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Egoist + Terrorist = ¿Egorist? por Bell Birthday

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Notas del capitulo:

Se que esto no es normal, pero denle una oportunidad onegai

Egoist + Terrorist = ¿Egorist?


El día en que te conocí


 


            La historia comienza una fría noche de invierno, dos almas tristes y menospreciadas se encontrarían y retarían al destino, ya que como dicen “el destino no está tallado en piedra”.


            Debajo de un gran árbol se encontraba un lindo castaño sentado con el rostro escondido entre sus piernas, llorando con gran dolor su desgracia, las lágrimas no dejaban de fluir de sus ojos grises y no le importaba en lo más mínimo si alguien lo veía llorar tan desconsoladamente.


            Salió molesto del departamento que compartía con el “tierno” Miyagi, ¿Cuánto más tenía que soportar la fría indiferencia?  No tenía por qué hacerlo. Cierto lo amaba pero eso no significa que tuviera que aguantar todo lo que Miyagi le hiciera, ya tenía suficiente con los problemas de la escuela como para que el pelinegro le complicara más la vida.


            ¿Por qué siempre debía ser él el que esperara, el que dijera palabras de cariño, el que se sacrificara en esa relación? ¿Ese era su destino?…


 


           


            Caminaba lentamente por el parque, era de noche y hacia mucho frio puesto que estaba nevando. Pero eso no le importó a Hiroki en el momento de sacarlo del departamento a pesar de que no trajera más que una chamarra.


            ¿Por qué su koi no podía ser más amable? ¿Por qué carecía tanto de empatía? ¿Por qué siempre era el que deba disculparse, el que recibiera los insultos, el que debía superarse? ¿Por qué? ¿Es que acaso su destino era ser infeliz?


            Iba absorto en sus pensamientos más un llanto llamo su atención. Busco rápidamente con la mirada el origen del llanto y lo que vio le sorprendió sobre manera. Un chico se encontraba debajo de un árbol llorando y sin abrigo alguno más que una simple bufanda. Corrió hacia él pues podía ver un poco de sangre en sus manos, quizás había tenido un accidente o lo habían atacado.


            - ¿Estás bien? – pregunto angustiado cuando estuvo a su lado


            “Esa voz suena tan amable”.  Lentamente levanto la vista y se topó con una mirada azul bondadosa, pero preocupada – S-si estoy bien


            - ¿Y la sangre que tienes en las manos? – le tomo delicadamente las manitas para revisarlas y asegurarse que estaba bien, pero solo una estaba herida


            - N-no es nada, me corte con un cuchillo al preparar la cena – trato de soltarse pero el mayor no se lo permitió – estoy bien, suélteme por favor


            - Claro – retiro una de sus manos para sacar un pañuelo de su pantalón - pero antes déjame limpiarte la herida, o por lo menos quitar la sangre – dijo y tomo un poco de nieve y la coloco sobre el área afectada, esta al derretirse hizo más fácil la tarea – listo –sonrió – ahora dime, ¿Cómo te llamas?


            - Shinobu Takatsuki, y ¿usted?


            - Nowaki Kusama, ¿Por qué no traes abrigo? Pronto caerá una tormenta, ¿Por qué estás aquí?


            - Eso mismo podría preguntarte yo, ¿Qué haces aquí en vez de estar en tu casa? ¿No deberías estar ahí?


            - Si, debería… pero…


            - Tienes problemas también, ¿cierto?... con tu pareja – el mayor le vio sorprendido – ¿sabes? Tus ojos son demasiado expresivos, y cualquiera que ponga atención podrá leer lo que sea en ellos como si fueran un libro abierto.


            - Ya veo, eres muy perceptivo. Si tienes razón, tengo problemas con mi pareja y por eso estoy aquí.


            - ¿se pelearon?


            - Si es algo normal, desde el principio de nuestra relación nuestros diferentes caracteres chocan y peleamos, además de que él es un poco frio y no piensa en las consecuencias de sus palabras… – bajo la mirada algo avergonzado, ¿Cómo era posible  que le contara eso a un chiquillo que acababa de conocer? Pero es que ese niño tenía una especie de poder para lograr que no le ocultara nada.


            - Te entiendo, lo mismo pasa con mi pareja y conmigo, pero ya no soporto la situación… creo que será mejor para los dos terminar con esto – el mayor lo vio sorprendido – lo siento no debería hablarte de eso si apenas y te conozco, no quise molestarte con mis problemas.


