mi compañero de grupo, a mi compañero y no a una guapa chica de la otra compañía.

 

-          ¿te da vergüenza? – quiso confirmar él un día, jadeando pesado sobre la colcha, con el seño fruncido y los labios apretados

-          Eres un chico, eres como mi hermano – respondí bajito

-          ¿Y por qué no te da vergüenza apoyarme contra el lavabo? – se sentó de un salto, asustándome

-          Kibum… - susurré, bajando la mirada

-          No te da vergüenza eso, ¿verdad? No te da vergüenza besarme cada noche, no te da vergüenza echar a los otros de la casa para quedarte a solas conmigo, no te da vergüenza hacerme el amor cada…

-          No estamos haciendo el amor – lo frené extrañado, mirándolo fijamente – es sexo, yo no te amo Kibum

 

Sus ojos felinos temblaron, lo ví pestañear, lo vi sofocado. Se levantó, salió del cuarto y se encerró en el baño.

 

El sueño se cristalizó en ese momento y yo no supe cómo frenar las cosas, no supe cómo entenderlas ni repararlas.

 

Cuando escuché los sollozos transformarse en gritos me di cuenta que mi realidad es diferente a la de los otros… me di cuenta que algo se había destruido en mi interior.

 

Kibum se hubiera ido, les hubiera contado las cosas a los demás, se habría involucrado con otro, me habría golpeado, demandado… pero él no es así. Esperé durante horas que volviera con su rostro enrojecido alardeando de lo maldito que yo era, que no merecía nada, que había jugado con sus sentimientos pero, en cambio, reapareció a la hora de la cena, con los ojos hinchados alegando cansancio, sonriéndole a todos, incluso a mí. Incluso a mí. Río ante las bromas de los chicos, golpeó a Jjong por decir algo demasiado obsceno para los oídos santos de Tae, regañó a Jinki por romper uno de los platos y me pidió el tofu, obviando el prototipo normal de la pareja molesta que hace que otros actúen entre ellos para impedir los contactos.

 

-          Kibum-ah

 

Se volteó a mirarme, con las manos llenas de detergente. Era el cuarto día después de aquel suceso.

 

-          ¿Pasa algo? – preguntó, tomando una esponja

-          Perdón – susurré, mordiéndome el labio.

-          No te preocupes – sonrió, y volteó.

 

Aquello dolió mil veces más que un desprecio, que un ‘te odio’ o que un ‘no tengo nada que perdonar’

 

Yo quería estrecharlo entre mis brazos, entrar en su cuerpo, besar sus hombros huesudos, sentirlo dormir contra mi pecho, acariciar cada rincón de su piel, jadear su nombre y hacerlo gritar el mío en el placer, pero, cada una de esas cosas y cada uno de esos momentos ya no me pertenecía, solo tenía sus sonrisas falsas y sus intentos por cambiar las cosas y, cada vez que notaba que él deseaba dejarlo todo en el olvido, quería echarme a llorar como el mayor estúpido de mundo.

 

-          Minho-ah, hay que dormir – me llamó

 

Lo miré, sus ojos cansados, hermosos; sus labios entreabiertos, suspirando; sus pómulos altos, brillantes por el desmaquillante ¿Por qué hyung era tan hermoso? ¿Por qué tenía que amarlo tanto? ¿Por qué las cosas habían terminado así? ¿Por qué no puedo simplemente… amarlo? Dentro de mi cabeza continuaron agolpándose las preguntas, él se dio media vuelta frente a mis expresión absorta y desapareció tras un portazo, ¿Por qué Kibum no podía olvidarse solo de mis palabras aquella vez? Antes de sus sollozos en el baño, antes de que mi sueño de cristalizara y se destruyera…

 

… mi sueño

 

-          Es la última vez – susurró sobre mis labios aquella tarde oscura de invierno

 

Asentí como un idiota, aferrándome a su cintura levemente señalada, sintiendo que mi vida era arrastrada por los dedos delgados que se aferraban a mis hombros. Kibum te amo. Sus labios abultados se unían a los míos y cada vez que se separaban mi corazón se sentía atormentado, ¿qué era esta sensación? Continúe, deslizando mis dedos dentro de su pantalón, acariciando la deliciosa curvatura de su trasero, causando un jadeó sorprendido y que apretara con más fuerza el agarre firme que mantenía en mi cuerpo. Lo vi abrir su boca grande buscando aire, sintiendo como iba yo perdiendo la cordura ante su imagen, su tacto, su todo.

 

Entre cada caricia, entre cada gemido, lentamente fui entendiendo mientras perdía la razón, como una ironía del destino: esto era lo que yo quería. Mientras marcaba su cuello níveo, mientras bajaba sus pantalones hasta dejarlos olvidados en el suelo. Cada pedazo de esa piel, de ese cuerpo, era un refugió. Yo frotaba sus muslos húmedos jadeando en satisfacción, acercándome lentamente a ese centro de erotismo, tentando el camino hacia una dirección extraña, mientras abría mis cinco sentidos para el placer.

 

 Había estado mucho tiempo hundido en aquella idea falsa del futuro clásico y predefinido, que jamás resultaba, yo estaba añorando algo que jamás me iba a satisfacer, yo lo tenía todo aquí, entre mis brazos.

 

-          Kibum – jadeé, separándolo suavemente, para mirarlo con fijeza

-          ¿Minho? – preguntó extrañado, frunciendo el ceño encantadoramente

-          Te amo – solté atarantado, con las palabras chocando entre sí – esta no será la última vez.

 

Sus ojos felinos se detuvieron en los míos, era como si buscaran/escarbaran en mi interior, y luego, luego sonrió, pero no era una sonrisa falsa, incómoda o triste, era una que entendía, que correspondía, que amaba.

 

Me abracé a su cuerpo, me reencontré con su aroma y me adecué a este lugar, a este sentimiento, a mi nuevo sueño.

 

Notas finales:

Y eso fué LOL Amaría que me dejaran alguna crítica y sugerencia, esto es como un sueño cumplido porque llevaba meses intentando hacer un MinKey porque... EL MINKEY ES REAL! no xD porque amo este OTP <3 Si quieren, agregenme al Tumblr :D será entrete xd

http://zpecimen.tumblr.com/

Bueno eso :) los quieri :) Besoo~ !


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