Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EFECTO DOMINO por fabit

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Todavía tengo pendiente el siguiente capitulo de “La Prueba de Amor” pero la melancolía se apodero de mí y surgió esta historia triste y nostálgica. A veces en la vida tomamos decisiones equivocadas que nos marcan para siempre. Al igual que Ryuchi, yo tome una de ellas y aún me pregunto que “hubiera sido si…..” pero el hubiera no existe, así que hay que vivir el presente afrontando las consecuencias de nuestros actos.

Gracias por leer mi fic. es mi segundo One-Shot y el tercero que hago.

***ACLARACIÓN: Este es un Ryuchi x Tatsua lo menciono por que recibi mails preguntandome ya que parece que había algo de confusión.

Ok espero puedan dejar algún review.







*****
Es irónico como cruel son los juegos del destino. La manera en que trabaja la vida es para mí todavía un misterio. Estar bajo presión nos orilla a hacer algunas de las cosas más raras o tomar decisiones impares que nunca hubiéramos imaginado y cuyas consecuencias provocan reacciones con resultados más graves a medida que se extienden sus alcances.

Confuso verdad?. Lo mismo pensé yo al principio, por eso terminé tomando una de esas decisiones sin saber en ese momento que mi mundo se derrumbaría tan fácilmente como una ficha de domino.

Todo dio inicio cuando a la gente se le ocurrió hablar sobre lo íntimo que estaba volviéndose mi relación con él. Un cuchicheo aquí, un murmullo por allá. Realmente no me preocupó al principio. Nunca presto mucha atención a la chismografía de la oficina. Además, no veía nada de extraordinario el que nos vieran juntos, yo lo consideré un amigo, pero nada más allá de eso. Mi corazón pertenecía a otra persona aunque no era correspondido.

Entonces los rumores empezaron.

El primero cuando él comenzó aparecerse todos los días por el estudio para invitarme a comer. No me pareció extraño después de todo sabía de la gran afición del joven por mí. Siendo un ídolo de rock era normal causar ese efecto entre mis seguidores. Además poco a poco me habitué a su compañía, de alguna manera me entretenía, haciéndome olvidar por momentos mi soledad.

Pronto no sólo fue la comida sino también el desayuno y la cena, se podía decir que gracias a él subí 4 kilos, ya que de algún modo me obligo a hacer los tres alimentos; cosa a la que no estaba muy acostumbrado.

Algunas semanas después sucedió que me asaltaron cuando caminaba por la calle, afortunadamente sólo se llevaron el dinero, dejándonos a Kumagoro y a mi con un susto de muerte. No quería preocupar a nadie así que lo oculte, sin embargo no pude engañar a Shuichi, quien de inmediato noto mi cambio así que me insistió hasta que le confesé el percance pidiéndole que guardara el secreto (Claro! en esa época no sabía que contarle algo a Shu era publicarlo en primera plana y a 8 columnas). Cuando Tohma tuvo noticia me reprendió por mi descuido y tuve que aguantarme el sermón de “Te lo dije” y lo que más rabia me dio es que en verdad me lo había advertido. La reacción de mi rubio amigo se quedo corta con la que recibí de él, quien puso el grito en el cielo amenazando con movilizar a todos los monjes budistas de Japón a un plantón hasta que se encontrara al culpable de mi agravio. Ante la presión de Seguchi por contratarme guardaespaldas para que me custodiaran noche y día, (cosa a la que me negué rotundamente ya que de ninguna manera estaba dispuesto a perder mi libertad). No me quedo otra que consentir en la “desinteresada” ayuda de él, quien a partir de ese momento me acompaño todo el tiempo convirtiéndose en mi sombra.

Y con este nuevo cambio aumentaron los chismes, no sólo en la oficina sino fuera. Los señores de la tienda de la esquina siempre me preguntaban:


-Y como esta su “Amiguito”?

(“Amiguito?”..)Cuál?

- Ese que siempre esta con usted y no se le despega para nada -. Dijeron con sonrisa socarrona.

