ANUNCIO
[1]
Sus manos apretaban con fuerza su pecho tratando de detener aquel espantoso dolor que le hacía tan difícil el poder respirar mientras su cuerpo se estremecía por completo negándose a aceptar lo que sus oídos escuchaban en ese momento. Esa sería de las últimas exclamaciones del público para ellos.
X Japan había muerto. El sueño que tanto tiempo se había esforzado por mantener en pie se estaba viniendo abajo.
- Lo siento Yoshiki –fue lo único que atinó a decir el que se suponía su amigo de toda la vida para después retirarse y dejarlo totalmente solo.
Fue entonces, cuando el silencio envolvió por completo aquel lugar, que comprendió que no era un mal sueño. Su presentación había llegado a su fin, y con ella la noticia de que Toshi abandonaba el grupo y sin él la banda se venía abajo. Y ya sin poderlo evitar más rompió en llanto.
Segundos después la puerta se abrió nuevamente sin que Yoshiki lo notara dejando pasar por ella a un animado pelirrosa que sostenía en sus hombros a un pequeño infante. Ambos reían felices, completamente ajenos al dolor del rubio.
- ¡¡¡Yo-chan!!! –Decía el mayor buscando al aludido con la mirada- ¿Adivina quién vino a vernos? –canturreó.
Al escuchar su voz Yoshiki reaccionó y comenzó a limpiar sus lágrimas con sus manos temblorosas procurando que el negro maquillaje que delineaba sus ojos no se corriera. No quería que lo viesen llorar y mucho menos Hide, de quien era imposible predecir la reacción que tendría. Lamentablemente para él, su rapidez no sirvió de mucho.
- ¿Yo-chan? –Habló nuevamente el pelirrosa bajando de sus hombros al pequeño al notar que Yoshiki había estado llorando- ¿Te sientes bien?
Casi de inmediato el menor de los tres salió corriendo hasta llegar donde el rubio, lo rodeó con sus brazos en un tierno abrazo y volteó su cabecita mirando a Hide con sus grandes ojos negros.
- Papi –le habló con inocente preocupación en su mirada- ¿Qué tiene mi mami?
- No es nada –Fue el mismo Yoshiki quien respondió dirigiéndose a ambos- Ya me siento mucho mejor.
- ¿De veras? –le interrogó el niño.
- Si pequeño –le sonrió el rubio mientras revolvía con sus dedos el cabello azabache del menor.
El pelirrosa también se acercó hasta donde estaban los otros dos y se puso a la altura del más pequeño.
- Bueno…Yo conozco un buen remedio para que mami se ponga mucho más feliz –le dijo Hide alegremente- ¿Porqué no salimos los tres a dar un paseo?
- ¡S! –Exclamó el pequeño lleno de alegría- ¿Podemos Mami?
Los dos mayores sonrieron al ver los ojos suplicantes del menor.
- Claro que podemos Hi-chan –aceptó Yoshiki con dulzura al mismo tiempo que se hacía consciente de una extraña pesadez en su cuerpo. “Solo necesitó relajarme un poco” pensó.
- Bien, entonces ¡Andando! –exclamó alegremente el guitarrista alzando sus brazos al aire con emoción.
- ¿Y qué haces aquí si se supone que deberías estar en casa? –le preguntó Yoshiki al infante mientras los tres se encaminaban a la puerta llevando de las manos al menor entre él y Hide, uno en cada lado.
- Es que quería ver a mami y papi tocar –explicó el niño- como escuché a mi tío Toshi decir que era uno de sus últimos conciertos y por eso le pedí a mi nana que me trajera…
El rubio sonrió de lado recordándose el hecho de que debía conseguir una mejor niñera para su hijo. Y calló en la cuenta de que las palabras del pequeño poco a poco iban sonando más lejanas en sus oídos mientras sentía como sus piernas comenzaban a flanquear.
- ¿Yoshiki? –La voz de Hide llamándolo fue lo último que logró escuchar antes de que su cuerpo diera de lleno con el suelo sumido en la inconsciencia.
o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0oo0o0o0o
El suave tacto de una mano recorriendo lentamente las hebras de su cabello le hizo despertar lentamente para encontrarse en la habitación de un hospital con Hide sentado a su lado. Quién, al ver que se movía, sonrió aliviado.
