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Abuso policial por Maxianime

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Notas del fanfic:

Para los que lo pidieron y a los que avise, aquí tiene en fic en que trabaje cuando estuve enferma XD, como explique el 90% del fic es delirio mio por estar enferma y se le suma que jugaba GTA San Andreas =P Declaimer: Los personajes de Saint Seiya no me pertenecen, soy propiedad de su creado Masami Kurumada No gano nada monetario con este Fic

Notas del capitulo:

El fic comenzó siendo un Aioros x Shura, pero fue evolucionando, actualmente hay dos principales, AiorosxShura y MiloxCamus.

 

Abuso policial.

La fría noche acababa de llegar, pude sentirla a pesar de estar encerrado en una celda oscura y tétrica por el cambio brusco en la temperatura del ambiente y la poca luz que podía entrar por una pequeña entrada de aire en la parte mas alta de una de las paredes de mi celda, a pesar que no podía verla, gracias a eso podía saber cuando tiempo había pasado allí sin recibir explicaciones de la situación, aproximadamente llevaba tres horas en el destacamento de policía de la cuidad, conocido como el “The sanctuary”. No me dijeron la razón de mi detención, me encontraron en la calle, me esposaron, me subieron al auto a la fuerza, me trajeron hasta el sector más al fondo del destacamento y me encerraron, desde entonces no supe mas nada.

Vivo en una de las ciudades mas conocidas por tener zonas enteras empleadas al vandalismo, la ciudad de Saint Bernard, tiene varias zonas, creo que son cuatro en total debido a sus extensiones. Esta la zona sur o la zona de las bandas, hay casas de todos los colores, de todas las edades se podría decir y hasta en cualquier estado, he visto casas al borde de derrumbarse desde niño, hay edificios pero son de dos a tres pisos, vive gente que se dice que es de mal vivir, la mayoría trabaja en trabajos poco remunerados, venden drogas, pertenecen a bandas o se prostituyen, yo vivo en una zona conocida como “The temple of Capricorn” o el “el decimo templo” conocida por ser una zona de una banda muy influyente, la mayoría de la gente les teme, siempre se los ve vestidos con  ropa de color verde oliva y llevan en sus manos una pistola de 9mm o un escopeta recortada, a veces se los ve usando ametralladoras, y cuando se enfrentan a los del “onceavo templo” o a los del “Noveno templo” disparan a matar, he visto a muchos amigos de mi infancia morir por las bandas, pero aun así no quise unirme a una.

La segunda zona es conocida como la zona de ricos, esta en una colina al norte de la ciudad, todos los que viven allí tienen mansiones, son abogados, médicos y empresarios,  viven rodeados de lujos, tienen su propia seguridad, un sequito de veinte personas, tiene rejas para evitar robos. Los que viven allí se alejan de la ciudad, o al menos eso dicen, salen solo cuando tienen que trabajar o para algún compromiso, sus mansiones están rodeadas por tres  grupos de rejas y hasta para entrar a sus casas deben pasar por otras tres puertas de seguridad.

La tercera zona es conocida por ser la de la gente que trabaja, son las zonas este y oeste de la cuidad,  la gente viven en casas de dos pisos o en edificios de hasta tres, en la parte este se encuentra la playa y el muelle,  en la oeste se encuentra el aeropuerto. La mayoría de la gente que vive allí trabaja para el ministerio público, son policías, enfermeros, maestros y hasta tienen sus propias tiendas, pequeñas, pero con ellas pueden subsistir. En aquella zona son raras las casas con rejas, debido a que allí viven muchos policías, por lo que al momento no se ha sabido de casos de robos o de asaltos hasta  la fecha, por lo que he oído es una zona tranquila donde se puede vivir sin sobresaltos.

