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Sexy Back por KyoYuy

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Notas del capitulo:

un jongkey casi por petición, no me gusta nada el jongkey, se que obvia esta pareja, se que las fans del jongkey sois muchas pero no, no puedo con ella, aun así espero haber hecho un buen trabajo con esto ^w^

Mostrar; enseñar, dejar ver algo a alguien, a varios, a quienes queremos o…. a quienes no queremos, a esos que conocemos o a los que aun nos queda por conocer; mostrarse, con una enorme sonrisa en los labios, con un te quiero deseoso por salir desde el fondo de las cuerdas vocales, con ese beso escondido en la comisura de los labios, con todo ese amor luchando por salir, por y para……

Ti.

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Key dejó caer sobre el móvil la mano como si pesase más de lo que realmente pesaba y, tanteando, apagó el despertador; todavía eran las 6 de la mañana pero un día como aquel debía de madrugar y prepararse, porque algo grande, muy grande, le esperaba ese día.

Se aseó con detenimiento, tomó una ducha y examinó cuidadosamente cada parte de su cara, no quería parecer feo, más que nada porque él no lo era; se vistió eligiendo meticulosamente la ropa; unos pantalones estilo pitillo algo ajustados, una camiseta de última moda, esa chaqueta de punto que tan bien le quedaba y las botas que recién había comprado ayer en la tienda a la que había ido con Minho.

Sonrió para si mismo recordando la mirada del mas alto cuando se las había puesto, se moría de celos, a Minho no le quedaban tan bien las botas acordonadas como a él; tenía suerte, sí, suerte de ser tan maravillosamente hermoso y perfecto.

Había encargado la comida a un restaurante, aunque quería que todo fuese en casa, tampoco quería estropearlo y a pesar de lo que había aprendido con el programa no se atrevía a intentarlo nuevamente y, con mala suerte quizás, mancharse la ropa; así que la opción de encargar la comida era la mejor de todas.

En poco tiempo dejó la casa impecable, como los chorros del oro, se suele decir, había sido fácil, había comprado un boleto para el parque de atracciones a Taemín y sabía de buena mano que Onew y Minho estaban en los ensayos para el Music Core y tardaría, además les había oído hablar sobre comer fuera con no se que chicas de After School o T-ara, no recordaba bien; de todos modos, se las había arreglado para tener la casa tal y como él quería; vacía, limpia y únicamente para él y…Jjong.

El segundo todavía dormía, parecía que ni un terremoto pudiese despertarlo, pero eso le venía, igualmente como anillo al dedo; a las 10 en punto Taem fue el primero en abandonar la casa, no pidió explicaciones, la verdad es que ni las quería; había hablado con Minho y este iría con él al parque de atracciones pagando de su mano el otro ticket; Onew ante el desplante del más alto intentó convencer a Key de que se fuese con él a beber y tomar algo, pero Key, totalmente firme se negó a ello, a lo que el líder, encogiéndose de hombros no tuvo más que plantearse un nuevo plan.

Así, poco a poco, fue quedando la casa, tal cual quería…..

JJong despertó a regaña dientes; había alguien tocando el timbre de la puerta con demasiada insistencia y eso le molestaba; en un primer momento optó por ignorarlo, pero el dichoso individuo continuo venga tocándole los huevos con el timbre y aunque, hasta se había tapado la cabeza con la almohada, seguí oyéndolo y parecía que nadie iba a abrir la puerta decidió ir él a hacerlo.

Cuando abrió la puerta se sintió tele transportado a un mundo diferente; parpadeó dos veces y se frotó los ojos; um si seguí en su casa, aquella era la maceta donde Taem tenía esa petunia tan fea, si mal no recordaba las revistas de fútbol perfectamente ordenadas sobre la mesilla eran las misma que la noche anterior Minho había estado ojeando, también pudo ver los innumerables apuntes y anotaciones de Onew más que recogidas sobre la estantería del salón y, como no, el sofá, aquel mueble donde había besado por primera vez a su princesita.

-Pareces bobo-espetó de pronto una voz a sus espaldas sacándolo del trance.

Se giró y le observó mirándole directamente con aquella sonrisa perversa que tanto le encantaba.

Key; Kim Kibum, su lindo zorrito juguetón; ahí estaba, apoyado sutilmente en el marco de la puerta, con los brazos cruzados sobre el pecho, vestido como un ángel pero con la sonrisa de un travieso diablillo, en ese momento, supo el día que era, y sonrió de la misma manera; era navidad y Kibum…le había preparado un regalo; pero lo que él no sabía era que el dino, también le tenía preparado algo.

Caminó hacia él y le rodeó con ambas manos por la cintura atrayéndole hacia su cuerpo, meciéndolo sensualmente como seguido de una música que solo él podía escuchar, Key río, y sin más dilación se lo quitó de encima con un toque de mano.

-Primero la comida campeón-se carcajeó y caminó hacia la sala donde ya tenía preparada la mesa.

Todo estaba delicioso, desde el vino, cuidadosamente escogido por el más joven;  un Protos reserva del 98, con un toque afrutado que acentuaba el sabor de la carne, de la cual no quedó nada en los platos; una comida deliciosa sin duda, pero el postre se presentaba todavía más tentador que la comida.

Key movía lentamente su dedo índice sobre la copa haciendo círculos rozando el cristal sin dejar de mirarle; le volvía loco esa mirada; le pareció ver como se relamía, pero no estaba seguro, a lo mejor ya se lo imaginaba, o quizás el zorrito intentaba burlarse de él.

Correteó unas milésimas con sus dedos sobre la mesa tamborileando con ellos pero justo en el mismo momento en el que ya agarraba la mano de su novio este se levantó carcajeándose de él silenciosamente y, claro está, sin dejar de mirarle, se tumbó en el sofá copa en mano sonriendo invitándole a acercarse.

Había que dudarlo?

Ni siquiera era necesario responder aquella hipotética pregunta que nadie había pronunciado; Jjong se acercó cautelosamente al más joven devolviéndole la mirada, se detuvo a un parpadeo de distancia; Key continuó sonriendo; bebió de la copa, seguidamente le besó depositando el líquido tinto en la cavidad bucal de su amante, un hilillo carmesí se escurrió por la comisura del labio del mayor y apartándose un poco le recogió con la lengua.

-Feliz Navidad, cachorrito-susurró sensualmente Kibum al oído del mayo.

-Feliz Navidad  cool cat-le contestó de igual modo el muchacha.

Lo tumbó sobre el sofá sin preocuparse de que el liquido que aun quedaba en la copa se derramase manchando la moqueta; aquel era su día y todavía les queda el postre.

Notas finales:

gracias por leer, se agradecen comentarios o peticiones ^w^


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