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Sin Compromiso por XxXAXUXxX

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Notas del capitulo:

 

Lo hice hace un par de meses a la madrugada y como no tenía nada que hacer decidí publicarlo jeje ^^U. 

ADVERTENCIA: no sé redactar bien... (por desgracia) y siempre intento no repetir palabras pero a veces no se me ocurren sinónimos y pues tengo que hacerlo... ¬¬

En fin, eso es todo...

 

 

Sin compromiso
 
Caminando por los pasillos de la compañía se encontraban Uruha y Reita, ambos muy nerviosos…
 
Estaban completamente decididos, ya lo habían hablado cientos de veces los mejores amigos… “Le confesaremos nuestro amor, al mismo tiempo…” siempre se decían cuando tocaban el tema de su “amor platónico”.
 
Uruha estaba pedidamente enamorado de su compañero de cuerda, ya era casi imposible para él ocultarlo, mientras que Reita, no en diferentes condiciones, se derretía por el pequeño vocalista.
 
Ambos estaban muy ilusionados y no querían perder más tiempo, puesto que ya habían transcurrido alrededor de 2 años desde que cada uno se enteró del amor del otro y quién sabe cuanto desde que estaban en sí enamorados.
 
Caminaban apresurados, en busca de esas dos personitas que al parecer eran muy amigas porque se la pasaban compartiendo momentos (lo que a veces provocaba un sentimiento de odio de Uruha hacía Ruki y de Reita hacía Aoi). Pero como nunca se vio nada extraño entre ellos llegaron a la conclusión de que sólo eran grandes amigos… y nada más…
 
Se dirigían a los baños, allí esos dos se la pasaban el rato… Uno arreglándose el otro conversando o viceversa…
 
Pero cuando entraron, decididos, sus mentes no dieron crédito a lo que sus ojos veían…
 
El atractivo pelinegro y el tierno vocalista se estaban, prácticamente, comiéndose el uno al otro de una manera salvaje y hasta repulsiva.
 
El menor, se encontraba sentado sobre el lavamanos con sus piernas enroscadas en la cadera del mayor y sus brazos rodeando su cuello, mientras que el otro tenía una de sus manos dentro de la remera del vocal y la otra rodeando su cintura…  
 
Besándose sin vergüenza, sin intención de detenerse, con la idea fija de cómo terminarían su día en la compañía, importándole nada que sus otros compañeros estuvieran viéndolos y es que en realidad no sabían que lo estaban haciendo.
 
Sintieron como si mil litros de agua, no fría, congelada les cayera encima. Todo comenzó a darles vuelta y los hechos parecían ser observados en cámara lenta…
 
Reita se sintió morir cuando, además de tener que presenciar semejante escena, oyó a su “inocente” pequeño pronunciar ciertas palabras que nunca imaginó que saldrían de una manera tan impúdica de la boca de Ruki… “Házmelo, Aoi... soy todo tuyo… has conmigo lo que quieras…” resonó en su confundida cabecita una y otra vez.
 
…Amigos, si claro… ¿Qué clases de amigos eran esos dos que estaban a punto de “hacerlo” frente a sus ojos?... “unos demasiado buenos” pensó con sarcasmo.
 
Mientras tanto la cara de Uruha era un espectáculo digno de ser visto… jamás en su vida había embozado una expresión tan marcada de horror y sorpresa como en este momento podía apreciársele.
 
Su mente no reaccionaba, tenía sus pensamientos muy ocupados tratando de asimilar la escena de un Aoi y un Ruki al borde de desnudarse y tener sexo frente a sus ojos y él sin poder hacer nada para detenerlos… “¿Con qué derecho pretendo venir a reclamar algo que jamás fue mío?” por fin pudo recapacitar…
 
Pero era demasiado tarde, sus cuerpos (primeramente el de Reita y luego el de Uruha) habían actuado por si solos al intentar detener esa acción depravada y desmedida, en el momento exacto en que Aoi desprendió los pantalones de Ruki intentando quitárselos y este último retiraba su camiseta de su lugar original.
 