La cuarta zona esta al centro, se allá en medio de la gran zona tres y la zona uno, es la zona de edificios altos y tiene todo tipo de comercios, también están los edificios públicos, escuelas, el hospital y la comisaria, la cual como ya mencione tiene el apodo del “The sanctuary” o  “El santuario” debido a que según rumores pasan cosas extrañas dentro, pero nadie sabe que, la gente que ha sido arrestada se ha negado a hablar y la gente le teme a la policía, algunos rumores cuentan que dentro de las paredes de la jefatura ocurre lo que se llama  abuso de policial, según los rumores los policías golpean y violan a los presos, pero no hay nada concreto acerca de ello, son solo rumores.

Soy un estudiante universitario, mi nombre es Shura y tengo 23 años, estoy a punto de terminar mi carrera en la universidad publica, licenciatura en comunicaciones, llevo trabajando un año para una radio local que trasmite solo música internacional, solo hago algunos comentarios de las canciones por el sueldo mínimo que son veinte dólares diarios. Soy conocido por ser un chico pasivo, tranquilo, según mis compañeros mi peor error fue unirme al centro de estudiantes, según yo fue una elección buena, he ayudado a muchos ingresantes en sus carreras y hasta les he dado una mano para poder continuar sus estudios consiguiéndoles un trabajo menor en la radio.

Mi día comenzó como cualquier otro, mi padre comenzó gritándome sobre que ya debería haber terminado mis estudios y que debería ayudarle en su taller mecánico, como mi hermano mayor, pero mi madre intento calmar sus gritos, recibiendo como castigo una paliza por ponerse contra su autoridad, intente ayudarla pero me toco el mismo trato, doce fuertes golpes con el cinturón de cuero sobre mi espalda, lo mismo de todas las mañanas, cuando mi padre se canso de pegarnos se fue como si nada pasara a trabajar, yo me quede un poco mas ayudando a mi madre a desinfectarse las heridas y luego salía a toda prisa de la casa para poder llegar a mis clases matutinas. El resto de mi día fue tan normal como siempre, acudí a cada clase, estudie en la biblioteca para mis finales, almorcé en la cafetería con algunos amigos, Camus, un chico de 20 años, de ascendencia francesa que esta en el tercer año de su carrera como historiador, Ángelo  de mi misma edad,  de familia italiana pero que estudia antropología y  Liam, de 21 años, de estirpe sueca y que estudia el profesorado en letra, son las personas en las que mas confió y les tengo cierto aprecio, gracias a ellos he logrado salir adelante con mi carrera y podido soportar la vida que llevo.

Cuando salí de la universidad mi rutina cambio dramáticamente, un coche de la policía se paro delante de mi y de el bajaron dos oficiales, se me pararon en frente y luego uno saco unas esposas, lo mire sorprendido por la acción y momentos después fui arrestado, en la comisaria pusieron en los informes  que fue detenido por disturbios en la vía publica o al menos eso escuche y luego me trajeron a una celda muy apartada de la comisaria. La celda se encuentra al fondo del destacamento, pasando varias rejas y el estacionamiento. No hice nada para defenderme, apenas me dejaron hablar cuando me tomaban las huellas dactilares, uno de los oficiales le miro detenidamente y me susurro al oído un “que lo disfrutes”, el que lleno el formulario me miro con cierta preocupación y luego se fue a toda prisa tapándose con los formularios que acababan de llenar con mi información.

Sentí el sonido de la reja de la habitación abrirse, mire al frente y vi a los dos policías que me habían arrestado, uno de ellos me hizo un ademan de que me acercara, obedecí sin mas esperando una explicación a lo que ocurría, el otro entro a la celda en ese momento y coloco mis manos entre las rejas, después el que estaba afuera me esposo.

-¿pero que?- dijo sorprendido, aun no entraba en razón de lo que pasaba, me habían arrestado sin motivo alguno y ahora esposaban mis manos frente a al reja, mi respuesta llego momentos después.

