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Tan solo es una actuación por chanyII

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Notas del fanfic:

los personajes son de masashi kishimoto

la historia esta inspirada de una pelicula, la cual no se su nombre, pero no esta al pie de la pelicula, es diferente, pero excepto el papel de mikoto.

 

 

Notas del capitulo:

nueva actualización del cap. 1

Dentro de   un restaurante invadido por obreros  de trabajo, había un joven de cabellera rubia  con un par de orbes azules que no despegaban su vista de aquel pequeño televisor de su época. Su piel canela sudorosa tenía un esquicito brillo que hacía que algunas mujeres de alta alcurnia lo vieran hipnotizadas, marchándose entre sonrisas tímidas y desvergonzadas.

-aquí nos encontramos con la mejor actriz, madame  Uchiha Mikoto - comentó el reportero con un elegante atuendo que para aquella época era parte  de la  moda, presentando a una mujer con delicada sonrisa  junto a su familia- déjeme decirle que estuvo esplendida. Mi nombre es Ibizu, soy reportero y  servidor suyo. Realmente es un honor poder hablar con usted en persona y de presenciar su maravillosa familia… sus hijos tan, tan buen mozos como su padre llevando la belleza inconfundible de su querida madre…  

Mikoto uchiha,  reconocida actriz  bien pagada tanto por su participación en  películas y actuaciones en el magnífico teatro konoha. Su esposo es Fugaku Uchiha, dueño de unas importantes minas de ese país, y sus hijos; comenzando por el mayor, itachi uchiha, era un prodigio que pronto viajaría al extranjero para ingresar a una de las mejores universidades, Akatsuki. Por último y no menos importante, era el apuesto hijo  menor, sasuke uchiha, heredero de los perfectos rasgos de su madre.

 

-es hermoso…-soltó en un susurro aquel rubio inconfundible sin despegar la vista del menor de los uchiha

 

-sería hermosa, naruto-  lo corrigió su acompañante de  cabellos rojo y de ojos jade, ambos con aquellos atuendos desgastados

 

-eh, por supuesto, su madre es hermosa…pero él es encantador- se levantó dejando su copa de vino pero sin dejar de observar al reportero conversar con el hijo menor, también hipnotizado por su belleza.

 

-…olvídalo  

 

-como podría olvidar  a tan bella criatura- sonrió como pudo- me gustaría enamorarlo, desearía  que el este conmigo- se separó a unos pasos- no sé cómo, pero hare que aquel joven se enamore de mi

 

-estás loco-lo dijo enojado- el jamás podría fijarse en ti, además hablamos del hijo de madame Mikoto y Fugaku Uchiha, que además de ser varón debe de tener ya sus pretendientes, así que olvídalo, búscate a otro- se giró recogiendo su saco – además ni siquiera sabes si es gay

 

-no es  importante, nadie sabe sus gustos hasta que lo experimenta  jeje- hizo lo mismo, dejando el dinero sobre la cuenta- gaara, este es mi deseo de cumpleaños y deseo a ese joven…a sasuke uchiha

 

-y yo voy y lo envuelvo como regalo- salió del restaurante  con las cejas frunciendo- no cuentes con ello, no  te ayudare

 

-vamos gaara, hemos estado juntos desde pequeños, acaso no puedes complacerme como en viejos tiempos- pasó su brazo sobre los hombros de su amigo haciéndolo ruborizar-vamos di que si

 

-no lo haré- siguió caminando- si lo hice antes es por  razones distintas y esta vez no tengo una que me convenza para ayudarte

 

-estoy enamorado - lo detuvo con esa mirada alucinadora- enamorado por esos ojos, esa puede ser una razón. Vamos,  ayúdame

 

-naruto…esos ojos son los mismos que su madre, podrías enamorarte hasta de ella, o quien familia de este

 

-no gaara, él es inigualable.  Además, yo creo que cada quien tiene un brillo diferente.

