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Cambiemos la rutina. por rushiferiann

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Notas del fanfic:

Todos los personajes son de Masashi Kishimoto

 

Notas del capitulo:

Bueno, es la primera vez que escribo un lemon, asi que tenganme piedad por favor!

 

El joven rubio ya estaba cansado de tanta monotonía, siempre era lo mismo,  hace ya dos años estaban juntos, y quería experimentar algo nuevo. Esa noche cuando su amado llegara de la misión que le habían encomendado, lo esperaría con una sorpresa.

Al ver la hora se dio cuenta de que ya eran las ocho de la noche, su pareja llegaría a las diez a su hogar, entonces se dispuso a poner todo en su lugar. Fue hasta el dormitorio de ambos y se dispuso a cambiar las sabanas, poniendo unas nuevas que el mismo había comprado ese día, eran blancas y de seda. Al terminar de tender la cama se dirigió al living,  donde tomó una canasta llena de pétalos de rosa, de un hermoso color carmín que tenia sobre una mesita, giro sobre sus talones y regreso al cuarto, tomando con delicadeza aquellos pétalos los disperso sobre la cama, dejando que algunos cayeran al suelo, finalmente hizo un pequeño camino con velas rojas, a tono con los pétalos, desde la puerta de entrada de la casa, hasta la del cuarto, coloco también sobre las mesitas de luz, que habían a ambos lados de la cama, y sobre el escritorio que había en el otro extremo de la habitación. Satisfecho con su resultado, el joven se decidió ir a tomar una relajante ducha, quería que todo fuera perfecto para él.

Al salir se seco con delicadeza su larga cabellera y la peino, finalmente se coloco una camisa blanca. Miró nuevamente la hora y se dio cuenta de que ya eran las nueve y media, faltaba poco para que llegara, entonces comenzó a encender las velas, luego de haberlas encendido todas apago las luces de la casa y se dirigió otra vez a la habitación, donde se recostó en la cama a esperar a su amado.

No hizo falta esperar mucho hasta que él llego, al abrir la puerta no podía entender bien lo que el otro pretendía, no era la clase de chicos que hacia esa clase cosas románticas, dejo  su ya conocida capa de akatsuki sobre el sofá y se dispuso a seguir el camino que indicaban las velas, llegó hasta la puerta de la habitación, la cual abrió con lentitud, y no pudo creer lo que sus ojos veían, la habitación estaba tenuemente iluminada por la luz de las velas, y de la luna, ya que el cuarto tenía un enorme ventanal, el olor a rosas inundo sus pulmones, y ahí estaba su adorado novio, recostado en la cama, entre todos aquellos pétalos, y cubierto simplemente por aquella camisa. Deidara se levanto y fue hasta donde estaba el pelinegro, lo tomo con delicadeza por los hombros, se paró de puntillas y le dio un casto beso en los labios.

-Espero que te agrade la sorpresa, Itachi... - le dijo el rubio con un leve rubor en sus mejillas

-Por supuesto. - contesto el aludido a la vez que tomaba a su pareja por la cintura para volverlo a besar, esta vez con pasión, introduciendo su lengua en la cavidad del de los ojos azules.

Poco a poco Itachi fue avanzado, aun besando a su novio, hasta llegar a la cama y tumbar al rubio sobre esta y  quedar el encima, bajó lentamente de los labios hasta el cuello, el cual lamio y beso, dejando unas pequeñas marquitas rojas, y haciendo que el menor se estremeciera entre sus brazos.
Deidara no queriendo quedar atrás introdujo una de sus traviesas manos en la camisa del pelinegro, acariciando la espalda de este. Lentamente Itachi empezó a desabotonar la única prenda de su amado, para poder admirar el pecho de este y finalmente besarlo con amor, acariciando con una mano uno de los botoncitos rosados del rubio.

El ojiazul separo a Itachi de su pecho, para poder despojarlo de su camisa, y acariciar los marcados pectorales de este, perfectos, como era de esperar de un Uchiha. Observo maravillado durante unos segundos el torso de este para luego besarle los labios. Itachi se dejo llevar por el beso, sin darse cuenta que en ese instante Deidara cambio de posiciones, dejándolo a el abajo, y posicionándose arriba de sus caderas.
Saco una de las lenguas de sus manos y comenzó a lamer el pecho del pelinegro, bajando lentamente hasta encontrarse con el  elástico del pantalón, entonces se bajo de las caderas de este para poder así quitarle la estorbosa prenda, junto con el bóxer  y poder admirar la casi erecta hombría de su novio.

-Cierra los ojos Itachi- le ordenó el rubio.

-¿Para qué?- pregunto el mayor confundido, mirándolo directo a los ojos.

-Solo hazme caso.

Sin entender Itachi obedeció, en ese momento Deidara saco un pañuelo de tela de dentro de una de las mesitas de luz, con el cual ato las manos del pelinegro al respaldo de la cama.

-¿Pero qué diablos haces Deidara?- le pregunto molesto el mayor a la vez que abría los ojos.

-Solo es parte de la sorpresa- sonrió contento.

