ZETSU y SOBREVIVIR
La ciudad de Konoha era un sitio lúgubre.
Generalmente estaba gobernada por mafias, la policía no daba abasto y no conseguía detener a apenas un tres por ciento de los malhechores, si es que si quiera lo intentaban, porque el que no estaba corrupto, era un holgazán, y apenas 3 de cada 10 hacían algo útil.
La ciudad estaba dividida en dos zonas, el barrio rico, donde todo era esplendor y lujo; mansiones, jardines de ensueño, parques limpios… Pero todo el mundo que vivía en esa exclusiva zona, era o un jefe de la mafia, o un político corrupto.
En ese feliz y exclusivo barrio rico, los problemas del resto de la ciudad no llegaban. Era como una burbuja aislada del mundo. Tenían de hecho sus propios colegios e institutos privados.
En cambio al sur de la cuidad estaban aquellos llamados "marginados" o según algunos ricos "la escoria de la sociedad".
Esta historia trascurre en la zona sur de la ciudad, con un joven bicolor, que no era considerado raro en esa zona, pues la mayor parte de la población de la zona sur sufría de malformaciones por los desechos nucleares. Pero ese no era el caso de Zetsu.
O al menos no aparentemente.
Vivía en una vieja casa abandonada. El joven nunca había conocido a su madre, lo más probable es que muriera cuando él no tenía memoria aún.
Su padre nunca habló de ella.
Hablando de ese personaje que era su padre; era un policía llamado Akihiro tenía cicatrices en la parte derecha de la cara, y era un borracho.
Sus borracheras no comenzaron tras morir la madre de Zetsu, si no que comenzó a beber cuando fue degradado en el cuerpo de policía de puesto por corrupción.
Obviamente nadie sancionó a ningún miembro de la mafia por sobornar a un agente de la ley. Ellos eran intocables.
Zetsu iba a un instituto junto más gente.
Todos unos auténticos delincuentes. Todos habitantes de los suburbios.
Zetsu no se llevaba bien con nadie, él era el más "malo" de todo su instituto.
Siempre estaba en el despacho del director, aunque el director ni si quiera estuviera en su puesto.
A Zetsu le obligaron a guardar el secreto de que el director no estaba.
Lo más probable es que aquel hombre se hartara de llevar un instituto sin fondos, con una panda de niñatos busca líos energúmenos que no dejaban de romper ventanas, robar borradores y pintar con espray las paredes de las aulas.
El director era una figura muy importante, él era el único capaz de infligir un poco de respeto en los chicos. Si él se había ido todos se descontrolarían aún más.
Zetsu era expulsado de clase todos los días, y su padre le arreaba un puñetazo, diciéndole a Zetsu que era por su bien y que si no estudiaba no llegaría a nada, entonces Zetsu orgulloso y chulo contestaba.
"¿Cómo tú?"
Y solo desencadenaba más golpes.
Desde niño Zetsu nunca pudo tener amigos varones, porque entonces su padre aparecía con un bate y le golpeaba preguntándole si acaso se volvió marica.
Desde hace años Zetsu no tenía amigos. Solo, quizás, "colegas".
Zetsu se había negado a beber, porque no quería ser como su padre aunque si fumaba.
Un día tras ser expulsado al pasillo por insultar un profesor, tuvo la idea de largarse.
Largarse para siempre.
Asique con sigilo se largó del instituto.
"esos cabrones…" pensaba.
El bicolor no tenía más objetivo en la vida que sobrevivir.
Mientras daba patadas a una lata por uno de las calles de la ciudad, frías y húmedas, de estrechas aceras, grises topó un algo.
Unos hombres golpeaban a otro chico con barba que estaba sangrando ya.
-os lo juro, por favor, no sé nada, por favor no sé dónde está el dinero-rogaba el hombre en el suelo.
-Ya… ya…-dijo un joven de piel azul bastante alto atizándole otro golpe.
-por favor déjenme, déjenme…-rogaba el otro.
El de piel azul le iba a atizar otro golpe cuando el joven junto a él de menos altura posó su mano sobre el hombro de este.
-déjalo, se lo llevaremos a Sasori a que le dé el suero de la verdad.
-sabes que lo habría matado-dijo con una sonrisa el más alto-no tengo piedad.
Kisame le golpeó con la parte de atrás de la pistola dejándolo K.O.
-y ahora… debemos encargarnos de ese mirón…-dijo el moreno sin mirar a Zetsu si quiera.
"mierda… ¿Cómo me descubrieron?"
El de piel azul se giró y descubrió que Zetsu les estaba espiando al fondo.
Zetsu se alarmó y salió corriendo.
-da igual lo que huyas te atraparé.
Zetsu corrió a la misma velocidad que corría cuando huía de la poli, que era muy amenudeo.
-joder… joder…-murmuraba el joven bicolor.
Tenía que haberse quedado en el instituto.
Cuando se dio la vuelta tras jadear exhausto de tan cansado ejercicio vio que ya no se seguía nadie.
Quizás nunca lo persiguieron, pensaba al recordar que no vio en ningún momento a ninguno ir tras él, y cuando iba a darse la vuelta para continuar andando, quedó cara a cara con el de piel azul, ahora apreció con detalle su cara que parecía tener branquias como un pescado.
-¿sorprendido?
-¿pero como c…?-lo que fuera que fuera que Zetsu iba a decir quedó cortado cuando Kisame lo golpeó en la cabeza haciendo que este se desmayara.
A partir de ese momento el tiempo no pasó para Zetsu.
Lo primero que oyó y le devolvió a la realidad fueron unos gritos a su espalda.
-¿y mi droga, un? ¿Dónde coño está mi droga, un?-decía una voz a su espalda.