 Cuando los dos policías se hallaron dentro de la reja comenzaron a golpearme. Los golpes al principio iban a mi abdomen, eran solo golpes de puño, pero estos aumentaron su intensidad, los dos oficiales no se vieron satisfecho con mi sufrimiento por lo que comenzaron a darme patadas, primero en la espalda, luego en el estomago y el pecho, para finalizar me golpearon varias veces en la entrepierna hasta que comencé a sangrar.

Se detuvieron por unos segundos, los mire con ira, no entendía que había hecho para tener que sufrir ese trato, mis padres siempre me dijeron que los oficiales eran gente de bien, hombre de ley que defendían los derechos de las personas, por lo que en mi pensar lo que hacían estaba mal, ellos percibieron mi mirada y me dieron dos puñetazos en la cara por lo que comencé a sangrar de la nariz y la boca, pero mi tortura no iba a terminar tan pronto.

-Aun no me he cansado ¿Qué tal tu compañero?- dijo el que parecía el mas grande de entre los dos.

-No aun no- dijo el otro y me agarro de los cabellos- es mas creo que el me ha calentado ¿Qué tal a ti?

-Sabes que no me caliento con el cuerpo debilucho, sino con el arma- dijo el otro y luego se lanzo a reír macabramente.

Yo me encontraba en el suelo arrodillado, intentando respirar, sangraba profusamente de ambas fosas nasales y la boca, cada tanto tosía y escupía sangre, uno de los oficiales me obligo a pararme mientras el otro me bajo el pantalón y la ropa interior, al que estaba detrás de mi podía sentir su excitación, su pene se había erguido por sobre las ropas, no puede hacer nada, entre ambos comenzaron a manosearme y el que estaba delante de mi se agacho y paso su lengua por la punta de mi pene, intentaba mantener la calma pero me era difícil, tenia serios problemas parar respirar y estaba siendo abusado por los dos oficiales a la vez.

-Creo que es suficiente- dijo el que estaba delante de mi, mire al frente, el que estaba detrás mío me obligo a arrodillarme mientras el otro saco de dentro de sus ropas su miembro completamente erguido- debes tener hambre, vamos, mama, te gustara mi leche.

El que estaba detrás de mi se arrodillo, se me acerco y me susurro al oído- de ahora en mas eres nuestra puta, así que obedece o te ira peor.

Pensé que no podría salvarme de aquello, por lo que vivía los rumores eran más que ciertos, pero de pronto sentí el sonido de las rejas de afuera abrirse, los tres miramos y allí, delante de nosotros había otro oficial, entro a paso firme y de manera brusca empujo al que estaba delante de mi, haciéndolo caer.

-¿Qué haces Aioros?- pregunto el otro aturdido.

-Evito que cometan una locura, eso- dijo severamente, luego se acerco a mí y me ayudo a levantarme, por su tono de vos pude reconocer que fue el que me saco la impresión de las huellas dactilares.

-Claro, porque tú no lo haces obviamente no esta bien, ¿a quien engañas Aioros?- dijo el que estaba detrás de mí.

-Para comenzar son dos contra uno, ¿quieren matarlo?- dijo con enfado luego el me abrazo llevándome a sus brazos y me susurro- tranquilo, te sacare de esta, no temas.

-En ese caso de que lo viole uno a la vez, pero no nos arruines nuestra diversión Aioros-  dijo levantándose uno.

-También es mucho, son dos, ¿no saben contar o que?- dijo Aioros.

-Nosotros lo levantamos, nosotros nos ocupamos de el- dijo el otro molesto y se acerco.

-Aioros el nos pertenece ahora- dijo el que estaba detrás de mi, me tomo del brazo fuertemente- además ¿Qué sabes tu de placer? Eres virgen y nunca has cumplido con la iniciación

-Soy policía, no abuso de mi poder- dijo secamente y volvió a llevarme hasta el.

-Es cierto- dijo el otro levantándose- Aioros tu nunca te iniciaste ¿no es verdad? Hace poco que eres policía y nunca has cumplido con el rito- dijo con sarcasmo.

