Estaba ansioso por que llegara la anhelada noche del viernes y con ella… que llegase su inseparable amiga Ino… Oh Dios, cuanto la quería, ella era su confidente y
casi hermana, ella descubrió lo que el mismo intentaba ocultarse y en lugar de juzgarlo y despreciarlo lo miro con una tierna sonrisa en los labios y declaro seriamente un “Yo te ayudare”… aquel día fue el más feliz de su
vida.
-Flash Back-
Se ve a un niño y a una niña jugando en un cuarto de colores rosados, jugaban a ratos a la “casita” a “la mama” o a “tomar el té” y en otros momentos jugaban
a “la guerra” o a las “luchitas”… eran un par de infantes sumamente ambiguos, hacían cosas de niñas o cosas de niños al mismo tiempo y no había nada que les molestase era normal ser niño ó niña… o no?
-End Flash Back-
El chico se levanto muy temprano aquel jueves, un día rutinario mas, salió de su reconfortante cama con sabanas de seda y se paseo como Dios lo trajo al
mundo por su habitación, tomó una toalla e ingreso en su no menos lujoso cuarto de baño, coloco unas sales relajantes en el jacuzzi y una vez seleccionada la música predilecta para sus finos oídos, ingresó en la tina y se
relajo unos minutos.
Terminado su baño se dirigió a su armario observo cierto conjunto de ropa que se encontraba al fondo del armario y sonrió con nostalgia, para después virar su mirada
hacia el frente, justo donde estaban acomodados todos sus pulcros trajes de colores obscuros, tomo uno al azar y lo coloco sobre la cama, escogió la camisa para ese
día de la misma manera con la que había seleccionado el traje; se acerco al tocador y se miro con cierto desgano, sobre la mesa solo había cosas de uso
cotidiano para todo hombre, un cepillo común y corriente junto con un peine, una rasuradora eléctrica, una loción para la irritación facial, crema, una colonia para varón y
gomina para peinarse, todo de una costosa marca y solo eso estaba a la vista… el joven dirigió su mano hacia el cajón que estaba debajo del tocador, lo abrió y
lo miro con ilusión, para después volver a cerrarlo y comenzar a peinarse con el peine y la gomina, se colocó loción y se vistió, cada acción fue hecha de manera
mecánica y parsimoniosa, desayuno algo ligero y se dirigió a la empresa familiar… bueno el presidente era su hermano y él era el vicepresidente y no había más
familia a parte de ellos dos, pero aquello no le incomodaba de hecho le alegraba tener un hermano mayor, le alegraba en muchos sentidos.
Con porte gallardo atravesó el recibidor mientras que a su camino se conglomeraban los halagos y saludos de todos sus empleados, subió al elevador y llego al último
piso en el cual se encontraba su oficina y la de su hermano.
Antes de ingresar a su apacible lugar de trabajo, realizar sus labores de manera eficiente para después retirarse a su casa y esperar a que pronto llegase el fin de
semana, esos dos maravillosos días en los que se sentía libre para ser “él” mismo, decidió saludar a su hermano…
Un golpeteo en la puerta y una contestación aprobatoria y él ingreso al recinto…
-Buenos días presidente –Saludó formalmente el joven
-Vamos otooto, que no hay nadie cerca para tanta formalidad, pasa y cierra la puerta- Contesto alegremente el mencionado.
-Lo sé pero estamos en horas de trabajo –Contesto seriamente
El adulto lo miró medio incrédulo y dudoso de que eso fuese en serio o en broma.
El recién llegado no pudo evitar soltar una risilla nasal y sonreír de medio lado ante la cara de su hermano –Es una broma Aniki, no pongas esa cara.
-Oh vaya otooto, es que lo has dicho tan serio que por un momento no supe que contestar –Respondió aliviado
-Y como amaneciste hoy? Cuando me levante esta mañana ya no estabas en la casa así que supuse que tenias algo importante que hacer –Declaro mientras tomaba asiento frente a su hermano mayor.
-Sí, lo que sucede es que me olvide de unas cuentas ayer y hoy vine a realizarlas antes de que comience la junta con los accionistas y no quise despertarte, al fin y
al cabo eran muy sencillas, incluso ya las he acabado… por cierto hoy a salido la nueva línea de ropa de Coco Chanel, mira, de hecho estaba mirando el catalogo en
línea –El mayor giró su computadora para que el monitor estuviese a la vista del menor –Yo creo que ese conjunto se te vería muy bien, no crees? –Pregunto
seriamente mientras señalaba con su largo dedo una imagen en la computadora.
-Sabes que odio el color rosa aniki –Contesto el aludido con una mueca de desagrado
-Pero el modelo es muy bonito y va con tu estilo, no crees? –Contrapunteo el mayor
-Si lo tienen en blanco con negro sería fabuloso –Contestó el menor
-Espera, deja lo busco otooto, de todos modos aun tenemos media hora antes de que los empleados empiecen a llegar a sí que tenemos tiempo para elegirte
un buen atuendo o prefieres que esperemos a Ino? –Preguntó mientras movía sus agiles dedos sobre el teclado de su computador.
-Pues ya sabes cómo le gusta a Ino ayudarme a elegir la ropa, sería bueno esperarla –Respondió el joven
-Pero a mí también me gusta ayudarte otooto –Reprochó el presidente de la empresa –Anda deja elegirte un bonito conjunto y ya, los demás los elegimos el fin de
semana cuando Ino llegue, ok? –Pregunto mientras le dirigía una mirada suplicante.
-Ok, escoge algo, de todos modos siempre he confiado en tu buen gusto –Concedió el menor.
Después de algunos minutos el mayor encontró algo hermoso en aquel catalogo e inmediatamente le hablo al menor.
-Hey, mira este conjunto en color azul rey otooto, es muy elegante y fino, está hecho de seda y tiene un corte muy delicado, perece hecho especialmente para ti, ¿qué te
parece? –Preguntó mientras de nueva cuenta giraba el monitor en dirección de su hermano menor.
Al chico se le iluminaron los ojos, era una pieza bellísima –Lo quiero aniki!! –Declaro súbitamente el menor
-Sabia que te gustaría y se verá hermoso en ti –Sonrió el mayor mientras tomaba el teléfono y marcaba a la boutique para pedir aquella hermosa pieza de su colección.
Mientras el menor no dejaba de admirar aquel ropaje que pronto seria suyo, mientras que su hermano terminaba de dar los datos correspondientes y colgaba,
volteó a ver a su hermano menor y al notar sus ojos ensoñadores no pudo evitar sentir ternura por aquel muchacho de apenas 16 años que ya tenía sobre sus
hombros muchas responsabilidades que él como buen hermano mayor intentaba disminuir aunque desde la muerte de sus padres su carga de trabajo se había
vuelto abismalmente enorme, aun así el seguiría apoyando a su hermanito, queriéndolo y comprendiéndolo en todo...
...EN TODO...
-Listo, mañana mismo tendrás ese hermoso vestido junto con las zapatillas y el bolso…
...Sasuke…
....
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