-¡No!- gritó Reita al ver las claras pretensiones del guitarrista.
-¡Reita!… ¡Uruha!...- gritaron los dos a la par al notar que estaban siendo vistos por ambos amigos…
-¡Quítale las manos de encima!- se oyó decir a Reita y a continuación se acercó rápidamente alejándolo de Ruki y empujándolo contra una de las cabinas del baño.
 
Uruha reaccionó al instante al presenciar un acto de “agresión” hacía su querido moreno y no dudo un segundo en tomar represarías contra su mejor amigo.
 
-¡Quítate, Reita!- empujándolo y apartándolo de Aoi. -¡Él no tiene la culpa de que ese enano sea un fácil!- señalando al menor mientras “protegía” al pelinegro. –En todo caso, agarrátela con él, pero a Aoi,  no lo tocas ni con un dedo…- le amenazó.
 
Ni Ruki, ni Aoi entendían lo que sucedía… Bien… comprendían que estuvieran extrañados por la situación, enojados por encontrarlos haciendo cosas como esas entre ellos y hasta asqueados por haberlos visto… ¿Pero por qué cada uno actuaba como si su deber fuese proteger a uno de los dos como si el otro lo hubiese estado obligando a hacer lo que estaban haciendo?
 
-¡¿Se pude saber que carajo les pasa?!- preguntó Ruki muy enfadado, logrando llamar la atención del rubio y el castaño… él no era el tipo de persona que permitía que lo dejaran con las ganas y mucho menos que lo interrumpieran.
-Lo mismo pregunto yo…- apoyó Aoi quién seguía sin entender porque Uruha se ponía delante de él como si se tratase de un escudo mientras discutía con Reita y a la vez intentaba evitar que él quisiera tomar represarías contra el rubio al tener sus brazos extendidos hacía atrás.
-¡Tú!... ¡Enano del demonio!…- gritó Uruha apuntándolo con el dedo índice. -¿Cómo fuiste capas de llevar a mí querido Aoi a cometer un acto tan desagradable contigo?-
-¡Ey! ¡Él no tiene la culpa! ¡El culpable es ese degenerado pederasta, abusador de menores!- señalando al mayor de los 4.
-¡Por supuesto que no!… ¡El sería incapaz de hacer algo como eso a no ser que fuese obligado a punta de pistola!- respondió de igual manera.
-¡Yo no lo obligué a nada!- respondió Ruki con los humos subidos a la cabeza.
-¡No mientas!- le acusó el castaño.
-Tú lo defiendes porque estas enamorado y no ves lo indecente y pervertido que es-
-¡Yo no soy ni un pervertido, ni un indecente!…- se atrevió a responder y de inmediato pudo apreciar la asesina mirada de Reita sobre él.
-No lo mires así…- le regañó el guitarrista menor.
-Pues entontecen controla a tu “semental”-
-¡Él no es mi semental! ¡Yo soy el seme!- gritó con indignación.
-Si claro, Barbie con sorpresa… todos saben que tú no podrías llevar las riendas de nada…- le devolvió Reita.
-¡¿Cómo te atreves?!- mirando al rubio con ganas de ahorcarlo.
 
Mientras que los dos amigos discutían como si fuesen los únicos en ese baño, Aoi y Ruki miraban desentendidos y extrañados la situación ¿De qué rayos hablaban esos dos?
 
-Acéptalo, Uruha… eres un dominado…-
-¿Así?... Bueno déjame decirte que tú no te quedas atrás-
-Al menos yo nunca tendré que discutir “que posición me toca hoy”-
-¿Eso crees? Yo no estaría muy seguro… y menos con Ruki…-
-Óyeme, Uruha, yo nunca seré “uke” ¿Oíste?-
-Eso lo veremos… porque… […]-
 
Ambos continuaban discutiendo sin siquiera sospechar el nuevo plan que tenían sus amores…
 
Cansado de oír la conversación nada comprensible y totalmente desubicada del rubio y el castaño, Aoi se decidió por hacer lo que le sale mejor, “huir” de la escena dramática.
 