-No cumpliré con ningún rito que signifique ir en contra de mis principios y de los ideales de justicia que jure proteger cuando me hice policía- dijo severamente.

-Ruso, ve y avísale al Latino- dijo el que estaba detrás de mí- de aquí no sales Aioros.

El tal ruso se acomodo la ropa lo más rápido posible y salió a toda prisa de la celda, Aioros saco del bolsillo de su pantalón un manojo con varias llaves y me quito las esposas para luego llevarme a su pecho, me coloco debidamente la ropa y luego me abrazo.

-Tranquilo, no te aran nada, lo prometo- me susurro al oído- no temas, no permitiré que te toquen.

Pasaron varios minutos, que me parecieron horas, el ruso volvió junto a alguien mucho mas alto, otro oficial al parecer, tenia el uniforme y encima una chaqueta de cuero, se acerco a nosotros y nos miro fijamente, me alejo de Aioros de un solo golpe, Ruso me sujeto de ambas manos por la espalda para que no pudiera oponer resistencia, el nuevo oficial me bajo la ropa y me rompió la camisa de un tirón.

-¿Qué haces?- dijo Aioros intentando interponerse.

El Latino me agarro de vuelta y me manoseo con sutileza para después lanzarme a donde Aioros, el cual me acurruco en sus brazos. Sentí temor, me oculte en su pecho y el me abrazo fuertemente, pero unos segundos después, El Latino, me saco de mi refugio y me tiro a la cama de la celda.

-Es virgen- dijo seriamente, miro a Aioros frívolamente- supongo que sabes las reglas de la iniciación ¿cierto Aioros?

-No se que es, pero si lo que pretende es dañar al chico me niego- dijo al Latino seriamente.

-Te las explicare como el mas veterano- dijo con frialdad- cuando un nuevo integrante llega a la fuerza pasa por un rito de iniciación, este consiste en tener sexo, si lo haces con un virgen este se convertirá en un prostituto, uno para todos los oficiales, cualquiera que lo encuentre puede fallárselo desde el momento en que lo vacunaste.

-¿Acaso no escuchas?- dijo enfadado- no tendré relaciones con el ni con nadie, no are esa iniciación, no me convertiré en un depravado.

-Deberás hacerlo- dijo levantando la mirada, saco su arma de su funda y me apunto- Tu decides, Lo haces prostituto o se muere- le quito el seguro al alma, mire con miedo, me apuntaba directamente a la cara, el cañón sonó de repente, cerré los ojos esperando el impacto, pero nunca ocurrió, abrí los ojos, la bala había llegado a dar a una pared pasando por centímetros al lado de mi rostro.

-Baja el arma, lo are- dijo resignando, se acerco con lentitud hacia la cama donde me encontraba y se recostó sobre mí, me miro fijamente, su mirada demostraba tristeza y resignación, me miro con ternura y luego me susurro- cierra los ojos, intentare no hacerte mucho daño ¿esta bien? Si te duele demasiado puedes lastimarme ¿entendiste amigo?

-Si- dije con temor, instintivamente lo abrase fuertemente.

Aioros se desabrocho el pantalón rápidamente, los dos oficiales que me habían apresado comenzaron a silbar mientras el que llamaron Latino nos seguía apuntando con el arma, quince segundos tardo Aioros en masturbarse para erguir su pene, quince segundos en lo que temí, durante los cuales llore, y que luego cuando me penetro se hicieron la hora mas terrible de mi vida, sin ningún tipo de preparación, geles ni nada Aioros se adentro en mi y estuvo empujando durante mas o menos una hora, el me decía que no opusiera resistencia que intentara disfrutarlo para no tener dolor al menos, pero fue inútil, me mantenía tenso y el dolor se hizo mas fuerte con cada estocada hasta que su liquido caliente me invadió y al menos el se canso, salió de dentro mío y se sentó en la cama tomándose la cabeza. Los oficiales se fueron riendo sin más, El Latino se quedo y luego me obligo a sentarme en la cama, saco de uno de sus bolsillos un anillo de color azul y me coloco en el pene, haciéndolo llegar hasta la punta.