- Bien -. Termine por contestarles, pensando que por el tamaño pequeño se referían a Kuma-chan.

Los cuchicheos continuaron, pero seguí haciendo caso omiso, en ese momento tenía un amigo y eso era importante para mí.

Una de esas noches en que salí tarde del trabajo, lo invite a tomar una taza de café en mi casa, en realidad él fue quien se metió a la fuerza poniendo un pie en la puerta antes de que la cerrara, dándome esa mirada de cachorro perdido que no pude soportar, así que por educación y un poco de lástima acabe por dejarlo pasar.

Sin saber que esas acciones me llevarían al camino de mí pesar.

Bien dicen que “dales la mano y se toman el pie”, y eso fue lo que sucedió con mi “invitado” quien se aparecía en mi casa a toda hora y yo tan débil ante esos ojos de huérfano desamparado no me atrevía a correrlo.

Las murmuraciones no se hicieron esperar y todo mundo decía que éramos “más que amigos”. Incluso Tohma me mando a llamar para aclararlo pero por más que le jure que no había nada no me creyó, ordenándome que cuidara mi imagen ( “Mi imagen?” Si nunca me preocupo lo que dijeran los demás no empezaría a hacerlo ahora…..Grrrrrrrrr!!!!)

Tantos chismes terminaron por incomodarme. Por más que quise alejarlos de mi mente para que no me afectaran cada vez eran más frecuentes las ocasiones en que me sacaban de mis casillas. Como habría deseado contestar “Sí…. Y…..” a cada idiota que hablaba a mis espaldas. Él y yo sólo éramos amigos; disfrutábamos la mutua compañía y compartíamos algunos intereses, era mucho pedir que se dieran cuenta de lo obvio?.

Después las personas comenzaron susurrando, curiosos, “que tan lejos habíamos llegado”. La primera vez que lo oí, casi me atraganto con la barrita de pocky en mi boca, si no es por Fujisaki-kun, quien atinadamente me golpeo en la espalda para que escupiera el caramelo ahora no estaría contándolo. En cuanto me recupere exigí fastidiado saber de donde sacaron esa idea tonta. Claro, cuando pregunté, nadie respondió, mis compañeros se rieron tontamente y mi actitud sólo reafirmó sus sospechas sobre nosotros.

Me enfurecí, pero no me quedo otra que ignorarlos, no les daría más pie para sus burlas.

Pero entre más tiempo pase con él, los cotilleos crecieron. “Que por que me acompañaba a casa?”, “que por que me sostenía la mano?” (creo que no había mencionado ese detalle, baste decir que esa fue otra batalla perdida ante esa mirada de cachorro). Todo mundo especulaba por la “verdadera razón” por la que le permitía tantas libertades conmigo. Debí haberme hecho la misma pregunta pero desafortunadamente no lo hice.

Cansado de tantos cuentos un día decidí hablar con él sobre el tema. Pensé que estaría de mi lado y se reiría, pidiéndome que simplemente lo ignorara.

Pero su respuesta me asustó.


- Sakuma-san lo molesta tanto que las personas piensen que tenemos ese tipo de relación?

No entendí a lo que se refería cuando dijo eso.

- Odiaría que fuera verdad?

Eso fue bastante claro para mí. Sin embargo no podía responderle por que no me lo había planteado. Me hastío, pero fue por que era mentira. Y las mentiras tendieron estropear reputaciones y relaciones, en general. ¿Me molestó pensar en él... como un interés romántico?

La verdad estaba confundido. Yo quería a otro y no obstante que sabía que era un amor imposible. Aún no me resignaba del todo. Por eso pensar en una relación con alguien más me resultaba extraño.

Decidí que la honestidad era mejor; le dije que no sabía. Él volvió su cabeza hacia mí, mientras tomaba una respiración profunda, susurrando algo antes de que me mirara.


- Habría…una posibilidad de que alguna vez…. quisiera involucrarse… conmigo de esa…forma?

Sentí que me caía un balde de agua fría. No tenía idea de que responder a eso. Siempre pensé en él como alguien especial a mí, pero....Tenía que decir algo pero no sabía que. - Yo….no...

