Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El amor de Itachi por Isaku Uchiha

[Reviews - 23]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Todos los personajes de este fanfic pertenecen a Masashi Kishimoto n.n todavía falta para algunas cosillas inteeresentes pero no desesperen!!! 

 

Los rayos del sol pasaban a través de la ventana tocando su suave rostro, toda una caricia; su largo cabello azabache caía rebelde por el níveo cuello casi aferrándose a tan deliciosa piel, mientras su dueño aún dormía plácidamente sobre la cama. Le gustaba descansar con el torso descubierto, pues según él la pijama lo hacía sentir como “un loco amarrado”, muy desagradable, ¿y cómo no estarlo? a sus 21 años ya era jefe de una de las mejores compañías del mundo: Uchiha Masters., y eso significaba levantarse muy temprano, acostarse muy tarde, mandar los fines de semana por un tubo que llegaba justo a una reunión de último minuto, exigirle milagros a su cuerpo para que se estuviera tranquilo con sólo un triste café y maldecir a Dios como regla personal por haber creado una masa infinita de idiotas que según ellos saben manejar y sienten la necesidad de hacerlo cada vez que él sale y regresa a casa, o al menos lo intenta. Ese es Itachi Uchiha.

 

Gracias a alguien, definitivamente no a Dios, sus vacaciones llegaron. Tres meses de descanso ininterrumpido en los que podría convertirse en una especie de oso en etapa de hibernación empezando por hoy. La única preocupación que podría tener era su pequeño hermano Sasuke; él tenía 16, tal vez ya no tan pequeño pero sí bastante autosuficiente y en igual medida ególatra, Itachi siempre solía decirse a sí mismo “Todos los Uchiha somos así…pero Sasuke se pasa”; de cualquier forma ni siquiera se llevaban bien, cada vez que llegaba a tener un día libre planeaba pasar un rato con su ototo, algo que el menor llamaba “tiempo de compensación” y que para nada le agradaba, pues decía que Itachi sólo lo hacía por obligación fraternal mas no por verdadero interés. Desde luego, trató de explicarle lo contrario, que en verdad le quería (pues en verdad lo quería), pero al final prefirió dejar las cosas por la paz al ver la terquedad de Sasuke.

 

El reloj en la pared marcaba la una de la tarde y el joven Uchiha no mostraba señales de querer levantarse, parecía más muerto que un muerto y en cierta forma eso le gustaba. La puerta de su habitación se abrió sigilosamente, unos mechones de color negro azulado antecedieron a un par de ojos del mismo tono, estos miraban atentos a aquél que yacía sereno en la cama. Se adentró y caminó de puntillas hacia Itachi con todo el silencio que podía, no quería despertarlo; una vez frente a él se le quedó mirando, su nii-san le daba la espalda y no se dio cuenta de su presencia.

 

Itachi, sin duda cada día que pasa te vuelves más hermoso.- Pensó Sasuke mordiéndose los labios, su hermano le atraía más mientras menos ropas tuviese.-Me pregunto, ¿Cómo se sentiría una caricia tuya? Una mordida, una cachetada, un golpe, una embestida…¡una revolcada! Dios dame fuerzas…no, mejor…¡mejor dame a Itachi!- El ojinegro se estaba calentando de sólo pensar en las cosas que podría hacerle a su nii-san; no lo amaba, lo deseaba.

 

- Ahhh…- Un gemido escapó inevitablemente del menor, quien de inmediato se llevó la mano a la boca y se puso como tomate; Itachi despertó perezosamente, había escuchado algo en su habitación pero no sabía qué exactamente. Sus bellos ojos se abrieron sin demora, poseían un color escarlata incomparable y estaban enmarcados por unas delicadas pestañas. Se quedaron mirando hacia la nada por unos segundos y después se posaron en los ojos negros de Sasuke, era como si supieran que en ese preciso lugar estaba él.