-Felicidades Aioros, eres todo un oficial- dijo riendo con cinismo- y tu eres de ahora en mas un prostituto, acostúmbrate- se coloco la mano en los bolsillos y se fue.

Aioros me miro fijamente, empecé a llorar cuando vi su mirada, el me abraso fuertemente y me llevo a su pecho.

-Tranquilo, ya paso- me susurro, se quito la camisa y me la coloco- sabes que no quise hacerlo, ¿verdad?

-Si- susurre entre sollozos.

-No quise lastimare, lo lamento ¿te duele mucho?

-¿tu que crees?- dije mirándole con enfado.

-Te debe de doler bastante- dijo mirando hacia la pared- Sabes, cuando mi hermano se lastimaba de pequeño siempre lo reconfortaba con algún dulce-dijo mirándome con dulzura, luego se levanto y me levanto en brazos- son como las dos de la madrugada, no hay nadie en la jefatura hasta la sección de delitos graves, podremos irnos sin que nadie nos vea, te llevare por algo dulce ¿Qué dices? Yo pago.

-No soy un niño- dijo enfadado.

-Lo se, pero no esta bien lo que hice y no creo que vallas a estarlo, nadie lo estaría en tu situación, necesitas que alguien te cuide, aunque sea por el resto de la noche, yo fui quien te causo ese daño, corresponde que yo sea quien te cuide por ello.

-No es necesario, deseo ir a casa- dijo entre suspiros.

-Yo te llevare en ese caso.

Aioros coloco cada uno de mis pies a cada lado du cintura y me levanto con sutileza, a paso lento pero constante llegamos hasta el estacionamiento, había muchos autos, la mayoría de la policía y algunos de color negro azabache, Aioros me subió en el asiento trasero de uno de color azul marino y luego el fue al asiento del conductor, me quede recostado en el asiento mientras avanzábamos por la cuidad, miraba con la vista perdida, no me sentía para nada bien con lo que me había pasado. De pronto el auto se freno, me senté con lentitud sobre el asiento viendo mi barrio por la ventana, quise bajar pero Aioros me detuvo y volvió a poner en marcha el automóvil.

-¿Por qué no me dejaste en mi casa?

-Es peligroso- dijo secamente- según la radio ahora hay un enfrentamiento entre tres bandas en la zona, te llevare a otro lugar donde no corras tanto peligro, al menos durante la noche.

Me volví a recostar en el asiento resignado, Aioros lo noto por la forma en que lo hice pero se mantuvo en silencio hasta que paro de nuevo casi media hora después, volví a levantarme con dificultad notando un motel de dos pisos delante de mi, abrí la puerta lentamente, Aioros se apresuro a bajar del auto para ir a ayudarme y levantarme en brazos, me llevo hasta una habitación de la planta baja, saco de su bolsillo, con mucha dificultad un par de llaves y abrió la puerta.

La habitación era un poco mas grande que la celda, había una cama de dos plazas con un acolchado de color rojo, dos mesas de luz de roble y tenia en el techo dos pares de focos, unos de color rojo y otros de amarillo, había dos puertas, una que era la del baño y la otra de un pequeño armario.

-Vengo aquí de vez en cuando, por eso tengo la llave- me dijo Aioros, entro a la habitación y usando su pie cerro la puerta de un golpe, luego me recostó sobre la cama- te preparare un baño tibio para que te relajes.

Me quede mirando la cama en su totalidad y me recosté en ella, se sentía muy mullida y suave, tome una de las almohadas y la abrace fuertemente, empecé a llorar de inmediato, lo cual fue percibido por Aioros, quien se acerco y me abrazo para tranquilizarme.