Él me interrumpió antes de que pudiera terminar. - No, esta bien. Sabía que no había oportunidad que alguien como usted se fijara en mí....

Sus ojos oscurecieron en la declaración, intento controlarse pero yo podía ver su expresión de tristeza y dolor. Estaba muy confundido si decía no mi amigo se devastaría, cayendo en depresión y yo no podía soportarlo, pero si dijera sí las cosas cambiarían drásticamente entre nosotros, así que sin pensar en las consecuencias de entrar en una relación romántica con alguien que no amaba tome la decisión equivocada.

- Yo no veo por que no.

Como desearía poder cambiar lo que dije pero por desgracia tire en ese momento la primera ficha de mi destrucción.

Se veía tan feliz y radiante.
- De verdad?….puedo llamarte Ryuichi?

- Por supuesto -. Sonreí falsamente, ese fue uno de los raros momentos en mi vida en que mentí. Y nunca debí mentirle a él.

- Entonces quieres ser……....

- -. Lo corté antes de que pudiera terminar. Supe a que se refería y lo interrumpí por que no quería escucharlo decirlo… no lo merecía.

Él se mostró tan entusiasmado, con esa chispa mágica en sus ojos, desbordando tanta felicidad que no me quedo otra que sonreír para continuar con mi farsa aunque por dentro sentí asco de mi mismo por engañarlo de esa forma.

Nunca esperé que las cosas llegaran a dónde hicieron, pero como lo dije antes, el destino es muy cruel y el mío me tenía preparada lecciones muy duras por aprender.

Durante las primeras semanas, la vida fue buena. Hablábamos durante horas por teléfono (hasta que me llego una cuenta enorme), salíamos a pasear frecuentemente ya sea al parque de diversiones, al cine o simplemente a caminar, me acompañaba al trabajo e iba por mí, empezamos tomándonos más a menudo de las manos o incluso abrazándonos hasta que poco a poco nos sentimos más cómodos el uno con el otro.

Pensé que las cosas seguirían por ese camino pero entonces llegó el momento dónde él quiso... más.

Fue una noche en mi casa. Ambos estábamos sentados en el sillón, yo estaba recostado en su pecho y él me abrazaba con fuerza. Veíamos una película juntos, en realidad yo no le ponía atención pues no me interesaba mucho y el sueño me empezaba a vencer.

Volví mi cara para decirle que apagara la tele por que quería irme a acostar pero no pude. Algo caluroso y mojado aterrizó en mi boca y comprendí que mi compañero quiso “algo más”. Me dieron escalofríos, no sabía que hacer….no se sentía correcto.

Él detuvo cuando comprendió que mi cuerpo se había tensado de repente.
- Ryuichi… estas bien?

Agité mi cabeza, intentando sonreír, pero en la realidad, no me encontraba demasiado contento. - Lo siento. Yo sólo... no lo esperaba.

¿Por qué él tenía que darme esa mirada herida?. - Bue..no...quise decir… yo sólo...

No puedo resistir cuando él hace eso. Odio verlo triste, hace que me sienta mal… mi estomago retuerce en la culpabilidad. Lo único que quería era agradarlo, así que me incline hacia delante y apreté mis labios con los suyos.

Fue un error de mi parte hacer las cosas sólo por complacerlo. Él hizo todo por que quiso expresarme su amor, pensando que eso me hacia feliz a mi también.

Pero en la realidad, no era así... yo no estaba listo para esta clase de intimidad. Para mí no significaba nada.

Entonces nosotros estuvimos juntos más a menudo de lo que yo deseaba. Él empezó a apoderarse de todo mi tiempo, a toda hora y en todo lugar, prácticamente no me dejaba un momento libre.

Incluso permanecía en mi casa cuando se hacia demasiado tarde. Yo no podría enviarle a la calle a la una de la mañana. Así que le daría una manta y le permitiría dormir en el sillón. Interiormente me justificaba pensando que era mi falta por permitirle quedarse tan tarde.