 

-…Sasuke…buenos días…- Itachi habló tranquilamente y con una leve sonrisa en sus labios, se sentía completamente recargado y feliz, dormir era ahora su pasatiempo favorito.

 

-¡¿Cómo que “buenos días”, idiota?! ¿Acaso sabes qué hora es? Maldito holgazán. ¡Ya salte de la cama!- Antes de que el mayor pudiera decir algo Sasuke salió casi corriendo del lugar y bajó las escaleras, fue a la cocina.- Mierda. Espero que Itachi no me haya escuchado gemir…- Mientras, el Uchiha mayor se había sentado en su cama, la actitud de su ototo ya no podía impresionarle después de tantos años viviendo con él, pero lo que sí lo sorprendió fue que entrara a su habitación, más aún mientras dormía. ¿Qué no había dicho que no le quería? No se preocupó mucho por eso, a la actitud genética de Sasuke tenía que agregarle problemas de adolescente y cambios hormonales. Nada fuera de este mundo. Finalmente se paró de la cama; se dirigió hacia su clóset y se vistió con lo primero que encontró, unos jeans de color negro que tenían una cadena colgando desde una presilla a otra y una camisa blanca tipo casual, recogió su cabello en una coleta, se calzó los zapatos y bajó tranquilamente por algo de comer. Al entrar en la cocina se asombró: la barra estaba lista e impecable con una generosa y deliciosa comida sobre ella, era para dos.

 

- Vaya, hasta que bajas. Creí que te la ibas a pasar todo el día echadote en la cama.- El menor reprendía a su hermano con un tono casi paternal que a Itachi le dio mucha gracia, ya no parecía estar tan enojado con él por lo de la mañana.

 

- La verdad pensaba hacerlo por tres meses pero contigo aquí me será difícil, en especial si me acosas.- Sasuke estaba apunto de sentarse en una silla, cuando Itachi dijo “me acosas” se detuvo en seco y se puso rojo hasta las orejas. Su nii-san se le quedó mirando extraño al verlo en esa posición y de ese color.- Sasuke… ¿Te sientes bien? Parece que tienes algo de fiebre.- Tenía que reaccionar rápido o su sonrojo lo delataría.

 

- No digas estupideces Itachi.- Decía Sasuke repuesto.- Claro que estoy bien, yo no me puedo enfermar, yo soy de acero.- Ese tono de superioridad siempre tenía que hacer su aparición.

 

-¿De acero? ¡No me digas!- Increíblemente el mayor de los Uchihas estaba que se desatornillaba de la risa. Su ototo lo observaba admirado y embelesado hasta que se tranquilizó.- Sasuke, piénsalo por un momento, si fueras de acero no te hubiera dado influenza el año pasado…además de que como tu hermano mayor, yo sería de diamante o algo así.- El menor habló por lo bajo.

 

- Pues aunque no lo seas, vales demasiado…-

 

- Perdón, no te puse atención, ¿Qué dijiste?- Preguntaba Itachi que aun reía para sus adentros.

 

- Pues aunque no lo seas… eres un tarado.- El Uchiha menor disimuló a la perfección, mientras que el mayor sólo se encogió de hombros resignado a las respuestas de su ototo.

 

La tarde transcurrió rápidamente, los hermanos estaban en la mansión Uchiha, cada quien por su lado, aunque a veces Sasuke no podía resistirse a buscar a Itachi cuando no lo veía cerca. El mayor iba subiendo las escaleras cuando giró la cabeza hacia la puerta principal, vio unos cuantos papeles desparramados en el suelo; con un deje de molestia bajó hacia aquél lugar y recogió las cartas, se dirigió a la amplia sala en donde estaba Sasuke viendo la película del Rey León en la pantalla de plasma; 450 canales de paga y no había nada más interesante que eso.