 

-eres terco…-“pero tienes razón y es por eso que me enamore de ti…agregando tu forma de ser que lo hizo tanreal”-de acuerdo, te ayudaré hasta un cierto límite-lo dijo como si fuese la única forma de poderlo callar y no poder escuchar sobre aquel individuo, recibiendo de ello un  gran abrazo que lo hizo encoger sonrojado.

 

-gracias, eres único gaara-lo besó por todos lados del rostro- no sé qué haría sin ti. Realmente eres…

 

-tsk. si van hacer ese tipo de cosas, es preferible que se larguen, no queremos ver su homosexualidad- comento un señor hastiado por el acto- malditos homosexuales- se quejó el señor mientras se iba

 

-no se preocupe señor, le mandaré fotos, seguro que lo amo- gritó naruto para fastidiarlo más-jajaja, que importa lo que digan

 

-si tú lo dices- le sonrió-porque si a ese muchacho no le gustas, es más que seguro que te insulte de ese modo

 

-vamos gaara, ¿Qué tiene la homosexualidad?, si te enamoras es todo diferente- colocó sus brazos  atrás de su cabellera rubia

 

-…-coloco sus manos dentro de sus pantalones sin dejar de caminar a su lado - aun así, no tengo idea de como ayudarte

 

-no te preocupes, llegará el momento- se detuvo ante una casa de los cuales tenía a la vista la estructura de los ladrillos

 

El pelirrojo  subió los escalones y al  llegar a la puerta lo abrió con sus llaves- ¿no pasas?- le dijo al ver como naruto seguía en su lugar

 

-claro…- le dedicó su sonrisa

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sus pasos sonaban fuertemente, no había modo alguno que pudiese no escuchar el  sonido de tacos por toda la mansión, era constante  saber del estado de humor de madame uchiha.

 

-no hay duda, la actuación es la actuación- propuso su esposo parándose en medio de la sala- eres única mi querida Mikoto

 

-sí, eso es más que obvio, gracias- le sonrió mientras se acomodaba en aquel sofá dorado- creo que esto es algo natural en mí, un don que me condenaron mis padres- alzo su mano como aviso a la empleada, que al instante  le trajeron una copa de vino- estoy muy cansada de todo esto, es algo que ya  puedo hacer con naturalidad, no hay libreto alguno  que me haga hacer aún más deslumbrante- bebió sin hacer ruido – ya no sé qué hacer más, tan solo actuar- dejo la copa en la bandeja de plata que sostenía la sirvienta- acaso no has escuchado esos murmullos

 

-sí, lo sé cariño- se acercó hacia ella, acomodándose a su lado- pero no interesa, te tienen envidia

 

-eso lo dices tú, pero escuchar que a tus espaldas te digan que hasta con lo invitados actúo, eso es demasiado- se paró enfadada- yo…yo no actúo ante ellos, aunque deba admitir que actuar con el director de la obra y algunos para obtener lo que quiero…no es para tanto

 

-si eso lo dices- se levantó y se dirigió hacia  las escaleras que conducían al segundo piso, las habitaciones- es mejor que olvides eso, hasta mañana

 

-sí, que duermas bien- lo dijo como si no importara y se lanzó al sofá para tratar de calmarse

 

-mi señora, le traigo algo mas- preguntó la empleada a su lado

 

-si…trae otra copa

 

 

 

 

 

 

 En la misma mansión, se escuchó cerrar  la puerta de una de las habitaciones, la del hijo mayor quien se encontraba desvistiéndose aun teniendo en frente al intruso que era su hermano menor.

