Archienemigos
Un día más lo vio allí en el backstage, como cada día desde que el “inteligente” de Kaoru le había dado por aceptar el contrato ese, pero no solo él, ¡sino que el resto de la banda había aceptado con una gran sonrisa! Los odiaba desde que le habían obligado a que cada día, cada mañana, cada tarde y casi, cada noche, tuviese que soportar la presencia de ese bajista.
Aunque, el odio entre Reita y él era mutuo, Kyo sabía a la perfección que ninguno de los dos se podía ver la cara. Toda esa enemistad no se sabía bien de donde había salido, tal vez porque ambos pelearon por Ruki o simplemente por el hecho que sus dos personalidades tan masculinas chocaban entre sí. Era la naturaleza en su propio estado puro, dos leones machos son incapaces de convivir en un mismo grupo, ambos se pelearían por el territorio y las leonas; hasta que finalmente solo uno fuera el líder. El rey de la selva.
Kyo entró en la amplia sala, quitándose la gorra y las gafas que llevaba para ocultarse de un posible reconocimiento por parte de algún fan, inmediatamente vio allí a Reita, quien tocaba su bajo distraídamente. El bajista le dedicó una mala mirada y continuó a lo suyo, mientras que Kyo gruñía de mal humor y se acomodaba en uno de los cómodos sofás. ¿Dónde coño se metía el resto de su grupo? Quería a Die para reírse o incluso a Shinya, aunque fuese solo para hacer acto de presencia…pero no parecían por la labor de aparecer. Decidió intentar dormir un rato, tal vez eso le levantaba el humor, aunque no fue así. Con los ojos cerrados el sonido del instrumento de Reita no hacía más que incrementarse y por ende resultar más insoportable, evitándole conciliar el sueño.
- ¡Quieres dejar de aporrear ese bajo de una vez!- gruñó Kyo, dándose la vuelta en el asiento para mirar al otro rubio.
- ¿Aporrear? No sabes lo que significa esa palabra si la utilizas conmigo, ¡esto es arte!- exclamó Reita sin dejar de tocar.- Aunque no pretendo que un enano masoquista como tú pretenda comprenderlo.
- Créeme Rei-chan, si tirara el bajo al suelo y saltase sobre él, sonaría mejor que cuando tú haces “arte”- inquirió el mayor, resaltando el apodo “cariñoso”.
Reita se quedó con la contestación en la boca ya que tanto Die y Toshiya como Aoi, Uruha y Ruki habían hecho su aparición en la sala.
- ¿Otra vez discutiendo?- preguntó Uruha, sabiendo ya la respuesta.
- Si hubieseis estado aquí no hubiese debido compartir el mismo aire que esa iguana- le echó en cara Kyo, a sus compañeros.
- Aunque estemos nosotros sigues compartiéndolo, Kyo- dijo un recién llegado Shinya.
- Bah, detalles- concluyó el rubio.
- Decidme que tenemos sesión de fotos o algo para no tener que soportar a ese gremlin…- suplicó Reita, dedicándole una mirada de desprecio a Kyo.
- ¡De hecho, sí! ¡Kaoru y Kai están haciendo los últimos arreglos, pero será una sesión juntos!- exclamó Ruki. De alguna forma la enemistad entre esos dos, le divertía, incluso se podría decir que se sentía importante por ser la razón de que se llevasen mal.
- Genial- suspiraron tanto Kyo como Reita, decaídos.
Dir en Grey y The Gazette habían decidido trabajar juntos, e incluso estar bajo un mismo y nuevo sello de música que los lanzase a lo más alto de las listas, pero para ello debían colaborar y llevarse bien. Eso era exactamente lo que les faltaba, la desesperación era extrema ante las constantes peleas entre el bajista de Gazette y el vocalista de Dir en Grey, tanto los manager, como el staff, como el resto de los integrantes de ambos grupos estaban casados de esto. Aunque nada se podía hacer para que esos dos se llevasen bien, lo habían intentado todo…O tal vez no todo.
La sesión de fotos comenzó primero con unas tomas de solo los chicos de Gazette, luego fueron ellos mismo de forma individual. Continuaron con lo mismo con Dir en Grey y posteriormente comenzaron las fotos en común, no hubo ningún problema hasta que Reita y Kyo tuvieron que posar juntos. En contra del pensamiento de Kyo y en general Dir en Grey, esas fotos eran de un estilo más visual kei. Es decir, tenían que estar más juntitos y mostrarse más “amistosos”.
El fotógrafo los había colocado en un sofá, ambos sentados muy cerca con el brazo de Reita alrededor de los hombros del más bajo. No era lo que deseaba, ya que quería ver a Kyo tumbado entre las piernas del bajista, pero eso fue algo imposible de lograr.
- Que asco me da esa mano- gruñó Kyo, mirando el brazo que le abrazaba, con desprecio.
- ¿Crees que a mi me gusta tocarte?- inquirió el otro.
- ¡A cualquiera le gusta! ¡Aquí tú eres el pulpo asqueroso que me manosea!
