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Muñeca por Lain Elrick

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Notas del fanfic:

Por fin subo este fic que empece a escribir el año pasado, espero que les guste, se me ocurrio de una imagen que vi hace tiempo y que no he podido recuperar. si la conocen, la reconoceran pronto.....y si la tienen, ¿me la pueden pasar?

Notas del capitulo:

ehhhh.............no se me ocurre nada........

oh, es cierto, creo que este es el primer capitulo que escribo que tiene algo de accion!!!!

La cortina de humo, aunque llamativa, no delata al fugitivo. Digo, quien mira una nube de polvo en medio del desierto, si nadie llega hasta allá. Solo Mello, el asesino más buscado por la policía, pero nunca han dado con él. Las pistas siempre los llevan a caminos sin salida. Light Yagami, el detective a cargo, sabe que está cerca, pero aun no sabe como comprobarlo, y es que la ultima pista que tenia, Mello se la llevo hace tres años.


Near, un chico, testigo de uno de los crímenes cometidos por el maldito, estaba siendo llevado a una casa de seguridad, cuando mello se lo llevo. Allí se fue toda la investigación.


Nadie sospecha que ese chico temeroso es hoy una linda ama de casa, que solo viste un ligero fondo blanco, con unas coquetas pantaletas rosas, que su amante le compro. Así, Near se había convertido en la novia de mello. Obediente, sumisa y alegre de servir a su amado, que solo piensa en consentirlo y comprarle linda lencería para verlo modelarla por su pequeña, pero fuerte casa en medio del desierto.


Allí Near pasa todo el día limpiando, esperando a veces que regrese su amado, y otras veces, teniéndolo allí, donde lo admira, sentado en el suelo a los pies del hombre que lo torturo para domarlo.


Anda descalzo, como un seguro para que no intente escapar, aunque eso ya no es problema, ya que esta tan idiotizado con el asesino, que nunca se le ocurriría huir. Así, usa unos botines cuando sale por agua, al pozo a dos metros de la casa.


Prácticamente podemos decir que su vida es feliz, al lado del hombre más buscado por la Interpol, que es igual de feliz al ver a su muñeca abrazarlo de los pies al verlo entrar y sentarse en el sillón.


-Bienvenido-dijo Near abrazando la pierna que su amado había estirado con esa intención.


-¿Cómo se comporto mi muñeca?-preguntó mirándolo.


-Triste


-¿Triste? ¿Me extrañaste otra vez? Solo fueron dos días


-Dos días que no te vi


-Ya volví, ya no estés tristes; tráeme algo de tomar, si?


-Claro, amor


Near se puso de pie y corrió al refrigerador, sacando ese refresco tan conocido que se toma hasta en la Antártida…una Coca-Cola, para qué me hago tonta…


-Aquí tienes


-Gracias, muñeca, siéntate y ve a tu maestro en acción


Prendió la televisión, buscando las anoticias, dando con lo que quería. La noticia de tres tipos asesinados con la peor sangre fría conocida hasta ahora, dibujo una sonrisa en el rostro de Mello, y Near se sentó a sus pies, sonriendo también.


-¿Tu lo hiciste?-preguntó mirando al criminal.


-No es de mis mejores trabajos…


-¡Pero es perfecto, va muy bien contigo!


-Voy a acostarme


Esa era una sencilla, pero importante llamada. Significaba simplemente “quiero descansar haciendo el amor contigo”.


Mello se acerco a la cama, se quito la chamarra y se acostó. Near se acerco, le quito las botas a su maestro y, al verlo abrir las piernas, subió por su cuerpo, escalando como una gatita, poniendo su rostro en el pecho del asesino, que le acaricio el cabello como lo hace un amo cuando su mascota ha hecho algo bien. Poco a poco sus manos bajaron hasta tocar las redondeadas formas de su sumisa amante que se excitaba visiblemente entre aquellas tiernas, pero atrevidas, caricias que lo hacían las mismas manos que sostenían armas y acababan con las vidas de personas inocentes, que solo alimentaban la sed de sangre del Amo.


