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My short happiness por Abyss

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Notas del fanfic:

Bakugan New Vestroia no me pertenece en lo mas minimo.

Este fanfic tambien esta publicado en Fanfiction, pero especifio, que soy la misma autora de aya xD.

 

Cuando te vi por primera vez.

Una molestia note.

Insoportable, de mal carácter, grosero e impetuoso.

Eras increíblemente hermoso.

Keith se encontraba caminando por las calles de la ciudad, solo, vistiendo su ya conocido traje negro con toques blancos, iba tranquilo y con una muy leve sonrisa mientras recordaba ciertas cosas de hacía ya tiempo, mucho tiempo para ser exactos.

La primera impresión es de las que jamás uno se olvidaría.

Y él nunca sería la excepción.

Desde que llego a su salón, toda la atención capto.

Un niño de 15 años, de cabello rosa y ojos azules.

Realmente no lo había conocido en el salón primeramente, era solo que no reconoció al instante, que momentos antes, en la entrada de aquel gran instituto, se chocaron los dos, como si el destino lo hubiera querido, ambos cayeron y comenzaron a discutir, de no ser que el menor le termino pateando el tobillo y se fue corriendo. Lo hubiera perseguido. De no ser que llegaron sus demás amigos.

Yo pensaba que tu vida era mejor que la de todos.

Siempre sonreías y reías, fuera lo que fuera.

Te veías exteriormente feliz, que lograbas contagiar a cualquiera.

Pero nadie pensaría, que internamente.

Tú estabas muriendo lentamente.

Los primeros meses entre los dos todo era tan tenso, que se podía cortar hasta con el dedo, sin embargo, había ocasiones en las que reía sin que nadie se diera cuenta, porque quisiera oh no, su alegría era muy buena. Ciertamente nunca me interese en el, ni en nadie, todos éramos amigos y era más que suficiente, pero… A pesar de ser último año, se supone que no deberíamos de faltar tanto, pero a partir de mitad de año, comenzaste a hacerlo.

Eras pequeño, frágil, delicado.

Tus sentimientos a pesar de ser cuidadosamente encerrados en tu corazón.

Eran puros y sinceros, como los de un infante pequeño.

Nadie sabía, que en ese entonces.

Tu única familia, la persona que tú más querías.

Se encontraba muriendo, y tú a su lado, intentabas sonreír.

De la misma que con nosotros, tratabas de hacernos feliz.

Fue hasta que en el descanso dejaste de comer, y te vi mas desgastado que antes, cuando me comencé a preocupar. Le pregunte a maestros, pero ellos no sabían nada. Acababas de ser transferido, así que no tenías muchos amigos que supieran realmente de ti. Trate de no preocuparse, mas sin embargo, cuando finalmente te desmayaste, decidí forzarte a hablar.

Finas gotas de agua corrían de tu mirada.

Tus bellos ojos, siempre alegres.

En ese momento fueron tristes y opacos, carentes de vida.

Tu si de por si frágil figura

Se hizo mucho más pequeña y se tambaleo

Sentí miedo

Pues parecías estar muerto.

Realmente me asuste mucho, cuando llorando me contaste todo, parecías no tener consuelo. Y me dijiste más de lo que realmente quería saber. Tu padre falleció cuando tenías apenas la edad de dos años, y tu madre, como hija única, se fue con tus abuelos. Pero con el tiempo, ellos también se fueron, tu abuelo a los 6 y tu abuela a los 7, finalmente tu madre y tú se quedaron solos. Hasta que finalmente tu madre enfermo cuando tenias 12, y en el hospital ah estado desde entonces. Siguiendo adelante y con una sonrisa, como habías prometido, lograste adelantarte varios años, para que ella te viera graduarte antes de morir. Pero ahora, antes de hacerlo, ella ah entrado en coma, y te ah dicho que lo mejor sería desconectarla, ya que es imposible que ella regresara.

Finalmente te abrace, y dormido entre mis brazos te cuide.

Jamás hubiera imaginado, que la vida fuera tan cruel con alguien como tu.

Todos los días con una sonrisa.

Pero en la noche, tratando de dormir en la fría soledad.

Engañando al mundo por completo.

Entonces me decidí, a que si tu te sentías en soledad, te ayudaría a soportarla, yo también perdí a mi madre, era más joven y no recuerdo mucho, pero es horrible perder a un ser querido, sobre todo si había sido la única persona a tu lado. En ese momento no podía comprender el dolor que sentías, pero estaba seguro que te ayudaría a superarlo.

Te pregunte donde vivías cuando despertaste, y con tristeza obviamente me contaste. Por alguna razón, un sentimiento en mi corazón se movió y no pude evitar un beso en tu frente dar.