-no se Deidara… no nos dice nada… así que es problema de Sasori ahora no nuestro-contestó la voz del joven pelinegro del callejón.
-¡¿qué? ¡Sabes acaso lo que el líder me hará cuando descubra que perdí la mierda de d…!-exclamó con esa voz irritante el rubio pero algo pareció interrumpirle.
-¿Decías algo Deidara?-preguntó una voz seria que Zetsu no reconoció.
EL bicolor abrió los ojos lentamente con una visión borrosa.
Un chico rubio estaba de pie en el centro de la sala gritando como un poseso muy nervioso y tenso, un chico moreno estaba sentado en un sillón limándose las uñas, un pelirrojo parecía que acababa de entrar, y el de piel azul estaba sentado sobre una banqueta al lado de lo que parecía ser una barra de bar llena de licores.
-No, nada en absoluto-dijo el rubio nervioso.
-eso me pareció-comentó el pelirrojo abriéndose paso.
La sala era enorme, y muy lujosa.
Había una mesa de billar, otra de póker, una barra de bar, unos sillones y una televisión aparentemente cara y un montón de puertas que los rodeaban.
-¿Quién es ese crio del sillón?-preguntó el del pelo naranja.
-solo un niño que nos estaba espiando-comentó el moreno.
-Itachi, mierda-dijo pasándose la mano por el pelo el hombre con pírsines-¿por qué lo trajiste?
-¿querías que lo matáramos?-preguntó Itachi sin mostrar emoción alguna.
-exacto-dijo el de pelo naranja.
-¡aja! Ves Itachi te lo dije-dijo Kisame desde el taburete de la barra de bar.
-tch…-dijo Itachi.
El moreno le hubiera matado sin ningún reparo pero no tenía nada contra él, así que, qué decidiera otro sobre su destino.
Pein se sentó él un sillón al lado de Zetsu y bebió un trago de Whisky rápido.
-Madara me partirá las piernas…-murmuró para si mismo.
Zetsu iba a moverse cuando notó que tenía las manos atadas sobre su vientre.
"hijos de puta" pensó Zetsu enfadado.
Y normal que lo estuviera.
Zetsu era un chico que se valía por si mismo muy solitario y orgulloso, la gente le temía a él y no él a la gente. Odiaba parecer débil en cualquier cosa.
La puerta de la calle que tenía una colorida vidriera de abrió de par en par golpeando contra la pared.
-¡joder! ¡Valla maldito día! ¡Tuve que acompañar al gilipollas de mi compañero a matar a un chupapollas por una recompensa de mierda!-dijo un chico de pelo grisáceo echado hacia atrás con gomina.
Todos le miraron al entrar.
-¿joder tenéis algo de beber?-preguntó robándole la copa de Whisky a Pein.
-¡eh! ¡Eso es mío!-se quejó el de pelo naranja, pero como siempre fue ignorado-en este sitio ya nadie me respeta…-se quejó.
-eso no es cierto, es ese idiota el que no te respeta-dijo Deidara.
-lo que sea…-contestó Hidan echando un trago del licor de Pein.
El de pelo engominado se giró y miró con asco a Zetsu que le devolvió la mirada con la misma intensidad de odio.
-¿Quién cojones es esa basura que está en mi sillón?-preguntó Hidan señalándole.
-¡¿Cómo me has llamado imbécil de pelo grasiento?-exclamó Zetsu.
-no es grasiento ¡joder! ¡Es la maldita gomina! ¡¿Pero por qué te doy explicaciones a ti?-preguntó enfadado Hidan.
-estaba espiando a Itachi y Kisame, un-dijo Deidara.
-si… e Itachi no me dejó matarlo…-dijo Kisame con fingido pesar.
-y el líder me partirá las piernas-dijo Pein robándole el vaso a Whisky a Hidan y echando un trago.
-¡Ei!-exclamó el de la gomina cuando le quitó el vaso el de pelo naranja.
En ese momento se abrió la puerta de una habitación que daba a la sala.
-¿Deidara?-preguntó un joven bajito de cabellos rojizos-ven a la sala.
-¿por qué yo?-preguntó enfurruñado el rubio.
-porque eres tú quien perdió la droga comentó Sasori metiéndose de nuevo en el cuarto del que había salido-ven ya, no me gusta que me hagan esperar.
-si… Danna…-dijo el rubio-gilipollas-susurró para que no lo ollera el otro y cerró la puerta tras entrar a la habitación.
Y por la puerta más grande de la sala que de pronto se abrió apareció un hombre enmascarado con solo un ojo visible, y pelo negro.
-¿por qué armáis tanto jaleo?-preguntó Madara entrando en la habitación.
Todos quedaron el silencio entonces.
Pein se puso de pie enseguida como movido por un resorte para mostrar respeto.
-Señor, este chico espió a Itachi y Kisame… y no lo mataron sin no que lo trajeron aquí-dijo Pein.
-¿Qué?-preguntó Madara malhumorado-¿por qué no lo mataron?
-es que… me dio pena y le dije a Itachi-san que no lo matara, Madara-sama-dijo Kisame salvándole el culo al moreno.
-Ag…-dijo Madara enfadado.
Itachi miró a Kisame sin emoción alguna pero expresándole su agradecimiento.
-¿Quién es el chico?-preguntó Madara.
-levántate-le dijo Pein mirando a Zetsu serio.
Zetsu se levantó de mala gana.
-valla… valla…-dijo Madara-¿qué haremos contigo?-preguntó el moreno acercando a Zetsu a él por la cuerda que ataba sus manos.
CONTINUARA… bueno no creo que a nadie le agrade esta mierda escrita por mi XDXD porque me salió fatal pero si alguien quiere que la continúe que me comente o me mande un privado, gracias :D