Esas manos asesinas levantaron las ligeras ropas de la muñeca y comenzaron a bajar las hermosas pantaletas, dando paso a que el asesino pudiera introducirle dos dedos, comenzando así, el delirio erótico de la muñeca que comenzaba a gemir débilmente. Mello alcanzo los labios con la lengua, otra señal para que Near lamiera, cual perro, el cuello y pecho de su amo, gimiendo cada vez mas y con mayor intensidad, dando susurros de amor que el asesino prefería ignorar para disfrutar más y mejor.


Saco los dedos de Near y lo alejo, se bajo el zipper y saco su miembro, que mostraba indicios de excitación. Near se apresuro a tomarlo y lamerlo como si aquello fuese una fuente eterna de alegre depravación. Y créanme, lo era para él.


-Siéntate, muñeca.


La orden de Mello fue obedecida de inmediato. Lentamente, Near comenzó a sentarse, hasta que Mello tomo del cabello a su muñeca y lo besó, logrando que enloqueciera de lujuria y le demostró mientras movía sus caderas al ritmo aprendido a la fuerza. Besaba y jadeaba lleno de amor y deseos de complacer a su amo.


Terminaron llenos de sudor después de haberlo hecho un par de veces más.


-¿Descansaste?-pregunto Near, desnudo al lado de Mello.


-Si, fue bastante bueno-contesto Mello, vestido, salvo el hecho de que su miembro aun descansaba entre las manos de su muñeca, que terminaba de masturbarlo.


-¿Deseas algo más?-dijo mientras saboreaba sus dedos


-Si, prepárame el baño


-Traeré agua.


Antes de que se levantara, Mello lo tomo de la mano para que esperara. Se levanto, se arreglo y tomo su chamarra, de donde saco unas bellas pantaletas blancas que le puso a su muñeca.


-Ponte tu ropa, muñequita-dijo y le alcanzo el fondo-, me encanta ver como vuela al ritmo de tu cuerpo.


Near se vistió y camino hacia la puerta, con movimientos sensuales, y salió, con un bote en la mano. Mientras sacaba agua del pozo, escucho algo raro. Levanto la mirada. Era un auto que se acercaba rápidamente.


-¡Mello!


-¿Qué?


-Maestro, un auto


El asesino se puso de pie rápidamente y salió, viendo a lo lejos la polvareda, que indicaba que pronto tendrían visitas inesperadas.


-Entra a la casa, muñeca, yo me encargo.


Near entro lleno de miedo, y Mello miro el auto; no era de la policía, pero tampoco parecía sofisticado, mejor dicho, era una carcacha muy antigua y mal cuidada. El conductor se detuvo al lado del pozo y salió. Mello lo miro, investigándolo; su forma de vestir y su expresión solo le dijo que no era alguien muy valiente o inteligente.


-Hola-dijo el conductor al salir del auto, mi nombre es… Matsuda, y mi auto se quedo sin gasolina, creo, ¿podría ayudarme?


-Usted-pregunto Mello acercándose-, ¿no me conoce?


-No, disculpe, ¿es famoso?


-Algo así; ¿Qué tiene el auto, disculpe?


-Creo que ya no tiene gasolina, o quizás es algo del motor, la verdad no lo sé, no soy muy hábil en estas situaciones.


-Lo ayudare a revisarlo, ábralo.


-Claro.


Matsuda-san abrió el cofre y Mello lo miro.


-Ya vio-dijo, allí está el problema.


-¿Dónde?


-Allí, mire, asómese.


Matsuda metió la cabeza y Mello le dejo caer el cofre, haciendo que el primero se desmayara.


-Te cumpliré un deseo, gatita-gritó Mello a Near-; veras a tu maestro en acción.

Notas finales:

Espero que les guste, y recuerden dejar muchos reviews, y si puedo subire el cap 2 pronto, hasta luego!!!!!!!!!!!!


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