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Please don´t go por KyoYuy

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Notas del fanfic:

mi primer fic de SHINee, creo que he cambiado mucho desde esto

Notas del capitulo:

amo la canción de please don´t go, y amo las voces de estos chicos; fue mi primer fics de shinee y se lo dediqué a mi blingbling personal, espero que os guste

 

Podía contar una a una las gotas de lluvia que se resbalaban por la ventana de la cocina; su taza de café humeante empañaba la parte del cristal más cercano, al igual que su aliento que golpeaba el vidrio del ventanal.

Alargó un dedo y dibujó inconscientemente un garabato en el bao; cuánto tiempo había pasado ya?

Las horas se habían resumido en un monótono esperar, en una incansable y aburrida espera tras aquel cristal de la cocina; quieto y estático como si fuese un mueble más de aquel cuarto blanco e inmaculado, esperando y esperando, sin ni siquiera ser consciente del tiempo que le llevaba aquello; sin ni siquiera prestar atención a cualquier otra cosa, solo esperar; esperar y rogar mentalmente que aquello no hubiese sido un sueño.

Pasó la lengua por sus labios cuarteados y parpadeó, las lágrimas se habían secado en las cuencas de sus ojos oscuros y las súplicas se habían limitado a pequeñas plegarias mentales que tan solo él podía escuchar.

“ Por favor, por favor, no te marches, no te alejes de mi”

Y así había sido desde aquel momento, pues desde que él se había marchado, no había habido ni una lágrima más, ni un llanto, ni una súplica, tan solo ese  esperar sentando frente a la ventana, como si de una estatua se tratase, sin importar la horas, los días, la temperatura o el hambre; de vez en cuando alguien que se apiadaba de él, le acercaba un café, o un bocadillo, pero allí se quedaba, sobre el plato frente a él, enfriándose poco a poco tal cual lo hacía su herido corazón, pero no su fortaleza.

“No volverá”

Le había dicho, pero como si se hubiese vuelto sordo, no lo oía, y continuaba pegado a la ventana, con la vista fija, en algún lugar, un lugar donde los demás, por mucho que lo intentaban no conseguían ver.

De vez en cuando, pero solo muy de vez en cuado, cerraba por bastante tiempo los ojos y semejaba dormir, solo en esos momentos alguno de sus amigos le echaba una manta por encima y le observaba sonreír en sueños y era cuando se les partía el alma y tenía que dejarlo de nuevo solo, porque no había manera de revocar su obcecada decisión de permanecer estático esperando por alguien que jamás volvería por él.

Y así, deslizándose entre sus sueños conseguía poder verlo, verlo de nuevo, con su sonrisa engreída, con su voz impresionante, con su pelo perfectamente peinado y entonces escuchaba como le llamaba, como pronuncia su nombre, con ese descaro y amor disimulado, como solo él sabía decirlo, como solo a él le gustaba oírlo, y en esos momentos, solo en esos, no le importaba el frío, el hambre, incluso no le importaba que aquello fuera un sueño, y en esos momentos, no deseaba despertar, quería quedarse ahí, amarrada a esa estúpida fantasía, tan estúpida como él y ahí, mientras soñaba y se dejaba envolver por la perfección dejaba que las lágrimas llenasen de nuevo su cara y emocionado corría hacia él y no podía tocarle, porque daba tanto miedo, miedo a que se deshiciese  y que todo terminase que las lágrimas sobre su cara y el vacío del cuarto le hiciese recordar que de nuevo todo aquello era un sueño.

“No te marches, no me dejes, por favor no te vayas”

Y las palabras como si de un hechizo se tratasen salían de nuevo por sus labios y, de nuevo era imposible detenerlo, y ante su mirada atónita el muchacho al que amaba desaparecía, como tantas otras veces, y él, se sentía tan solo.

“No puede continuar de esta manera”

Eso había comentado los demás, tras la muerte de JongHyun, Jinki no había sido el mismo, era obvio que le había afectado, y demasiado…

No había manera de hacerle abandonar la cocina, como si de alguna manera esperase que Hyun volviese de algún lugar, como si aquel auto no le hubiese atropellado, como si él no hubiera estado horas sujetándole la mano en aquella sala de hospital, como si todavía no hubiese sucedido nada; y aquello, aquello era demasiado, demasiado para él y para todos pero, su líder no quería oírles, no quería volver de allá donde se había escondido en lo profundo de su mente, y día tras día, y noche tras noche tan solo repetía las palabras que ambos habían pronunciado en aquella sala de hospital.

 

“ Please, don´t go”

 

Notas finales:

gracias por leer!


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