El viento le daba en la cara desordenando su cabello café ya bastante crecido y tan rebelde como siempre, saltaba esquivando todo aquello que se atravesara en su camino. Si alguien hubiese prestado suficiente atención, vería con la destreza que se movía ese joven y como su figura se recortaba frente a la luz de la luna que alumbraba esa noche espléndidamente.
Bajo deslizándose por una cuesta abajo, el camino era largo desde su casa, pero no importaba si podía llegar a su destino finalmente. Luego de detener su carrera pudo darse el placer de respirar normalmente, sintió la brisa suave rozar cada parte de su cuerpo al descubierto, sus orejas se mecían muy suavemente y el fresco cosquilleaba dentro de ellas. Era una linda situación y podía ser aun mas linda…
-Volpe-kun… siento la demora- jadeaba mientras sostenía sus rodillas con ambas manos y trataba de regularizar su respiración.
-No es nada- sonrió mientras le dirigía una mirada por el rabillo del ojo- acabo de llegar también y…-
-¿Acabas de… llegar?- su mirada tenia un deje de reproche- Claro, el caballero estaba tranquilo llegando tarde mientras yo estaba preocupado-
-Jajaja, no es eso. Te tomas todo muy a pecho, Gemi- se sentó en el suelo y el otro lo imitó.
-Lamento ser tan serio…-
Tenía bastantes ganas de reírse, mas aun viendo lo tierno que se veía con un puchero como ese en su linda carita inocente, pero no quería hacerlo enfadar y que terminara yéndose. Sonrió y se acostó en la hierba dejando que los pensamientos llegaran y se fueran solos… en ese momento Wolfi debía estar con su amo cumpliendo alguna misión, las cosas no habían cambiado tanto a pesar de los años que, antes de lo previsto, lo empujaron a sus dieciséis.
De todos aquellos con quienes había formado su amistad en esos años, Gemi era quien mejor conservaba esas cosas desde esa vez que se habían visto. Claro que no era nada cómodo escuchar los comentarios de Kira y menos los de Reiki, pero poco a poco fueron cesando y dejaron a su paso solo bromas pequeñas que, de tanto en tanto, surgían. Y pensar que en algún momento no entendía lo que significaban los “Comerte a Gemi” de King o “Hacérselo” de Kira… lo que el pensaba era “A veces Nee-san dice tonterías” o “¿Hacerle qué?”
Un tema frecuente en ellos era contarse algunas cosas de las que les ocurrían en cuanto estaban alejados, el kitsune hablaba de su extraña vida familiar rodeado de mujeres y el difícil camino de su adolescencia al estar con ellas. Al menos el pelirrojo contaba con una “familia” mas numerosa y variada.
-Esta semana me atacaron otra vez, ya ni siquiera me molesta, jejeje prefiero ser atacado por un desconocido que terminar amarrado a la cama con Sharic encima y con una vela en la mano- le daba gracia su analogía, pero el otro no dijo nada a ello.
-¿Más frecuente?-
-Nop, es como siempre. Algún pervertido sin nada mejor que hacer- giro su vista a Volpe encontrándolo terriblemente serio, cosa que detestaba, quería saber todo lo que le ocurría- Volpe… mmhmm- apretó apenas con los labios una de sus orejas.
-¡GEMI!- se apretó la oreja afectada- No hagas eso-
-Gomen…- dirigió su mirada muy atentamente al cielo- Oe, ¿Crees que Gemi suena muy femenino?-
-¿Gemi? Claro que no, te queda bien…-
-Mentiroso- picaba su mejilla insistentemente con el dedo índice- Tus orejas bajaron cuando dijiste eso-
Era imposible no conocerse mutuamente como lo hacían, era lo que mantenía su amistad desde el comienzo, le gustaba mucho poder compartir un momento con él aunque eso conllevara un regaño. Recordaba lo que su padre le había dicho y sonreía ante la idea que tenían de lo que podía hacerle mientras estuviesen a solas.
-Eh, mira- tomo su forma de zorro y trepo de forma muy sencilla un peñasco retomando su forma semi humana al llegar a la cima- Aquí ya brotaron los botones de luna…-
-Si pudiese llegar hasta allá tan fácil lo haría- se cruzo de brazos.