 

-itachi, lo he pensado bien y creo que la relación entre nuestros padres no anda en sus buenos momentos por muy que lo hagan aparentar- se sentó al filo de la gran cama

 

-sigues con eso- se quitó la camisa y abrió su armario y coger su atuendo para dormir- no te amortigües más, así son, no pasa nada

 

-pero si se llegan a separar. Ya sabes, en un futuro…- boto un suspiro pesado

 

-deja esa tontería, además, ya no somos unos bebes para que nos afecte

 

-pero son nuestros padres, que quieres que haga- se levantó enojado- acaso no lo entiendes

 

-si lo entiendo y es más no me gustaría verlos separados, pero si así lo toman, no se puede decir nada

 

-mejor me voy, buscar alguna ayuda de tu parte  es pérdida de tiempo- salió cerrando la puerta con fuerza

 

-si así lo dices, espero que veas mejor las cosas, nunca es como parece- apagó las luces y se acomodó a su extensa cama y apagar la lámpara cerca.

 

 

 

-no lo entiende, para nada- se quejó dirigiéndose a su habitación terminando por  quitarse su atuendo enojado- ellos deben estar juntos hasta estar ancianos y que los dientes se les caigan- abrió su armario y saco su atuendo para dormir- maldición, si es así, no quiero casarme

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pasaron siete días. Los comentarios del que hablaba la señora mikoto seguían  estando presente.

 

 

-¿esto qué es?- preguntó muy seria la gran actriz, mostrándole aquel objeto a su maquillista- este no es el que utilizo siempre, estás despedida

 

-pero…yo- trato de hablar pero la mano levantada de la mujer la detuvo

 

-no me interesa tus explicaciones, así que vete- la maquilladora salió corriendo con lágrimas que humedecían todo su rostro

 

-Mikoto-san, está siendo muy dura- le dijo su compañera, una dama de compañía que  paraba a su lado ayudándola en todo, tanto como en aquel camerino- debería disculparla

 

-tú también estas despedida, así que vete, no estoy de buen humor- se levantó  y cogió su abrigo, el cual utilizaría para actuar, mirándose por todos los ángulos en el espejo

 

-como usted diga- demando con un tono de molestia, dando inicio al reclamo que había estado ocultando- de alguna forma, no sé lo que le pasa, antes eras como una florecilla y ahora te vuelves cada vez más arrogante- dio una pisada haciendo que diese un brinco la actriz, mirándola de costado – y tienes razón, me largo, no porque  usted me dijo, lo hago para que ante mi ausencia se ponga a pensar en su gran cambio-salió dando un portazo donde el sonido se quedó atrapado en  el camerino

 

-que así sea…- lo dijo como si nada mientras se daba sus últimas miradas

 

 

 

 

 

 

 

Luego de la gran actuación en el teatro, salió con una sonrisa fingida entre grandes aplausos y gritos, halagos y un sinfín de flores que le enviaban, llegando hasta su camerino donde dejaba su actuación.

 

-kotomi, vámonos, lleva mis cosas- dijo ante el vacío camerino, ausente de las otras mujeres-…rayos- se colocó su propio vestido y cogiendo la maleta salió del lugar, abandonando las variedades de flores y rosas de colores- maldición, ¡¿también se llevó el auto?!… ¿?

 

Mikoto se detuvo a ver a un joven rubio que  terminaba de limpiar su auto, se acercó resonando sus tacos cruzando la calle y llegó  hasta él que abría la puerta del piloto para irse.

 

Naruto se acomodó en su asiento y al cerrar la puerta se escuchó dos sonidos, dio un brinquillo y vio por el retrovisor al intruso, impresionándose al ver a la bella mujer sentada, reconociéndola en un instante.

 

-vamos, conduce, tengo que irme de este lugar- le dijo seriamente al joven rubio- acaso no escuchas

 

-sí, la escuche…madame Mikoto Uchiha- dijo casi saliendo de su impresión- pero jeje- sonrió- no conozco dónde vive

 

-no importa, tan solo aléjame de este lugar

 

-si…entonces como usted  diga- empezó a conducir

 

Manejó hasta llegar a los campos de trigo, sorprendiendo a la señora sentada, que empezaba a asustarse manteniendo aquella expresión oculta para que no la notara como una presa fácil, sospechando que fuese el joven algún secuestrador.