 

- Sasuke.- Le llamó Itachi desde atrás, volteó a verlo y le encontró con unas cartas en las manos.- ¿Por qué no revisaste el correo? Mira todo lo que dejaron…-

 

- Bueno, debí haber estado muy ocupado “acosándote” y por eso no lo hice.- Le respondió tratando de sonar indiferente. La verdad es que el menor había aprovechado el sueño pesado de su aniki para imaginar cómo podría tirárselo algún día, así descubrió su inmensa imaginación.- La próxima lo haré.- Continúo viendo la película. Itachi fue hacia el gran comedor y tomó asiento en la silla principal; abrió las cartas una por una: facturas, estados de cuenta, invitaciones para activar tarjetas de crédito, lo de siempre, pero esta vez había una diferente. El sobre era de un blanco impecable y no tenía nada escrito sobre él, ninguna dirección ni estampilla, sólo tenía dibujado una extraña figura: una espiral rodeada por 8, digamos estacas, cuatro arriba y cuatro abajo. Movido por la curiosidad lo abrió y leyó atento la carta.

 

 

Ya era de noche, el reloj de madera de pino que estaba en la sala marcaba las 12:00 y ambos se disponían a dormir, no habían hecho nada interesante el resto de la tarde noche, excepto que Itachi le explicó a su ototo que estaba de vacaciones y podrían pasar más tiempo juntos, al menos por tres meses. Sasuke respondió de manera fría e indiferente a todo lo que su nii-san le proponía para hacer, tenía que hacerlo así o Itachi se daría cuenta de que el menor se moría de felicidad porque lo único que quería era estar con él tanto como fuera posible, así las cosas podrían tomar otro rumbo, el que él quisiera. Sin embargo, al mayor le dolía la actitud que tomaba su hermanito; siempre era demasiado distante hacia él, cada vez que iniciaba una conversación él la cortaba secamente, si entraba a una habitación Sasuke salía en el acto, cuando llegaba de trabajar el menor ya estaba en la cama y en los pocos fines de semana libres que tenía su ototo salía desde temprano con sus amigos. ¿Acaso Sasuke le odiará?, pensaba siempre, tal vez sí, y demasiado a juzgar por su comportamiento, quizá porque nunca estuvo lo suficientemente cerca de él. Hace tres años sus padres murieron junto con el resto de la familia Uchiha, todos iban a bordo de un lujoso yate celebrando el gran posicionamiento global de la compañía familiar, estaban tan felices que incluso el capitán entró al alegre ambiente del alcohol, y aunque estaba más que hecho para aguantar galones de cerveza, un par de vasos de vodka bastaron para sacarlo del juego. El resultado fue atroz. La embarcación iba a todo lo que daban las máquinas y se estrelló estrepitosamente con un buque de carga. No quedó nada ni nadie. Sólo se supo qué pasó por las declaraciones que dieron los trabajadores del buque. Itachi y Sasuke no iban a bordo; el mayor estaba trabajando duramente en su tesis escolar y no podía permitirse ni un breve descanso, su trabajo debía ser más que perfecto, en cambio el más pequeño quería ir pero al ser menor de edad no era prudente llevarlo a una fiesta de este tipo. Desde entonces Itachi se hizo cargo de Uchiha Masters y de su pequeño ototo, quien se volvió el chico frío y prepotente que ahora es. Antes del incidente, el Uchiha mayor se la pasaba en la biblioteca, en la escuela y en su cama, por lo que jamás le prestaba atención a su hermano, este siempre le pedía que lo acompañara a tal lado, que lo ayudara en tal cosa o que simplemente le mirara…pero no, Itachi sólo se limitaba a decirle “Los siento Sasuke, será la próxima vez” y le daba un golpecito en la frente.

 

- Tal vez no sea por eso…tal vez sea por eso...- Se decía Itachi recostado en su cama rodeado por la oscuridad de su habitación. Cerró sus bellos ojos escarlata y a su mente vino el recuerdo de aquél día.

 

Notas finales:

Qué tal??? se aceptan sugerencias!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).