-Mañana quieras o no te comprare un helado- dijo mirándome con una sonrisa burlona, yo escondí mi rostro en la almohada, el me miro preocupado-No has conocido el amor ¿cierto? Por eso me miras así, te viole, te quiételo mas preciado que esperabas darle al amor de tu vida- yo le asentí con la mirada, el paso su mano por mis cabellos- Yo lo siento, me gustaría hacer algo para recompensarte- dijo casi entre susurro y pensó un momento, luego chasqueo los dedos- y si ¿hacemos el amor?

-¡He!- dije sin entender.

-Veras, cuando dos personas que no se conocen tienen relaciones, eso es sexo, la violación que consume, pero cuando dos personas se quieren y tienen relaciones a eso se le llama hacer el amor, podemos hacer el amor- lo mire sin entender, el se sonrojo y me tomo de la mano-quiero que imagines esto, como un juego de rol, tu y yo nos queremos mucho, vamos a hacer el amor por primera vez.

-No  te conozco, ni tu a mí- dije en susurro.

-Me llamo Aioros Sagitari, soy de sagitario y hace casi un mes que soy oficial, normalmente me mandan a vigilar barrios peligrosos, me gusta la arquería, tengo un hermano menor que es idéntico a mi solo que de cabello más claro y es de Leo, es tu turno.

-Me llamo Shura Capricorn, tengo 23 años, soy del barrio de la banda 10, estudio comunicación en la universidad, practico esgrima en mi tiempo libre y todo lo que tenga que ver con espadas, soy el menor entre dos hermanos- dije con timidez.

 Aioros me acomodo en la cama  y luego se me acerco lentamente para  darme un beso en los labios, fue corto, una pequeña unión de unos segundos, yo me quede tieso, hasta que después volvió a besarme, en un beso un poco mas largo y continuo hasta que luego con su lengua abrió mi boca, volvió a darme un beso corto, me empujo con su mano para recostarme sobre la cama, se coloco encima de mi y volvió a besarme, pero en un beso apasionado, con su lengua dentro de boca, moviéndola con rapidez por toda mi cavidad, me asuste y rápidamente me lo quite de encima.

-No quiero- dije con temor- no quiero.

-Déjate llevar- me susurro, volvió a recostarme en la cama-Entiendo que tengas miedo- dijo mirándome con ternura y luego me beso en los labios- déjame recompensarte, solo relájate, no te lastimare.

-Yo no soy…-dije con temor, Aioros volvió a agarrar mis labios en un beso suave y calmo, me recostó sobre la cama y volvió a besarme con mas intensidad, yo me mantenía tieso, no sabia como corresponder.

-Solo haz lo que yo- respondió serenamente y me miro con ternura- comencemos por el beso, convirtamos el roce de labios en un beso apasionado, lo aremos como en las películas, es mi primera vez, así que no eres el único, primero uniremos los labios en un beso lento y lleno de amor, pero debemos corresponder nuestros besos, intentémoslo, cierra los ojos si se te hace difícil.

Accedí a su pedido, cerré mis ojos lentamente y luego me relaje un poco, Aioros pronto se coloco encima de mi nuevamente y comenzó a besarme con lentitud en los labios, comenzó a bordear mi boca, comenzando por el labios superior y luego el inferior, temeroso continua con cada cosa que hacia, comencé a besarlo sin darme cuenta a disfrutar de aquello, luego Aioros paro en seco y me miro de frente.

-Ahora viene el beso apasionado, abre la boca, yo pondré la mía sobre la tuya, luego nuestras lenguas deberán juntarse, pero debemos besarnos.

Asentí con la mirada e hice lo que ordeno, nuestros labios se cerraron en lo que fue mi primer beso apasionado y para hacerlo mas especial Aioros me acariciaba y besaba como si en verdad me amara, pronto comenzó a despertar en nosotros aquel instinto animal, nos besábamos con pasión y lasciva, pronto dejamos de ser dos extraños para parecernos a dos amantes.