-Jeje lo siento, déjame darte una man…- al girarse el otro ya estaba detrás de él y se acercaba a la orilla para ver las curiosas flores que brillaban bajo el efecto de la menguante.
Claro que si había algo que Gemi no había heredado era la cautela, un mal paso a la orilla y termino cayendo, de no ser por la amortiguación de las plantas se hubiese dado un mal golpe. Por suerte no había pasado a ser más que un leve raspón en el codo.
-¿Estas herido?- bajo rápidamente a verlo- Maldición, ten mas cuidado-
-Gomen…- acerco un poco su rostro al codo y su compañero interpreto lo que eso significaba.
-Déjame hacerlo a mí, no llegas de todas formas- paso la lengua por la zona enrojecida sintiendo al mismo tiempo un suave deje metálico que debía provenir de la sangre del pelirrojo.
Al mirarlo mientras continuaba con su trabajo noto su cabello, sus ojos y rostro en la misma coloración carmín, estaba demasiado concentrado en ello como para notar que la punta de su lengua había abandonado el codo y subía por el brazo. Siguió el recorrido hasta que sintió un leve gemido llegando al cuello, se aparto un segundo pero tomo la mano del más bajo y lo beso con la mayor suavidad posible.
El chico apretó mas la mano de su amigo, apenas ladeo su rostro para darle mas comodidad, Volpe apoyo los codos a los lados de su rostro sin soltar sus manos, el aroma de Gemi se mezclaba con el de los botones de luna en una fragancia dulce y floral. Abandono los labios solo una decima de segundo para volver a tomarlos en otro ángulo.
-V…Volpe…- apenas si pudo pronunciar su nombre, logro liberar sus manos y pasarlas detrás del cuello del otro para abrazarlo.
-…- a pesar de estarlo besando no era suficiente, necesitaba mas de Gemi, aumentar el contacto con su frágil figura, despejo el sobretodo gris y levanto la camiseta para poder tocar su piel… estaba temblando…- ¿Es malo?-
-No, esta bien- bajo sus manos hasta sujetar la cola esponjada y la apretó suavemente. Le pareció escuchar algo similar a un ronroneo, pero eso no era posible ya que el otro era un zorro y no un gato.
Nunca había comprendido la razón del comportamiento de Kira y King, siempre las regañaban por no comportarse, no era sino hasta que vivió el hecho de besar a la persona que le gustaba que comprendiera la pequeña gran adicción que generaba. No importaba si lo regañaban también, no iba a dejar de besarlo nunca e iba a hacer algo para que todos supieran que era suyo… la marca que dejo en su cuello era una prueba clara da ello.
-Gemi…yo…-
-Haz lo que desees…- sonrió con un intenso sonrojo- mientras sujetes mi mano siempre-
-Pase lo que pase- beso el pendiente que adornaba sus orejas y que él mismo había obsequiado- jamás voy a dejar tu mano-
El pelirrojo sonrió apenado con la mirada hacia un lado mientras el chico-zorro se deshacía de las prendas que cubrían su torso, paso las palmas por los dibujos tatuados en su cuerpo y que contrastaban con el pálido de su piel. Se quedo viéndolo un momento, tal vez era el instinto del seme que afloraba en ese momento, pero necesitaba algo.
-Mírame…- sujeto su mentón y lo hizo verle a los ojos- Gemi, tienes que verme a los ojos o no sabré si te estas obligando-
-… demo…- la mirada esmeralda del castaño era demasiado diferente a la de siempre, lo asustaba en cierta forma- No puedo, me apena bastante-
-…mírame…- susurro en su oreja derecha mientras rozaba sus cuerpos arrancando suspiros de la boca del menor.
No sabia que podía llegar a sentirse de esa manera, el calor que sentía era insoportable y su corazón golpeaba con violencia su pecho, la primera vez que lo había visto había sentido lo mismo… al parecer siempre había amado al kitsune pero se sentía triste a la vez que sabia que él lo había amado desde el comienzo y no estaba seguro de los sentimientos de Volpe, seria precioso escucharlo decir que lo quería al menos un poco de la forma en que él mismo lo hacia.