 Los ojos de mikoto no se despegaban del camino por el que pasaban como modo de poder regresar si en el caso sucediera.

-llegamos…-pronuncio el joven rubio después de apagar el auto, salió y le abrió la puerta para que bajase también la señora-aquí puede sentirse cómoda

 

-…lo dudo- lo miro de pies a cabeza, sorprendiéndose ante tan bellos ojos , orbes como el color del cielo que junto aquel atardecer se veían encantadores

 

-oh…disculpe, no me presenté, soy naruto, naruto uzumaki y por supuesto que no soy conocido, porque soy un simple ciudadano. Pero no se preocupe, no le haré daño, sé que soy un desconocido pero la traje aquí porque lo  veo en su mirada…que usted está muy estresada

 

La actriz lo miró impresionada y dejo su maleta para salir del auto, observando su estatura, era como la estatura de su hijo. No, un poco más alto con un cuerpo proporcionadamente equilibrado y trabajado. Un joven apuesto que a diferencia de su hijo se encontraba con harapos. Podría hacerse pasar por un heredero de dieciocho años de una familia noble si así lo deseaba.

 

-el campo es bueno para dejar el mal momento- comentó mientras caminaba hacia adelante- no tenga miedo y deje ese aspecto suyo que no le favorece, déjelo soltar y sea usted misma en este lugar…deje los malos momentos y respire, el cerebro- le señalo la cabeza- también necesita de oxígeno

 

-…-se quedó admirada ante tales palabras pero no fue mucho para quitar su admiración por aquel rostro reflejado por los rayos del atardecer que hacían irradiar su cabellera rubia.

 

-observe- inhalo el oxigenó llenándolo a sus pulmones, alzó sus manos y  al exhalar  por la boca lo hizo con suavidad  bajando sus brazos-…ya ve…es fácil- le sonrió con tanta naturalidad

 

“esa sonrisa…no es actuada…y se ve muy bien”, se sobresaltó al sentir las manos que sujetaban las suyas, alejándose por instinto- ¿Qué quiere?...- dijo algo incómoda

 

-que haga lo mismo o no dejará aquella actitud tan amarga que usted lleva

 

-y usted que sabe- soltó enojada- no se metas en mi vida

 

-no me meto, tan solo quiero que sea libre, la carga es muy pesada para sus hombros, así que debe soltarlo por un momento y ser libre- sujetó las manos de la mujer y la alzo hacia los cielos, descolocándola- ahora respire- el rubio hizo como el principio, haciendo que con algo de vergüenza la actriz lo siguiera sonrojada

 

Mikoto sintió como el peso que tenía se iba, dejándole entrar una gran brisa. No pudo dejar escapar una sonrisa de paz.

 

-lo ve, es fácil…-le sonrió- hágalo siempre y sea usted misma, acaso el actuar no es su sueño, usted es realmente increíble, hasta puedo jurarme ser admirador suyo con solo verla actuar- se rasco la nuca- yo ni siquiera puedo actuar para salirme de algún embrollo, más bien me hundo en ello y salgo mal parado…jajaja…soy pésimo en actuación- bajo su mirada como derrotado

 

-¿Cómo dijiste llamarte?-alzo su mirada

 

-ah…naruto uzumaki- extendió su mano para que la mujer correspondiera- mucho gusto,  madame mikoto

 

-igual creo- una bella sonrisa se escapó de sus labios , extendiéndose mientras sujetaba la mano, la cual se iba de arriba hacia abajo

 

-¿sucede algo?- se incomodó un poco al no saber de qué  reía

 

-tan solo es…jajaja…tan solo es que usted no sabe saludar a una dama

 

-¿eh?....¡ah!- se impresiono y cogió la mano de la mujer  para corregir su error, posando un pequeño beso sobre aquella delicada mano- supongo que así debería ser… ¿creo ,no?- movió su cabellera- lo siento, esto es muy vergonzoso, pero yo he pasado mi infancia en un orfanato, el cual era de puros muchachos y no sé… como antes lo dije, no sé cómo actuar menos  ante una dama…y más aun cuando es muy hermosa…- la actriz se sonrojo- tan solo se dar la mano y listo, hasta creo que por eso me ven como un homosexual jajajaja…aun así es divertido que te confundan

 

- ¿eh?... ¿pero eso no te hace sentir mal?