-Hora de quitarnos la ropa- me susurro al oído con sensualidad, continuo besándome apasionadamente mientras el se desprendía la camisa y se la quito, dejo mis labios un momento para quitarme la ropa que me cubría el pecho y volvió a besarme apasionadamente, beso que correspondía lleno de placer. Con sus manos comenzó a excitarme los pezones, deje que abandonara mis labios para el lamérmelos y morderlos, dejando su marca personal, luego sentí sus manos en mi cintura desajustándome el pantalón, con lentitud me quito el pantalón y la ropa interior y seguido el se sentó sobre mi cintura, se abrió la cremallera del pantalón saco de entre sus ropas su excitado órgano. Volvimos a besarnos apasionadamente en los labios, sus manos se colocaron en mi entrepierna masturbándome  y las mías alrededor de su cuello y comencé a sentir mas calor de lo habitual.

 

Cuando me di cuenta estaba gimiendo de placer, dejamos de besarnos de un momento a otro mientras el se movía en un vaivén excitado frotando su miembro erecto contra mi abdomen y me masturbaba.

-En las películas hay sexo oral- me susurro jadeando- ¿Quieres?

-Nunca lo vi como se hace- respondí agitado.

-Pues te enseñare, lo vi en una película el otro día- me dijo mirándome lujurioso, entre besos comenzó a marcar un camino desde mis labios hasta mi miembro, el cual estaba ya completamente erguido, lo lamio como si se tratase de un dulce delicioso y se lo metió a la boca, por curiosidad me puse a ver, pero duro unos segundos, ya que estaba completamente extasiado y tuve que recostarme nuevamente a disfrutar de aquello. Sin darme cuenta eyacule y Aioros se trago todo lo que salió de un solo bocado, como si se tratase de leche, luego volvió a mis labios.

Sentí curiosidad, de saber como se sentía así que cuando Aioros volvió a besarme en los labios aproveche para comenzar a manosearlo en la entrepierna, el se sonrió, se recostó sobre la cama y me dejo ver su erecto órgano, recordando lo que había visto y sentido repetí exactamente lo mismo que Aioros me hizo en el y tal como me paso, el eyaculo poco después en mi boca, me limpie los restos que quedaron y luego me tire a besarlo. Nos regreso a la posición anterior, besándome cada vez mas y mas apasionadamente, metió dos de sus dedos en mi boca y luego que los lamí los comenzó a meter en mi entrada, dilatándola para causarme menos dolor, luego saco de un cajón de la mesa de luz un pequeño frasco que se encontraba lleno de un liquido trasparente y se lo unto en el pene, intento ponerme de espaldas, a lo que me negué, entonces separo mis piernas de lado a lado y luego se adentro cuan aventurero, metiéndome su miembro hasta que este entro completamente.

-Comencemos a contar- me dijo para tranquilizarme, ya que al sentir su latente órgano adentrase me tense, contamos hasta casi doscientos, luego el comenzó las embestidas, al principio eran una cada casi cincuenta numero, luego fueron una cada veinte, una cada diez y finalmente se hicieron rápidas.

Comencé a pedir más, más rápido, más adentro, más de sexo, y Aioros me lo dio, llegamos al éxtasis cuando de pronto sentí su semilla entrar en mí y la mía empaparme el abdomen, pero por extraño que pareciera, ambos nos miramos mutuamente, comenzamos a besarnos apasionadamente y continuamos hasta que el cansancio nos gano.

Desperté a la mañana siguiente, con un terrible dolor, Aioros estaba a mi lado durmiendo y ambos estábamos completamente desnudos, me recosté en la cama a pensar y luego mire los labios de Aioros, me acerque lentamente y lo bese, acoto seguido el despertó y correspondió el beso.

-Es Sábado, podemos estar todo el santo día aquí- me dijo mirándome con picardía.

-¿No tienes que trabajar?- le pregunte intrigado- es Sábado y los sábados hay mas vandalismos, por eso me encierro en la biblioteca los sábados.

-Pues este sábado no- me dijo mirándome con seriedad- dudo que lo de anoche sea suficiente para compensarte, además que te debe de doler…y debo pensar en algo.