Bastó una simple seña con su cabeza para hacerle entender a Ruki que saldrían de aquel lugar haciendo el menor escándalo posible.
 
El vocal comprendió la idea y se deslizo por la mesada del lavamanos sin emitir ni un sonido, mientras que su compañero se movió lentamente por detrás de Uruha hasta llegar a la puerta del servicio.
 
Tomó a Ruki de la muñeca intentando que ni Reita ni Uruha notaran sus movimientos y se lo llevó a fuera, corriendo rápidamente hacía una de las salas de ensayo bacías.
 
-¿Qué les estará pasando a esos dos?- preguntó el pelinegro acercándose a Ruki.
-¿A quién le importa?... Continuemos con lo nuestro…- rodeando nuevamente sus brazos en el cuello del mayor.
 -Tienes razón…- tomándolo por la cintura para apegarlo aún más a su cuerpo. –Bien… ¿En dónde estábamos?-
-En esto…- besando con entusiasmo a su acompañante mientras lo empujaba dirigiéndolo hacía un sofá, provocando que éste cayera de espalda sobre el mismo. –Ahora… olvídate de esos intrometidos…- subiéndose encima del mayor, colocando cada una de sus piernas a sus costados mientras lo besaba nuevamente con fervor.
-Como desees pequeño…- correspondiendo el beso de igual manera.
 
En el baño, ninguno de los dos amigos se habían percatado aún de la falta de cierto pelinegro guitarrista y de su acompañante, el niño rubio.
 
-Estoy seguro que Ruki fue seducido por ese pervertido-
-Y yo estoy convencido de que fue al revés… ¿Verdad…? ¿Aoi?- volteando para “ver” al guitarrista, cosa que no pudo hacer porque éste ya no estaba allí desde hace barios minutos atrás.
-¿Dónde están?- preguntó Reita mirando a todos lados.
-¡Se nos escaparon por tú culpa!-
 -Será por la tuya, tonto-
-Ay, cállate… tenemos que encontrar a esos dos antes de que sea demasiado tarde…-
-Tienes razón…- al fin terminaron de luchar verbalmente para unirse y hallar a los causantes de su inesperada discusión.
-¿Dónde crees que se hayan ido?- preguntó cansado Reita.
-¿Quién sabe?... Talvez estén en alguno de los camarines o en la sala de ensayo…- caminado fuera de los baños, pasaron por uno de los pasillos donde se oían extraños sonidos semejantes a gemidos y se detuvieron.
 
Mirándose el uno al otro. -¿Crees que sean ellos?- preguntó el rubio.
-Tendremos que averiguarlo…- respondió no tan seguro. Esta vez no era capaz de entrar por el bien de su ya atrofiada mente.
-Bien…- respondió Reita y se dispuso a girar el picaporte con lentitud, luego abrió la puerta lo más tranquilo que pudo, tratando de no ceder ante el miedo de encontrarse con lo peor y salir corriendo con sólo la idea rondando en su cabeza…
 
Finalmente la puerta estaba abierta y la anterior escena no era nada comparada con ésta.
 
Claramente se podía ver al menor sentado sobre Aoi, a la altura de su cadera, con una de sus manos dentro del boxer del pelinegro y la otra acariciando todo su torso. Ambos semidesnudos y excitados…
 
Para Reita fue demasiado y cayó de inmediato como bolsa de papa desmayado al suelo, mientras que Uruha tan solo se quedó observando como ido, parecía como si en realidad nada estuviera viendo, su mente no podía seguir procesando toda aquella horrible información y finalmente también cedió a la inconciencia, desfalleciendo ante los ojos expectantes de Aoi y Ruki, quienes estaban totalmente avergonzados de que tanto Reita como Uruha los hubiesen visto en aquella situación un tanto embarazosa.
 