            - Descuida, hace bien desahogarse. Además, yo también te conté mis problemas personales.


            Ambos se quedaron en un silencio cómodo, mas empezó a nevar fuertemente, tanto que casi no se podía ver nada más que la blanca nieve y para Kusama no paso desapercibido que el menor estaba temblando mucho pues estaba desabrigado.


            - Tenemos que buscar un lugar donde protegernos, pero no sé dónde…


            - Aquí cerca ahí una casita donde los niños juegan, podríamos refugiarnos ahí, pero está casi al otro lado del parque


            - Bien, vamos – ayudo a levantarse al ojigris y comenzaron a caminar hasta la casita.


            Durante el camino hablaron de cosas triviales y algunos de sus gustos y problemas, para ambos era extraño que se llevaran tan bien si apenas y conocían el nombre del otro, pero se sentían tan cómodos y tranquilos por la presencia del contrario. Al llegar a su destino, milagrosamente pudieron entrar en la casita y acomodarse, pero Nowaki veía que el niño temblaba cada vez más así que se quitó la chamarra y se la coloco sobre los hombros.


            - ¿Por qué lo haces? – pregunto sorprendido por la acción del mayor


            - Porque te puedes enfermar, y además yo soy médico y el deber de un médico es ayudar a quien lo necesite – respondió con una linda sonrisa


            - Pero tú también te puedes enfermar – trato de quitarse la chamarra pero el otro no lo dejo – no quiero que te pase algo por mi culpa


            “Qué lindo niño, alguien como él no debería sufrir” – No te preocupes, yo estaré bien, soy muy resistente a los cambios de temperatura


            - Pero aun así puedes enfermarte, si eres medico deberías saberlo, el cuerpo humano no puede tener una temperatura de 35 grados porque caería en hipotermia


            - Si lo sé me lo enseñaron en la escuela, ¿y tú como lo sabes? ¿Estudias medicina?


            - No, estudio leyes, pero lo leí en un libro – dijo con una encantadora sonrisa que cautivo al mayor


            “se ve adorable cuando sonríe, es tan lindo. Pero que estoy pensando yo amo a Hiro-san… pero es que el… dijo que tenía problemas con su pareja igual que yo, quizás… no, no, yo amo Hiro-san… ¿o tal vez?...”


            A Shinobu se  le hizo raro que el otro se le quedara viendo como si estuviera teniendo una pelea interna, pero aprovecho para acercarse más a él y acomodar la chamarra para que los cubriera y colocando la bufanda en el cuello de ambos.


            - ¿Qué…?


            - Así estamos medio abrigados los dos, además si estamos juntos compartimos nuestro calor corporal


            - Que inteligente eres Shinobu-kun, pero eso es mejor así – acto seguido abrazo al menor que se sonrojo ante tal acto, pero le correspondió el abrazo “sonrojado se ve más lindo”


            “¿Por qué no puedo separarme de él? Normalmente no me siento cómodo cuando alguien desconocido me toca, pero con él es diferente”


            Ambos se quedaron ahí, en silencio siendo abrazados por alguien que acababan de conocer más sin embargo se sentían en tanta paz, una tranquilidad que no sentían desde hacía mucho.


            Poco a poco se fueron quedando dormidos en un agradable sueño con el calor y el latido del otro.


 


            “Nowaki eres un idiota, ¿Cómo se te ocurre salir así? Esta nevando muy recio y tu sin abrigo… huy como me hace enojar, pero cuando llegue me va a oír” Hiroki se encontraba viendo por la ventana el blanco paisaje y se preguntaba dónde podía estar el ojiazul, quizás en el hospital ya que se  pasaba la mayor parte del tiempo ahí.


 


            “maldito mocoso, ¿Por qué le encanta causarme problemas? primero incendia la cocina y luego se sale sin hacerme caso, y ahora para colmo está nevando fuertemente y él se salió sin abrigo. Ah, que problemático es”


            Miyagi fumaba intranquilamente un cigarrillo sentado en un sillón mientras regañaba mentalmente al ojigris, le preocupaba que estuviera fuera en un momento así, pero no saldría a buscarlo porque era peligroso salir.

Notas finales:

¿Que les parecio? ¿Lo continuo, o no?

Si les gusto, quieren darme una sugerencia, critica o algo mandeme un comentario.


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