-¿a que te refieres?- pregunte sin entender.

-Ahora eres uno de los prostitutos de la jefatura- dijo pensante- cuando camines solo o te vean saliendo de clases o hasta cuando estés en tu casa o en la biblioteca estudiando irán por ti y serán salvajes para contigo, si bien no puedo decirles que no te toquen, pero puedo evitar que lo hagan- dijo abriendo los ojos de par en par- Dame tu celular.

-¿para que?- pregunte sin entender.

-Escucha, no puedes, ni debes estar solo o sin mi, si te ven conmigo pensaran que te estoy usando ¿entiendes? En cambio si te ven solo no se portaran nada amables, deberé de cuidarte de ahora en mas- dijo seriamente- quiero que me des todos tus horarios de clase, nos pondremos de acuerdo, me esperaras antes y después de tus clases, te llevare a mi apartamento para que puedes estudiar sin ningún problema, no deben verte solo- tomo mi celular, escribió algo y luego me lo devolvió- después de clases me llamas, cuando todos tus amigos se estén por ir me llamas, te iré a buscar.

-Entonces ahora no podremos...- le dije mirándolo con temor.

-Me temo que así es la situación-dijo mirándome desolado, luego me tomo el rostro con dulzura y me sonrió- estamos unidos.

-Somos pareja- dije dudando, el me miro sonriendo de par en par

-Se diría que si- dijo sacando una sonrisa picarona, luego chasqueo los dedos, lo mire sorprendidos, momentos después se levanto de la cama y comenzó a buscar algo de entre sus ropas, saco dos argollas metálicas, las cuales me quede sorprendido al verlas, se acerco a mi nuevamente y me coloco una en el dedo índice de mi mano derecha- Yo, Aioros, Prometo cuidarte, protegerte y quererte hasta el fin de mis días, en las buenas y en las malas, en el éxito y el fracaso, algo que será muy notable siempre porque tu estas repleto de una energía de éxitos mientras yo soy mas fracaso, en la riqueza y en las pobreza, en la salud y en la enfermedad.

-¿No es muy pronto para eso? - pregunte mirando la argolla metálica- es decir, tengo apenas veintitrés años, estoy terminando mi carrera en la universidad, tu eres policía y nos conocimos hace algún par de horas...es muy pronto

-Estamos unidos de ahora en mas- me dijo sonriéndome y luego paso sus manos lentamente por mis cabellos, al parecer peinándome-creo que es mejor así, nos conoceremos con el tiempo, dejaremos que nuestras vidas sigan, pero tengo prioridades como tu esposo.

-¿Qué prioridades?- pregunto aterrado al escuchar eso.

-Primero, vivirás en mi apartamento, tu barrio es muy peligroso para ti, hasta que tengamos mas confianza en uno y otro tú dormirás en una cama individual, tienes prohibido mentirme, en especial en lo que respecta con otros oficiales, si te llamo me atiendes, mantén esto en secreto con tus amigos, si alguno esta siendo violado por otro oficial querrá un trato parecido.

Continuara 

 

Notas finales:

Espero les allá gustado, el próximo capitulo sera de MiloxCamus.

Como siempre dejo una pequeña encusta que me servira de guia en los capitulos venideros, las parejas ya las tengo pensadas por el momento y ya hay cuatro que estan armadas, cinco si contamos la mas vieja en el fic XD, estuve leyendo fics varios y siempre Kiki es pareja de un mayor, como Shiryu Orfeo o hasta Mu, quiero saber que les parece esta pareja.

KikixJacob.

Para los que no se acuerdan Jacob es el pequeño amigo de Hyoga que vive en Siberia.

Adelantos del próximo capitulo:Camus es un chico universitario que a avanzado a pasos agigantados en su carrera en la universidad, pero desde hace un año vive atormentado, ¿porque? ¿quien lo atormenta? ¿ podrá alguien ayudarle? Todo esto y mas en el siguiente capitulo


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