-Ruki… creo que se desmayaron- inquirió asustado y mirando los cuerpos inertes de sus compañeros
-¿No, en serio?- inquirió con sarcasmo saliéndose de encima de Aoi.
-Talvez fue un shock demasiado fuerte el vernos así…- observándolos con pena.
 -O quizás estén queriendo jodernos el día…- mirando al mayor. –Ignóralos, se comportan como niños…- restándole importancia y acariciando el pecho del moreno.
-Lo siento, Ruki, pero no puedo continuar sabiendo que estos dos están desmayados mientras tenemos sexo con sus cuerpos inmóviles cerca…-
-Ah, si ese es el problema, vallamos a otro lado…-
-No, Ruki… tenemos que atenderlos, ¿Mira si se hicieron daño?-
-Pues nuestra culpa no es… ya viste como nos andaban persiguiendo, eso quiere decir que son unos depravados y que lo que buscaban era justamente vernos “así”-
-¡Ruki!- le reprendió el mayor. –Son nuestros amigos… ¿Cómo puedes pensar eso de ellos?-
-Ay, que ingenuo eres Aoi… pero está bien… ayudemos a los “pobres” desmayados…-
-Primero tenemos que vestirnos…. ¿No crees?-
-¿Por qué?... yo estoy muy cómodo así-
-Ruki, vístete… ahora…- mirándolo serio.
-Ah, okay… pero me debes una sesión de sexo brutal- respondió enfadado, comenzando a buscar su ropa por todo el lugar.
-Bien…- complaciendo al menor e imitándolo en sus acciones.
 
 (Barias horas más tarde…)
 
 Reita abrió los ojos con lentitud, se encontraba recostado en el sillón de la compañía y, a su lado, estaba su amigo descansando en el otro sofá.
 
Pronto llegaron Ruki y Aoi con dos vasos de agua. El primero parecía enfadado, el otro expresaba más preocupación.
 
Reita no sabía cómo lidiar muy bien con la situación… Después de haber visto a su amado enano comportarse de esa manera con su amigo, le quedaba en claro que nada tenía que hacer él allí y que por demás sobraba.
 
En ese momento también despertó Uruha y se sintió un poco más aliviado, ahora al menos recibiría apoyo moral de su mejor amigo…
 
-¿Cómo se sienten?- mirándolos condescendiente. -¿Les duele algo?- ambos negaron con la cabeza y Ruki bufó cansado de la conversación.
-Lo sentimos…- habló el rubio. –Fuimos unos desubicados…- poniéndose de pie. –Vamos, Uruha… dejémoslos en paz- lo llamó con tristeza y el menor no sólo lo ignoró sino que se paró y se acercó al guitarrista mayor.
-No voy a rendirme tan fácilmente, Reita…- sujetando el rostro de Aoi. –Yo no soy de esos…- el pelinegro estaba muy confundido y no atinó a hacer nada más que a permanecer inmóvil mientras Uruha lo acercaba a él en un rápido movimiento y lo besaba sin ninguna explicación de nada. Ruki frunció el seño.
-¿Se puede saber qué rayos haces descarado?- inquirió el vocal cuando Uruha se dignó al fin a separarse de Aoi.
-Reclamando lo mío…- espetó y de inmediato el pelinegro lo miro con extrañes.
-¿Cómo dices?- oh vamos, ¿era necesaria la pregunta?... si, por supuesto que sí… ¿y saben por qué? Porque Aoi no tenía idea que le perteneciera a Uruha ni mucho menos sabía que ya tenía dueño…
-¿Y desde cuando te pertenece?- indignado, Ruki quiso saber desde cuando Uruha se hacía llamar “dueño” del moreno.
-Desde que lo convencí para que tocara en nuestra banda- respondió serio y nadie lo contradijo, porque algo de razón si tenía…
 
Aunque Aoi hubiese sido amigo del antiguo baterista, quién realmente lo convenció para que tocara y probó fue Uruha…
Pero de ser así la regla “de quién lo vio primero” la mayoría le debía total fidelidad… después de todo Reita fue convencido por él, a Ruki lo rescató de otra banda y a Aoi lo fue a ver para probarlo y traerlo… Entonces… ¿todos eran de Uruha?... Nah, ni para tano, si a él no le gusta los “compromisos” y mucho menos los múltiples.
 