- Preferiría cortarme la mano a manosearte o incluso me la cortaría antes que hacerlo contigo.
- No creo que hubiese mucha diferencia para ti, tener cola o no…- rió el rubio. Colocándose como el fotógrafo le pedía, con la cabeza en el hombro del bajista.
- Por favor, concentraos y no habléis- pidió con calma, el trabajador.
- ¿Y por qué no te quitas esa cosa de la cara?- retomó Kyo, buscando más pelea sin interesarle la petición del otro.
- ¡Me da estilo, a las chicas le gusta, así soy un tío misterioso!- respondió un orgulloso, Reita.
- ¡Ja! Si quieres ser misterioso tápate la cara entera y hazle un favor al mundo.
- ¡¿Qué coño has dicho?!- inquirió levantándose, perdiendo la poca paciencia que le quedaba.
- Que te tapes esa fea cara- gritó el otro también poniéndose de pie, encarándose ambos.
- ¡¡¡Parad!!!- gritó por encima de todos el fotógrafo, desesperado y rojo de la ira, mientras que Kyo y Reita seguían peleándose sin tenerle en cuenta. Los demás miembros de los grupos negaban con la cabeza, no sabían que podían hacer para solucionar aquello.- ¡Así no se puede trabajar, me voy!
Habían tardado una hora en terminar la sesión de fotos, ya que el profesional se negaba a volver y Kyo y Reita, seguían en plena batalla campal, comenzando con empujones en el pecho que tanto Kaoru como Aoi se vieron obligados a detener; sino allí correría la sangre.
Salían en ese mismo momento de la compañía entre risas y charlas animadas por una noche de diversión en un bar, aunque el ambiente animado no venía por parte de Kyo, quien andaba cruzado de brazos, ni Reita que jugaba con el móvil de mal humor.
- ¡Venga Kyo, vente!- exclamó Toshiya, zarandeando al más bajo.
- Eso, eso- pedía Die, haciendo lo mismo pero a su otro lado.
- ¡He dicho que no!- gruñí, apartando a ambos a manotazos.
- Déjale que se margine en su cueva y vayámonos a beber- intervino Reita, levantando la cabeza.
- ¡Voy con vosotros, chicos!- sonrió perversamente al bajista.
- Genial, eso te pasa por hablar, Akira- suspiró en bajo.
El ambiente en el bar era perfecto, ideal, pero de alguna forma y después de beber largo y tendido los chicos decidieron seguir festejando por su cuenta. Así que alquilaron una habitación en un buen hotel y siguieron bebiendo del minibar sin ningún control.
- ¡Juguemos al Twister, venga chicos!- exclamó Die, nadie supo de donde lo había sacado, pero el pelirrojo apareció con ello en el salón.
- ¡Hace años que no veía uno!- dijo Uruha, ilusionado, quitándoselo de las manos para comenzar a abrir la caja.
- Movamos los sillones- pidió Kaoru, quien con ayuda del resto hicieron suficiente espacio.
Una vez hecho el hueco, Ruki extendió la manta con círculos de varios colores y sacaron a suertes quién sería el árbitro del juego. Desgraciadamente, este fue Shinya, el pobre batería no tenía mucha suerte en este tipo de cosas.
De esa forma los chicos comenzaron a jugar, al principio las posturas eran fáciles incluso para los alcoholizados músicos, había risas entre unas posiciones y otras. Pero con el transcurso de este, algunos comenzaron a ser eliminados, el primero fue Die, que cayó sobre el cuerpo de Kai, aplastándolo por completo y haciendo que ambos quedasen descalificados.
- Toshi, pie derecho al círculo azul- indicó Shinya. El moreno pasó la pierna por encima del culo en pompa, que había adoptado Aoi por las peticiones, e intentó llegar a dicho lugar, pero se desestabilizó cuando pisó la cara de Kyo.
- ¡Mierda, Toshiya, esa era mi boca!- gruño Kyo, manteniendo su incómoda postura, prácticamente haciendo el pino puente.
- ¿Me has mordido?- preguntó un sorprendido Toshiya, sobándose el pie.
- ¡Toshi, descalificado!- gritó Shin.- Quedan Aoi, Reita, Ruki, Kaoru, Uruha….mmm, no Uruha acaba de caer- indicó, viendo como se desplomaba el guitarrista y salía corriendo hacia el baño.- Y Kyo.
- Voy a ver como se encuentra Shima-kun- dijo Ruki, quitándose del juego y yendo tras el otro.
- ¡No vale retirarse, pareja de maricas!- se quejó Die, terminando su copa de un trago.
- Bien Kaoru, tu mano derecha al rojo- El líder comenzó a llevar su mano, pero perdió el equilibrio inevitablemente. Todos se rieron por su cómica caída, pero el salió con la cabeza alzada muy dignamente.- ¡Sigamos! Kyo, mano al verde.- El rubio se retiró del pino puente y llevó la mano hacia el verde más cercano, que resultó ser entre las piernas de Reita. Kyo puso una mueca al ver la entrepierna del bajista demasiado cerca de su cara.