El ojiverde sentía su cuerpo intranquilo, su mano derecha ya se había colocado debajo del muslo izquierdo del otro y de un movimiento separo un poco sus piernas dejando su pierna izquierda flexionada. Las caricias se repartieron sin despegar su mirada de la rubí de su compañero, lo que avergonzaba sobremanera a éste, esa situación le agradaba en demasía… definitivamente era un seme algo sádico.
-Volp…- su boca quedo levemente abierta sin terminar el nombre del moreno- ahh… onegai… Vol…Volpe…-
-Sigue hablando… - lamio su cuello hasta llegar a su pecho donde dejo varias mordidas, debía aprovechar sus colmillos- me gusta que lo hagas…-
-Espera…- lo empujo sin nada de voluntad de apartarlo, era simple instinto, pero no podía decirle que estaba ansioso por más- Casi no puedo resp…-
Un beso silenció al de tez pálida como el brillo de la luna, los botones continuaban abriéndose lentamente, ya no era solo él quien disponía de la situación el otro había comenzado a mover suavemente su cadera. Esa provocación recibiría una respuesta casi inmediata, bajo su mano lentamente hasta llegar a la entrepierna del menor.
-¡Volpe!- sujeto su muñeca- N…no-
-Shhh…- mordisqueó su cuello- si no te gusta algo, lo dejaremos… además… también es la primera vez que intentare algo como esto-
Con movimientos suaves estimulo directamente al menor que hizo su cabeza algo hacia atrás, por supuesto, después de la advertencia del seme, volvió a mirarlo a los ojos. Gemi sentía delicioso el contacto y quiso imitar los movimientos en el kitsune… con timidez deslizo lo suficiente el pantalón de Volpe para tomar su entrepierna.
Ante la acción del pelirrojo, el oji verde se sintió más relajado y siguió con su labor con más ímpetu. Lo apretaba suavemente, sentía como se humedecía conforme pasaba el tiempo en que lo masajeaba, retiro la mano y lamio la palma ante la atónita mirada del otro… conforme con ello regreso a masturbarlo. Los movimientos del aguijón del uke que no podía contener el placer del momento desprendieron algunos plateados pétalos que volaron con la brisa y fueron a parar en el cabello del castaño.
Gemi sonrió y soplo para quitarlos, sus labios estaban rojizos y brillantes por los besos anteriormente recibidos. Su cuerpo sintió un escalofrió que se concentro en la parte baja de su abdomen, intentaba anunciarle ello a su compañero pero no podía pronunciar mas que unos gemidos exquisitos que deleitaban a su seme.
-…Gemi…- un ultimo movimiento y sintió algo cálido inundar su mano y deslizarse por sus dedos- ¿Esto es…?- lamio apenas la punta de uno de sus dedos.
-Go… gomen- jadeaba tratado de recuperar el aliento- Tu aun no… ¡Ah!- algo delgado de abrió paso lentamente en su cuerpo- Volp… Ahhhh…-
-No es nada… solo… un poco más- introdujo un segundo digito y casi al instante un tercero- Gomen, pero… yo…-
-Esta bien… solo…-
-Lo sé- sonrió tomando su mano con fuerza.
Con la mayor delicadeza posible, entró en el pelirrojo y se mantuvo inmóvil, al menos mientras le fue posible hacerlo. Los movimientos fueron delicados y suaves al principio pero aumentaron conforme su chico se aferraba a él suplicándole por mayor vigor en ello. Lo adoraba, necesitaba verlo, tenerlo, olerlo y sentirlo a su lado.
-Ge…Gemi…- lo beso mientras el chico acariciaba su espalda con su mano libre- Ahhh… Lo siento…-
-Esta, bien- soltó la mano de su compañero y relajo su cuerpo, aun así Volpe no lo soltaba.
-Te quiero, Gemi- beso su mano- y por eso te pido que me acompañes siempre.
-Claro que lo haré- sonrió dulcemente y deposito un beso en sus labios- Me siento pesado… jejeje… es extraño-
-¿Es malo?- despejo unos mechones rojos.
-Nop, solo tengo un poco de sueño-
El amanecer llego y encontró, al igual que Amateratsu y Gem, a Volpe y Gemi durmiendo entre pétalos de flores blancas. El pelirrojo estaba en brazos del castaño y estaban tomados de la mano.
“Mientras sujetes mi mano… simplemente con ello…. Seré plenamente feliz”
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