-Eso no te da derecho a nombrarte tú mismo su dueño… Ò.Ó- concluyó Ruki. –Pero en todo caso, si te pusiste así de celoso y posesivo sólo porque nos viste besándonos, sólo te voy avisando que no existe nada entre nosotros…-
-¿A no?- sorprendido dirigió su mirada al mayor, éste sólo se limitó a negar con la cabeza.
-No.- respondió nuevamente Ruki. –Y para tú información yo estoy enamorado de alguien más- concluyó saliendo enfadado del lugar, seguido rápidamente por Reita, quién dedujo que ese “alguien más” era él al ver pasar al vocalista y éste dedicarle una mirada cargada de deseo y luego haberse mordido levemente el labio inferior al examinarlo rápidamente y continuar caminando.
-Eh… creo que yo mejor me voy yendo, ya es tarde…- dijo muy avergonzado el pelinegro, jamás había sospechado de las intenciones de Uruha sobre su persona y la manera con la que se enteró dejo mucho que desear... y seamos sinceros… ¿Dónde quedó el romanticismo?... él siempre esperó que aquel que lo amara viniera a confesársele con un ramo de flores o un oso de peluche o al menos una caja de bombones, algo…
Aunque después de la experiencia vivida se dio cuenta de dos cosas...
La primera, que su sueño resultaba demasiado gay a estas altura de su vida y la segunda, que Uruha no era precisamente el hombre más romántico y sensible del mundo, póngasele la firma.
 
-Aoi…- lo llamó el menor logrando que este se detuviera antes de salir por la puerta. –Realmente me gustas…- caminando hacía él y tomándolo de los hombros logró que se volteara a verlo. –Y mucho…- el mayor se quedó  en silencio, realmente no tenía idea que responderle, todo había sucedido demasiado rápido, de un momento a otro te enteras del amor de tú compañero como si se tratara de quién ganó la lotería y encima tiene intenciones de que le respondas un…
-Tú también me gustas mucho…- soltó de repente, ¿desde cuándo le gustaba Uruha? Más fácil era responder el poco tiempo en que no le gustó.
 
El menor sonrió feliz y volvió a besar al pelinegro de una manera suave y tierna.
 
-¿Crees que pueda acompañarte a tú casa?- preguntó el castaño sonriente.
-Creo que sí…- se sonrió el más bajo y ambos caminaron fuera de la sala, dejando a tras a cierto baterista que se hallaba escondido hacía más de 3 hora con el baterista de la otra banda en el baño, justo cuando Ruki y Aoi habían entrado muy excitados.
-Creo que ya se fueron…- comentó con picardía el más alto después de haber oído toda la conversación, logrando acorralar al pequeño baterista contra una de las paredes y haciendo presión al mismo tiempo con su cuerpo sobre el de su acompañante.
-Kai…- suspiró el menor y éste besó sus labios con lujuria.
-¿Si?- recorriendo desde su cuello hasta su clavícula con la punta de su lengua con una lentitud con lo desesperaba.
-Vallamos a un lugar más cómodo…- esforzándose para no caer en la tentación de tener relaciones en el baño y para empeorarla, parados.
-Pero aquí es más divertido…- comenzando a desabrochar la camisa del más bajo.
-Como quieras…- ya totalmente resignado. De todos modos el otro baterista siempre hacía lo que quería y ésta vez no sería la excepción.

 

Notas finales:

 

Bueno no le puse lemon porque no soy buena redactándolo ¬¬ y así me pareció que estaba medianamente completo...

Espero que no les haya parecido ten malo... Bye!! =^.^=

 


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