Pero en realidad es que no podría enviarlo lejos. Él se heriría. Y no quería cargar con la culpa de ser el responsable de ese dolor.

Sin embargo yo no era feliz, todo había salido de mi control. Día a día me obligaba a vivir en función de las necesidades de mi amigo, accediendo a hacer cosas con las que no estaba de acuerdo, así que comencé a engañarle más a menudo para ocultar mi verdadero sentir. Ésas veces fueron en las que me odie más.

Y entonces, vino la noche fatal en donde no pude esconderlo ya.

Empezó en la cama. Un beso inocente, simple, que se convierte...en “algo más”. Todavía puedo recordar la manera mansa en que ejecutó sus manos de arriba hacia abajo por mi espalda, su lengua que lucha por encontrarse con la mía en la pasión. Sentir como sus dedos desabotonan mi camisa con lentitud bajándola lentamente hasta dejarla colgada entre mis brazos mientras acariciaba mi torso desnudo. Se acerco despacio a mi oreja para musitar mi nombre tan seductoramente que provoco que me agitara.

Yo estaba incomodo. Se sentía... tan bien lo que hacíamos, pero sabía que no era correcto. De alguna forma pensaba que él exigía algo de mí que no estaba deseoso a darle todavía. Pero seguí repitiéndome que esto era por él, que si lo hacia feliz, estaba bien.

Aún puedo oír el sonido de una cremallera deshaciéndose y yo que me estremezco del frío súbito y de mi propio miedo. Recuerdo la manera en que sus labios calurosos estaban amamantando mi cuello y como sus manos me despojaron de mis interiores. Todavía viene a mi memoria cuando él me tocó... “ahí”. Mi grito de sorpresa y el modo en que mi cuerpo se tensó. Que maravilloso se sentía y como quería que continuara, aunque mi mente me decía que detuviera.

Nos pusimos más íntimos y yo no podía pensar en nada más que el placer que estaba recibiendo, así que al calor de la pasión lancé un gemido de éxtasis.
En ese momento él detuvo..... Me enfade al principio, hasta comprender lo que había hecho. Se me había escapado un nombre...S...H..U..I...C…H...I...

Él me miro fríamente. Intente respirar y serenarme para enfrentarlo.


- Nunca significo nada para usted.

Una declaración simple me perturbó tanto. Me tire a su cuello para que pudiera mirarlo directamente a los ojos. - No es verdad…..yo… -. Puse mis labios enérgicamente contra los suyos; en un intento desesperado por detenerlo me aferre con fuerza a su camisa haciendo que los botones cayeran al suelo.

No debo de haber infravalorado su fuerza cuando él me apartó y fijó mis brazos detrás de mi cabeza. Me había tomado fuera de guardia. Trate de esforzarme, pero es más grande y más fuerte que yo.


- No significa nada por que no es a mí a quien ama.

Helé en ese momento. Y él permitió mis brazos ir, mientras yo luchaba por mantenerme en pie.

Lo que paso después lo llevare marcado para el resto de mi vida. Como su rostro se ensombreció. El ceño que se formó en sus labios. La manera en que su frente arrugó. La mirada de desilusión en sus ojos...


- Podía haber dicho que “no”, Sakuma-san. Eso hubiera sido mejor que….fingir algo que no sentía..... -. Dijo con voz decepcionada y se fue.

Todo lo que él hizo fue por que me quería y yo a cambio le di sólo mentiras.

Nunca me he odiado tanto como esa noche. Para hacer las cosas peor, todavía sentía que mi cuerpo rogaba por el descargo y no importa que tanto intente ignorarlo obligándome a dormir, ese sentimiento no me dejaría. Terminé yendo al baño para relevarme antes de que me arrastrara otra vez a la cama, mientras me sentía como la persona más baja.

Al día siguiente nos encontramos en el estudio, él me pidió que habláramos, yo estaba tan nervioso que sólo atine asentir con la cabeza. Dijo que quizás los dos apresuramos las cosas y que de momento debíamos regresar a ser amigos. Se que él iba a exponer algo más, pero yo no podía mirarlo a los ojos así que agache mi cabeza rápidamente. Y ahora nunca sabré que pensaba decir.