- Es bueno verte despierto de nuevo –Canturreó con una vocecilla graciosa el guitarrista.
- ¿Qué fue lo que pasó? –le preguntó el rubio sin comprender aún muy bien que hacía en aquel lugar y haciendo memoria de la última imagen guardada en su mente- ¡¿Dónde está Hi-chan?! –Agregó recordando a su pequeño al mismo tiempo que trataba de incorporarse, desistiendo casi al momento de notar la pesadez de su cuerpo.
- Tranquilo Yoshiki –Trató de que el menor no se moviera más colocando una de sus manos sobre su pecho- Te desmayaste –explicó- Y le pedí a Pata que se encargará de Hi-chan, así que estará bien. Ya sabes cuánto le agradan Kotaro y Kotetsu (N/A: Los gatos de Pata) además prometió que vendrían a verte más al rato.
- Lo siento Hide-chan –Susurró Yoshiki- Hice que se preocuparan por mí.
A lo que el pelirrosa negó con un movimiento energético de su cabeza.
- ¡Vamos Yoshiki! ¡Para eso estamos ¿no?! –Le dijo- Sabes que lo más importante ahora es que te recuperes para que puedas seguir ensordeciéndonos con tu batería –Bromeó logrando sacarle una leve sonrisa al rubio.
- Gracias Hide –le dijo al fin.
- ¿Por qué no dejas de gastar tu linda voz y mejor descansas un rato más? –Sugirió Hide volviendo a acariciar su cabello.
El rubio asintió y acomodó su cabeza sobre la almohada. Observó mejor aquel lugar encontrándose con que los rayos del sol eran los culpables de iluminar la estancia. Ya habían pasado horas desde el concierto.
Así fue que pasaron varios minutos en silencio hasta que la puerta fue atravesada por el doctor que había recibido a Yoshiki al llegar y que era seguido de cerca por una enfermera.
- Hola señor Hayashi, que bueno que ya haya despertado –le saludó el hombre – Soy el doctor Katou.
Habiéndose presentado, el doctor sumió su mirada en el que parecía ser el expediente del rubio, leyendo en silencio y haciendo una que otra pregunta de vez en cuando. Mientras, la enfermera hizo una rápida inspección en la habitación de Yoshiki vigilando que tomase un par de medicamentos.
- Muy bien, parece que sólo tuvo un colapso –comentó el doctor sin apartar su mirada del expediente- pero tendrá que quedarse un par de días más –indicó dirigiendo ahora su mirada a los dos jóvenes frente así.
- ¿Le ocurre algo más? –preguntó Hide conteniendo las ganas de sacarle toda la información sobre la salud de Yoshiki con un buen guitarrazo, tal vez en parte porque no traía consigo a su fiel instrumento.
- Antes que nada necesito hablar con el señor Hayashi a solas.
- No hay problema –respondió el pelirrosa felizmente restándole importancia- Yoshiki es casi como mi esposa ¿Verdad Yo-chan? Lo que sabe él lo sé yo.
El aludido tan sólo asintió con el rostro más rojo que un tomate.
- Bien, siendo así está bien –El doctor dio un suspiro cediendo en aquel asunto al asumir que el excéntrico pelirrosa era pareja de su paciente y como tal también le concernía escuchar- Primero que nada tengo que felicitarles ya que pronto tendrán un hijo.
Ambos músicos se miraron perplejos y seguidamente devolvieron su atención al doctor.
- El asunto aquí –comenzó este sin darles tiempo de procesar la noticia- es que creo que lo mejor sería que el señor Hayashi se quedara los días que sean necesarios para asegurarnos de que el producto esté completamente sano y que el incidente de ayer no le vaya a perjudicar de ninguna manera –al parecer sus interlocutores se habían quedado mudos ya que no soltaban una sola palabra- Ahora los dejaré solos para que puedan conversar entre ustedes.
Y dicho esto el doctor abandonó la habitación.
-¡¿Escuchaste lo que dijo Yoshiki?! –Habló el guitarrista desbordando de emoción- ¡Hi-chan va a tener un hermanito!
El rubio seguía sin hablar pero ahora una enorme sonrisa curvaba sus labios. Y sin pensarlo mucho rodeó con sus brazos al pelirrosa y comenzó a llorar de alegría.
...