- ¡Qué asco!- sacó la lengua en una mueca repulsiva. Aoi se comenzó a reír como un loco ante esa expresión, eso y las copitas de más que llevaba, le hicieron caer eliminado inmediatamente.
- ¡Solo quedan Reita y Kyo-chan!- anunció Shinya.
- ¡No me llames chan!- inquirió, apretando los dientes por la difícil posición.
- Vas a perder, gnomo grotesco- exclamó Reita, quien estaba en una más cómoda posición que el otro.
- Reita, pie izquierdo a amarillo.
El bajista comenzó a llevar su pie, pero no llegaba, lo cual le obligó a moverse más. Haciendo que su entrepierna rozara con la cara del rubio que estaba rojo de la ira por tal situación, pero no se movería, no perdería por nada del mundo. El resto del grupo se reía ante la cómica situación y es que no todos los días se veía a Reita (demasiado concentrado como para darse cuenta) frotándose con la mejilla de Kyo.
Reita no pudo más, Kyo también perdió el equilibrio y ambos cayeron a la vez al suelo, eliminándose.
- ¡Tú caíste antes, he ganado!- exclamó Kyo con una sonrisa.
- ¡Tú lo hiciste primero!
- No tú.
- Para nada, fuiste tú.
La absurda pelea continuó y el resto de chicos se miraron suspirando.
- Cuando están borrachos son aún peor…- suspiró Uruha.
- Y mira que es difícil…- convino Kaoru.
- ¡Eh, se me acaba de ocurrir algo!- saltó Die, dando una palmada.
- No quiero jugar a más juegos absurdos, mi flexibilidad no es la de antaño- negó, Aoi.
- No, encerrémosle juntos, aquí- sonrió perversamente el pelirrojo.
- ¡Pero se matarán!- exclamó un asustado Shinya.
- No, no, Die tiene razón…¡Hagámoslo!- sonrió Kai.
- ¡Bien, plan ositos furiosos, comienza!- dijo Toshiya.
- ¿Ositos furiosos?- repitieron anonadados el resto.- Vaya nombre tan ridículo.
- Ah, pues a mi me gusta- murmuró Ruki.- Vayámonos ahora que están distraídos.
Riéndose con burla en bajo, salieron lentamente de la habitación, dejando a los otros en el interior que ni se dieron cuenta de cómo se marchaban muy distraídos con su pelea. Una vez en el exterior, cerraron la puerta con llave y cortaron las luces del interior. En recepción ordenaron que nadie molestase en dicha habitación aunque llamaran a recepción.
De regreso al interior de la lujosa habitación…
- ¡Chicos, se ha ido la luz!- gritó Reita, encendiendo su mechero y descubriendo que no había rastro de ninguno a simple vista.
- ¿Crees que se habrás puesto a jugar a tinieblas?- preguntó, arqueando una ceja, Kyo.
- Espero que no sean tan infantiles como para llegar a eso a su edad.
- Estamos borrachos…Die está borracho, no esperes ecuaciones matemáticas ni una intensa partida de ajedrez- rió Kyo, terminándose su copa del tirón. Ya iba demasiado borracho, sino no sería capaz de mantener ni la más mínima oración con el bajista.
- Tienes razón- convino Reita, quien casi tropieza con sus propios pies y es que él tampoco estaba en mejor estado que el otro.
Juntos se pusieron a buscar gritando sus nombres por todo el salón, el cuarto de baño, la terraza y finalmente la habitación. En su travesía no habían parado de beber del morro de la botella de champagne que había encontrado en su búsqueda, como último rastro de alcohol. Kyo se dejó caer sobre la cama cansado, estaba ligeramente mareado y si todavía estaba consciente la cama temblaba.
- ¡Reita, es una cama de agua!- exclamó feliz como un niño, revolcándose por ella.
- ¿En serio?- preguntó el otro, lanzándose sobre esta. La cama tembló con ambos, haciendo que Reita terminase encima de Kyo, ambos riéndose como niños.
Las risas se fueron silenciando lentamente, sin cambiar de posición, ambos chicos se miraban. Disfrutaban de esa cercanía y se perdían en la profundidad de los ojos del otro… Hasta que…
Kyo se despertó con un horrible dolor de cabeza, bueno no solo de cabeza, sino que por todo el cuerpo aunque concentrándose más en unas zonas que en otras. Sintió que su cintura era aprisionada por unas cálidas manos desconocidas, pensó en Die o en Shinya. Pero al darse la vuelta se quedó en estado de completamente shock al reconocer allí, desnudo a Reita. ¿¿Qué había sucedido anoche??
El bajista se había despertado con dolor por todo el cuerpo y había abrazado más fuerte a ese pequeño y suave cuerpo que tenía al lado. Le besó en el cuello, haciendo que el otro soltase un bajo gruñidito… Un momento, ahí algo no iba bien. Se irguió para ver quien era el cuerpo desnudo, encontrándose con ¡Kyo!
¡Mierda, mierda, mierda! ¡Se había acostado con Kyo! Cuando sintió que el más bajo se movía, se asustó tremendamente y se hizo el dormido…