Siempre critique que la gente no entendiera la verdadera relación que existía entre nosotros. Pero el único que no pudo ver lo obvió fui yo.

Las noches se convirtieron en los momentos más difíciles para mí, la oscuridad me envolvía y venían a mí esas memorias dolorosas. Por eso empecé a salir a caminar tratando de escapar de los demonios que me atormentaban.

Fue en uno de esos paseos nocturnos sin rumbo fijo en que mis pasos me llevaron al parque. Quiso la suerte que por casualidad lo encontrará recargado en un árbol contemplando taciturno la luna.

Detuve mi paso y me escondí tras un arbusto para observarlo mejor. Sus ojos turbios, su cuerpo esbelto, su cabello oscuro que mece el aire, he de reconocer que es un tipo muy guapo y no sólo eso, sus atractivos físicos no son nada comparado a sus cualidades y virtudes, él es tan generoso, dulce y considerado. Cualquier persona se debería sentir afortunada de tener una relación con él.

Sólo yo no lo valoré.

Al verlo tan concentrado, sentí curiosidad por saber que pensaba mientras observaba tan detenidamente el cielo. Me pregunte si todavía sentiría algo por mí, pero cuando note sus ojos tan fríos, dude, tal vez lo único que quedaba era resentimiento y desprecio, y si bien sabía que lo merecía por todo el daño que le hice no pude dejar de llorar rogando que no fuera así.

A partir de ese momento noche a noche regrese al parque con la ilusión de encontrarlo de nuevo, me conformaba con admirarlo en secreto por horas, sólo así podía regresar a mí casa y tener algo de paz. Por lo menos aún compartíamos algo “la soledad”.

Una noche no regreso, yo me asome por todo el parque buscando una señal de él pero fue inútil y me sentí defraudado. Lo mismo se repitió en las noches siguientes hasta que comprendí que no iba volver estaba solo de nuevo. Me deje caer en la tierra y rompí en llanto, un llanto doloroso que provenía de lo más profundo de mi alma.

Grite su nombre con desesperación mientras suplicaba en silencio que al abrir mis ojos estuviera a mi lado y todo hubiera sido una pesadilla. Que me sostuviera entre sus brazos por que era el lugar al que pertenecía. Todo este tiempo siempre fue así, sólo con él encontré el calor y la paz… por que lo amo…por que lo ame desde el principio pero tuve miedo de aceptarlo. Para mi desgracia lo descubrí muy tarde, por que supe que aunque confesara mis sentimientos, él no me creería, no confiaba en mí y comprendía sus razones.

Regresamos a ser “amigos”, pero nada fue igual. No podía mirarlo sin sentirme sumamente avergonzado. Tampoco tocarlo sin sentirme sucio o criminal por querer que me acariciara como lo hizo tiempo atras.

Nosotros todavía hablamos, pero no como antes. Quizá algún saludo o un pequeño intercambio de palabras, nada más.

Día a día cuando ando rondando por el estudio y llego a tropezar con él, lo saludo tímidamente y le doy una sonrisa débil. A veces él extiende la mano a mí pero inmediatamente la aparta, da una ligera inclinación y se retira. Se que me mira cuando nos encontramos, pero sólo un fragmento de un segundo antes de esquivarme. Cada vez que sucede me hace sentir tan triste por dentro y mi corazón abatido se hunde por que ya nada es posible entre nosotros. Él tiene un nuevo compañero del alma y lo único que puedo hacer es guardar en secreto mis sentimientos y lamentarme por mis errores.

Deseo que nada hubiera cambiado entre nosotros y fuéramos tan íntimos como en el pasado, pero no somos. Ojala hubiera sido más honesto con Tat….él, pero no lo fui. Se que nunca debí permitir que las cosas llegaran tan lejos, pero no me detuve.

Y ahora, tendré que vivir con ese pesar... Quizás para siempre.



*****

Owari


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).