Desde el día siguiente, más temprano me levantaba, sin decir a donde iba, siempre a tu casa pasaba. Desde temprano te despertaba, se que era molesto, pero no me importaba, no quería que siguieras fingiendo.

Casi obligándote a tragar, pero de alguna forma lo logre, que comenzaras tanto a desayunar como almorzar. A pesar de todo, nuestra relación en clases siguió siendo la misma, peleando cada minuto, esa sonrisa en tu rostro me lo decía, que era una forma de aliviar todo el dolor que tú sentías.

Así pasamos el tiempo

Jamás me imagine que terminaría amándote

Si en un principio lo único que quería era ayudarte.

Y llego el fatídico día.

Cuando salimos de vacaciones

Que tu madre el mundo abandono

Y parecía que tu

Con la oscura soledad te unirías

Pero no lo permitiría, pues tú ya me pertenecías

Te cuidaría no importaba que ocurriría en el futuro

A tu lado por siempre me tendrías.

Aun recuerdo el funeral de tu madre, no fueron muchas personas, obviamente, solo muy allegados a ti y a ella, sin embargo, lo que más me entristeció, fue que tuviste el valor de ponerte frente a la tumba mientras la enterraban y comenzabas a cantar, en voz alta y sin titubear, una canción llamada "Gloria".

No lloraste en ningún momento del sepelio, ni cuando salimos con dirección a tu casa, mas sin embargo, solo cerré la puerta detrás de mí, y comenzaste a llorar desconsoladamente, sabía que era difícil, tal vez no conocí a tu madre, y ahora jamás lo haría, pero por la forma en que todos se despidieron y que tu le cantaste, suponía que había sido alguien realmente amable.

Por los próximos días me quede a dormir en tu casa, disculpándome con mi padre que no había sabido nada de mí en esos días, lo cual te avergonzó pero te dije que no importaba, pues de alguna forma, estar a tu lado me reconfortaba.

Pensaba que después de graduarnos, continuaríamos juntos.

Y por un periodo de tiempo, aquello fue verdad

Tu sonrisa regreso y mi corazón se descongelo

Viviendo yo siempre amargado y enojado

De alguna tú me lograste cambiar

Esos días siempre prevalecerán en mi memoria, tu sonrisa, tus enojos, tus alegrías y tristezas, aquellos bellos momentos siempre estaría recordándolos, incluso el día de hoy, que caminando lentamente y sin ninguna prisa, me dirijo al lugar donde tu te encuentras esperándome.

Nuestra relación parecía prosperar demasiado

Mas la ilusión se rompió

Cuando te desmayaste, y te vi rodar por las escaleras.

Me asuste demasiado

Llore de igual manera

Cuando me avisaron

Que al igual que como lo había hecho tu madre

Tú también habías enfermado

Y que tu muerte

No podría ser evitada

Finalmente llego al lugar donde te encuentras, en una pequeña colina en aquel cementerio, donde también se encuentran descansando tus padres. No estoy triste, pero tampoco soy feliz. Te ame con todo el corazón, de la misma manera en que al principio te odie.

Jamás comprenderé como alguien como tu, logro mostrar tal fortaleza después de tanta perdida, pero de algo debes de estar seguro, y es que ya sentí y ahora comprendo, el dolor que sentiste al perder a tu bella madre, puesto que fue de la misma forma, en la que yo me sentí, cuando aquel bello día, en que el sol te daba en el rostro, los pajarillos cantaban… En ese momento, en que todo parecía ir bien… Que tu cuerpo colapso, me dijiste 5 palabras, una última sonrisa me dedicaste y un último beso me regalaste.

No parecías haber muerto, y aun cuando estabas dentro de aquel ataúd, blanco, me negaba a creerlo, puesto que tu rostro lleno de serenidad me decía lo contrario, parecías estar dormido, esperando a que alguien te despertara… Tuve la sensación de hacerlo, pero sabía que era imposible, así que decidí solo tocarte la mejilla, como aquellas veces que dormías a mi lado y que deseaba que continuaras descansando, un beso en ese mismo lugar y con una flor verde, te despedí.

-Gloria… Te has ido a un mundo donde no hay dolor, donde te entibian, los rayos del sol, en donde puedes cantar y sentir, la felicidad corriendo en tu interior, como quisiera estar junto a ti, el verde pasto en mis dedos sentir, y entre las flores, poder, reposar, pero sé que aun debo esperar-

Cantaba un joven rubio, frente a una tumba, donde había un hermoso ramo de flores de lirios, debajo de un árbol de sakura. Aquella hermosa canción, que había sido entonada, según me contaste 2 veces, aunque ahora, serán 3…

Tu madre le canto a tu padre

Tú le cantaste a tu madre

Y yo, ahora te canto a ti.


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