El menor abrió un poco las piernas del mayor y se posiciono entre ellas, luego se inclino hacia adelante para poder besar uno de los botoncitos rosados, mientras sacaba nuevamente una lengua de sus manos para lamer el miembro del Uchiha, este ante el contacto no pudo evitar soltar un gemido, que claramente fue música para los oídos del rubio. Deidara siguió masturbando al pelinegro hasta que el miembro de este estuvo completamente erecto, y el simple hecho de ver a su novio así, hizo que el también se excitara.
Subió lentamente hasta quedar frente a frente, y observo orgulloso de sí mismo el rostro sonrojado de Itachi, después de todo no todos los días lo podía tener así.

-Esta noche serás mío- le susurro Deidara en el oído, y el mayor abrió desmesuradamente sus ojos ante las palabras dichas por el chico.

-Ni en tus sueños- se rehusó enojado, el nunca había sido el sumiso, y definitivamente nunca lo seria.

-¿Por qué no?-pregunto un poco molesto el menor, mientras lo miraba a los ojos - Yo siempre he dejado que me hagas tuyo sin reprochar, Itachi... -dijo esto último bajando un poco la mirada mientras se sonrojaba.

-Es diferente, tu eres más pequeño- intento poner una excusa, no muy convincente, por cierto.

-Eso no tiene sentido, yo también me podría haber reusado, pero no lo hice porque te amo- mientras decía esto sus ojos se empezaron a humedecer, cosa que el Uchiha pudo notar al instante y lo hizo sentir culpable.

-Hazlo- dijo súbitamente, girando su rostro, intentando ocultar su sonrojo.

-¿Qué?- pregunto extrañado el menor.

-Que me hagas tuyo, Deidara... -el rubio no lo podía creer.

-¿En serio me lo dices?

-Si, y mejor que no me hagas dudar- le respondió fastidiado.

El ojiazul no pudo evitar sonreír ampliamente, estaba tan feliz. Sin hacerse esperar el rubio acerco tres de sus dedos a la boca de su amado, para que este los lamiera. Itachi abrió su boca lentamente, realmente avergonzado por lo que estaba por hacer, y Deidara introdujo los dedos, cuando estos estuvieron empapados los retiro.
Separo aun más las piernas del pelinegro y con delicadeza introdujo uno de los dedos en la rosada entrada. Itachi no pudo evitar sentir la molestia, aunque por el momento no le dolía. El menor comenzó a mover el dedo en su interior con lentitud, sacándolo y metiéndolo, al cavo de unos minutos el Uchiha se había acostumbrado a esa intromisión y estaba disfrutando, al notar esto introdujo otro dedo, el ojinegro se tenso un poco, y por ese motivo Deidara se encorvo quedando a la altura del miembro del mayor, para con su mano libre, tomarlo y luego introducirlo por completo en su boca, causando que el Uchiha soltara un grito de placer y se relajara, finalmente introdujo el tercer dedo. Cuando sintió que ya estaba listo retiro sus dedos y dejo de masturbarlo, y al instante recibió un gemido de queja por parte de su novio. Deidara sonrío complacido.

-No te impacientes.

Subió una pierna del Uchiha hasta su hombro, y tomo su propio miembro, que continuaba erecto por el simple hecho de haber escuchado y observado al mayor, y con lentitud lo fue introduciendo en la entrada dilatada, que se volvió a tensar, con intención de relajarlo, el menor comenzó a masturbarlo y continuo introduciendo su miembro con cuidado, no quería que le doliera, y mucho menos lastimarlo.

-Ya casi, Itachi...- jadeo el menor.

Sentía dolor, pero también era agradable tener dentro de sí a su amado, no pudo evitar gemir cuando sintió que ya todo el miembro estaba dentro de el.
Deidara se quedo quieto una vez estuvo dentro, quería que el mayor se acostumbrara a la intromisión, peor al cavo de segundos sintió como este movía sus caderas y entontes comenzó con el lento vaivén, se sentía realmente bien, algo que nunca había sentido antes, era caliente, húmedo, y apretado a la vez, haciéndolo sentir casi en las nubes, y el Uchiha también se sentía así, a pesar del incomodo dolor que sentía, era algo totalmente nuevo.

-Deidara...- no pudo evitar gemir el mayor.

Sin dejar de moverse desato a Itachi, y acto seguido este bajo su pierna del hombro del rubio para abrazarlo con ambas piernas por la cintura, y del cuello con los brazos, quedando sentado sobre su amado, así el podría controlar los movimientos, los cuales incremento.
El menor al notar que se estaba por correr, comenzó a masturbar con fuerza y rapidez a Itachi, el cual se vino entre el pecho de ambos, y segundos después, al sentir las contracciones en la entrada del mayor, Deidara se corrió dentro de este.

Ambos cayeron rendidos, el ojiazul salió con cuidado de dentro de Itachi, y se recostó sobre el pecho de este, sintiendo su agitada respiración.

-Gracias - le dijo con la voz cargada de amor.

-¿Por qué?- pregunto el mayor mientras lo abrazaba por la cintura.

-Por dejarme hacerte mío- contesto sonriente.

-No estés tan contento Deidara- contesto con malicia- esta la vas a pagar.

Itachi se giro de manera tal que quedo arriba del menor, y comenzó a besarlo con pasión, acariciando cada centímetro de su piel...

Bueno, ustedes ya se imaginaran el resto.

 

 

 

Notas finales:

Dejen sus comentarios por favor :) y si alguien tiene algo para corregir, o no le gusto, por favor diganmelo, solo asi podre mejorar


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