 

-para nada, hasta me encanta ver como las personas se cabrean…ponen un rostro que impacta, pero no intimida… oh, disculpe mi  vocabulario

 

-no importa-le sonrió- usted no es homosexual, así que por ello no le afecta

 

-jajaja…no puedo decirlo, además que la homosexualidad, no sé a qué viene, si solamente te enamoras y lo tratas de disfrutar , eso es lo bueno, no hay que definir cuál es el amor, porque esta es una caja de sorpresas, aparte que el amor no tiene sexo, apariencia y ni edad…es solamente amor- lo dijo con un hermoso brillo en sus orbes con una sonrisa atrayente

 

-…si…-comentó hipnotizada por aquellas orbes que brillaban tan hermosos-…bueno tienes mucha razón…y además creo que se hace tarde…jeje-se dio la vuelta sonrojada  acomodándose en el asiento que vino

 

Naruto solo camino y acomodándose también dentro del auto  se colocó su cinturón y condujo con una sonrisa sintiendo que de algún modo su destino lo  acercaba a la persona de la cual había quedado enamorado.

 

 

Horas después, antes de llegar el anochecer, llegó hasta la gran mansión y ayudó a la gran actriz acompañándola hasta  la gran sala. La cual se presentó monsieur  fugaku.

 

-¿Y quién es el joven, mikoto?- preguntó con una pequeña sonrisa

 

-este joven…-empezó actuar, escondiendo su felicidad-…este joven es Uzumaki Naruto… lo acabo de contratar para que se encargue  de llevarme y traerme… de aquí para allá, ya sabes como un chofer personal, al igual que me ayudara en mi trabajo

 

-oh… ¿y eso por qué?
- preguntó algo confundido- no tenías a kotomi

 

-ya no, ella me dejó y me quede sola, así que él me va ayudar, va a suplantar mejor que kotomi lo hacía- le sonrió a su esposo-es de muy buena ayuda

 

-si así lo dices, no hay queja alguna- se acercó al joven y le tendió la mano- es un gusto poder dejarte a cargo a mi esposa, creo que eres una persona de confiar

 

-no se preocupe- dijo un poco confundido- la señora uchiha , es una persona con un buen talento y es única jajaja- “ ¿Cómo que ahora soy su chofer?...aunque… daría igual… ¿creo?...porque podría estar más cerca de sasuke”- muchas gracias por aceptarme

 

-no hay nada que decir, mi esposa eligió…jajaja, así que a su deber- le dio una palmada en el hombro- cariño voy a mi despacho

 

-si…-vio cómo se iba hacia la otra habitación

 

-disculpe, señora uchiha, pero yo…-un dedo índice albino se posó sobre sus labios callándolo

 

-no hay nada que agradecer, acaso no has dicho que jurarías ser un admirador mío- le sonrió

 

“solo que  esto es algo…confuso… ¿acaso mi destino en verdad quiere que esté con mi amado?”

 

-te espero mañana por la mañana, así que no me falles- se mostraba feliz

 

-si…claro- también sonrió mientras se revolvía sus cabellos

 

Aun así, en el segundo piso se encontraba un azabache el cual miraba atento aquella escena.

 

-¿Quién es ese?... ¿Qué hace coqueteando con mi madre?- apretó su puño…mientras susurraba con enfado-quien se acerca a mi madre y no sea mi padre, está muerto

 


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